Capítulo 4
Los pasillos de la universidad se encuentran abarrotados de personas corriendo de un lado hacia el otro. Las clases ya están al empezar y el que no entre ahora lo más posible es que se quede afuera. Entro en la primera puerta abierta que veo y ya están varias personas sentadas en sus asientos.
Me dirijo a mi puesto y a los pocos minutos se sienta a mi lado Paulo, saca su libreta y con un ligero movimiento de cabeza me saluda. Hoy tiene el pelo recogido, me recuerda a Harry Style pero sin ser sexy. Saca un lápiz de su mochila, abre una de las hojas de la libreta y se pone a hacer garabatos. El lápiz viene y va haciendo círculos.
Mi cabeza gira hacia la ventana y lo que veo me da gracia no espero mucho para mostrarle eso a Paulo, el mira hacia la ventana, inclina un poco su cabeza extrañado de lo que está viendo y después suelta una pequeña sonrisa que borra al momento. Alvin se encontraba en el medio de un berrinche, su cara de perrito mojado lo delata, sus cachetes estaban rojos, y su s manos se agitaban mucho. Su novia por otro lado estaba muy sonriente comiendo su helado de chocolate, solo negaba riéndose con la cabeza.
―Alvin que no te voy a dar helado―eso fue lo último que se escuchó de ellos pero creo que el berrinche de Alvin duro mucho o bueno poco porque a los minutos estaba feliz con su helado.
―Mira―el chico a mi lado me llama y me muestra su cuaderno.
Una carcajada sale de mis labios sin poder evitarlo, en el papel blanco se encontraba un pequeño dibujo, es simple, solo es una caricatura mal hecha de Claudio con un exceso de delineador negro. Al lado de él se encuentra un pequeño texto “Hola soy Claudio y cuando nací me diagnosticaron amarguitis aguda con un poco de arrogancia crónica”
― ¿Esta gracioso el chiste Samantha? ―la profesora se me queda esperando una explicación.
―Si supiera―susurro y la señora me mira con una ceja levantada.
― ¿Qué dijo? ―se acerca a mi mesa.
―Que me duele la cabeza―ella me mira mal, su pelo canoso esta recogido en una larga trenza y sus espejuelos negros están a punto de caerse.
―No vuelva a hablar o tendrá que salir del aula―me advierte regresando a su escritorio y poniéndose bien los espejuelos―Hoy toca examen sorpresa así que vayan sacando sus lápices.
Unas horas después estoy de camino a la cafetería de la escuela para almorzar, no tiene la mejor comida pero si cosas decentes que se pueden comprar, como siempre, está repleta de estudiantes hambrientos, hoy no es la excepción a eso. Las mesas de madera se encuentran casi ocupada en su totalidad.
Me acerco a la barra de la cafetería, el listado con los productos que venden se observan en la pared.Me pongo a leer y soy interrumpida por la chica detrás de la barra.
—Hola Sam—me sonríe, es unos años mayor que yo, trabaja aquí desde siempre, desde que entré a estudiar en esta universidad la veo detrás de esta barra—¿Quieres algo?
—Un sándwich de queso—ella asiente y se pone a prepararlo.
—¿Vas a ir al concurso con tu banda?—me pregunta mientras pica queso.
—¿Qué concurso?—ella me entrega el sándwich, se limpia las manos en su delantal y saca un folleto y me lo entrega.
—New Star Battle Bands—me dice mientras me señala el título blanco en el papel verde que anuncia el concurso—Deberías de participar, estoy segura de que...
Nuestra charla fue interrumpida por un chico alto, rubio y que se llama Daniel.Su andar garboso viene desde la entrada de la cafetería hasta donde yo estoy.
—Cuidado Emi—le advierte a la chica detrás del mostrador mientras me mira con asco y desprecio—Limpia todo lo que esta chica tocó a ver si te contagia de su mierda.
Los ojos cristalinos del chico solo demuestran asco y repulsión.En sus labios se forma una sonrisa, es el momento en el que mi cuerpo se llena de miedo.
—¡¡Oigan todos!!—llama la atención de todos en la cafetería y obvio lo miran porque es Daniel, a Daniel su ejército de tontos siempre lo miran—¡¡Cuidado con lo que toquen que esta tiene Sida y se los puede pegar!!—es un idiota, tengo VIH, no lepra no la peste negra.
Al instante toda la cafeteria se llenó de murmullos, entre las mesas empezaron los cuchicheos y en menos de 1 minuto tenía a 20 pares de ojos sobre mí, y no me miraban de una forma bonita, asco, repulsión, desagrado, repugnancia o todos los significados que encuentren para eso.
—Zorra—grita alguien entre las mesas y es seguido de carcajadas por parte de todos, las ganas de llorar se apoderan de mi, nos agradable que te estén señalando y menos que te estén señalado por algo que uno no es.Pero mis ganas de llorar tienen que esperar porque no me mostraré débil delante de todos ellos.
—Todos ustedes son unos ignorantes de mierda—miro a Daniel y lo veo con una sonrisa en su cara—Y tu más idiota—su sonrisa es desaparecida cuando mi puño choca con su pómulo y el suelta un grito.Porque si el se hace el muy fuerte pero solo es un niño con miles de complejos que los refleja a través de su bulling—Pudranse todos—les muestro el dedo medio de mis manos y salgo de la cafetería.
Por el pasillo todo es igual, recibo miradas acosadora de todo el que pasa por mi lado y eventualmente algún comentario de" Zorra", "puta" y los más instruidos pero igual de ignorantes dicen"promiscua"Incluso algunas personas me evitan y se meten a las aulas cuando paso por su lado.Cuidado que te toco y ya tienes VIH, en serio es patético.
A lo lejos veo a Claudio junto a Alvin y Paulo escribiendo en el folleto del concurso "New Star Battle Band".
—¿Por qué no está mi nombre junto al de ustedes?—Alvin a espaldas de Claudio gesticula un perdón y Paulo solo mira al piso.
—Estas fuera de la banda—trago saliva y trato de disminuir el nudo que tengo en la garganta sujetando fuerte las correas de la mochila, las ganas de llorar son inmensas pero por alguien como Claudio no vale la pena—Así que esto ya no lo necesitas—me arranca de la mochila el pin con el logo de la banda.
—Okey Claudio—suspiro y miro como se arregla el pelo—Si quieres sacarme de la banda esta bien, pero pensé que eras más inteligente.
—Yo pensé que eras menos zorra—me sonríe.
—Okey me voy de la banda pero cuando te veas sin vocalista y no encuentres a nadie más que aguante tu carácter de mierda y tus aires de egocentrismo barato no me busques—el solo se carcajea y se acerca a mí.
—No te necesito Samantha—me susurra en el oido—No eres el puto centro del mundo—se aleja y comienza a caminar con los chicos.
Camino a paso rápido por el pasillo en busca de huir le a todas esas miradas de odio que me están dando, deberían de meterse en sus asuntos y dejar a los demás en paz, inevitablemente a el 10 "Zorra" que me dicen mis lágrimas no aguantan más y empiezan a bajar, intento limpiarlas mientras camino pero cualquier intento es en vano, siguen saliendo como si fuera una cascada.Me siento en el piso frente a la primera puerta que veo, esta zona siempre está vacía, nunca hay nadie, es bastante tranquilo y tranquilidad es lo que necesito ahora.
—¿Qué haces aquí?—interrumpen mi llanto y yo rápidamente intento ocultar mis lágrimas—¿Estas bien?—asiento con la cabeza y me levanto—No tienes que irte
—Ya me iba de todas formas—sorbo por la nariz, luzco patética.
—¿Quieres hablar?—la chica del mechón rosa, la que me llevo a casa sigue insistiendo.No tengo ganas de hablar.
—No somos amigas—ella me da la razón y se acerca a mí.
—Pero necesitas a alguien que te de apoyó.
—Necesito que me dejes sola
—¿Para que te hundas en la miseria y sigas llorando por personas ignorantes ?
—Es mi problema—le respondo y voy caminado hacia la salida—Y cuidado que te contagies al parecer si respiro cerca de una persona la puedo contagiar.
—No soy idiota, se muy bien las formas de contagio—me dice tratando de igualar el caminar rápido de mis piernas—Me entere que te sacaron de la banda—yo paro en seco y la miro.Sus ojos verdes me están mirando fijamente.
—Dejame en paz.
Pd:Paulo 🎸 en multimedia
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