Amelia intentaba con las pocas fuerzas que le quedaban, superar sus problemas emocionales, salir de la inmensa depresión en la que se encontraba y sobretodo, olvidar el abuso al que su propio padre la sometió desde niña.

Entonces, conoció a David. Él sólo buscaba una amistad sincera, en quién pudiera confiar después de que la chica que adoraba le rompiera el corazón.

Algunos dirán que fue el destino, otros la vida. Quizás el universo conspiró a su favor o tal vez en su contra.

Se conocieron, se enamoraron. Él le daba la seguridad que le faltaba. Ella tenía los pedazos que necesitaba para reconstruir su maltratado corazón.

Pero no todo es de color rosa, ella no pudo superar su pasado y por temor a lastimarlo, se alejó. Así sin más, sin darle una mínima señal para que él intentara retenerla.

Los años pasaron, 4 años para ser precisos, y ella conoció a Leandro. Él era todo lo que necesitaba en ese momento de su vida, o eso creía.
Luego de unos años, se casaron y empezaron una vida juntos. Entonces Amelia lo entendió, no amaba a Leandro y no podría llegar a amarlo jamás. Su corazón tenía nombre y era David.

Pasó cada día de su vida pensando cómo hubiera sido todo, de no haberse alejado de él.

Fue justo ahí, cuando comenzó a escribirle nuevamente.
Fue a su habitación, buscó el pequeño cofre que escondía sobre el armario y lo abrió, ella sabía perfectamente lo que contenía : las cartas que escribió durante los pocos meses que compartió con su gran amor.
Sacó un bolígrafo, su pequeña libreta y comenzó a escribirle.

Esa fue la primera vez en muchos años que escribía para él. Esa fue la primera de muchas cartas que le siguieron, pero que jamás le dió.

Hasta ahora...

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Espero que esta historia sea de su interés, que les guste y logren sentir lo que yo sentía mientras la escribía.

Agradecería sus votos y comentarios, para saber si les gusta la historia.

Si llegaste hasta aquí, muchas gracias.
KyaAmelie❣