Salimos de palacio y todo estaba muy limpio los coches utilizaban la energía solar y las fábricas no contaminaban así que el aire era puro como el de la montaña, nadie ni nada contaminaba.
Entramos en la puerta de la tienda, La boutique del hymana aventurero y nos atendió una hymana chica, que según su tarjeta de identificación ponía que se llamaba Noah.

- ¿Qué os trae por aquí? - preguntó Noah.

- Venimos a comprar algunas cosas para buscar las perlas de poder  - dijo Elena.

- ¿Qué perlas de poder os a tocado? ¿cuántos años tenéis? - preguntó Noah.

- Yo me llamo Aurora y tengo 12 años y me ha tocado la perla del agua y el aire - dije yo.

- Pues toma estas alas y estas aletas - dijo Noah.

- Yo me llamo Adam y también tengo 12 años y me ha tocado la perla de la tecnología - dijo Adam.

- Pues a ti te voy a dar herramientas que lo arreglen todo - dijo Noah.

- Yo me llamo Carlos y tengo 12 años y me ha tocado la perla de la supervivencia - dijo Carlos.

- Pues te daré el dispositivo para adaptarte a todos los medios - dijo Noah.

- Yo me llamo Selena y tengo 12 años y me ha tocado la perla de la magia hymalaya arcaica - dijo Selena.

- Entonces te tengo que dar un libro de magia - dijo Noah.

- ¿Cuántos es? - preguntó Elena.

- 40 yeynes - dijo Noah.

- ¿Qué es eso? - pregunté yo.

- ¿No sabes que son los yeynes? - preguntó Noah.

- ¿No, qué son? - pregunté yo.

- Son nuestra moneda nacional - dijo Elena.

- Ah - dije yo.

- Bueno, se ve que no sois de aquí, creo que es mejor haceros una cuenta en el banco de el reino de Arabia y poneros mil yeynes a cada uno - dijo Elena.

Cuando ya había pagado y ya habíamos salido de la tienda íbamos en dirección al banco. Entramos al banco, era enorme y estaba decorado todo al estilo árabe.

- Hola buenas, vengo a hacer unas cuentas para estos chicos en el nombre de la princesa Clara - dijo Elena.

- ¿Qué dinero deseas meter en las cuentas? - preguntó la señora.

- Cuatro mil yeynes en cada cuenta - dijo Elena.

- Ok pues dame el dinero y lo meto en las cuatro cuentas - dijo la señora.

- Toma aquí tienes cuatro mil yeynes - dijo Elena.

En cuanto se los entregó salimos del banco.