Capítulo 42
Nuestros pies se sacuden en la parte de atrás del escenario, nos toca tocar en la noche, hay muchas personas en el lugar. El cielo esta noche está totalmente estrellado, es hermoso. Todos nos miramos las caras y mis ojos se cierran cuando Camille comienza a rizarme las pestañas. Nos vemos tan raros, pero no nos vemos mal. Mis manos les dan calor a mis descubiertos hombros mientras veo como Claudio intenta bajarse el croptop para que le tape el ombligo
—¿Es necesario esto? —le cuestiona a Camille y ella asiente.
—Hay que sacar el máximo de su belleza—le contesta la chica—En tú caso eres el único aquí, sin contar a Sebas, que tiene el abdomen definido—le explica—Eso le gusta a la gente—guarda el rímel en su bolso y saca el labial—En el caso de Samantha son sus tatuajes y su pelo rizado, en el caso de Paulo su pelo y su actitud fría y en el caso de Alvin—observa al chico que está tocando las baquetas sobre una mesa—es carismático y tiene un rostro lindo.
—¡Amor! —chilla Alvin—Me salió un grano—señala un casi inexistente punto rojo en el medio de su frente—Tápalo, tápalo—todo rodamos nuestros ojos, este chico está mal del coco.
Estamos esperando nuestro turno, espero que lo hagamos bien y poder pasar de ronda a la final. Los gritos de las personas se escuchan con mucha euforia, eso hace que nos pongamos más nerviosos. Alvin se observa en el espejo y hace una mueca.
—Me siento ridículo—se acerca a nosotros mientras se acomoda su chaleco de cuero—O sea—nos mira—Mis piernas han sido tapadas, mis hermosas y sensuales piernas están guardadas en un pantalón—se queja—Lo único que es mío son las converse—estira su pierna y nos muestra los zapatos rojos.
—Ridícula yo—ellos me dan la razón—Samantha Rolo usando falda y blusa de tirante.
—No pensé que eras tan delgada—me dice Paulo abriendo su chaqueta de cuero roja, a juego con mi blusa y con la chaqueta de Claudio.
—Nos vemos bien—dice Claudio y todos le damos la razón—Lo que no estamos acostumbrados a vernos así.
Unos minutos después estamos todos abrazados en un círculo. Nos miramos entre todos, ya nos toca salir a tocar.
—Podemos hacerlo—les digo y Claudio mueve su pie nervioso—Lo haremos bien.
Como siempre estamos a punto de unir nuestras manos en el centro y Alvin grita “Pateémosle esos culos planos” para después salir corriendo al escenario y dejarnos atrás. Claudio le da una palmada en el hombro a Paulo y le susurra “Tu puedes, haz ensayado mucho”, después me mira a mí y solo me sonríe.
Nos paramos en el escenario y los gritos de las personas por un segundo nos dejan sordos, hay más personas que en la ronda anterior y con muchas más ganas de música buena. Y nosotros, cuatro simples chicos que nunca pensaron que en esta competencia íbamos a estar. Es muy imponente pensar la cantidad de personas que están aquí y más imponente es saber que si no gano tal vez nunca exista un Kori y Sam.
—Hola a todos—hablo en el micrófono, la gente me devuelve gritos, observo a mi alrededor, Alvin me está mirando desde su batería que tiene el nuevo logo, Paulo esta por primera vez detrás del piano y Claudio a mi lado con un tic nervioso en el pie—Espero que estén disfrutando mucho esta noche y que lo sigan haciendo—gritos se escuchan por todo el lugar y los chicos asienten cuando me quedo mirando—Somos The Last Wish.
El piano comienza a sonar cuando yo termino de mencionar el nombre, es increíble lo mucho que ha trabajado Paulo en que le salga bien. Tras los primeros acordes del piano se escucha la voz de Claudio.
My lover's got humor
She's the giggle at funeral
Knows everybody's disapproval
I should've worshipped her sooner
Mi voz se une con la de Claudio hasta que llega el coro que se une la batera de Alvin y Claudio comienza con la guitarra.
Aaaaaaamen, Amen, Amen
Take me the church, I'll worship like a
dog
At the shrine of your lies
I'tell you my sins and you can sharpen
your knife
Offer me that deathless death
Good God, let me give you my life
Después sigo cantando yo, esta vez es Claudio el que hace de acompañante. Una vez llegado al coro de nuevo soy yo la que lo canto mientras Claudio hace la segunda voz. Veo de reojo a Paulo concentrado en las teclas del piano cuando llega el final,que es solo él junto a las voces de nosotros—Claudio y yo—Retomamos otra vez el coro y nos detenemos cuando la canción llega a su final.
Lo logramos, al fin terminamos la canción y sin equivocarnos. Una vez fuera del escenario nos tomamos un minuto para abrazarnos, ya después recordamos que no somos tan cercanos y nos separamos un poco incomodos hasta que llega Camille.
—¿Pueden posar para la foto? —nos muestra la cámara—¿Pueden sonreír un poco? —nos dice al ver nuestro rostro de seriedad—Finjan que están felices.
—¿Y Sebastián? —le cuestiono a la chica.
—Se fue hace mucho—me dice y yo elevo una ceja, habíamos quedado en ir a comer—Se empezó a sentir mal.
—¿Muy mal? —ella niega
—Me dijo que no era grave que le pasaba frecuentemente —la chica guarda la cámara en su bolso y sostiene a Alvin de la mano—Solo necesitaba descansar—yo asiento y recojo mis cosas.
—Adiós chicos, después me escriben y me dicen si pasamos—todos asienten y Paulo me entrega su chaqueta “Te vas a congelar” me dice tras decirme adiós.
Salgo del lugar esquivando a todas las personas que puedo hasta que logro llegar a la calle y pedir un taxi, pero, esta vez el rumbo no es mi casa, sino, la casa de Sebas. Le pago al taxista y camino por las piedras que me llevan hasta la puerta de la casa. Alfred me abre la puerta y me sonríe.
—¿Cómo está Sebastián? —le cuestiono y su rostro se pone serio.
—Le dio un ataque de asma, se encuentra en el hospital con Isabella, no te preocupes—me dice al ver mi cara de susto—Le dan desde pequeño, pronto estará aquí en la casa.
—¿Se demorará mucho? —le cuestiono y él se encoje de hombros.
—No lo sé, iba a ir a buscarlos cuando llegaste—mis mejillas se sonrojan, yo siempre interrumpiendo—¿Quieres ir?
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