POV. Magnus.

Apresar del olor a licor, pude distinguir su aroma.

Chocolate.

¿Como ella siempre podía adivinar donde estaban las personas?

— Como me encontraste? — pregunte dandole un trago a mi vaso de vodka.

— Conosco muy bien a las personas.—contesto.

— Como esta el?— la mire.

— De verdad pienso que esas pastillas le dañaron el cerebro.—

— El casi muere por mi culpa.—

— No es tu culpa.—

— Lo siento!— la abrace. — No debí alejarte. Eres mi mejor amiga.—

— No, creo que yo me estaba metiendo demaciado en sus vidas.—

— Tengo que volver.— dije.

— Creo que es mejor que te tomes un tiempo. El necesita Extrañarte.—

— El me odia.— espete.

— El aveces es un cretino.—

— Creo que es mejor dejarte beber solo, necesitas pensar muchas cosas.—

— Anna, ¿Por que jamas me contaste lo que había pasado cuando me fui a Tokio? Hace un año.—

— Si lo sabias, ¿Por que lo perdonaste?— pregunto, devolviendome la mirada.

— Por que lo amo.— conteste.

— Perdón. — dijo y comenzó a irse.

Di otro trago de vodka.

— Vaya, ¿Quien imaginaria que nos encontraríamos?—

— Camille Belcourt.— conteste.

Se veía mas formal, ya no se veía como una ramera. Se veía responsable y madura. Ahora su cabello ya no era rizado, era lacio. Sus ojos verdes, ahora tenian tenues ojeras. Pero aun así, seguía siendo hermosa.