Cinco
Me siento débil. Estoy sentada justo al lado de Teriak, el elegido del fuego. Él ha plantado cara a su hermana, y va a llevarme a su casa para protegerme de ella. La cabeza me da vueltas y no puedo contar con Highwatch.
Me acuesto como puedo en el sillín por la fatiga.
-Sé qué esto es confuso, con el tiempo lo entenderás. ¿Mmm? ¿Estás bien ¡Oy...! -no puedo oír más. Mis ojos se cierran y me introduce en un sueño profundo.
~~~
No recuerdo nada, ni cómo llegué ahí. Me levanto estando mucho mejor, sin saber dónde me hallo. Es un piso pequeño, de tres habitaciones. ¿Se supone que estoy en el salón dormitorio?
-Emmm... Qué raro... -mis piernas comienzan a temblar.
Observo a mi alrededor, viendo un escritorio repleto de carpetas mal cerradas y un enorme ordenador, un televisor y un sofá amplio. Las paredes son blancas, o eso creo. Está sucia y no tiene nada de decoración.
Me ruge la barriga.
"¿Puede ser el "hogar" poco acogedor de Teriak?".
Ando un tanto mareada hasta la cocina y choco contra alguien dejándome caer al suelo.
-¡Ay! ¿Pero qué...?
-¡Uy! Perdón... No sabía que habías despertado. ¿Te sientes mejor? -me ayuda a ponerme de pie-. Te he hecho el desayuno, queda media hora para entrar en clase.
Oh, no. Tengo que ir al instituto y llevo la misma ropa de ayer ni tengo los materiales.
-No pienso ir así...
-No te preocupes, yo me encargo de todo -me guiña un ojo y abre la puerta de la entrada, dejando pasar a la policía. Me escondo en la cocina y comienzo a comer las tostadas con mantequilla.
"Prefería mis galletas..." -pienso mordiendo sin ganas la comida.
Al terminar, me apoyo en la pared, oyendo a los hermanos hablar.
-¿También lo has notado? ¿No es raro que un arma hable y tenga un aura tan extraña?
-Sí, esa criminal tiene algo extraño... Su aura es muy débil y si no fuese por la cadena, no habría invocado ese remolino. Es desagradable decir esto... Tenemos que ir a verle.
-¿Me estás tomando el pelo? ¿Después de lo que ocurrió? ¡Me niego! Paso de volver a casa, Terkasia, vivo bien como estoy. Y ahora, si me permites, debo ir a trabajar. ¡Humedras!
Aparezco acercándome con miedo por la discusión.
-Algún día le necesitarás, ella sabe más que tú. Ya veremos cuando vuelvan... -se marcha sin cerrar la puerta.
-Mmm... ¿Nos vamos?
Asiente y coge una maletín.
-Le pedí que trajese una muda para cambiarte, y solo ha venido a molestar -mira el reloj que lleva a su muñeca-. Deberíamos salir ya.
Cogemos el coche y nos dirigimos al instituto sin problemas. Teriak se para a unos metros.
-Baja aquí, nos vemos en clase.
Hago lo que me dice y entro en mi nueva escuela. No parece grande aunque hay bastantes estudiantes por el patio de entrada. Tengo pánico, y decido entrar en el cuarto de baño. Me veo en el espejo y...
-¡La lentilla! -rebusco en mis bolsillos encontrándola y me la pongo antes de que viniese alguien.
Estoy nerviosa pero el ambiente de tranquilidad y el aspecto de los baños me dan seguridad. Los azulejos de las paredes son blancas con dibujos de peces de colores y cosas relacionadas con el mar. El olor es agradable, huele igual que la lejía que hay en casa. Adoro esto, blanco y con buen olor. ¿No podría ser todo así?
Miro a la pulsera intentado hacerle reaccionar.
-¿Highwatch? ¿Estás ahí?
"Hume...".
-¡Highwatch! Creía que me habías dejado...
"Lo siento, no reacciono bien con otros elegidos. ¿Estás impaciente por empezar tu primer día?".
Por primera vez, me alegro de volver a escuchar su molesta voz.
-Un-n poco... No quiero que piensen nada de mí, seguramente sepan lo de mis padres.
"Debemos ir con cautela. Ellos podrían estar por aquí. Aunque esté uno de nosotros junto a ti, esta vez ya no mandarán a dos, sino más".
-Eso no me tranquiliza -mi respiración acelera.
Suena el timbre y suspiro por lo que me espera. No conozco a nadie y seguramente me vean como un bicho raro. ¿Bullying, tal vez?
Llego a mi aula y veo a mis nuevos compañeros. Al verme, se apartan con miedo dejándome la opción de elegir pupitre. No quiero hablar con nadie, ¿para qué? En verdad solo voy porque la experta me obliga. Qué triste.
Me sitúo en el asiento más alejado, eso me gusta. Además, hay unas vistas muy bonitas del parque de María Luisa. Aquí se conoce como "el parque de las palomas". He ido de pequeña por las actividades que hacen, ponen puestos de otros países, la feria del libro... Entre otras más. Desde aquí puedo ver una de las muchas fuentes que tiene, viendo una silueta conocida. Me siento acosada, ¿no podrían dejarme en paz?
El profesor entra y da comienzo a la clase. Según he mirado en el horario, toca Matemáticas. No tengo preferencia por ninguna asignatura, saco las mismas notas en todas por igual. Y sí, mi tutor, Teriak, da "mates", como dicen en las clases.
-Buenos días a todos.
-Buenos días -contestamos a su saludo.
-Hoy como segundo día, me gustaría presentaros a vuestra compañera. Ayer tuvo que ausentarse pero hoy ya está con nosotros. Humedras, ¿te importaría venir a aquí y presentarte?
Ellos dirigen su mirada hacia mí esperando a que me levante. Hago una mueca con nerviosismo. Highwatch no va a hablar ya que un elegido está aquí.
"No tengo más remedio que ir" -digo dirigiéndome a la mesa del profesor.
-Muy bien, ahora preséntarte.
-M-me lla-m-mo Humedras, un placer...
Ninguno de allí dice nada, y se ponen a cuchichear entre ellos.
-¿Ella no es la chica que se le murieron los padres?
-Va todo de blanco...
-¡Silencio, por favor! No he terminado. Ella viene de otro instituto y repitió curso por un problema familiar. Espero que le tratéis y os llevéis bien. Ya puedes volver a tu sitio.
Suspiro de alivio. Regreso a mi pupitre y, así, comienzan las clases. Teriak empieza el primer tema mientras que el resto de compañeros pasan de sus explicaciones hablando o haciendo otras cosas. Parece que no le moleste, pues se le ve entusiasmado explicando una introducción a los monomios.
-Los monomios son una expreshión algebraica que solo posee un único término -escribe algo en la pizarra y así se pasan las horas hasta el recreo.
Salgo de la sala y esconderme en el cuarto de baño, pasando antes por el patio.
"Hume, hume, ¿me escuchas? Ellos están aquí".
-¿Cómo? ¿En el instituto? -murmuro al accesorio.
"¡Corre! ¡Están detrás tuya!".
Huyo para llegar a mi destino. A mis espaldas hay cuatro alumnos vestidos de negro siguiéndome.
-Oh no... Estoy sin escapatoria... y -busco una alternativa para escapar-. No me gustan las repeticiones.
"Entonces lucha".
-No voy a poder...
"Confía en mí" -se transforma en cadena.
Respiro agarrando con fuerza el arma. Debo hacerlo. Soy débil pero no quiero depender de los demás. Me concentro provocando una pequeña brisa. No puedo verles el rostro ni me hace falta. En mi pecho siento una enorme presión que me derriba al suelo.
"¿Hume? ¿Qué te pasa?".
-Algo... Intenta salir y duele.
"¿Sabes qué significa? ¡Vas a despertar tu poder!".
Mis perseguidores aprovechan el momento para capturarme. No lo voy a permitir, no tengo miedo, no soy débil. Toda esa acumulación sale en una enorme tormenta de viento que derriba y aplasta a mis enemigos.
-¡Yo no soy débil y os lo demostraré! -con la cadena les atrapo y sin importar el peso, los levanto y estampo contra el suelo.
El aire está agitado, y yo también lo estoy. Cojo una parte del remolino y lo lanzo contra ellos mandándoles lejos. El combate ha terminado. He ganado, aunque... Mi cuerpo no está acostumbrado todavía. Me caigo y escucho los pasos de alguien acercándose.
-¡Humedras! ¡Te estaba buscando! -llega hasta mí viendo si tengo alguna herida-. Te dejo un momento sola y pasa esto... Debemos irnos, vendrán más. Un momento... ¿Les has vencido? -al ver que voy a desmayarme, me coge en brazos-. Tranquila, lo has hecho muy bien, creía que no podrías. Eres más fuerte de lo que pensaba.
El resto vuelven a clases sin darse cuenta de la pelea. Mi profesor me lleva al coche y nos vamos a mi casa. Me da una botella de agua y unos caramelos para animarme.
-Tómalos, necesitas recuperarte. Has usado una habilidad que requiere mucha aura, y no tienes tanta. Te explico. El aura es una energía que solo los Elegidos tenemos. Es como nuestra vida y para utilizar nuestros poderes necesitamos usar parte de ella.
-¿Eso quiere decir que si gasto todo mi aura moriré? -me asusto y me meto dis caramelos de fresa masticables en la boca. Están ricos.
-Pues... Sí. Por eso tu entrenamiento debe empezar ahora que has despertado. No quería hacer esto, aunque ella es la más indicada para hacer que entiendas lo que es ser un elegido. Lo único que puedo decirte es que cuánto más poder tengas, más aura tendrás -aparca enfrente de una casa, o bueno, mansión. Estoy un poco mareada, así que no he visto el recorrido ni sé dónde estamos.
Vamos hacia el puerta y él llama pegando porrazos. Nos abren y nos recibe una mujer de edad avanzada.
-Humedras, bienvenida a... mi casa. Y ella... Es mi madre, Manaya, y fue una antigua elegida.
-Bienvenida a la mansión de los Elegidos, Viento.
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