-¿Entonces vives ahí solo?

Draco se preguntó si estaría pensando lo mismo que él. los dos por la noches en la Mansión mientras Orión dormía....pero aplastó esa idea antes que tomará forma.

Tenía muchas razones para odiar a aquella mujer, pero eso significaba que no pudiera disfrutar teniéndola en su  cama, aunque eso no iba a ocurrir, Hermione odiaba ese beso tanto como él, se odiaba así mismo.

-En la Mansión, siempre habrá empleados, peones que te  van a atender bien y por supuesto tendrías un coche para ti sola.

Ella se miró las manos sin decir nada en un incómodo silencio... Draco leyó la pregunta.

-No me verías mucho, ya que paso tres a cuatros días a la semana en la ciudad y viajo a menudo, incluso en la Mansión apenas tendrías que verme.

Hermione se puso colorada y Draco supo lo que estaba pensando... ¡demonios!, él había pensado lo mismo en cuanto abrió la puerta del apartamento.

-Deja que te aclaré una cosa - declaró Draco - sí quién te preocupa soy yo te aseguro que jamás haré nada que te haga sentir incómoda, lo único que quiero es lo mejor para el hijo de mi hermano.

Ella levantó la cabeza
-si quieres lo mejor para él vete y dejamos en paz - le dijo.

-Maldita sea, Hermione mira en el vecindario en el que vives el niño ni siquiera puede salir a la calle a jugar - refutó el rubio - piensa en la vida que puede tener en la Mansión ...espacios abiertos, animales, gente cariñosa cuidando de él.

-No voy a permitir que digas que no cuido de Orión - dijo Hermione molesta - este apartamento no es lujoso y el barrio tampoco, pero estamos bien y no necesitamos tu ayuda.

-¿Cómo puede?

-Escúchame Draco agradezco tus buenas intenciones, pero no necesitamos de tu  caridad.

El rubio tuvo que hacer un esfuerzo para contener su impaciencia y se preguntaba para sí mismo - ¿Qué le pasa a esta mujer? ¿Por qué no entiende que le estoy ofreciendo lo que por derecho le corresponde al niño, por ser hijo de mi hermano? - La Mansión será algún día la herencia de Orión.

-No se trata de caridad, Orión es el hijo de mi hermano y tiene derecho a .... - quiso explicar Draco, pero la castaña lo interrumpió.

-Orión tiene derecho a aprender el valor del trabajo y a ganarse la vida - aseveró Hermione - yo puedo darle educación, que es lo más importante. Luego de decir estas palabras, se levantó temblando y sacando su ya conocida valentía se le enfrentó diciéndole - Así que puedes irte cuando quieras, no necesitamos de tu ayuda y no la queremos.

Draco se levantó también, resentido le dijo - muy bien como quieras, pero como no quieres aceptar mi ayuda me marcho, pero si cambias de opinión...

- No cambiaré de opinión - dijo la castaña decidida - adiós Draco, espero que sea la última vez que te vea en mi casa - No eres bienvenido aquí.

Draco dio media vuelta derecho hacia la puerta, la abrió y salió de allí sin mirar atrás. No iba a dejar que ella viera su resentimiento y su dolor.