Había transcurrido cinco días; muy a mi pesar se hizo eterno, la mayor parte del tiempo las pasaba en el interior de mi camarote. Las pocas veces que había salido a por comida encontré algo que me llamó la atención, sin lugar a dudas era un diario que pertenecía a un tripulante. Me dedicaba a leer y a informarme de todo lo posible, aunque a veces interrumpian mi lectura cuando llamaban a mi puerta, tenía que ocultarlo para evitar problemas mayores. Las veces que llamaron a mi puerta eran por equivocación; dichosos los borrachos que no reconocen sus habitaciones. Rodrick también llamaba a mi puerta para que le ayudará a curar la herida que tenia en el ojo de antes de conocerle y para curar a los piratas que sucumbieron a las heridas provocadas por una catastrófica tormenta que tuvimos que atravesar.

Todo comenzó el tercer día, los días anteriores con diferencia transcurría con normalidad, habíamos anclado en Tirosh para que entregarán y recogieran las mercancias que saquearon durante semanas. Una vez que zarpamos hacia Pentos, el viento dejó de estar a nuestro favor, todo se volvió un caos cuando las olas comenzaron a aumentar de tamaño; Cabalgabamos sobre el mismo infierno. Aquellos que anhelaban la libertad la consiguieron por medio de la muerte, otros estaban gravemente heridos debido a los golpes que recibieron por el movimiento del oleaje o por la misma intemperie que enfermó a más de un tripulante. Mi vida actualmente se había vuelto un desastre, ¿en que estaría pensando el Dios Thor para provocar tal desdicha sobre mí? Aquella tormenta había arrasado con todo; Los barriles con reservas habían sido arrastrados por la fuerza y la ira del mar junto con los hombres que intentaban recoger la velas y ocultarse. Teníamos que comer menos debido a las reservas que perdimos, con ello desaparecieron mercancías importantes. El capitán ciego estaba bastante furioso, los bruscos golpes que escuchaba del interior de su camarote lo delataban, no eran para nada normales, era mejor alejarse de donde se encontraba él. Rodrick en su lugar mantenía la calma y organizaba todo lo que no podía hacer el capitán, era algo que me había llamado la atención junto a su carisma, también había notado que confiaba en mis dotes de curación, pero a pesar de ello me mantenía siempre alerta, no confiaba en ninguno de ellos.

Segun había leído, el diario fue escrito hace 10 años, era toda una reliquia que podía palpar con mis manos; En su interior relataban las vivencias de aquel bucanero, pero lo más sorprendente era que tenía una estrecha relación con Rodrick. Hace 10 años Rodrick era tan solo un niño, hijo de un reputado capitán pirata llamado Wolfgung, hermano del capitán ciego. El padre del joven fue sentenciado a muerte en desembarco del rey, una ciudad regida por los actuales reyes; Los actos vandálicos de aquel hombre le hicieron mella. Rodrick a sus 10 años fue criado por su tío, que en aquel entonces no estaba ciego, para que el día de mañana ocupara su puesto de capitán. Comparado con su tío él no poseía esa maldad que le caracterizaba, por lo cuál el capitán procuraría transpasarle su legado mediante un pacto; Así fue como se realizó el ritual al cumplir los 12 años. Aquello no lo olvidaría nunca, el chico tuvo que experimentar como torturaban a una chica virgen de su edad, con la cual tenía que mantener relaciones sexuales por primera vez; aunque se negara su tío le obligaba a ello golpeandoles con brusquedad a ambos. Tuvo que ceder para que la chica no saliera lastimada y consumió con ella lo mejor que pudo para que no sufriera. A Rodrick no le permitieron salir del barco desde que le obligaron a hacer el pacto. Su vida se resumía en obedecer a su tío; una constante esclavitud. El joven mantenía su tiempo ocupado relacionándose con los demás tripulantes, entre ellos estaba el propietario del diario, él cual con el tiempo decidió poner fin a la tiranía del capitán revelándose junto a los demás contra él; Hubo una batalla encarnizada pero aquellos hombres demostraron su valentía y lucharon por su libertad, aunque el susodicho le arrebatará los ojos al capitán, su vida sucumbió como la espuma del mar. Rodrick tenía una carga pesada a sus espaldas escondiendola tras su despreocupada sonrisa.

Cerré el diario pensativa por todo lo que había leído, efectivamente había una energía oscura que aumentaba cada día en el barco. Reflexione sobre la situación, tenía que solucionar el problema antes de irme.