La vida se va en un suspiro al igual que al terminar de escuchar una canción, el que la escucha puede decidir qué tonada quiere escuchar y siempre estará el reproductor de esa música, esa es la vida, la vida es el reproductor de la tonada que quieras escoger, si te centras en la misma tonada el reproductor se puede dañar ya que solo repites y repites sin darle descanso alguno.

En los pequeños momentos que cambias el disco por otro diferente le das el respiro que el reproductor desea, aunque, la pregunta es ¿Por qué importa tanto el reproductor y no la persona que lo escucha? Pues sin el reproductor ya no puede escucharse la música y eso es igual a la muerte, si quieres vivir en un estado triste pues morirás de esa forma más pronto que el resto, una vida equilibrada tiene de todo, felicidad, tristeza, miedos, etc. Tarde o temprano la melodía se va a rayar, es cierto que la persona importa mucho ya que es la que decide que es lo que quiere hacer con su reproductor, si lo quiere destruir o cuidarlo, si lo quiere reparar o simplemente no usarlo y mirar como se consume lentamente, la vida no es fácil si la persona así lo quiere, los baches siempre existirán pero no serán el obstáculo para que la mejor parte de la melodía suene así que tienen que pensar en claro que es lo que quieren hacer con esos discos y el reproductor. Nada es fácil en esta vida y eso lo sabemos todos pero apresar de eso si te rindes con la primera decepción o dificultad que sentido es el que le das a la vida, la vida es dura y siempre alguien o algo van a querer hacerte caer, hacerte sufrir, no te rindas ya que si lo haces el haber sido esa persona a cargo de los disco ya no habrá servido de nada.