Primera navidad junto a ti
Los dos jóvenes estaban perdidos en un mar de caricias y besos. Marinette se aferraba a los hombros del héroe Parisino, tenía la mirada oscurecida por el deseo y la lujuria que estaba sintiendo.
Nunca pensó que Chat noir pudiera besar tan bien.
Chat noir se separó levemente de la azabache para permitirle respirar. La chica respiraba aceleradamente pero tenía una sonrisa dulce en sus labios.
-Sabes algo?
-¿Q..Que?
-Eres hermosa
Marinette se sonrojo como un tomate maduro.
-No digas....esas cosas...Es.. vergonzoso...
Chat noir sonrió sin poder evitarlo, acariciando la mejilla tibia de la joven. Le enternecia la timidez y a la vez la soltura de la azabache.
Poco o casi nada la conocía, puesto que siempre que estaba frente a ella como Adrien no conseguía hacer que la tímida azabache le dijera dos o tres palabras con sentido más allá del "Yo...este, tu...genial".
Era su primera amiga, la primera que lo miro como era y no como la fachada de los Agreste. Quería a Marinette de una manera especial, y sinceramente, si no tuviera a cierta heroína moteada en su mente, sin duda su tímida amiga sería su única musa y dueña de sus sueños.
O eso creía, pues cuando ella lo besó y dejo que tocase su dulce cuerpo, el rostro femenino de su compañera de batallas se esfumó dejando solo un rostro tierno y sonrojado, del que Marinette era dueño.
Miró desde su posición dominante sus hermosos ojos azules y se perdió en ellos. Volvió a bajar el rostro para besarla de nuevo, mientras sus manos se perdían por su pecho y sus dedos trazaban la forma de sus pezones que se endurecían por el toque del cuero de sus guantes. Ella se estremeció ante el roce, soltando hermosos gemidos.
-¿No te lo dije? Adoro esos sonrojos
Marinette ocultó su sonrojado rostro en su hombro y estiró los labios para besar su cuello y parte de su mandíbula masculina. Podía sentir la suavidad de su piel tras sus yemas de los dedos, una sensación que empezaba a gustarle.
-Gatito tonto...
Chat noir curvó sus labios en una de sus sonrisas gatunas. Le había gustado mucho como había sonado aquellas dos frases en la voz de ella.
Curiosamente le recordó a su Lady de alguna manera pero no quiso pensar más en ello.
-Tu gato
Los dos chicos se volvieron a besar en un mar de caricias de manos tímidas y manos enguantadas en cuero negro. Ninguno de los dos iba más allá de besos y toqueteos. Chat se entretuvo en los dulces pechos de su amada, sacando más de un gemido a la joven azabache quien enterraba las manos en su cabellera dorada y tiraba de ella para acercando a sus pechos para que le diera un buen trato.
Marinette rodeó los brazos musculosos del gato en busca de una sujeción pues su cabeza daba demasiadas vueltas. Las sensaciones eran increíbles, el tacto en su piel era algo que no había pensado que podría llegar a sentir, suave, delicado incluso, era mágico. Y lo curioso era que era Chat quien le daba esas sensaciones, introduciéndose en su interior con una calidez que no había experimentado nunca. Ni cuando....creía amar a Adrien.
-Princ....no deberías ir por ahí...-Jadeó el felino cuando la chica tuvo el descaro de tomar una de sus orejas felinas y tomarla con los labios. Le resultaba curiosas e incluso como Ladybug se le hacía curioso el tocar aquellas mullidas orejas negras que decoraban el cabello del felino.
Eran mullidas y de tacto suave. Lo que más le gustó fue descubrir que el gatito ronroneaba de manera sonora cuando ella las besaba y tiraba de ellas.
Se podía entender que le gustaba.
Pero, cuando ambos estaban a punto de quitar alguna prenda más para poder continuar con su exploración, un ruido proveniente de la tienda los hizo separar y el chico, de repente tímido, se levantó para ayudar a la chica a colocarse la ropa.
El ambiente se había puesto tímido y nerviosos miraban para cualquier lado menos para ellos mismos y finalmente Chat noir depositó un beso en su palma.
-Volveré mañana princess. Quiero pasar la navidad contigo
Marinette se sonrojó pero asintió, viéndolo partir por la ventana antes de que un grito de su madre la hiciera bajar al piso de abajo para ayudar.
<<<<<<<<<<<<<<<<
DÍA DE NAVIDAD
<<<<<<<<<<<<<<<<
La panadería había estado llena hasta la bandera desde primera hora de la mañana. Marinette llevaba un ridículo traje de santa claus /Papá Noel pero en versión femenina y repartía los pedidos a los múltiples clientes que aparecían por la puerta.
Alya vino a verla y a comprar los dulces navideños y no pudo evitar pedirle una foto, alentando que se veía hermosa vestida de rojo. Tom, el padre de Marinette, les hizo un par de fotos antes de que la morena se marchase para ayudar en casa con la comida.
Después una sucesión de los amigos de Marinette empezaron a llegar a medida que pasaban las horas. Llegaron Rose y Juleka juntas, también vestidas con disfraces navideños pero en color rosa en el caso de Rose y violeta y negro en caso de Juleka.
Kim y Max también pasaron a saludar y a pedir dulces con formas pero que fueran de chocolate. A Marinette le pareció que Kim le sacaba una foto y soltaba un piropo pero no estaba segura. Finalmente accedió a posar en un foto con el atleta que insistió tanto que al final, por no escucharlo, aceptó.
Incluso Sabrina y Chloe acompañadas del oficial Roger y el alcalde aparecieron por la tienda. Sorprendentemente la rubia no hizo ningún comentario.
Una parte de ella esperaba que cierto rubio no apareciera por allí, pues después de lo ocurrido con Chat noir no quería que aquellos sentimientos por el gatito se disipasen. Quizá si volvía a ver el rostro del modelo, sus sentimientos volverían a cambiar.
O quizá lo desfiguraría con una de las bandejas que tenía cerca del mostrador.
Su móvil, situado en uno de los bolsillos de su traje, empezó a sonar, indicando un mensaje recibido. Al sacarlo vio que era del grupo de clase y de Kim, quien había publicado la dichosa foto que se habían tomado en la pastelería.
Demonios.
Pero no pudo seguir mirando, pues otro cliente entraba por la puerta.
<<<<
Adrien estaba recostado en su sofá cuando su móvil empezó a vibrar. Curioso por el sonido, dejó de lado el mando de videojuegos que estaba usando y empezó a curiosear el directorio de mensajes.
-¿Del grupo de clase? ¿Una felicitación?
Sus ojos recorrieron la pequeña pantalla cuando vio la imagen que Kim había mandado al grupo de clase. En ella se podía ver al atleta sonriente con un brazo rodeando el cuerpo de una tímida Marinette vestida de....santa claus?
EL traje era entallado en la cintura, marcando la curva perfecta de sus senos, el cuello del traje era de un mullido blanco y dejaba ver sus claviculas. La falda era con vuelo y él diría que era demasiado corta para ser intencionado. Podía ver sus piernas enfundadas en medias blancas y el solo ver sus botas rojas le hizo sonreír. Ella se veía tan bonita, tan dulce, y....no era su brazo el que la rodeaba, era el brazo de uno de sus compañeros, tan cerca de ella, sus mechones azulados rozaban las mejillas del chico...
Adrien apretó los puños, sintiendo como los celos corrían por su cuerpo. ¿Por que era Kim el que estaba en la fotografía con Marinette? ¿Que hacían juntos?
Sus preguntas fueron contestadas cuando sus compañeros empezaron a comentar la foto. Rose dijo que se veían bien a pesar de estar en la panadería. Claro, era tradición que los Dupain vendieran dulces navideños en su tienda. O al menos eso había escuchado.
-Plagg-Llamó al kwami, que como siempre, no estaba a la vista.
Adrien se levantó del sofá y guardó el aparato en uno de los bolsillos de su pantalón. Fue hacía la papelera de su ordenador y efectivamente encontró al pequeño gato echo un ovillo en un tarro de queso camembert, vacío.
-Plagg...-Dijo tomando al pequeño gato y lo puso en su chaqueta. El kwami se revolvió y soltó un "dejame un rato.." a lo que el rubio suspiró. Tomó un pequeño trozo de queso por si acaso y salió de la mansión.
Un solo objetivo tenía en mente.
Marinette se apoyó contra el mostrador bastante cansada. Al fin habían terminado de repartir todos los dulces. Miró hacia las figuras de Ladybug y Chat noir que habían puesto sus padres para recaudar fondos. La azabache sonrió al ver la sonrisa de cartón del héroe vestido de negro y con orejas de gato. Rebuscó en sus bolsillos del traje y encontró un par de monedas, esperando que sus padres tardasen en volver, se acercó para depositar las monedas en la caja que Chat noir aguantaba.
Miró hacia los lados, sintiéndose estúpida pero a la vez emocionada. Se puso de puntitas y dejó un beso en la mejilla de cartón del felino. Se separó inmediatamente y volvió a su posición en el mostrador cuando la campana de la puerta sonó.
-Lo siento, no nos quedan más....-Mientras hablaba se volteó y se quedo a cuadros cuando la imagen de Adrien Agreste apareció en su rango de visión.
Adrien se sentía nervioso, movía sus manos tras su espalda. Sus ojos la calibraban y se quedó mudo cuando ella cruzó su mirada con la suya. Sus ojos eran tan hermosos.
-Hola-Encontró la voz de alguna manera y vio como ella se tensaba-Yo...bueno, yo...
-¿Que...que haces aquí?-Preguntó con un deje de voz. Su peor pensamiento se hacía realidad, Adrien había aparecido y con él todos los recuerdos de aquel odiado momento.
-Pensé...en comprar un dulce....es navidad....bueno, me apetecía...bueno, verte
Los ojos de Marinette se abrieron a medida que lo escuchaba hablar. ¿Que...quería verla? ¿Por que ahora? ¿Por que no cuando él mismo le dijo que quería quedar con ella? ¿Enserio pensaba que se creía lo de los dulces?
-¿Por que no viniste?
Adrien no imaginaba que le preguntaría directamente por aquel suceso, pero se alegró porque por fin le diera la oportunidad de decirle la verdad.
-Escucha Marinette...yo, nunca...nunca te mandé aquella nota. Si hubiera querido quedar contigo, te lo hubiera pedido. Eres mi amiga....yo no sé quien fue pero siento mucho no haberme dado cuenta...
Marinette estuvo a punto de abrir la boca de par en par.
-¿Enserio..?
-De verdad, quiero que me perdones
-Yo....
Tom subió en aquel momento y al ver al rubio empezó a emocionarse. No por nada era un nuevo cliente. Le ofreció una caja llena de dules macarons de chocolate y aunque Adrien insistió en pagar ello, el padre de la azabache se negó a ello, diciendo que era navidad y que no debía preocuparse. Marinette aprovechó la oportunidad para escabullirse e irse a su habitación.
<<<<<
Adrien suspiró, viendo que no podía hacer nada y que la azabache había huido de la escena, decidió irse a su casa a dejar la caja de dulces, que más tarde se comería, para luego sonreír y sacar a su kwami de su bolsillo.
-Mira que hay aquí, Plagg...-Dijo con voz cantarina, sujetando entre sus dedos y armado con una pinza en la nariz, un gran pezado de oloroso queso.
-Mi amor!!!!-Los ojos del kwami se abrieron de golpe y se lanzó hacia el pequeño pedazo de queso, que devoró en segundos, relamiéndose los bigotes y las patitas.
Adrien sonrió mientras extendía su puño-Garras fuera
<<<<<
Marinette compartía unas grandes galletas de chispas con Tikki cuando escuchó unos golpecitos en su ventana. Tikki le dijo que se iría al armario a acabar de comer, por lo que la azabache se acercó para descubrir a un tembloroso Chat noir bajo la nieve.
-Ohhh, ¿nieva?-Preguntó sorprendida viendo los pequeños copos que cubrían su terraza, tiñéndola de blanco. Debió de empezar hace poco, para no haberse dado cuenta.
-Si....que bueno que te fijaste primero en eso, Princess-Dijo Chat, abrazando su pecho, con el deje algo molesto, pero en broma.
-Pasa dentro, Chat, buscaré una toalla y chocolate caliente-Dijo la chica, intentando cubrir su error y corrió al piso inferior mientras el gato entraba y cerraba la ventana para que la nieve no entrase dentro de la habitación.
Marinette volvió enseguida con dos tazas y una toalla mullida en sus manos. Colocó la prenda sobre los hombros del chico y le pasó una taza verde que despedía un delicioso olor a chocolate.
-Gracias Marinette-Dijo el gato, tomando un sorbo de la bebida-Ohh, tiene nubes, esta delicioso
La chica soltó una tierna sonrisa-El chocolate siempre debe llevar nubes
El felino se unió con otra sonrisa mientras la miraba-Te queda muy bien el traje de navidad
Marinette empezó a echar humo al darse cuenta de que no se había cambiado todavía, solo se había quitado el molesto gorro porque no conseguía que se mantuviera en su sitio.
-Yo...bueno...esto, es para la tienda...es...una promoción...-Dijo tímida ante la mirada del chico. Estaban sentados en el diván, a pocos centímetros de tocarse. Ella jugó con sus manos en su propia taza de chocolate para disipar sus nervios.
-Vi los cartones de Ladybug y Chat noir-No le iba a decir que la pilló infraganti cuando le estaba dando un beso a la figura de cartón de Chat. Adrien había llegado a tiempo para verlo pero claramente no se lo iba a decir a Marinette.
-Ah, si, es para un evento benéfico que van a hacer en nombre de los...héroes de París...bueno, eso creo...
Chat noir volvió a beber de su taza mientras la escuchaba hablar. Le encantaba el sonido de su voz y más cuando estaba transformado pues sus sentidos se acentuaban más.
Tenía un poco de idea de lo que hablaba, pues como héroes, mucha gente hacía campañas para obras que llevaban sus nombres.
-Ya veo, así que...eres una de nuestras ayudantes?-Dijo con una sonrisa.
-Bueno...en realidad es la tienda
-Te ves como una ayudante de Santa
-Es solo un traje...
-Te ves hermosa
Chat se estaba acercando demasiado a ella, o eso pensaba Marinette. Sus narices casi se rozaban.
-Tienes un poco de...-Dijo con voz ronca, observando la comisura de los labios de la chica y con suma lentitud sacó la lengua y trazó aquel pequeño pedazo de piel de sus labios. Pasó varias veces por él, antes de dejar un beso algo profundo en sus labios-Chocolate...
Marinette soltó un pequeño jadeó al sentir aquel estimulo. Fue...increíble, y eso que no hacía mucho que se habían besado.
Dejó su taza apartada y tiró del cascabel del felino para besarle de nuevo, abriendo sus labios y mordiendo el labio inferior de él para adentrarse en su boca.
Chat noir gruñó entre sus labios, haciendo el mismo movimiento y empezando una nueva guerra de lenguas y movimientos. La había extrañado demasiado y su anterior encuentro como Adrien no había sido muy productivo. Lo enmendaría ahora.
Rodeó su pequeño cuerpo y la recostó contra el diván, sin tener mucho problema para colocarse sobre ella en actitud dominante.
Tiró de su labio inferior varias veces, mirando su rostro femenino mientras jadeaba. Sus brazos rodearon su cintura buscando alguna manera de meter sus manos por debajo del traje que ella llevaba. Al final ella soltó un "Cremallera lateral" mientras jadeaba y se rendía a las caricias que el felino le daba.
Efectivamente encontró un pequeño broche que separaba las dos partes del traje y cuando tuvo separada la parte de arriba de la falda no fue muy difícil encontrar la cremallera de la falda. La parte de arriba de cerraba con botones en el pecho, que fue abriendo lentamente.
-Ohhh-Dijo con un ronroneo al encontrar un top rojo de corte pequeño que tapaba solamente sus redondos senos y dejaba su precioso estomago libre-Que bonito es esto..
Las prendas fueron resbalando por el diván a medida que el felino iba aumentando las caricias y su mente abandonaba su cuerpo y solo pensaba en hacer suya a la azabache.
-No...-Marinette se tapó los pechos cuando quedó solamente con unas braguitas de encaje rojo. Se sentía tan avergonzada pero a la vez deseada-Me...va a estallar...el corazón...
El chico sonrió y le permitió recuperar la respiración mientras él mismo se deshacía de su traje negro. La chica no se perdió detalle de aquel improvisado "strettease" que le ofrecía el héroe vestido de negro. Incluso se mordió el labio inferior.
El cuerpo del felino estaba muy bien trabajado, gracias a su trabajo heroico. La tableta y los pectorales eran marcados pero no saltones. Tenían la forma perfecta y parecían sacados de los libros eróticos en los que el protagonista era un bombón hecho de piedra griega.
Sus brazos también estaban musculados pero firmes, al igual que las caderas, donde empezaba un boxer de color verde que no dejaba nada a la imaginación. Su miembro se denotaba apretado entre aquella tela, marcando su forma a través de la prenda.
-¿Te gusta lo que ves, Princess?-Preguntó picaron mientras se volvía a reunir con ella en el lecho improvisado que habían hecho.
Marinette no supo que pasó con ella pero se envalentonó y movió su cuerpo, dejando al chico debajo y ella se posicionó encima-Me gusta demasiado, gatito
La chica se sentía poderosa, como si estuviera llevando su traje rojo de puntos negros y su mascara ocultando su rostro. Sabía que no era así, pero se sentía muy bien en aquel momento.
Sus manos recorrieron las formas de su pecho, de su cintura baja y volvía a subir para volver a hacer el mismo recorrido de nuevo.
El chico gemía por las dulces caricias que la chica le daba. Su timidez y su desconocimiento le encantaban y saber que era con el primero que se encontraba le hacía crecer en orgullo y amor.
-Ahhh....-Jadeó cuando la chica posó su boca en una de sus tetillas a la vez que su otra mano se colaba a través de su ropa interior y rodeaba su miembro con una mano-Marinette....ahhh
La azabache observó su rostro mientras movía su mano por aquella poderosa vara. Nunca había tocado uno de esos pero Chat era....grande...poderoso...
Ella se sentía poderosa al tenerlo en su mano y por las caras de que podía, sin duda a él le estaba gustando.
-¿Te gusta, gatito?-Preguntó con un jadeo mientras subía y bajaba la mano a través del potente falo y acariciaba de vez en cuando la punta.
-Si....lo haces....-El chico jadeaba, respirando de manera acelerada-¿Habrías....hecho...?
-Nunca...yo...no sé...
-Eres fantástica...
Las caricias se volvieron más valientes, quitando el boxer de por medio y centrándose en su placer. Marinette se sorprendía de que sus manos no temblasen al acariciarlo y Chat...Chat no podía pensar, solo intentaba no correrse por primera vez en las manos de su princesa.
-Yo....no voy...
Marinette lo miró y se dio cuenta que estaba apretando la mandíbula y los labios. Se sonrojó y lleguó a pensar que lo estaba haciendo mal.
-Lo siento...yo..
-Quiero venirme dentro tuyo Princess-Dijo con voz ronca, acariciando su mejilla-No has hecho nada malo...
Marinette se volvió como la grana pero dejó que el felino la volviese a recostar en el diván y rió un poco cuando el felino sujetó sus bragas con los dientes y la saco por sus piernas.
-¿Puedo?
-Si, quiero que seas el primero Chat
Chat se colocó sobre ella y levantó sus piernas, rodeando su cintura mientras se posicionaba en su entrada y frotaba su húmedo miembro contra su portal para entrar.
-Te amo, Marinette-Dijo y empujó sus caderas, penetrándola de una sola embestida. La besó con voracidad para acallar sus gritos y sus gemidos mientras esperaba a que se acostumbrase a su intrusión. Él era grande y ella lo aferraba como un guante, tieso y apretado pero a la vez dulce y cálido.
Besó sus lagrimas, que se habían formado y resbalaban por sus mejillas mientras empezaba a moverse lentamente.
Minutos después ella era quien le pedía más, aferrándose a su espalda y buscando sus labios en nuevos besos. Chat perdió la cabeza, solo movía sus caderas con fuerza, enterrándose profundamente en su calidez, de donde no quería volver a salir.
El interior de su Princess era asombroso.
<<<<<
Marinette y Chat estaban abrazados bajo las sabanas de la cama de la primera. Ambos se encontraban agotados después de los sucesos pasados. El felino la había tomado dos veces más después de haberse robado su virginidad y Marinette estaba colmada por dentro y por fuera.
Muy posiblemente no podría mover las piernas hasta dentro de varios días.
Unas campanas se escucharon fuera, en el exterior. Marinette se dio cuenta entonces de que debía ser media noche.
Navidad.
-Se escucha la navidad-Comentó Chat noir, aferrado a la cintura desnuda de Marinette.
-Es verdad
La chica recordó entonces que tenía guardado un regalo para su gatito, así que alargó la mano y buscó debajo de la cama hasta que encontró un paquete cuadrado de color negro con listones verdes.
Chat noir abrió los ojos como platos cuando la chica lo separó de ella y le extendió un paquete.
-¿Eh?
-Feliz Navidad Chat noir-Musitó la chica con una sonrisa y las mejillas encendidas. El felino tomó el paquete curioso y con cuidado fue desenvolviendo el papel con cuidado de no romperlo con las garras.
-Marinette...-Chat noir se sorprendió al encontrar una hermosa bufanda de color verde y motas negras-¿Para mí?
-Si, espero...bueno, que te guste...
Chat noir quería ponerse a llorar en aquel momento. ¿Como de hermosa podía ser su princesa? A pesar de estar desnudo no dudo en ponerse aquel detalle al cuello.
-Muchas gracias Marinette
Ella le sonrió de vuelta y ambos volvieron a besarse con dulzura, mientras se envolvían de nuevo entre las sabanas.
Chat abrazó a Marinette contra su cuerpo con fuerza, besando su frente.
-Yo....no tengo...nada, lo siento...-Musitó con pena, pensando en que podía hacer para disculparse.
-No te preocupes, Chat, ya me has dado algo muy valioso
El gatito la besó con fuerza. No importaba que, encontraría un regalo para su princesa y se lo traería al día siguiente.
-Te amo-Musitó contra sus labios de fresa, ya hinchados por los besos.
Se abrazaron y Marinette enterró el rostro en el pecho del felino, sintiendo su corazón latir.
-Feliz Navidad Chat
-Feliz Navidad Marinette
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top