Capítulo 2
Vamos Lily...abre un ojo,bien,ahora el otro. Mi despertador anuncia con sus números rojos desde la penumbra que son ni más ni menos....¡QUE LAS CUATRO DE LA MAÑANA! El celular no para de sonar con su estúpida musiquita de porquería,lo tomo y pienso cortar pero al ver que es un número desconocido me pica la curiosidad. Presiono el botón verde para responder como toda persona criteriosa debe hacerlo:
-Escucha idiota,quien quiera que seas juro que te mataré por llamarme a esta hora.-siseo semi dormida a través de la línea.
Escucho a alguien lloriquear,y tengo una sensación de familiaridad:
-Creí que me amaba-su voz está pegajosa,como esa del que lleva al menos tres horas bebiendo de una botella...sip,el baboseo de la ebriedad.
Logro reconocer ese tono,estoy boquiabierta:
-¡¿Frank?!-simplemente no puedo creerlo,sabía que iba a llamarme un día,pero nunca pensé que fuese...a esta hora.
Pero él no me contesta,simplemente sigue lloriqueando:
-No me quiere,soy un desgraciado-más lloriqueo de ebrio.
Cierro los ojos para reunir paciencia,de alguna manera debo sacarlo de allí.
-Dime,¿no tienes algún amigo allí contigo?
Tarda en contestar:
-Estoy,solo,solo como un perro-lo último lo agrega arrastrando tanto la lengua que es casi ininteligible.
-Ok...¿dónde estás?-me paso una mano por el cabello,nerviosa.
Espero a que deje de quejarse y rezo porque al menos sepa donde se encuentra.
-No lo sé...¡Oye amigo,sí tú,el tonto que luce mejor que yo!-grita sin apartar el teléfono de su boca,así que soy yo la que tiene que hacerlo para evitar que mis tímpanos mueran,luego se dirige a mí-estoy,en "La laguna"-suelta una risa infantil-pero no hay agua,¿por qué lo crees?,creo que no me ahogo porque ni el agua me quiere.
Ignoro sus delirios alcohólicos mientras busco mi ropa para salir,sé donde queda eso,"La laguna negra",no está muy lejos y de hecho he ido un par de veces...aunque nuca para rescatar a un chico hundido en depresión.
-Escucha,voy para allá pero quédate quieto,¿sí?-le hablo como a un bebé desobediente,es eso o insultarlo hasta cansarme por llamar de madrugada completamente borracho.
-¡Sí mi general!-suelta otra risa babosa.
Corto y me apresuro,por favor que no le dé por pelear. Me coloco rápidamente una camisa, jeans y un abrigo encima,por más que sea primavera,aquí suele hacer algo de frío,al menos en la noche.
Abro la puerta en silencio,por suerte la tía debe estar durmiendo profundo...veamos,por un lado tengo absolutamente prohibido tocar cualquier vehículo,ni siquiera un triciclo (por el accidente del coche de papá).Pero por el otro no podría cargar con la culpa de que el pobre chico que me llamó desesperado termine en alguna alcantarilla en la ciudad o con el caballete roto por alguna pelea que ni siquiera recordará.
Teniendo en cuenta la situación...¡Voy a tomar el maldito auto!,bueno,en realidad es una camioneta para dos,la tía la utiliza para trasladar pedidos grandes pues no solo se dedica a las flores, sino también a las plantas en general.Ese otro trabajo está en el campo,más alejado incluso de los suburbios. La pobre camioneta fue verde,roja,naranja,amarrilla y lo peor es que es tan vieja que están todos los rastros de pintura. Parece salida de un videoclip Country,pero no me quejo...está en mejor estado que el auto de papá después de mi mal estacionamiento (en mi defensa,juro que el árbol se había movido unos cuantos centímetros).
Tomo las llaves del envase en la entrada y salgo tragando la culpa por ocultárselo a la Tía. Una vez cierro la chirriante puerta con un golpe sordo suelto un suspiro colocando ambas manos frente al volante.
-Hagamos esto.
Conduzco como un gato asustado,frenando ante cualquier luz o sonido(y eso que me dirijo a un club que está rodeado de...luces y sonidos).Gracias a anda saber quién llego a salvo (pero lo que por ahora es más importante, la camioneta también).Me bajo para ver como el chico que supongo que es Frank por su aspecto es lanzado por un gorila de cien kilos por la puerta...no puedo creer que esté haciendo esto. El tipo le grita algo que no logro entender desde aquí, así que me acerco.
-¡No quiero volver a ver tu culo por aquí!.
Él se levanta a duras penas (no sé si por la caída o el alcohol que lleva encima) y comienza a reírse.
-¿Qué?,¿ya has visto mi culo?.
Ante esa respuesta el guardia del sitio lo toma por el cuello de la camisa dispuesto a golpearlo en la cara. Decido correr para evitar lo que irónicamente dije que lamentaría (sí,la ruptura de caballete).
-¡Oiga,disculpe!-grito a medida que llego,agitando la mano para llamar su atención-Vine a buscarlo,lamento cualquier cosa que haya podido causar.
-¿Quién eres?-el hombre lo deja caer cuando me ve.
-Hum...soy una amiga.-me encojo de hombros,a penas si sé su nombre,pero es lo que hay.
Me escudriña duramente con la mirada y luego asiente.
-Llévatelo antes de que lo mate-bufa mientras se vuelve al antro.
Lo veo y me dan ganas de llorar: Está caído en el suelo,ya sin estar tan cerca siento el alcohol a su alrededor...bien,manos a la obra. Me remango el saco y la camisa y lo tomo como puedo por los hombros,no se resiste e incluso parece querer ayudarme,pero en su estado es casi imposible.
-¿Debo decir gracias?...es una palabra graciosa ¡Gracias!-mueve la cabeza de un lado a otro soltando palabras burbujeantes en mitad de una risa pegajosa-¿Escuchan? ¡Ella-me señala-es mi hermana!-continúo mi trayecto,este chico es más pesado de lo que creía...por Dios,él me va a pagar el fisiatra si termino con lesión de columna. Entonces sin previo aviso estampa un beso húmedo en mi mejilla tan fuerte que casi me voy a un lado. Juro que me acaba de dejar el olor a cerveza en el rostro.
-¡Ya basta Frank!,-le recrimino-¡intento sacarte de aquí!
Y como suponía,no me escucha...está sumido en el momento feliz de "¡sí,estoy ebrio y no recuerdo nada!".Lo meto en la camioneta,le abrocho el cinturón (el colmo que tenga un accidente y lo mate por tratar de ayudarlo) y me subo del lado del conductor. Arranco el motor.
-Yo debería conducir-farfulla con el rostro hacia el vidrio,el cual abrí un poco para que se despeje con el frío.
-Claro que no,estás borracho.
Se voltea molesto:
-No lo estoy.-arrastra la lengua,sus ojos están inyectados en sangre,a penas si distingo el azul de su iris...oh chico,estás mal.
-Sí lo estás, y me vas a obedecer mientras estés a mi cargo .Mira, voy a frenar, tú me darás tu celular y trataré de ubicar a alguien, ¿está bien?.
Hace un movimiento de cabeza que tomaré como un sí. Paro en la siguiente esquina.
-¿Me lo das?-su rostro ni se inmuta, continúa con los párpados entre cerrados, ruedo los ojos con fastidio-Frank, dame tu teléfono.
-No sé dónde está...
-¡Maldición,Frank!,¡ayúdame en algo ¿quieres?!
Me quito el cinturón y empiezo a buscar en los bolsillos de su camisa...nada. Los otros que me quedan son...no, los pantalones. Tranquilízate Lily, está muy,muy borracho; además su "zona danger" está alejada de tu mano, solo ve con cuidado...con cuidado.
De alguna forma consigo que se incorpore lo suficiente como para meter la mano allí, tomo algo y...
-¡Bingo!-festejo para mí misma, pero dejo de sonreír cuando veo que su cara está a escasos centímetros de la mía, aunque se ve "feliz" (claro, dentro de los límites del alcohol),me resulta extremadamente peligroso que alguien nos encuentre así: Yo encima de un chico borracho al que le acabo de rozar el trasero indirectamente, o soy muy mal pensada o de verdad es una situación difícil de explicar.
-¿Puedo decirte algo?
Trago saliva.
-¿Qué?
Me toma de los brazos y me atrae hacia él,rozando mi oreja con su boca,la piel se me estremece como si me hubieran puesto electrodos. Por fin susurra con voz suave:
-Voy a vomitar.
Mi ojos se abren por la sorpresa y como una especie de ninja descontrolada salto y abro la puerta de su lado para que haga lo que tenga que hacer. Se arroja a un lado y comienza a lanzar su contenido estomacal. Lo único que puedo hacer es sujetarlo para que no caiga arriba de sus desperdicios...y evitar que se me revuelva el estómago al escuchar sus arcadas.
Una vez para lo re-posiciono en el asiento y le coloco el cinturón otra vez.
Tomo su celular por fin y ¡BOOM!. No hay batería, ¡maldición!
Suelto un bufido de frustración mientras vuelvo a ponernos en marcha.
Pienso mentalmente todas las posibilidades:
1) Dejarlo en la calle.
Resultados:
-Podría morir de frío.
-Ser atropellado.
-Pelea callejera.
-Ahogarse en un río.
-Caer en las drogas.
-Volverse mafioso.
-Salir con prostitutas.
-¡VOLVERSE UN MALDITO GTA!
2) Llevarlo a la policía.
Resultados:
-Quedar preso.
-Tener antecedentes.
-Escapar.
-Comenzar con tráfico de armas.
-Matar policías.
-¡VOLVERSE UN MALDITO GTA OTRA VEZ!
(¿Qué problema tengo con el GTA?)
Sacudo la cabeza en rotunda negación, opción tres:
3) Llevarlo a casa.
Resultados:
-Que duerma en casa.
-Que la tía lo encuentre.
-Que la tía me despida y le diga a mis padres.
-Que mis padres me castiguen pensando algo indebido y no me dejen dar explicación.
-Ser una marginada social.
-Sin padres.
-Sin dinero.
-Que la gente no me dé trabajo por lo ligera que pareceré ya que todo el barrio se enterará.
-Vivir en las calles.
-¡¡¡CONVERTIRME EN LA PROSTITUTA DEL GTA!!!
Bueno, no es tan malo, no dramatices Lily, estás así porque llevas a un desconocido a la casa de tu tía...¡cualquiera lo hace!, tienes compañeras de clase que hasta tienen horario para estas cosas...sí, todo bajo control.
Por fin llego a casa, la cual por suerte está con la luz apagada, lo que significa que no hay moros en la costa. Y no,mi tía no es árabe.
Bajo y voy hasta Frank, que ya casi no logra estar en este mundo.
-Vamos amigo, resiste un poco más.-le animo tomándolo por los hombros mientras lo arrastro como puedo hasta la entrada sin hacer mucho ruido.
Abro la puerta con el menor estrépito posible, pero si cargas un cuerpo más pesado que el tuyo...es arte de chinos.
Lo coloco en el sofá y noto horrorizada que su pecho, bueno, ¿cómo sonar delicada?...¡TIENE VÓMITO EN TODAS PARTES!, por Dios muchacho, ¿tienes un aspersor por boca?.
-Hum...te ayudaré con eso.-creo que es demasiado como para una servilleta, así que voy a por lo más directo, le desabrocho los botones de la camisa con cuidado de no tocar eso y se la quito, mostrando un torso bien marcado a pasar de que la primera impresión indicaba otra cosa. Por suerte su contenido estomacal no atravesó más allá de la tela. Me dirijo al lavarropas en la cocina para ponerla a lavar antes de que quede irreconocible. Sobre el refrigerador hay una nota que antes no había visto:
"Lily:
Me fui a las 2:00 con Matt por algo del trabajo, no me esperes a desayunar cariño :)
Te quiere: la tía."
Salto de la emoción ante la noticia, ¡la tía no está!, eso significa que tengo tiempo para cargar su celular y llamar a alguien, ¡SI!
Corro a decirle y veo que no está.
-¡Diablos!
Un ruido parece venir de mi habitación... ¡maldición!.
Corro nuevamente y para mi alivio está de pie viendo mis posters de música en la pared.
-Oye, no puedes irte sin avisar, además es peligroso que camines solo en este estado, ¡podrías golpearte la cabeza!
Se me acerca tambaleándose y yo retrocedo hasta toparme con el borde de la cama, continúa acercándose...¿qué me pasa?, no puedo ponerme así de nerviosa con un chico borracho, ¿o sí?...Oh no, ¿y si es un violador?, creo que acabo de traer uno casa, de esos que se hacen los borrachos para meterse en la casa de las muchachas...pero un borracho fingido no puede vomitar, ¿o sí?.¡¿Qué rayos estoy diciendo?!.
Ahora se encuentra muy cerca, demasiado, me aprisiona contra el borde, no puedo salir.
-¿Puedo decirte algo?-hace lo mismo que la vez anterior...por favor que no quiera vomitar otra vez.
-¿Ahora qué pasa?-susurro, temblando.
-Se me cierran los ojos ¿sabes?, es gracioso...-apenas termina de decir esto cae como un saco de papas sobre mí, tirándome a la cama con todo su peso muerto.
-Maldición-me quejo, ahora sí que es realmente pesado. No puedo moverme, tiene atrapado más de la mitad de mi cuerpo. Retiro los cabellos de su rostro para ver si se encuentra bien y como pensaba respira, solo está en la etapa "adiós mundo feliz" dormido, dormido como una roca que me está aplastando.
Intento zafarme hacia arriba con la esperanza de liberar mis piernas, tirando de mí con fuerza. Logro avanzar unos cuantos centímetros pero entonces él gime y se arrastra acercándose más, coloca su cabeza en mi pecho y me cubre con sus brazos como si fuese algo suyo. Suelta un suspiro de comodidad mezclado con alcohol y su cuerpo se afloja, quitándome toda posibilidad de salir de aquí.
Mis mejillas brillan como dos supernovas...¡está en mi "zona danger"!,cerca, ¡muy cerca!.
Esto sí que es difícil de explicar. Y para mejorar la situación recuerdo que no tiene camisa.
-¿Por qué tenías que desmayarte aquí?-susurro en un grito.
Tranquila, ve el lado bueno, definitivamente no es un violador...creo.
Vaya, es increíble que no se despierte con el alocado martilleo de mi corazón (¿qué me pasa?).
Él está hirviendo, su torso me trasmite calor, no sé si será el alcohol o acaso es un licántropo con una temperatura promedio más alta que la humana. Es como una manta térmica...no está tan mal, al menos puedo apoyar la cabeza en la almohada.
Libero mis brazos de los suyos lentamente, que...que piel tan suave. ¡Basta Lily!
Los coloco detrás del cuello con fastidio.
-Esto me pasa por responder llamadas telefónicas.
Y con todo ese peso, el chico semi-desnudo sobre mí y su aliento a alcohol, me duermo igual.
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