💥5 Capítulo: Detectives II parte
Adriana
Luego de salir del Convento por la cocina de la iglesia tomamos un bus que nos dejara a unas cuadras del aquel pueblo de las amigas de Scarlet.
—Ahyyyy ¿cuanto falta?, siento que mis pies morirán—dijo Olivia, miro al cielo y levanto sus manos a él—¿Dios es que tú no te apiadas de nosotras?
Y ya señores verán el espectáculo de dos chicas peleando por tonterías, tan tan tan aquí viene.
—Y que va hacer a ver dime, mover el pueblo más cerca para que tu camines menos o qué—Preguntó Emely
Siempre pelean, luego se aman no sé ellas pero parecen marido y mujer peleando y amándose
De verdad que Dios se tiene que apiadar de nuestras amiguitas, cariño. Pensé
—"Caminemos menos", querrás decir, porque te recuerdo que caminamos tres, no una—Corrigió Olivia, muy amable ella.
Ya me van hacer molestar con sus niñadas.
—Claro, claro, pero te quejas tú sola, corrijo. Tú sola—remarcó muy claro Emely.
Dicho y echo, ya mi limite a llegado.
Nuestro límite, cariño. Nuestro límite.
—¡Ya bastó!, dejen sus niñadas—me dirigí a Olivia—Ya vamos a llegar solo unos pasos y ¡YA! ¿Por qué tanto alboroto si viniste todo el camino sentada en un asiento. Y tú Emely deja de buscarle la lengua ¡Ignorarla Mujer!, vienen todo el camino así, ella dice ese pájaro es blanco y ¡No! sales tú diciendo es ¡Negro! y bastó eso para que empiecen a discutir.
Me desahogue, sí, y no me juzguen pero es que a esas dos las aprecio mucho pero hay veces que son insoportables y de verdad ya las había aguantado mucho por hoy.
Las dos siguieron andando sin refutar, de repente la cara de Olivia se iluminó al ver al frente y notar el lugar medí cuenta que llegamos al famoso pueblo.
—¡Chicas llegamos!—dice Olivia emocionada.
—¡Claro ya nos fijamos!—dijo Emely, le lanzé una mirada fulminante—perdón, perdón.
Le quite la mirada de encima a las dos malcriadas que tengo a mi derecha e izquierda para empezar a caminar por la cuadra, —las cuales tiene todas las casas alinidas y una carretera larga y no tan ancha en el centro de cada fila de casas—buscamos una casa color blanco con rejas vinotinto y flores amarillas en la parte delantera, Olivia del entusiasmo de llegar al pueblo corrió a buscar la casa por lo que va más adelante que nosotras.
—¿Crees que la encuentre primero?—Preguntó Emely a mi lado.
Iva a responder pero las señas que hace Olivia a nuestro frente me distrajo
—Creo que lo acaba de hacer mi querida amiga—reí y le dí una suave palmada en la espalda a Emely antes de empezar a caminar rápido hacia donde Olivia.
Escuche el gruñido que emitió Emely al dejarla atrás.
—¿Esta es la casa?—digo al ver una casa totalmente distinta a la que buscamos.
Olivia ríe.
—No mensa, esa de allá —dijo señalando la casa de al frente que queda cursando la calle.
—Ah, ok, ok.
Al mismo tiempo de empezar a cruzar la calle nos siguió el paso Emely, al llegar a la casa tocamls el timbre, nadie, volvimos a tocar el mismo resultado.
—¿Será que aquí no vive nadie?—Preguntó Olivia
—No lo creo si no ¿por qué diría eso Támara?—pregunto ahora yo.
—Porque nos quiso hacer venir para acá ¿no crees?—dice Emely.
—¿Para qué?—Curiosea Olivia.
—No lo sé, de una desconocida me espero cualquier cosa—dice Emely
—Yo creo que duermen —argumento yo de mi parte—y es que es verdad si yo viviera en mi casa y me tocan el timbre a media noche no abro la puerta pensando que sea un ladrón o alguien desconocido, y aun desconocido no le abriria a tales horas.
—Buen punto, pero de día no podemos venir, hay que seguir intentando.—dice Olivia y vuelve a tocar el timbre.
Y como si Dios nos escuchará abre la puerta una joven con bata de dormir el cabello todo alborotado cara somnolienta y frotándose los ojos. De verdad la acabamos de despertar a una mujer.
—Hola buenas noches ¿Ustedes son?—dijo la joven analizándonos
—Hay, hola buenas noches señorita nosotras somos del convento "Las Madres del señor", hay estudio y se estaba preparando la chica Scarlet Morris—dije esperando una respuesta de la joven la cual ahora me mira confundida.
—Ella es mi amiga y si ella misma estudia allá, por orden de su madre, hablé con ella hace unos días ¿le sucedió algo?—dijo y preguntó la joven alertada
Volteé a mirar a Olivia y luego a Emely que al parecer entendió la pregunta en mis ojos y asintió con la cabeza y habló:
—Su amiga Scarlet Morris falleció, lo sentimos.
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