- Bueno chicos empecemos mirando el mapa - dijo Elena.

- Vale, aquí dice que hay que juntar el agua con el aire - dije yo.

- Uy, en mi libro hay un hechizo para juntar el aire con el agua en una perla de poder - dijo Selena.

- Es fácil, Selena hace el hechizo y a por la siguiente - dijo Adam.

- Oye, ¿por qué aquí va todo el mundo descalzo? - pregunté yo.

- Eso es una tradición de nuestro planeta - dijo Elena.

- Algo me dice que no va a ser tan fácil como parece - dijo Carlos.

- Carlos tiene razón porque en cada prueba hay un monstruo que vencer para conseguir la power perla - dijo Elena.

- Pues venga no perdamos tiempo - dijo Selena.

- Tenemos suerte de que la costa esté cerca de aquí - dijo Elena.

- Ah es verdad, si se ve desde aquí - dije yo.

Empezamos a correr hacia la costa, transformados en hymaya corríamos muy rápido y con mucha agilidad.
Cada vez que apoyabamos una pierna era como  pisar una nube ya que claro teníamos almodillas. Llegamos a la costa y nos encontramos con el mar y el cielo.

Selena buscó en su libro el hechizo.
Cuando lo encontró recitó:

- Mar y cielo juntensé - dijo Selena.

Entonces en el mar apareció una mitad de una perla y en el cielo apareció otra mitad de una perla y cuando se juntaron salió un destello azul cielo y azul mar y de repente salió del agua una criatura enorme como el monstruo del lago Ness y empezó a hechar chorros de agua y hizo un tornado solo con soplar.

- Ponte las alas y las aletas, Aurora solo tú puedes parar al monstruo - dijo Elena.

Entonces me las puse y cuando levanté la mano el agua se levantó y atacó el torbellino y se quedó reducido a aire y cuando iba a atacar al monstruo el monstruo me lanzó un chorro de agua y me lanzó por los aires.

- ¡Aurora! ¿Estás bien? - preguntaron los cuatro al unísono.

- Sí - dije yo

Me ayudaron a levantarme y cuando estaba de pie le lanzé un chorro de agua y de aire. Entonces el monstruo se deshizo en una especie de masa amarilla y en su lugar apareció la perla, la cogí y me la puse en la pulsera y entonces desaparecieron las alas y las aletas.

- El siguiente sitio al que hay que ir es a la central tecnológica avandonada - dijo Elena.