Capítulo 49

Otro ensayo en el qué tenemos que esperar a Claudio, ya no soy yo la que llega tarde, estoy segura que cuando llegue no le dirán nada, aquí se nota la desigualdad de forma muy fuerte.

Todos estamos mirando nuestras caras en la espera de que llegue, pero los minutos pasan y él no ha llegado.

—¿Alguien sabe dónde está Claudio? —le cuestiono a los chicos, Paulo simplemente se encoje de hombros y Alvin se queda pensativo—Creo que deberíamos ensayar, aunque él no este, que después se nos una y ya.

Los chicos están de acuerdo conmigo y cada uno se acomoda detrás de los instrumentos, tenemos que ensayar para una actuación mañana en la noche y para la última fase del New Star Battle Band. Alvin sigue pensativo hasta que su rostro se ilumina, como si hubiera descubierto, no sé, la cura del cáncer.

—Creo—comienza a decir mientras juguetea con las baquetas—, creo que Claudio tenía una cena con Kori y sus padres—¿cena? ¿con Kori? —Sí —su cara volvió a ser reflexiva, su ceño está fruncido y su mano en su barbilla, como si estuviera tratando de recordar
—Si, es eso.

Muchas cosas pasan por mi cabeza, la primera es que estoy siendo una estúpida, no he movido ni un pelo para intentar estar bien con Kori; la segunda, que ya tiene a alguien más en su vida. Tal vez para ella sea lo mejor, tal vez necesita a alguien que no tenga tantas complicaciones en su vida, qué no conviva con una enfermedad, a la
que pueda amar sin miedo y no sea un cobarde. Y estuviera de acuerdo
en todo eso si no sintiera muchas cosas por esa chica, si mi corazón
no se acelerara cada vez que la ve pasar por mi lado, si mi cuerpo no
pareciera que se queda sin oxígeno cuando sus ojos chocan con los míos…fuera muy fácil si no estuviera enamorada de ella. Ojalá poder
arrancarme el corazón y no sentir nada, ojalá ser un cubo de hielo,
pero, no lo soy.

—Tenemos que escoger la canción para la final—los chicos asienten.

Tenemos que darlo todo en esa última presentación, de eso depende que nos dediquemos a la música de forma profesional y no solo como lo hemos estado haciendo en mucho tiempo.

—¿Creen que podríamos cantar algo de Queen? —propongo y ellos abren los ojos.

—No te ofendas Sam—Alvin se acerca a mí—Creo que, si no puedes estar a la altura de la canción o mejorarla no tiene sentido hacerlo, solo haremos el ridículo.

—Yo sí creo que podemos hacerlo bien—Me dice Paulo, ya recuperado de su muñeca por lo que ahora tenemos más posibilidades de hacer un mejor show—Siempre podemos intentarlo—el chico me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa.

Comienza el ensayo para la actuación mañana en la noche. Ignoramos el hecho de que nuestro pianista y segunda voz no se encuentras y damos todo de nosotros porque sea un ensayo productivo. A la hora de nuestros instrumentos empezar a sonar llega Claudio. Su cara muestra una enorme sonrisa y sus ojos destellan felicidad, en cambio mi cara, nada más que él entra por la puerta la
poca felicidad que se me notaba se convierte en incomodidad. Sólo
tengo ganas de pegarle, pero, sé que eso es demasiado descabellado.

—Otra vez tarde—le reprocha Paulo y el chico solo sonríe.

—Perdón, estaba un pelín ocupado—se justifica el chico y yo ruedo los ojos, la rabia comienza a inundar mi cuerpo.

—¿Con Kori? —le cuestiono sin poder evitarlo, el enarca una ceja y sonríe ligeramente, pero no esas sonrisas sinceras de amabilidad, no, es una sonrisa de autosuficiencia.

—Creo que no tengo que darte explicaciones de mi vida amorosa
Sam—me dice Claudio mientras va caminando hasta el teclado—Si
estaba con ella o no, no te interesa.

Suspiro y trato de controlar las ganas de golpearle su cara, pero, como dice mi madre “La violencia no es la solución”

—Pero satisfaciendo esa hambre de chisme que tienes—me dice después de unos segundos de silencio—Si estaba con ella, la pasamos muy bien.

—¿Tú estas saliendo con ella ahora o qué? —Paulo hace la pregunta que tantas ganas yo tenía de hacer. Tal vez la respuesta que me dé no me agrade, pero, necesito saber—Últimamente pasas mucho tiempo con ella.

Claudio sonríe y me mira, como si lo hiciera a propósito.

—No tengo que responderle sus inquietudes sobre mi vida—nos
dice y Alvin rueda sus ojos—Solo les diré que me verán muchas veces
con ella.

El ensayo sigue con un ambiente muy tenso, a cada rato sentía la mirada intensa de Claudio sobre mí, ¿qué hace? No lo sé, su sonrisa burlona no se le ha quitado desde que llego, más bien, no se le ha quitado desde la maldita fiesta donde besó a Kori. Es tan idiota.

—Chicos—Claudio nos habla—Mañana en la noche temprano aquí—todos asentimos—, y ya que alguien se antojó de cantar a Queen en la final—su mirada cae en mí —Escoge también la canción.

Una vez fuera del lugar comienzo a caminar hasta que una presencia se posiciona a mí lado, un pelo largo está siendo recogido. Paulo a mi lado me sonríe y…esto es un poco raro. Paulo y yo somos unas personas bastante silenciosas, el más que yo, pero, es raro estar caminando con él.

—¿Podemos hablar? —me cuestiona y yo asiento un poco extrañada con este comportamiento de él, son cosas que no se dan todos los días.

No sentamos en el parque más céntrico de la ciudad, ese mismo
donde le regale a Kori la cadena. Paulo está en uno de los quioscos pidiendo comida, estoy un poco nerviosa, no sé de lo que me quiere hablar ni porque me quiere hablar. No somos las personas más cercanas.

—¿Cómo estás? —me cuestiona cuando se sienta a mi lado y me
entrega los churros.

—Estoy bien—el asiente y una ligera sonrisa se le posa en sus labios.

Nos quedamos en silencio, al principio fue un poco incómodo, pero después el ambiente se relajó un poco, el me observa y suspira.

—¿Qué paso con Kori? —me pregunta y yo me quedo con la boca abierta.

—¿Cómo que, qué paso con Kori? —trago saliva ante su intensa mirada y él me sonríe.

—Sé que algo eran—me dice y yo abro la boca para responder, pero no sale nada de ella—En la fiesta que hicimos cuando pasamos a la segunda ronda, las vi besarse—yo me quedo mirándolo sin saber que decir, no me esperaba para nada esto—Note muchas caricias y no eran precisamente de amistad—me mira y muerde un churro—Eso
está bien, da igual si es chica o chico lo importante es amar. Hace unas
dos semanas eras la persona más feliz del mundo, literal tu cara decía
felicidad—Su mano sujeta la mía y yo lo miro—Ahora no estas feliz, ya tú rostro no demuestra eso. Mira Sam, sé que no somos los mejores amigos, pero, sé que eras feliz con esa chica. No se tampoco lo que haya pasado entre ustedes y no soy nadie para opinar y meterme en eso, pero, creo que te has dado cuenta que no eres feliz y que la
necesitas para estar bien de aquí—su dedo toca la zona de su corazón y me brinda una sonrisa cálida—Estoy segura que de tener que escoger ella optaría por ti, no por Claudio, por lo menos haz que se lo tenga que pensar, no abandones la partida sin ni siquiera comenzar.

Paulo se levanta del banco y comienza a caminar, yo me quedo en shock por unos segundos antes de levantarme y unirme a sus pasos, él me observa de reojo, tal vez se pregunte “¿Qué hace ella?”

—¿Te puedo decir algo yo ahora? —indago y el asiente.

Nos detenemos en una esquina, el me mira sin decir nada.Yo le sostengo del brazo y observo el morado que tiene.

—Es hora de que le pongas un alto a todos estos moretones—él se
queda en silencio sin decir nada y yo aprovecho para continuar
hablando—No tienes que aguantar eso Paulo, nadie en el mundo tiene que aguantar eso, tú y yo sabemos que no te pegas con el bajo—el baja la mirada y suspira—He escuchado que es difícil salir de eso, pero hay que tratar de tomar coraje, irse, no sé. Solo no dejes que…—suspiro cuando siento como solloza, me acerco a él y lo estrecho en
mis brazos— …no dejes que te violenten física y emocionalmente.
Ponle un alto, toma valor y sal de ahí. No estás solo Paulo. No lo estás —él se aferra a mí, no sé cuantos minutos estuvimos así, solo espero que liberar las lágrimas le hayan servido para aliviarse un poco.







👀

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top