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Las tradiciones entre amigos están hechas para seguirse y cumplirse pese a todo, el lema del grupo, mantenía con firmeza la amistad y sus derivados.
La nuestra, cine y pizza en celebraciones de un nuevo año para
cada integrante de la manada, la residencia era como el lugar de resección, parecerá disparates, pero no ingeríamos alimento alguno durante y antes de la película seleccionada por el cumpleañero para hacerlo en la morada del mismo, era viernes por la tarde, viernes libre de estudios y drama, viernes de celebrar años, y no podía estar más emocionada
El tímido Kenner cumplía sus dulce 16, no logré astenerme de enviarle un emotivo mensaje con las más sinceras felicitaciones y deseándole lo que a una niña en sus dulces 16 se le dice en esta caso escribe.
Me aliste lo más pronto posible dejando algunos minutos de sobra, pase los canales hasta llegar al último consecutivamente pero no encontré nada de interés por lo que apague el aparato y me dispuse a mirar el reloj, fui interrumpida por el claxon de aries, me asegre de no dear nada y que la casa estuvese bien cerrado, camine hacia mi amigo, con un cordial y no normal saludo me dio la bienvenida a su automovil.
- que tal? salio de mi.
-estoy emocionado...
-no es tu cumpleaños. le recuerdo.
-eso lo se tontita. espero que prosiga, pero no lo hace.
- entonces. le pregunto exaperada sin aun obtener respuesta de su parte.
-la madre de kenner cosina sabroso. dice finalmente.
el resto del trayecto nos mantuvimos en silencio, cuando llegamos el cine los chicos aun no se encontraba por lo que nos fuimos a dar un corto paseo por las tiendas del mool.
La secula de las muchas películas que han grabado acerca de batman, la cual titula batman vs superman: el origen de la justicia, tenia una hora con algunos minutos de haber iniciado, pero mi inquieta hambre aumentaba a cada segundo y el dulce aroma que desprende de las palomitas o chucherías y bebidas que los demás espectadores contenía no ayudaban, se introducían mis fosas nasales quitando la atención de la gran pantalla, el ruido de las palomitas siendo masticadas, las bebidas que los espectadores ingerian, las envoltura de las diversas chucherías que abrían o doblaban ya vacías listas a desecharse, e incluso los murmullos de personas ubicadas tres asientos atras o adelante distraeron los minutitos restantes.
-Que tienes. Pregunta el cumpleañeros tratando de no sonar tímido.
-me ha dado hambre.
-no te preocupes pronto terminará. Mis esperanzas por que tuviese algun alimento se esfumaron al concluir con su enunciado.
-sucede algo. estaba vez interviene breth.
-has traído los chicles. Contesto refiriéndose a mis ansias.
Comenzó almacenar goma de mascar cuando noto mis ansiedad por nutrirme de chucherías.
-claro. busco entre los los bolsillos de la chaqueta cafecina que vestía hasta dar con ellos-toma. extendio su mano en mi dirrecion
-gracias. digo antes de echarmelos ala boca.
Efectivamente en tiempo corto la película había finalizado, la gente salia en calma y con orden del establecimiento, cuando el cine estaba casi vacío nosotros procedimos a lo mismo, con desespero comencé a avanzar por delante de mis amigos, el centro comercial estaba infectado por jóvenes que intuyó son estudiantes aprovechando el viernes libre, lo cierto es que cada dos meses ciertas escuelas dan libre el último día del mes y resulta más extraordinario el no tener deberes escolares. Verdaderamente la turba provocaba accidentes, quejas, sofocación, en sí numerosos atrajos que causaba gritos y discusiones moderadas.
-oye que sucede contigo. Escuché que un chico se quejó, como muchos otros. -fijate niñita.
Iba de tal manera que no tuve reparo en esquivar a las personas, mi cuerpo se tropezaba con los demás, algunos se limitaban a gruñir y otros solo me observan, mientras trataba de escabullirse de una vez por todas del local, cuando casi lo logró una vez más tropecé con un chico, acomparacion de la veces anteriores fui atrapada con unos fuertes brazos y una no melodiosa voz.
-hey, hey, por que tan apresurada. Subí lentamente mi semblante confirmando lo que me temía, el chico del baño.
Ese humano que se encuentra frente a mi, a unos centímetros de mi cuerpo, aferrado a mi cintura y con sus ojos levemente brillosos y carmesines por la toxinas que contiene su sistema, es el mismo que hace unos meses a causa de los efectos que deja la porquería que consume, me encerró junto a él en los baños de mujer, no tenia noción de cuanto tiempo transcurrió y de tal manera lo rápido que mis nervios pasaron hacer temor, la desesperación se cortó cuando una chica aparentemente le urgía entrar entonces llamo al conserje, librandome de la presión. Por dos horas quizás menos o más, un tiempo sofocante sin duda, escuché sus ironías, uno que otro chiste malo, su peculiar aroma, fue un total fiasco.
- hey. Volvio a llamar, aparte los recuerdos de aquel día catástrofico coloqué mi semblante cerio.
-suéltame.
-¿si no lo hago que?
-te la veras conmigo. escucho a breth decir
-con nosotros. dicen en coro el resto de mis amigos.
Trate de girame a contemplarla escena, pero dio más presión a su agarré, el dolor en la zona empezó a incrementar hasta salir un silencioso auch.
-Thomson al rescate. Soltó algunas risillas y nuevamente hablo con el semblante serio. -veo que se te ha olvidado de lo que soy capaz.
-y parece que a tu no recuerdas lo que pasó hace 4 años. Escucho responderle.
-si no quieres meter a más problemas suelta la. Interviene Esteban.
-tu no me dices que hacer.
-¿quieres visitar la cárcel por Dios sabe el número que sería?. interrumpe Dilan
-seguridad esta cerca. recuerda Aries.
Ninguna de sus amenazas o advertencia lo hacen razonar, entonces recurro a medidas drásticas, golpeó su entrepierna efectuando que se queje y me suelte, corro lo más rápido que puedo hacia la salidas, se que gritó algo ofensivo en mi contra, pero no alcance a oir bien, además escuche los gritos de mis amigos llamarme. Dilan quien es un ágil corredor por las tantas veces que ha huido de las autoridades policiacas, logró alcanzarme, extendió sus brazos y los juntos en un cálido abrazo.
-estas bien, ya paso. Acaricia mi cabellera. -respira hondo y exhala. Sigo sus indicaciones logrando de tal modo un resultado efectivo en mi sistema.
-vamos, es hora de irnos. Dijo breth apareciendo con los demás chicos.
Cada quien tomo su posición correspondiente, en los autos de Aries y Dilan, mi lugar era el de copiloto de este último atrás yacían Santiago, Michell y Richard. Los restantes repartido el auto que nos dirigía.
-¿estas bien?. Preguntó Michell.
-un poco.
-eso te sucede por hambrienta. Bromea Richard sacándole una sonrisa y risillas al resto.
-tonto.
Al poco tiempo el carro fue estacionado junto al otro, salimos de los vehículos y contemplé el lugar; su morada era acogedora, de una sola planta, pero no le quitaba lo sostificada, de altos ventanales, un precioso jardín cuidado con suma delicadeza por la señora Sevilla según dijo Kenner, la sala principal estaba adornada con muebles color marrón haciendo juego con la pared celeste, de la cocina desprendía un agradable aroma a pasta, lasaña si no me equivoco, conforme nos adentramos fuimos recibidos por el aroma y los gratos saludos de la señora Sevilla madre de mi amigo, no tardo en servir una porción adecuada en los platos ya en mesa, le ayude con los cubiertos y refresco.
-bueno chicos disfruten.
-gracias señora. Dijimos en coro.
Comenzamos una conversación acerca de la película, los chicos debatían, en comparación conmigo, aunque la secuela era común fue la primera vez que la veía y digamos que ni recuerdo mucho por concentrarme en mi hambre.
-Feliz cumpleaños. Un susto nos distrajo de la sabrosa comida que la madre de mi amigo preparó.
El cumpleañero se levantó de la gran mesa al ver la persona dueña del estrépito gritó, lo abrazo supongo que feliz por su presencia en su día, ambos se apartaron y dieron un apretón de mano.
-¿creí que no vendrías?
-y perderme la deliciosa comida de mamá, nunca.
-imagino entonces que te irás mañana. menciono un poco triste. dijo afirmando más que en pregunta.
-oh no tengo algunos días libres, así que tendrás que aguantarme. Fijo su vista en la mesa y noto que su hermano tenía compañía. - Hola niños que grande están.
-nos vimos el año pasado. Rueda los ojos Richard.
-además eres unos tres años mayor no diez. Agrega Santiago.
-ok ok, veo que tienen integrante, y es mujer. Fija sus ojos a los míos. -ya que no nos presentan, mi nombre es Theo hermano mayor de Kener. Miro detenidamente su aspecto fisico alto rubio, de ojos entre azules y verdes realmente llamativo -¿el tuyo es?
-heydel.
-un gusto, y dime ¿que tienes de especial en el buen sentido como para que formes parte de su grupo?.
-yo la he metido. Interviene Breth
-vaya que sigues sorprendiéndome.
-theo querido, que agradable sorpresa. Aparece de repente su madre, lo que internamente agradezco dado que el ambiente empezaba a ponerse pesado.
- Hola madre, ¿que tal has estado?
-yo bien cariño, ven te sirvo un poco de lazaña.
-si, solo déjame llevar las cosas al cuarto.
Dicho esto ambos tomaron su camino y nosotros seguimos en la plática tocada.
Los días en que Theo se ospedo en el pueblado, fuimos a distintos lugares, el chico era realmente coqueto, cada que no tenía los ojos amenazadores de los chicos, me guiña o sonreía, me daba gracia su actitud, pero no le detenía para ver hasta donde llegaba, cuando aparentemente Breth y Esteban notaron algunos de sus gestos coquetos no apartaron su vista de mi hasta que se marchó y terminó la diversión.
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