Capitulo 3
si n.n me encanta Aspros.
Ahora si! A leer!!!
-¡…!-Saga se quedó tieso, incapaz de mover un musculo siquiera-¿Qué… que es esto?!-siendo los ojos lo único que podía mover el chico bajo la mirada al instante, sus orbes jade se abrieron como platos al descubrir unas manos pálidas que le apretaban el estómago.
-Detente, Saga…-al oír esa voz tan cerca de su oído sintió como se le enchinaba la piel, no supo cómo, pero pudo virar la cabeza a la altura de su hombro y la bocanada de aire que había tomado al principio en ese respingo se le atoro en la garganta al ver a…
-Aioros?!...
No podía creer lo que veía, era imposible, se trataba del mismo Aioros que el recordaba desde los seis años, el mismo chico que le aventajaba por cuatro años y el mismo que había desaparecido hace seis, se trataba del mismo, pero no era el mismo, aunque su apariencia delataba su corta edad, sus mismos diez años, este chico que ahora tenía de trente era completamente diferente, con los ojos opacos y sin brillo, su anterior cabello castaño lucia delgado y podrido, su piel no tenía tinte y tanto sus labios como las pintas de sus dedos tenían una extraña tonalidad azul que resaltaba con la descolorida y desgastada chamarra amarilla del menor, las ojeras que rodeaban sus ojos enmarcaban sus cuencas con un fúnebre gris, Saga lo comprendió rápidamente, estaba en los brazos de un muerto.
-Si te sigues acercando…-de repente, algo parecido a un tentáculo negro salió de entre los arbustos y se enredó en el torso de Aioros con firmeza a pesar de que aquellas extremidades carecían de ventosas-Vendrá por ti…-concluyo vacíamente Aioros al momento de soltar a Saga quien inmediatamente se fue hacia atrás debido a la fuerza con la que el castaño fue arrebatado hacia el interior del bosque.
-A…Aioros!-aun en el suelo Saga estiro su brazo hacia el otro chico que le miraba con expresión vacía mientras desaparecía en la frondosidad del bosque-Aioros…
Como si nada hubiera pasado, el viento soplo levantando las amarillentas hojas caídas de los árboles, meciendo también el azulado cabello del menor que tenía un semblante tal, lleno de terror, con las pupilas temblando en sus ojos abiertos de par en par debido al shok que lo tenía preso; lentamente la imagen del claro se fue desvaneciendo a medida que su cuerpo bajaba hasta que no pudo ver más nada.
-Saga?-Aspros detuvo su carrera abruptamente-Saga!-exclamo el oficial al ver que en efecto, era su hijo el que yacía tendido al borde del pequeño barranco, se apresuró a correr donde estaba el muchacho, se asustó al verlo así de pálido y no solo por eso, el chico estaba helado. Rápidamente, Aspros tomo a su hijo en brazos y al reparar en el claro vio la pelota que inicialmente Yato había ido a buscar, fue entonces que se percató de la total ausencia del menor, la conversación de esa mañana con sus compañeros le vino de repente a la cabeza e instintivamente se llevó una mano a la espalda en donde tenía oculta su arma debajo de la camisa que llevaba puesta.
Con ver la pelota fue suficiente para saber que el chico no estaba ahí, pero eso no quería decir que estuviera solo, estaba seguro de que había algo ahí abajo entonces recordó al sujeto que Kardia y Manigoldo le habían mencionado esa mañana, el mismo que krishna, el conserje de la secundaria, había reportado con anterioridad.
Más allá del claro una figura se movió entre el follaje-¿Yato?!-no obtuvo respuesta y sin titubear saco el arma y apunto al frente cargando a Saga con un solo brazo-¿Qué esperas para salir infeliz?-murmuro Aspros quitando el seguro y con el dedo ya en el gatillo; rebusco con la mirada cuando…
-¿Papá?...-el chico había despertado.
-Saga!-Aspros volcó toda su atención sobre su hijo mayor agachándose hasta el suelo, pero sin bajar el arma-Saga ¿estás bien? ¿Qué fue lo que paso?-cuestiono el hombre sin alterar su voz, pero con un lógico deje de preocupación-¿Sabes en donde esta Yato?
-Yo…Yo…-el chico se veía confundido, miro a su alrededor tratando de orientarse cuando sus jades volvieron a posarse sobre la misma pelota, fue ahí donde los recuerdos se reflejaron en su memoria haciendo que sus pupilas volvieran a temblar y su respiración se cortara de repente-Papá, tenemos que salir de aquí!-soltó el muchacho alarmado.
Aspros miraba de frente a su hijo quien le daba la espalda al claro, estaba buscando tranquilizarlo cuando miro por encima del hombro del menor la misma sombra, pero en un lugar diferente, pero no más alejado, si no más cerca.
-Hazte a un lado!-exclamo su padre apartándole con un brazo, listo para disparar cuando de repente otro tiro se adelantó al suyo-¿Pero qué?...Sísifo!-atino el hombre al ver al autor del disparo a espaldas de Saga unos metros más atrás.
-Parece que después de todo no llegue tan tarde al juego-dijo quitándose las gafas negras que escondían sus ojos azules del sol-¿Se encuentran bien?-Aspros asintió poniéndose de pie junto con Saga-Será mejor que te lo lleves, yo me ocupare del resto-su par le miro no muy convencido, pero recordó que se trataba de su hijo, no le quedo más que aceptar el consejo de su amigo.
-Ten cuidado Sísifo-fue lo último que dijo antes de marcharse con un aturdido Saga caminando bajo su brazo. Caminaban a paso pausado, Saga aún seguía temblando-¿Necesitas que te cargue?-el niño negó con la cabeza gacha, al verlo ladearse Aspros volvió a preguntarle-¿Necesitas que te cargue?
-No…gracias-replico-Puedo caminar solo-de un momento a otro una mariposa paso volando frente al rostro del menor, era la misma que se había posado en el árbol, el crio la miro, extrañamente el animalito le inspiraba una tenue calma.
-Se parece a la que vimos en el auto no?-comento a modo de distracción-Hasta podría decir que es la misma.
-Si, yo diría que es la misma…-concluyo el menor dejándose atraer por el brazo de su progenitor, ya hablaría luego con él, por ahora no era el momento.
A lo lejos Sísifo seguía con la vista fija en los arbustos donde había dirigido el disparo, no había el menor movimiento, pero el detective Sagitarius no se quedaría ahí parado, claro que no, el castaño bajo hasta donde estaba el claro, casualmente no había visto la pelota, hasta que la pateo sin querer.
-¿Y esto? Vaya que Saga tiene buen brazo-el joven se agacho precavidamente con la esperanza de que quien estuviera escondido creyera que estaba distraído, tomo la pelota e hizo como que la miraba cuando descubrió algo que si llamo su atención-"Hola"-cito él al descubrir el aparente 'saludo' con una fluida tinta negra, al igual que con Aspros, Sísifo noto una figura oculta entre unos arbustos, pero en cuanto levanto la vista está pareció desaparecer y de un momento a otro ya estaba en otro lado, Sísifo volvió a seguirle con la mirada ocurriendo lo mismo-Así que estás jugando conmigo…-musito el muchacho con sorna-Bien, entonces yo también jugare contigo-sentencio al reincorporarse con la pelota en mano.
EN EL CAMPO
Kanon estaba trepado en la parte más alta de las gradas buscando a su padre y a su hermano, tenía la tentación de ir buscarlos, pero tenía presente la orden de su padre de no moverse de ahí.
-¿En dónde están?-bufo Kanon, incluso él había escuchado el sonido de la bala desde donde estaba, lo que no lo tenía muy tranquilo-Y… Si voy a buscarlos?-se cuestionó a si mismo dudando de sus propias palabras cuando a lo lejos vio venir a su padre junto a Saga-¡Ahí están!-grito triunfal, pero su alivio desapareció cuando en lugar de ver a tres personas solo vio venir a dos-¿Y Yato?-toda la gente volteo a verlo al oír eso ultimo-¿No se supone que saga lo iri…¡Saga!-a su hermano se le habían doblado las rodillas, sin pensarlo dos veces Kanon bajo corriendo rumbo a la salida del campo.
Mientras tanto, Aspros, ignorando las negativas de Saga, decidió cargar de cuenta nueva a su hijo-Acéptalo hijo, necesitas que te cargue.
-¡Papá!
-¿Kanon?!-detrás del muchacho venia el entrenador junto con el resto del equipo.
-¿Papá que paso?, ¿Saga, estas bien?, ¿en dónde está Yato?-una lluvia de preguntas por parte de su segundo hijo y el resto de los presentes bombardeo al detective que no sabía a qué contestar primero.
-Señor Géminis!-se aproximó la directora con rapidez-¿Qué paso? Escuchamos un disparo ¿En dónde est…
-Directora-le corto el hombre con seriedad-Pídale a los chicos que se retiren, por favor-la mirada pesada del detective detono en ella un mal presentimiento-Es mejor si solo están los padres presentes.
Aspros trato de hacer la cosa sencilla (si le era posible) con Saga en la enfermería en compañía de Kanon era la distracción perfecta para mantener a los menores apartados del campo puesto que tenían curiosidad de saber que le había pasado al mayor de los gemelos.
Les explico de manera tranquila a los padres lo que había pasado desde el momento en que llego con Saga hasta la llegada de Sísifo-Mi compañero ya ha pedido apoyo, muy pronto llegara un escuadrón de búsqueda para localizar a Yato.
-¿Y mientras que?-alego una madre alarmada-La cosa no es dónde está el muchacho, sino el ¿Por qué desapareció?
-Si, vinimos a ver jugar a nuestros hijos no a ver como desaparecen!-replico un padre molesto.
La cosa paso a ser de un momento de preocupación y tensión a un momento de histeria y por más que Artemisa quería controlar la situación simplemente no podía.
-Por favor señores!-la voz grave de Radamanthis acallo los gritos de los demás padres-Conozco a este hombre desde hace quince años y les puedo asegurar que sabe lo que hace, así que les sugiero que se callen y lo escuchen.
-Para usted es fácil decirlo!-bramo llorosa la madre de Yato-No es su hijo el que está perdido!
-Escúcheme señora-volvió a hablar Radamanthis con su voz neutra-Comprendo cómo se siente y aunque no me lo crea estoy tan preocupado como el resto, yo también tengo un hijo por el cual me preocupo y como el jefe de departamento de bomberos se lo difícil que es manejar esta clase de situación y es muy difícil cuando todo el mundo habla sin prestar atención a lo que verdaderamente deberían de oír.
Con estas últimas palabras la mujer no hizo más que guardar silencio y controlar su llanto, el resto de los adultos dejaron de opinar para empezar a escuchar.
-Muchas gracias Radamanthis-el aludido asintió-Bien, ahora que tengo su atención quisiera que me escuchasen…
BOSQUE
Sísifo había corrido al interior del bosque tras el sujeto al cual no había visto bien, le había perseguido hasta perderle el rastro cerca de un riachuelo.
-Maldición!-escupió frustrado el castaño al verse completamente solo-Maldito, pero te voy a encontrar y cuando lo haga-masculló entre dientes-Evitare que más personas pasen lo mismo que yo...-finalmente, se dio media vuelta y se fue, furioso consigo mismo por no haberle podido alcanzar, ignorando por completo que había alguien que le estaba viendo desde lejos.
-Eres de espíritu fuerte jovencito, será divertido ver hasta donde puedes llegar-el hombre de piel oscura y cabellos blancos sonrío dejando a la vista sus colmillos tallados-Ya veremos si tu determinación es tan grande como lo es tu boca-el sujeto revestido con pieles empezó a caminar-Ahora que el demonio ha vuelto, no descansará hasta saciar su sed, no habrá alma inocente que este no devore y mientras las mentes débiles continúen dándole nombre y forma…su miedo crecerá y él se hará más fuerte…
DEPARTAMENTO DE POLICÍA DE GRECIA-9:30 PM
Había caído la oscura noche y los gemelos estaban por fin en casa, Aspros tenía que estar en el departamento de policía esa noche para rendir su declaración de los hechos y tomar parte en el caso junto con Sísifo así que no se marcharía así nada más, no con un loco suelto por ahí y con sus hijos solos en casa. Así que el detective no vio más remedio que llamar a una 'niñera', pero no cualquier niñera, debía ser alguien de su entera confianza, alguien con quien estuviera seguro de que sus hijos estarían a salvo, alguien como…
-¿Kardia?-Sísifo levando extrañando la vista de su reporte y miro desconcertado a Aspros-¿Es en serio?
-Sí, yo tampoco me la creía, creí que me diría que no por eso de la novia, pero me dijo que no había problema, además…me siento más relajado sabiendo que mis hijos están bajo su cuidado.
-No mientas Aspros, tú estas tranquilo si no eres tú quien cuida de esos niños-comento ameno tratando de aligerar el ambiente, el castaño sabía que su par seguía algo tenso-Pareces una mamá gallina.
-No es miedo Sísifo-se defendió el peli azul igual de serio-Es que hice una promesa, si algo le hubiera pasado a Saga yo…-no quería ni pensarlo, bastante tenía con saber lo cerca que estuvo de perder a su hijo ¿Qué hubiera pasado si él hubiera ido por la pelota en lugar de Yato? ¿Qué hubiera hecho si ese grito desgarrador que le despertó los oídos hubiera sido de Saga?-Definitivamente no quiera ni pensarlo.
-Hablando de cosas desagradables-el de cabello corto puso una caja llena de archivos sobre la mesa-¿Ya interrogaste a Saga?
-Interrogo a los criminales, Sísifo, pero si te refieres a ¿Qué si ya hable con él? Pues te diré que lo intente, pero…
-¿Pero?...
-No me dijo nada- Aspros dejo libre un suspiro derrotado.
-¿Nada?-Sísifo le vio aún más extrañando.
-Que fuera verdad, no-confeso decepcionado-Saga no es de los que mienten, detesta las mentiras.
-¿Y cómo sabes que te miente?
-Porque al igual que yo (malamente) no sabe mentir.
CASA DE LOS GÉMINIS
Kanon abrió de a poco la puerta y encontró a Saga sentado en su cama abotonándose el pijama, tenía la mirada perdida, como si no estuviera ahí.
-Ha… Saga?-el oír su nombre lo trajo de vuelta de repente-Kardia ya se durmió, se quedó en la sala-el chico entro cerrando con cuidado la puerta-¿Te sientes mejor? ¿Quieres que…
-Kanon-le corto su gemelo de repente, el otro se quedó callado a la espera de las palabras de su hermano-No, olvídalo, no es nada.
-Saga, yo no me chupo el dedo-el chico en la puerta se cruzó de brazos ante la mirada sorprendida de su hermano-¿Se te olvida que somos gemelos? Te conozco, no le dijiste la verdad a Papá, por eso estas así-el mayor desvió sus ojos hacia otro lado y solo escucho los pasos de Kanon al aproximarse-Saga, tú no eres así, dime ¿Qué fue lo que paso?
-Es que si te digo no me lo creerías.
-Te creeré-dijo solemne sentándose junto a él-Además ya te dije que se cuándo me mientes, al igual que a Papá, mientras mientes te traicionan los nervios, tiendes a mirar a tu derecha y te tortura la conciencia.
-Vas a decir que estoy loco-dijo Saga con un tono más natural y mirándole a los ojos.
-Te escucho.
-Se exactamente qué fue lo que le paso a Yato-puntualizo haciendo que Kanon se quedara mudo-Kanon creo que esa cosa va a venir por mi…
Continuara…
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top