09

Uno de los tantos consejos de Breth, recita que en cuanto más atrevido seas más espectadores tendrás, justo eso sucedía, miradas curiosas se reunieron a recibirnos, estacione el auto haciendo una maniobra simple para muchos, pero para mi complicada, lo que me ayudo fue el deportivo de fácil control, antes de que las puertas de halcón se desplegaran por completo dando lugar a salir, con los nervios a flote di mi atención a los chicos, sonrieron como apoyo, fue entonces que la puerta abrieron en su totalidad, suspire y exhale rápidamente, abrir la puerta del pilotó y copiloto, accedí al exterior del auto tal y cual lo acordado, prosiguió Breth y por último restándole importancia a la incomodidad prosiguieron con naturalidad unos adolescentes de expresiones serias.

Con todos fuera, caminamos sin decir o mirar a los lados, el único ruido presente era de nuestros pasos, los cuchicheos de los expectantes y los motores de los autos al estacionarse o arrancar, la entrada a las instalaciones fueron irrumpidas por el grupo de chicas populares, Samantha en el centro entre sus discípulas cargaba con una fatigosa mirada, detuvimos el andar quedando frente a frente, los segundos transcurrían, pero ningún grupo se le apetecía romper la formación o articular palabra, el odio que desprendíamos eran tan palpable, que inclusive a cientos de kilómetros sentían la tensión colarse entre los bandos.

-¿piensas en algún momento retirarte? Breth rompe la tensión, causando que un par de ojos avellana apartara su atención de sobre mi, y la enfocará en mi amigo, que se encontraba a mi lado izquierdo, abogando por sigo misma y regresará a examinar mi rostro con detenimiento.

-no es de tu incumbencia. Dijo con total fastidio.

-oh claro que sí. Intervengo inmediatamente. -la instalación a la que no das paso. Señaló sobre sus hombros. -los presentes a los cuales no nos da lugar de entrada pagamos la colegiatura del instituto, por lo tanto nos concierne. Formo un círculo con mi dedo índice emblemandonos, avanzó unos pasos delante de mis amigos.

-¿¿Qué harás si tan valiente te crees?? Da un paso iguandome, en poco segundos la separación se acorta y las ganas de empezar una pelea incrementa.

-Heydel y Samantha paren ahora. Un Breth aparentemente disgustado se cola en la picardía.

Evita cualquier abuso físico que pueda ser efectuada, bruscamente nos aparta pasando por medio de ambas alargando de tal modo la distancia, acto seguido lo ejecuta con las clones quienes habían reducido el espacio faltante, cojo la misma dirección de él, previamente le ofrecí mi más grata mirada de fastidio acompañada de odio a la mal teñida, percibí al resto de los chicos imitando mi acción, cuando conseguimos alcanzarlo formamos la fila inicial, punta tacón, espalda recta, vuestros pasos firme detuvieron en los casilleros correspondientes, cogi lo indicado para cada clase de las primeras horas, tal como los demás, cerré el casillero encontrándome con Breth, si no estuviese acostumbrada a sus apariciones repetidas me habría asustado.

-Heydel compórtate. Aconsejo viéndome por el rabillo de sus ojos. -debes mostrarle lo tan diferentes que son. Volvimos a la formación hasta que fue destruida para ir a las clases concerniente de cada integrante.

Me adentre a la sección dónde pasaría la siguiente dos horas, ningún compañero ocupaba los pupitres, ninguna alma se encontraba, avancé hasta el pupitre lejano del puesto de la maestra Jordi, a los segundo aparecieron los cuerpos cansado de mis compañeros, tampoco tardo la maestra, una señora de la cuarta décadas y nos años más, las canas relucían tal y cual rayos entre sus crespos cefecinos, la complexión obesa le hacia difícil el caminar, pese a su apariencia, era una de las maestras que me agradaba, intenté darle mi concentración a su clase como a las demás sin embargo, no lo conseguí en totalidad.

Por lo que pase las horas restante de la tarde hundida en un mar de pensamiento, recientemente he sido despistado un poco más de lo tradicional, pero lo que mantenía mi inquietud activa era la información que llegaría a obtener de la pariente de Breth acerca de su persona, si bien él meses atrás me relató sus secretos estaba segura que faltaban piezas, según las enseñanzas dominicales de la hermana Yudith, la forma en la que incontables personas se comportan es debido por la acción que algún individuo efectuó contra ellos o por las decisiones erróneas que tomaron anteriormente, las razones variaban inclusive podrían ser cadenas o series de estás, no obstante el cimiento es demasiado profundo y doloroso que el resto de los motivos. En consecuencia indagaba cual era la idea principal de su argumento, ciertamente tras analizar lo sucedido no la encontré, sabía que la había y quería conocerla, se lo tedioso que es sonreír o tratar de ser fuerte ante los demás, había experimentado a la perfección esa estancia de rechazo y crítica por consecuencias, lo que era oprimirse arrastrando con los memorias pasadas, no tenía ni el más remoto conocimiento de cual fuese mi raí, hasta escuchar las lecciones de la hermana, así como la de él en aquel entonces, por ello quería mostrarle que estaría pese a las circunstancias y se me lo permitía darle consejos y ser un soporte.

Quizás era el origen de mi inquietud con tal encuentro.

Ansiaba que el sábado finalmente arribará, gracias a Dios, en un santiamén se presentó, esa mañana me rehusaba salir de entre mis tibias sábanas, desperté dormilona como pude apagué la alarma, sabía perfectamente que está marcaba las 4:40 de la madrugada y que justo ahora los chicos despertaban, con mi mano derecha busque en la mesita el celular, al tenerlo lo acerque a mi vista, lo desbloquee y entre a los mensajes recientes de wasap di con el grupo, revolucionarios, el titulo que nombro Aries a dicho grupo creado por él mismo.

No pasen por aquí
El cansancio y sueño es más de fuerte

Envié el mensaje para dejar el teléfono en su lugar de reposo inicial, me acomode nuevamente, dejándome llevar por el sueño y cansancio cerré mis ojos como mi atención al mundo exterior. Para cuando desperté la hora en mi teléfono marcaba las 9:00 am acompañada de mensajes y llamadas perdidas por parte de Evans y Breth, las que ignore de inmediato colocando música para tomar una ducha, accedí al clóset a registrar las vestimentas frescas que contenía, encontrando un vestido teñido en celeste con blanco de tirantes finos y longitud dos centímetros delante de las rodillas, lo acompañé con unas zapatillas negras, coloqué el conjunto sobre la cama e ingresé al baño.

A menudo se me da por cantar a todo pulmón, igual o peor que las hermanastras de Cenicienta es el sonido que escapa por mis labios, es donde detengo mi balada no armónica y río cual delfín, pero esa mañana al instante que mis extremidades rozaron la fría cerámica carmesí del baño el anhelo me asaltó. Convertí de mi ducha un concierto, el envase del shampoo era el micrófono, la cortina se abrió y el show empezó.

-Highs and lows
Lord, You're with me either way it goes
Should I rise or should I fall?

Even so
Lord, Your mercy is an even flow
Should I rise or should I fall?
You are faithful through it all
You're too good to let me go

Highs and lows
You surround me either way it goes
Should I rise or should I fall?
Lord, You're with me through it all, oh

Highs and lows
In the rhythms of Your grace I know
Should I rise or should I fall?
You are faithful through it all
And You're too good to let me go.

Cante con la fuerza que mis cuerdas vocales concedieron sin preocuparte que alguien me escuchase, puesto que las paredes impermeable permitían que las ondas sonaras quedaran en el espacio donde estaban siendo causadas, a posterior de terminar con mi baño y el solo no armónico, abrigue mi cuerpo seco con vestimenta fresca de tal modo de no ensuciar la primaria.

En tanto, el reloj definía las tres de la tarde, dispuse el tiempo sobrante a ver un poco de tele, avance los deberes escolares, recalenté y comí el estofado de mamá, entré otras actividades caseras que distrajeron las hora faltante. Mis padres de costumbre semanero regresaban tarde del trabajo y salían temprano de casa excepto algunos los domingo, de tal modo que me encontraba sola generalmente. Cuando la hora se aproximaba, vestí el atuendo seleccionado, baje las escalones, una vez aseguradas las puertas me adentre a las estragosas calles de livitong, gustosamente la cafetería estaba a unas cuadras, lo que significa que en diez minutos estaría, eso si el tráfico no estaba bochornoso.

Un agradable clima acogía al pueblado, afortunadamente no tarde en llegar, una vez a centímetros empuje una de las puertas permitiendo que un matrimonio veterano entraran antes que mi, posteriormente ingrese experimentando un más cálido ambiente. Recorrí todo el salón en busca de ella, pero las mesas abarrotadas no permitieron encontrarla hasta que unos chicos desocuparon sus puesto y la vi.

La pelirroja yacía en una de las numerosas butacas del Green Grove, en la zona silenciosa, entretenidas en las bastas páginas del libros que sujetaba con su mano izquierda, mientras que con la derecha cogía unos cuantos nachos y les juntaba queso fundido, aun sin despejar su vista del ejemplar con cubierta bañada en colores sobrios; los devoró sin piedad, me pregunté si él también se comportaba tal cual, río gozosamente y fue menguando en tanto continuaba su lectura, saboreó el resto salado y grasoso que sus dedos contenían, los mismos comenzaron a palpar el vidrio de la mesa una ves que los residuos desaparecieron en su totalidad.

A contraste la lectura no seducía mi interés ni mi paladar, por consiguiente mi frecuencia en el local lapsaba poca sim embargo, en cierta oportunidad presencié la exhibición de la autora de dos grandes secuelas, cuyo título no recuerdo, aunque fue gustoso el entretenimiento no era lo mío, pero con los años de amistad, Irene me contagio la obsesión por los libros. Debo confesar que gracias a su devoto hobby, tuve una distracción de la apática vida universitaria.

Inaugurado en 1985, Green Grove uno de los cafés famosos de Livintong. Este sitio es célebre por dos hechos: el primero, haber servido desde su fundación sabrosos batidos y bizcocho, el segundo, por ofrecer la bica, una pequeña taza de café fuerte y espumoso. Dos atractivos que se une al más evidente: su belleza arquitectónica, de estilo modernista aunque con un toque muy campiresco. Además, para los amantes a la lectura les resulta acogedor puesto que el establecimiento cuenta con una zona silenciosa, donde variadas ocasiones escritores y poetas han exhibido un trozo de su ser.

Donde justo ahora pasare la tarde.

Avance recobrado mi propósito, producto del pizo entablado un estrépito sonido de pies al andar capto algunas miradas instantáneas, a pesar de ello me enfoque en la chica pelirroja aficionada por los libros y los autos, el aroma a café se introdujo a mis fosas nasales apresurando mi paso, estando a unos centímetros se percató de había llegado por fin, sonrió apenada, pero volvió una vez más a su libro para subrayar donde supongo alcanzo leer, lo cerro y volvió a sonreír.

-¿llevas un buen tiempo?

-oh no, lo siento las ganas de unos nachos acompañado de lectura vencieron. Respondió señalando sus acompañantes.

-descuida.

-dime, ¿Cómo les fue?.

-creí que Breth te diría.

-nuestra comunicación no es menuda.

-entiendo, a decir verdad por poco nos meto en un lío, pero gracias a Dios no paso a mayores.

-deduzco que mi hermano freno cualquier pelea. Asentí, procesando la palabra que ansiaba escuchar. -sucede algo. Negue instantáneamente.

-es tu hermano.

-creo que Breth evadió mi existencia.

-tu lo has dicho, aunque si de ser comunicado refiere, gana el Óscar por antisocial.

-valla que si, presiento que menos te mencionó a Conor el empedernido del romance en la familia. Meneo mi cabeza de izquierda a derecha dando indicaciones de no tener idea quién es el mentado - es nuestro hermano mayor, somos tres, cuatro si contamos a luna.

-¿quien es luna? Pregunto curiosa.

-una pequeña poodle que fue rescatada por mis manos.

-hace algunos años tenía una, por desgracia papa resultó alérgico.

-oh lo siento, puedes llegar a casa cuando prefieras y jugamos con la pequeña.

-lo tendré en cuenta.

Conversamos de diversos tema, en tanto nos deleitábamos con los batidos espectaculares que ofrecía el sitio. No tarde es descifrar los extrovertida que es, a comparación de su hermano, reflejaba carisma, sentido del humor, socialismo, a pesar de ser preadolescentes era madura tal cual adulto incluso ofendía a la jerarquía con su existencia, y no exagero. Sospecho que nos convertiríamos en las mejores amigas, y eso esperaba.

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