-¿Tú eres su madre? -señalo sorprendida a la mujer de la casa, quién sonríe.

-Sí, yo soy quién dio a luz a ellos dos. Terkasia no está ahora mismo, podéis pasar y os tomáis la merienda.

A Teriak no parece gustarle la idea aunque a mi me entusiasma.

-M-me encantaría si no es molestia...

-¡Claro! Esta es tu casa, no hay problema -nos deja pasar y lleva a una enorme biblioteca con chimenea. Me siento en uno de los sillones esperando a que la anciana vuelva.

Observo a mi profesor. Parece nervioso e incómodo.

-Espero que salgamos pronto... Digo, ejem, ella te ayudará a aprovechar tu aura.

Se calla y su madre vuelve con unas galletas con un extraño color. Hago una mueca y cojo una sonriendo falsamente. Le pego un bocado y... Mi corazón pega un brinco. Me siento más fuerte y animada que nunca.

-¿Están ricas? Las hice para que recuperases tu aura perdido, he notado que tienes muy poco a tu edad. Según me han contado, tus padres jamás te hablaron de nuestra existencia ni te entrenaron cómo les avisé, y no me hicieron caso... Viendo lo que ocurrió con tu abuelo, tu madre se negaría a participar en ésto.

-Me lo ocultaron todo, no me hablaron de ningún familiar...

-La última generación de Elegidos consiguió reunirlos a todos, pero... La Oscuridad empezó una persecución para eliminarnos sin motivo, menos a mí, por ello te busca, eres su guía. El mundo te necesita, Viento.

Le contradigo.

-No, yo tan solo quiero estar tranquila y vivir en paz, ¡no pinto nada aquí! Estoy confusa, tengo un arma que habla, soy huérfana y quieren secuestrarme, lo que no puedo salir de casa... Te equivocas, yo no soy lo que buscáis, Teriak podría ser el guía...

-Eso será imposible, Humedras. Mi poder está limitado, yo ya he llegado al máximo, al igual que Terkasia -dice el maestro intentando no decepcionarme.

-Exacto, tu aura es más grande que el resto y quién obtendrá el gran arma primero. Has despertado encontrado tu determinación y ahora es momento de crecer y dejar el pasado atrás. ¿Estás lista?

-Mmmm eso creo... No sé...

"Debes hacerlo" -me anima Highwatch sin darme cuenta que es la primera vez que dice algo delante de dos elegidos.

Me levanto y aprieto mis puños para tranquilizarme. Respiro y lo suelto todo.

-Lo haré, estoy lista, demostraré lo fuerte que soy.

Ambos ríen alegrándose de mi respuesta.

-Eres valiente, y antes de comenzar quiero que tengas conocimientos -va a una de las miles de estanterías y agarra un libro bastante ancho-. Aquí tienes, esto te ayudará -me lo entrega y, al ver que no puedo con él, se lo da a su hijo-. Contiene toda nuestra historia y poderes. Cuando lo hayas leído y aclarado las ideas, vuelve y haré de ti un alma poderosa.

Asiento y nos vamos de allí. Salgo la primera y escucho a mis espaldas cómo Manaya suplica a Teriak algo.

-No, no quiero volver.

-Sabes que te echamos de menos, no puedes huir...

-Cuidaré de Humedras, no necesito volver.

-Está bien...

Vamos al coche y le indico la calle de mi casa. Entra conmigo y se sienta para relajarse.

-Te vendría bien una ducha, y a mí una siesta. Ser profesor es complic... -se duerme sin terminar.

Me lavo y voy a mi habitación para echar un ojo al libro que me ha dado Manaya. La verdad no entiendo esa mala relación con Teriak, no sé qué pasó para ésto.

"Por fin puedo ser libre" -exclama mi arma convirtiéndose en cadena.

No le contesto al estar mirando el objeto. Es antiguo y, aún así, conserva las hojas en buen estado al igual que la solapa.

"La charla con esa anciana te ha venido bien, ¡has aceptado que eres una elegida!".

-No tengo más remedio si no quiero que me secuestren. Quiero tener fuerza para derrotar a esos acosadores sin ayuda.

"Por mucho que lo intentes, no puedes escapar de tu destino, Hume. Nadie puede hacerlo".

-Déjate de tonterías.

"Niña obsesiona con un color, menos queja y más lectura".

-El color blanco es el mejor, cadena parlanchina. Y más te vale no enfadarme...

"Vale vale, te dejo con tu lectura. Bueno... Tienes al profesor en el salón".

-¡Oh, cierto! -cuando voy a despertarle, ya no está-. Q-qué raro...

"Se ha pirado".

-Bien, un problema menos, aunque me ha ayudado -regreso a mi lectura.

Abro el volumen y hay una página con letras doradas que dice: "Pon tu mano sobre la página". Al hacerlo, el libro hace una explosión que me ciega. La hoja ha desaparecido. Ahora veo todo distinto, con sus dibujos y letras.

-"Los Elegidos fueron escogidos por una diosa para proteger este mundo del caos, dándoles como poder los elementos de la vida, con la condición de obtenerlos superando su debilidad. Además les dió un límite mediante el aura, una energía que solo un elegido puede tener y usar. Uno de ellos será su guía, quién tiene de misión reunir y despertar el poder. Ninguna generación ha conseguido cumplirla, por la existencia de la Oscuridad, creada por el dios maldito, destructor de mundos. Nadie conoce su poder, ni su arma. Algún día, la profecía se cumplirá y todo habrá terminado".

Buscando entre las páginas, hallo información sobre mi elemento.

-"El Viento es el elegido más agitado y el único que no tiene aura, por lo que debe compartirlo con otro mediante un pacto de alma, del cuál se encarga la diosa de elegir el compañero. Su arma está hecha del metal más resistente que existe, pudiéndose proteger y atacar a la vez. Su poder despierta al sentir la fortaleza en su corazón..." -una llamada interrumpe mi lectura-. ¿Fraya? ¿Mañana? No, no hay problema... Adiós.

Vaya, es raro. Se supone que ya no tengo que ir a más terapias con la experta.

-¿Highwatch?

"Dime".

-Llevas últimamente muy callado, ¿pasa algo?

"Bueno, no es nada. No pretendo molestarte en tu lectura".

Cierro el libro y lo dejo encima de la cama.

-Ya lo iba a dejar, necesito respuestas... Si yo no tengo aura, ¿con quién lo comparto? Mis padres no me dijeron nada -pataleo al suelo-. ¡Estoy harta de tantos secretos!

"Lo descubrirás a su tiempo, tranquila. ¿Por qué no se lo preguntas a Manaya?".

-¡Buena idea! Por ahora, me relajaré viendo la tele -voy al salón y la enciendo. Está puesto en el canal del telediario, el cuál anuncia una serie de separaciones en...-. ¿Aquí en Sevilla? Son del mismo instituto al que voy...

Me quedo helada, inmóvil. Son ellos, están haciendo de las suyas por mí. Cojo el móvil y marco el número de Teriak.

-¿Teriak? ¿Has visto las noticias? Son ellos seguro... No puedo estar aquí sola, me encontrarán... Está bien, te espero. Hasta luego -cuelgo y aguardo a su llegada.

"Es increíble... No imaginaba que esto pasara".

-Han habido en menos de un día veinte secuestros y no es casualidad... Debo prepararme y combatir.

"¡No puedes!".

-¡Claro qué puedo! Yo soy... -miro al suelo y unas lágrimas caen de mis mejillas-. Fuerte... ¡Os lo mostraré a todos!

Vuelvo a sentir esa brisa y con mucha más intensidad. Mi corazón late con fuerza y mi cuerpo tiembla. Un enorme remolino me envuelve y levanta. Lo noto. Yo soy el Viento. No me importa que todo lo que está a mi alrededor está siendo destrozado y girando entorno a mí. Highwatch está enrollado en mis piernas y se está transformando. Le agarro y en los extremos salen unas dagas. Tras eso, cesa el jaleo.

-¿Has evolucionado? ¿Qué está pasando?

"No lo sé, me noto raro... Más poderoso. ¡Es increíble!".

Alguien abrió la puerta. Era Teriak.

-Emmm... Vaya desastre... Espera... No puede ser... Debemos ir a ver a mi madre -toma mi mano y me lleva fuera de casa.

-¿Qué pasa? ¿Es malo?

-Has evolucionado tu arma sin entrenamiento, teniendo muy poca aura. Además, ya no estás segura aquí. Acaban de anunciar más desapariciones y están cada vez más cerca. Te buscan con urgencia.

Estoy nerviosa. No quiero caer en sus manos. Todo lo que está pasando es extraño.

-Porqué tendré que pasar yo esto...