Salí de la habitación y solo llegue a ver a la niña como se alejaba mientras tarareaba, tras de ella solo se veían las gotas de sangre al caer.

Me dolía un poco la cabeza, pero no era nada grave, creo que al final después de mirar tantos horrores, afecto a mi masa encefálica.

Decidí seguir a la niña, esperando que me condujera a un lugar más tranquilo, pero a medida que avanzaba sentía como mis huesos tronaban, mis venas estaban hinchadas, caigo arrodillado y me desplomo de costado, sentía que me faltaba la respiración, luchaba por mantener mis ojos abiertos.

-Padre, ¿qué haces tendido ahí?

Eso fue lo que escuche a lo lejos, pero en unos pocos segundos, ella logro acercarse a mí, sus pisadas no sonaban, pero ella al caminar sus huesos hacían un rechinar.

-Padre, aprendí a caminar como lo hacías tú, sin embargo aún no puedo controlar mis huesos, nunca me enseñaste eso, simplemente un día te fuiste, me quede sola, Madre siempre estaba ocupada y quien estaba a mi cuidado era LA ARPISTA, ella me enseño a percibir y a no depender de mis ojos.

Esa niña me daba realmente miedo, podía sentir algo en ella, los sentidos de mi cuerpo se ponían en su máxima alerta, como si mi instinto animal me dijera que huya, se supone que nadie puede verme, como es esto posible... solo pude ver como ella tomaba mi brazo derecho

-Padre, con tu permiso me llevare esto, considero que esto me pertenece...

Solo pude observar como ella me quita la pulsera de mi muñeca, ella observaba la pulsera ya en sus manos y se lo puso sin dudar, de pronto desapareció.

-Padre, me despido, es hora de seguir mi propio camino y demostrar que los hijos superan a sus padres.

Ya no vi nada, todo era silencio, creí que moriría aquí, pensé que mi muerte estaba cerca, ya no podía sentir mi cuerpo, de pronto me sentí electrocutado y mi cuerpo reacciono.

Pude recuperar la totalidad de mi cuerpo, todo lo que me aquejaba se esfumo e incluso me sentía tan lleno de energía, aun me quedé atónito por unos segundos por lo sucedido, en mi mente buscaba una explicación lógica para todo esto, nada de aquí tiene sentido.

Sentí que aproximaban varias pisadas, lo podía percibir mis oídos estaban muy agudizados, no tenía un lugar donde esconderme estaba en un pasadizo, todo era libre, la paredes estaban hechos con bloques de concreto.

Algo me cogió de los tobillos y me hizo caer, solo reaccione a poner mis codos para amortiguar la caída y evitar daño a mi cabeza, fui arrastrado. A lo lejos vi cómo se cerraba una porción de la pared y ya habían llegado los guardias, pero se notaban confundidos y desesperados tras mi desaparición.

Yo tuve que estirar mis brazos y aferran a lo a cualquier cosa, no podía ver que es lo que me jalaba, solo podía ver una luz a lo más bajo, pero la presión porque yo cayera era más fuerte, no sé cuánto más poder resistir, mi brazos al final no resistieron y solo cedieron.

Caí en una especie de colchoneta y alzo la mirada, no podía creer quien estaba delante de mío.