Capitulo 4
Kardia dormía a sus anchas en la planta baja, desparramado en el sillón de dos cuerpos que se ubicaba en la sala, en la mesa de centro estaban las llaves de su camaro, su placa y su arma, cosa que Aspros seguramente ya le hubiera reprochado. Se había quedado despierto hasta tarde revisando el caso de Aldebarán, tal fue su desvelo que se olvidó de activar la alarma para levantar a los chicos.
De repente, el teléfono del griego comenzó a sonar por cuarta vez sobre la mesa, Kardia estiro un brazo y busco el artefacto a ciegas palpando todo con la mano, cuando lo encontró se lo llevo al oído y atendió con evidente desgano pensando que mataría a quien fuera el que le hubiera despertado.
-H…Hola…-contesto más dormido que despierto.
-¡Kardia! ¿Hasta ahora me contestas?!
-¿Aspros?-soltó Kardia extrañando-¿Worque marcas dan tempruano?-bostezó el hombre todavía tendido en el sofá totalmente despreocupado mientras que del otro lado del teléfono Aspros ya estaba con la palma en la frente buscando en lo profundo algún resto de paciencia.
-Son cinco para las siete, Saga y Kanon tienen escuela!
-Cinco para…-Kardia se pasaba una mano por la cara cuando como balde de agua helada le calló el veinte-Cinco para las siete?! En la manga!-exclamo al instante que se paró como resorte, hubiera dicho una palabra más fuerte, pero por mucho que se exaltara seguía siendo la casa de Aspros-¡Tengo que colgar, luego te llamo!-tan pronto como colgó salió como exhalación al cuarto de los gemelos-¡Chicos despier…ten…-para sorpresa de Kardia los dos chicos ya estaban despiertos, arreglados y con las mochilas al hombro y mirándolo con una cara de ¿te encuentras bien?
-Vaya, reviviste, estábamos por despertarte, pero creo que Papá se nos adelantó-se aventuró a decir Kanon mientras salía del cuarto seguido por su hermano dejando en la puerta a un detective que no salía de su asombro.
-Aguarden un momento!-los chicos se frenaron a mitad de la escalera-¿Se puede saber , porque ninguno de ustedes, par de monstruos me despertó?
-Lo intentamos-se defendieron los hermanos con toda seriedad-Pero estabas prácticamente inconsciente-dijo Saga antes de fijarse en su reloj digital-Tenemos menos de tres minutos para llegar-todavía no sacaba la vista del reloj cuando Kardia lo cargo como si fuera un costal y se puso a Kanon bajo el brazo-¿Qué estás haciendo?!
-Su padre pateara mi trasero si dejo que lleguen tarde-contesto el hombre luego de meter a los críos al auto y pasarse al asiento delantero.
-Sabes que de todas formas va a hacerlo ¿no?-dijo Saga que ya se había acomodado en la ventana con la mochila entre las piernas-A demás de que para llegar a tiempo tendrías que rebasar el límite de velocidad, lo cual…-el mismo se interrumpió al escuchar el rugido del motor-Si creo que hagas.
-Pónganse sus cinturones chicos-Kardia hizo el cambio en la palanca-Esta es una ventaja de ser policía-dijo más para sí que para los muchachos y presionando el acelerador casi a fondo, el detective salió dejando las marcas de los neumáticos bien puestas en el asfalto.
-¡Diablos, Kardia! ¿Estás loco?!-grito Kanon aferrado al asiento y con la espalda bien replegada a su respaldo.
-Hey, cuidado con dejarle tus uñas marcadas enano, es piel no cualquier cosa-advirtió Kardia desde el retrovisor –Están en un deportivo, no en la carrosa de Papá-el mayor saco sus gafas negras de la guantera y se cubrió los ojos con ellas. Miro por un momento a Saga, el pobre iba prendido de la puerta-Aspros, mira como los tienes, eso te pasa por conducir como abuela-le hizo una mueca cómplice a la palanca-Treinta segundos, suficiente para enseñarles lo que es velocidad.
-¡Kardia!-exclamaron ambos gemelos al sentir el tirón del camaro.
Cuando el auto aparco en la entrada de la escuela tanto Saga como Kanon salieron presurosos del auto y entraron corriendo al edificio, en tanto Kardia se despidió con una amplia sonrisa marca Colgate.
-Bueno, yo ya cumplí con mi parte. Hora de ir con Manigoldo-el peli azul dio vuelta a las llaves para arrancar cuando vio a través del espejo lateral a un hombre ingresar a la escuela en una picop, Por sus rasgos lo reconoció como el hombre que había telefoneado al departamento días atrás-¿Krishna? Me parece que tendré que quedarme por aquí un rato.
DEPARTAMENTO DE POLICÍA DE GRECIA-7:00 AM
Manigoldo estaba muy cómodo, sentado con los pies cruzados sobre su escritorio con un periódico en la cara cuando sintió su móvil vibrar en el bolsillo de su pantalón; sin quitarse el papel de la cara tomo su celular y atendió la llamada.
-¿En dónde demonios estas?-fue lo único que dijo sin necesidad de preguntar antes ¿Quién? O ¿para qué? guardo silencio un momento-¿Cómo que te vas a quedar?!-su reclamo se escuchó hasta el baño del segundo piso-Se suponía que dejabas a los enanos y te venias…aja…aja… ¿Tarde tú? Ja!, por favor ¿Cuándo no? Si a ti hay que levantarte casi con cañón-para Manigoldo nunca era demasiado temprano o demasiado tarde para burlarse de Kardia, siempre había tiempo para fastidiar-Entiendo, solo trata de no sacarle información a golpes quieres?-luego de eso colgó-Pues… ya que no vas a venir…-se levantó de su silla, tomo su saco y las llaves-¿Para qué seguir esperando? Averiguare lo que pueda por mi cuenta.
SECUNDARIA BENNU-ESTACIONAMIENTO-MISMO MOMENTO
-Je, idiota-Kardia se guardó el teléfono y se bajó del camaro preguntándose ¿Qué sería más prudente? Si entrar y preguntar por krishna o ir personalmente a buscarlo hasta dar con él-Al diablo, sirve que le doy una vuelta a la escuela-despreocupado empezó a caminar hacia la entrada trasera, pero antes de que pusiera la mano en la manija de la puerta una pequeña mariposa blanca se le adelanto posándose sobre la misma.
LABORATORIO-CLASE DE BIOLOGIA
-Pagina doscientos nueve de su libro-indico el profesor Alberich mientras garabateaba algo en la pizarra del salón-Hoy veremos la célula animal y vegetal-el hombre se apartó del pizarrón y señaló con la tiza los respectivos dibujos que había hecho con mucha precisión. Estaba por dar otra indicación a su grupo cuando alguien llamo a la puerta-Mu, puedes abrir la puerta?
El chico peli lila se puso de pie y respondió con su acción a la petición del docente-Señor krishna?
-¿Cómo estas, Mu?-lo saludo amablemente el intendente-¿Puedo hablar con tu maestro?
-Claro-dijo haciéndose a un lado-Lo buscan a usted maestro.
-¿En qué puedo ayudarte krishna?
-Buenos días profesor Megrez, vera hay un par de alumnos que tienen un asunto pendiente conmigo ¿podría dejarlos salir?
Alberich tomo su lista y se sopló el flequillo-¿Nombres?-pregunto distraído sacando un bolígrafo con tinta azul listo para hacer la anotación correspondiente.
-Saga y Kanon-los gemelos se encogieron de hombros ante las miradas de sorpresa por parte de sus compañeros y maestro.
-¿Me repites los nombres krishna?-el conserje hizo otra vez la mención con todo y apellido-Esto debe ser una equivocación ¿estamos hablando de los mismos alumnos?
-Siendo francos, a mí también me sorprendió que se tratara de ellos, profesor.
-No preguntare que los llevo a estar en la lista de castigados de krishna, dado que no me incumbe, lo que si me pregunto es ¿debería bajarles los dos puntos de la conducta?-aproximo la punta del bolígrafo al papel.
-No lo haga profesor!-Kioko se puso de pie de inmediato-Lo hicieron para ayudarme, unos chicos me estaban molestando afuera del baño-se apuró a excusarlos.
-Bien dicen por ahí que al que mete paz le toca más-el profesor bajo la lista y la puso sobre la mesa-Por ser la primera vez lo dejare pasar y solo les quitare medio punto, no se confíen porque no suelo ser condescendiente, ahora retírense si son tan amables.
Sin decir nada, los muchachos se colgaron la mochila y salieron del salón, Kanon le agradecía mentalmente a Kioko por intervenir, bien sabía que Alberich se tomaba muy en serio la conducta de sus estudiantes. Mu cerró la puerta y volvió a su asiento a un lado de Shaka que miraba pensativo hacia la puerta.
-¿Qué pasa?-le dijo pensando que no era para tanto, conocía a los gemelos tanto como Shaka, no tenía nada de extraño el que sus amigos se metieran en problemas por defender a Kioko, era su mejor amiga.
-Precisamente eso es lo que me estoy preguntando, Mu-respondió con la barbilla recargada sobre la palma de su mano-¿Viste la cara de Saga? Se veía…
-¿Preocupado?-le atajo Mu.
-Más bien, nervioso, pero preocupado también está bien; desde que llego no hablo mucho y casi todo el tiempo se la paso mirando a la ventana.
-Pues no lo culpo, después de lo de ayer-el rubio puso los ojos en el pizarrón.
-Primero Aldebarán, luego Yato ¿Quién sigue?
-¿Aldebarán?
-Carpintería-Shaka se dispuso a copiar lo que Alberich había anotado como un extra a cada lado de los dibujos-Tiene poco que desapareció, dijeron que había salido de viaje para no armar un escándalo.
-Y tú como sabes eso?
-Mi Papá me lo conto anoche, dijo que la policía había ido al hospital preguntando por él en la sala de urgencias, dijeron que estaba perdido.
-No entiendo ¿Por qué no han cancelado las clases?-para esto, ambos niños ya habían llamado la atención de Alberich.
-Mu, Shaka ¿quieren dejar de chismorrear? Trato de dar mi clase…
-Lo siento profesor- se disculparon al unísono.
El docente retomo su labor tratando de olvidar lo poco que había alcanzado a oír-Con que la policía se está guardando cosas…-susurro para si en lo que buscaba una página en su libro-¿Será a qué?...imposible-su entre cejo se arrugo al hacerse aquella conclusión.
ALMACÉN
Los gemelos bajaban los escalones detrás de krishna rumbo al sótano de la escuela, le llamaban almacén no solo porque ahí guardaran mesas y pupitres, también porque sonaba menos intimidante, no era lo mismo mandar a un estudiante por una silla al almacén a pedirle que bajara a traerla del sótano de la escuela.
Kanon caminaba a la diestra de Saga, le tiro una mirada rápida a su hermano, de inmediato se dio cuenta de lo incomodo que se sentía.
-Oye…-dijo Kanon acercándose a su oído-¿Te encuentras bien?
-No es nada-dijo removiéndose un poco-Estoy bien, de veras. Olvida lo que te dije ayer ¿quieres?
Kanon estaba por protestar cuando se detuvieron ante un par de puertas con cerrojo-Ya llegamos jovencitos-el intendente saco su manojo de llaves y de entre tantas tomo una como si ya supiera cual le correspondía con tan solo tocarla y la metió en la ranura. Las bisagras rechinaron al momento que el sujeto del overol les dio el acceso a los dos críos-Bienvenidos-les dijo al momento de oprimir el interruptor de la luz.
-Qué lugar tan…-Saga se quedó buscando la palabra adecuada.
-Tétrico-le secundo su hermano igual de impactado que él-¿Hace cuánto que no limpian este lugar?
-Vamos muchachos!-rio el hombre ante las caras de los dos chiquillos-No esta tan sucio.
-¿Qué no esta tan sucio?! Pero si esto está cubierto de telarañas-dijo Saga luego de tomar una pequeña telaraña y enrollarla en su dedo índice-Además apesta como si algo se hubiera muerto aquí-replico el chico cubriéndose la nariz con la manga de su camisa.
-¿Y quién dijo que no?-soltó el conserje con tono lúgubre provocando que a los chavales se les enchinara la piel, de solo ver sus caras no pudo contener sus carcajadas-Es broma! Jjajajajaja es broma chicos! Es broma!-nervioso el par también empezó a reír-Lo único muerto aquí son ratas, no tienen de que asustarse.
-¿Y exactamente que hay que hacer?-pregunto el más chico señalando el montonal de mesa bancos encimados uno sobre otro.
-Reubicarlos y acomodarlos en aquel extremo-apunto krishna a la esquina más próxima-El punto es desobstruir las dos puertas que están detrás de todo eso.
-Aguarde ¿Qué no son las dos puertas que se ven desde el campo de béisbol?-pregunto Saga sintiéndose familiarizado con el lugar.
-Esas mismas-le confirmo el conserje-Hace quince años que no se abren, seguramente los cerrojos han de estar oxidados, pero con un poco de esfuerzo y bastante aceite podremos abrirlas sin mucho problema. Ahora si me permiten, tengo que salir a arreglar las los aspersores, en un momento volveré para ver cómo les va-les palmeo la espalda y se fue dejándolos a ellos dos completamente solos bajo la opaca luz de un bombillo amarillo y ante una muralla de trebejos viejos.
DEPARTAMENTO DE POLICÍA DE GRECIA- 7:30 AM
Aspros estaba cabeceando sobre el escritorio de su jefe, por más que se esforzaba por mantener los ojos bien abiertos estos se cerraban como si sus pestañas le pesaran, de nada le habían servido las ocho tazas de café que se había zampado desde que sintió los primeros indicios de sueño.
-¿Café?-la voz de Sísifo apenas le hacía eco en la cabeza-Cielos amigo, te vez terrible-el castaño le puso la taza humeante enfrente-Vamos, Aspros. Te necesito despierto.
-Olvídalo Sísifo, con eso no vas a despertarlo-por la puerta apareció el capitán de la unidad, Sage Cancry-¿Quieres tener a Aspros en sus cinco sentidos? Necesitas uno de estos-dijo mostrándole al joven detective un pimiento del tamaño de un frijol.
-Y eso… ¿es efectivo?-cuestiono el chico no muy confiado de los métodos de su superior.
-¿Qué si es efectivo? Solo mira y calla niño-Sage chasqueo los dedos frente a Aspros, este apenas levanto la cabeza-Toma-le dijo echándole el pimiento miniatura en la boca-Mastica esto.
-….!...-No pasaron ni cinco segundos cuando el peli azul se puso de pie con los brazos estáticos sobre la madera del escritorio con la cara completamente roja y los ojos bien abiertos de par en par.
-¿Qué te dije?-Sage veía complacido a Sísifo que se apuró a acercarle la taza de café a su compañero de ojos lagrimean tés, pero en vez de aliviar el ardor en su lengua el líquido recién salido de la cafetera no hizo más que quemarle los labios y la lengua-Creo que con eso será suficiente ¿Ya estas completamente despierto, Aspros?-Sage tomo asiento en su lugar.
Jadeante y con cierta sensación de ardor en la garganta, el policía dejo la taza vacía en su antiguo sitio y miro a su capitán con cara de pocos amigos-¿Qué clase de método arcaico fue ese?
-Podrá ser arcaico, pero sirve. Ahora díganme ¿Qué tenemos? Supe que se quedaron toda la noche trabajando ¿Algún progreso? -Aspros camino hasta el surtidor de agua que estaba justo a un lado de la ventana, cogió un cono de papel y lo lleno de agua.
-Pues vera-Sísifo agarro la caja de cartón que había puesto en una silla y la paso al escritorio-De todas las pruebas encontradas cerca del área en donde desapareció Yato la única que arrojo resultados favorables en el laboratorio fue esta-de la caja sacó una bolsa transparente con una pelota de béisbol con el saludo en ella-La tinta…No es industrial, no pertenece a ningún bolígrafo o marcador-Sage abrió la bolsa y olio el interior arrugando casi de inmediato la nariz-Si, ya sé que apesta a…
-Huele a cadáver-soltó el anciano devolviendo el objeto a la caja, Aspros ya volvía a su lugar con el cono en la mano-Aspros, tú fuiste el primero en llegar ¿Viste algo?
-Si, a mi hijo inconsciente en la orilla de un barranco-dijo con neutralidad luego de hacer una bola el cono y arrojarlo al cesto.
-Sísifo me dijo que el muchacho no te dijo mucho…
-No me dijo la verdad que es distinto-rectifico el oficial.
-Entonces… ¿Qué tenemos?-pregunto con ligero sarcasmo-Sin importar lo que me muestren no servirá de nada si no tenemos la información que necesitamos.
-También encontré esto-dijo el castaño en un intento de aminorar la tensión que se estaba acumulando-Pelo de jaguar, no estaba lejos del claro en donde encontré la pelota-el muchacho puso el sobre en la mesa-No hay jaguares en el bosque capitán y menos disecados.
-¿Disecados dices?
-No es de un animal vivo-secundo el detective Géminis-Más bien parece del tipo de pelo que se encontraría en un abrigo, una vestimenta.
-Ya veo… ¿alguna idea caballeros?
-Manigoldo nos dijo que Kardia estaba en la escuela, quería interrogar personalmente al intendente, esperaremos a ver si consigue algo que nos sea útil, Aspros y yo iremos más tarde al bosque para dar un recorrido en donde encontré el pelo de jaguar.
-Está bien, si no tenemos nada más de que hablar pueden retirarse-les indico su superior con un ademan, ambos oficiales se estaban por retirar, Sísifo fue el primero en salir-Espera un poco Aspros-el peli azul se detuvo y miro al hombre del traje gris-Supongo que como en otras ocasiones haz de haber dejado a tus hijos con Antarsis ¿no?
-Discúlpeme, no era mi intención interferir con el trabajo de Kardia, es solo que…
-Yo entiendo-lo interrumpió Sage antes de que terminara-No debe ser sencillo ser padre soltero. Menos teniendo dos cargas sobre tus hombros.
-No son una carga, capitán…son lo único que tengo.
Sage se abrió uno de los cajones de su escritorio-Aspros, desde que perdiste a tu esposa te has consagrado a esos dos chicos sin reparar en ti-el anciano tomo un sobre blanco y lo puso en la mesa.
-¿Qué es eso?-interrogo con la ceja levantada.
-Aspros ¿Cuándo fue la última vez que llevaste a tus hijos a un parque de diversiones?-el mayor le indico a su interlocutor que abriera el sobre-Necesitas un descanso y necesito a Kardia trabajando, no me lo tomes a mal, pero no creo conveniente el que te involucres mucho en este caso-Aspros hizo una mueca de desagrado-Integra me habría apoyado…-le dijo-Recuerdo cuando te escabullías de las juntas para ir a verla-rio él y Aspros suavizo su gesto tornando en una sonrisa de nostalgia-Acéptalo…por los viejos tiempos.
SECUNDARIA-ALMACÉN
Ya llevaban más de media hora acomodando mesas y sillas ahí abajo, krishna había llevado algunos de los mesa bancos más decentes a las aulas que requirieran de ellos así que los chavales se habían quedado solos despejando el área de las puertas.
-Ya casi acabamos –declaro Saga al poner el último pupitre en su lugar, el muchacho se limpió el sudor cuando una sonora risa se dejó oír a sus espaldas, los críos miraron a la entrada.
-¿Kioko?-dijo Kanon extrañando al ver a la niña de la sudadera color cielo reírse en la puerta.
-Deberían verse las caras-sus mejillas estaban rosadas de tanto reír y tenía mucha razón, las caras de los gemelos estaban cubiertas de suciedad y una capa de polvo se había acentuado en torno a sus ojos-Parecen mapaches-escupió tratando de controlar su risa, los dos hermanos buscaron su reflejo en los ojos del otro y al verse así de mugrosos rápidamente se restregaron la cara en el antebrazo.
-¿Qué haces aquí, Kioko?-cuestiono el mayor sin detener su labor-Deberías estar en clase o Alberich se va a enojar.
-De hecho su clase ya termino-la chica entro dando un salto-Vine a ayudarles, es culpa mía que estén aquí, también quería pedirles una disculpa, bueno más bien a Saga-dijo con pena.
-¿A mí?-se señaló a sí mismo.
-Si…por no asistir al juego, tuve algunos problemas…
-Está bien-le corto él de tajo-Que bueno que no fuiste, la hubieras pasado mal-el jovencito le dio la espalda y camino hasta donde estaba el ultimo mueble, un pupitre doble que parecía tener unos quince años encima, se veía pesado y era lo único que obstruía las puertas.
Kioko miro preocupada a Kanon-Perdona, es solo que eso…-Kanon se interrumpió a si mismo, recordando que había un acuerdo de no hablar de lo ocurrido con los que no habían estado presentes.
-No, está bien –le esbozo una amable sonrisa-No debí ser tan imprudente.
-De todas formas no te inquietes, no está enojado contigo.
Saga trato de ignorarlos, se concentró en tratar de mover el pupitre, pero estaba muy pesado y apenas podía arrastrarlo; llamó a Kanon para que le ayudara, pero seguía siendo difícil.
-Puede que llegara tarde, pero al menos déjenme ayudarles con eso-dijo la jovencita de cabellos rey parándose en el lado contrario del que empujaban los gemelos. Así los tres intentaron correr el pupitre y en su proceso llego el fornido intendente que al ver tan cómico cuadro no pudo contener su sonrisa.
-¿Qué pasa muchachos? No me digan que intentaran mover eso ustedes tres solos-Krishna se paró en el lugar que ocupaba Kioko y mando a la niña con los gemelos-Se necesitan dos adultos para mover uno de estos; a la cuenta de tres. Vamos a ver cuánta fuerza tienen esos brazos.
Los chicos rieron ante el comentario, sin querer Saga término mirando el pequeño traga luz en una de las paredes del sótano, su risa se apagó al instante que vio una mariposa blanca revoloteando afuera, una inquietud repentina se apodero de él, vio como la mariposa tocaba el cristal y se alejaba, era una acción repetitiva que le decía que saliera de ahí cuanto antes. Kanon miro de soslayo a su hermano, ya no estaba tan seguro de querer mover esa mesa.
CAMPO DE BEISBOL
Sentado en las gradas más altas estaba Kardia, tenía la boca recargada contra su puño, le había dado la vuelta entera a la escuela buscando al intendente que parecía estar por todos lados menos en donde debía, el cuarto de intendencia, incluso se había atrevido a preguntar por él, de aquí lo mandaron para acá y luego para allá, el punto es que ya estaba fastidiado, como última opción camino hasta el campo de béisbol que cabe destacar estaba vacío. Se sentó y se arrepintió de no haber acudido a ese lugar antes; desde donde estaba alcanzaba a peinar con la mirada una vasta cantidad de terreno, hasta que algo le obstruyo la vista.
-¿Otra vez tú?-soltó frunciendo el entrecejo-Ahora no, no tengo tiempo para ti, insecto-el detective agito la mano intentando ahuyentarle, pero la mariposa no se salió de su campo visual-Anda, aléjate ¿Cuál es tu problema?-alego-Genial, ahora discuto con un insecto…hu?-por alguna extraña razón, Kardia sintió una mirada en su nuca, con disimulo busco a su alrededor, pero no hallo nada. Entonces miro hacia arriba y ahí descubrió un par de ojos verdes de un tono lima que le veían desde una de las ventanas del segundo piso.
-¿Algún problema, amigo?!-escupió Kardia mostrando su placa.
-¿Puedo hablar un momento con usted?!-pidió Alberich asomado en la ventana, Kardia asintió y se reincorporo, para cuando se alejó del lugar una sombría masa negra se escurrió desde el bosque hasta donde se podían ver parcialmente las descarapeladas puertas de metal.
ALMACÉN
-Todo listo!-krishna procedió a sacudirse las manos-La directora se equivocó al decir que tardarían dos días arreglando esto, me sorprenden, ha de ser porque no son perezosos-los felicito el hombre con las manos en las caderas-Gracias por su ayuda jovencitos, ya pueden irse.
Esas tres palabras resonaron como un coro celestial en los oídos de Saga y Kanon "ya pueden irse" era lo único que querían…irse, los críos se apuraron a ponerse las mochilas al mismo tiempo que trataban de disimilar su urgencia por salir.
-De nada, fue un placer señor Krisna-se despidió Kanon.
-Que tenga un buen día-dijo Saga que ya estaba casi con un pie en la escalera cuando las dos puertas se cerraron de un porrazo-…!-Saga agarró la manija y la meneo con insistencia-Maldición…-mascullo entre dientes-No abre-gruñó cuando escucho como se ponía el cerrojo por fuera, entonces si se alarmo porque vio por uno de los cuadros enmarcados en las puertas que del otro lado no había nadie-Ho..No!…
-¡Saga, no es momento de hacerte el gracioso!-le reprendió Kioko al creer que se trataba de una pésima broma de mal gusto, pero supo que no era ninguna treta al ver al chico prenderse con ambas manos de la manija hasta casi colgarse de ellas.
-Tranquilo muchacho que aquí traigo las llaves-dijo el conserje divertido sacando su manojo repleto de llaves-Oye, niño ¿Qué tienes?-le pregunto a Kanon que empezaba a hiperventilarse.
-No…no me…gustan los lugares…los lugares cerrados-musito con dificultad el menor, desde que supo que tenían que bajar había tratado de mantenerse sereno, por estar con su hermano no le importaba si emparejaban la puerta, podía controlarse, pero ahora que veía a Saga desesperado por salir el miedo lo invadió, recordó lo que le conto su hermano, eso no lo ayudo, se sentía como un cordero enjaulado a merced de un lobo.
-¿Cómo dijiste?
-Es claustrofóbico, maldita sea!-ladro Saga a la puerta, si su padre lo oyera, aunque a veces a él también maldecía-Tengo que sacarlo de aquí o se pondrá mal.
-Dame un segundo!-krishna se puso en marcha para localizar la lleve, sabía cuál era la que abría desde afuera, pero no cual abría el cerrojo desde adentro, nunca se había quedado encerrado así que batallaría un poco.
Kioko fue con Kanon para intentar calmarlo, el ruido de la manija y el de las llaves tenían al gemelo con los nervios de punta, pero lo que más lo estaba asustando era la actitud de su hermano; las veces que se habían quedado solos en un lugar cerrado Saga había actuado con total control de la situación, jamás lo había visto tan desesperado por abrir una puerta y sabia el ¿Por qué? De su desespero.
-Kanon, mírame…-le indico con voz suave Kioko haciendo que Kanon le mirara a los ojos, sus tranquilos ojos marrón rojizo-Escúchame Kanon, todo va a salir…-un golpe seco en las viejas puertas acabó con el alboroto e incluso con la agitación del menor-Bien…-hubo otro golpe-¿Qué fue eso?...-el bombillo en el techo empezó a parpadear y de un momento a otro…se apagó.
La luz regreso acompañada del alarido sonoro que soltó Kioko al ver dos tentáculos negros atravesar los cristales enmarcados en las puertas y atacar al señor Krishna, todo debajo de una oscuridad que iba y venía junto con tos golpes de algo que trataba de entrar.
-AUXILIO!-chillo Saga golpeando la puerta con pies y manos, rogaba que hubiera alguien en el laboratorio de biología, era el aula más próxima a las escaleras-SAQUENOS DE AQUÍ!
¡.0.0.0!
-SAQUENOS DE AQUÍ!
El grito llego a los oídos de Kardia que justamente iba por ese mismo pasillo-¡Ese es Saga!-atino Kardia echándose a correr al instante, vio con sorpresa como la mariposa que lo había estado siguiendo le salía al paso justamente en las escaleras, de inmediato supo que tenía que bajar, más por los gritos que por simple intuición de seguir al insecto.
-El sótano!-exclamo Alberich que salió detrás de Kardia.
-¡Sótano!-repitió Kardia sorprendido antes de saltar por el barandal, ni los ruidos, ni los gritos, ni el lugar, nada le daba buena espina, al llegar a la puerta vieron que el interior estaba oscuro, pero ya no se oía absolutamente nada, pero si vieron la sangre embarrada en el cristal.
-Cielo santo!-Alberich se hizo para atrás en cuanto una mano adulta llena de sangre impacto contra el cristal-En la dirección hay una copia de las…-se interrumpió a si mismo al ver al policía sacar con la velocidad de un rayo su arma, quitarle el seguro y dispararle a la cerradura
-No digas estupideces ¡esto es para hoy!-de una patada abrió las dos puertas-¡Chicos!
-Kardia!-tan pronto como se abrieron las puertas, Saga y Kanon salieron desesperados a los brazos de Kardia, Alberich recibió a Kioko, pálida como un muerto y temblando como si hubiera estado en medio de una tormenta.
-Pero que mierda..…-el joven escudriñó de arriba abajo a los dos varones, estaban literalmente bañados en sangre al igual que la niña, pero no había en ellos ni cortes ni heridas-Tú!-le tiro una mirada demandante al joven maestro que trataba de controlar a su impactada alumna-Sácalos de aquí!
-Noo!-rogaron los tres críos al ver al detective levantarse, Kanon miro hacia la oscura entrada horrorizado, estaba plenamente consciente de que ya no había nada ahí, pero temía que esa cosa regresara, una gota de sudor se escurrió por su frente roja, miro a Kardia a los ojos, le rogaba que no bajara, no quería que se fuera a ningún lado.
-No vallas…por favor!
-Estaré bien…-prometió el mayor que vio a cierto par de alitas blancas pararse en el marco de la puerta.
Continuara.....
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