"¿Acaso es amor?"

Chat noir acariciaba la mejilla sonrosada de la joven azabache mientras dejaba besos suaves como plumas en sus labios, tirando del labio inferior alternativamente.
Su mente estaba nublada, no sabía como había acabado besando a su compañera Marinette, con una de sus manos en las caderas femeninas, sintiendo la piel cremosa de la chica en sus garras.

Ambos se separaron para recuperar el aire y el chico se quedó prendado de la mirada azulada y de la belleza descubierta de la joven parisina. Chat noir entrecerró los ojos y se agachó para volver a rozar sus labios. 

Había descubierto una nueva adicción: los labios sonrosados de Marinette.
No podía parar de besarla, adoraba sus tiernos gemidos y los suspiros que daba. 

A Marinette le daba vueltas la habitación, sus ojos estaban nublados y apenas podía ver bien el rostro de su gatito. Sus manos habían decidido moverse de los hombros masculinos a su cabello rubio rebelde, enterando los dedos en él y tirando de sus mechones. Había rozado un par de veces sus orejas negras y descubrió que si lo hacia el chico soltaba suaves ronroneos.

-Espe-ra...C-Chat..-Suspiró la joven al ver que Chat intentaba meter una de sus manos por debajo de su ropa. El felino se detuvo, al entender lo que trataba de decirle la joven, por su cara extremadamente sonrojada. Se apartó un poco de ella para dejar un beso en su frente.

-No temas princesa

Marinette dio una tímida sonrisa y el felino se despidió de ella, alegando que pronto su transformación se acabaría. La chica lo acompañó hasta la ventana de su balcón y vio como el héroe saltaba entre los tejados con ayuda de su bastón.

Luego se metió de nuevo en su habitación y se recostó en su cama con una sonrisa boba y su rojo sonrojo. Tikki soltó una risita.

-¿Acaso no estabas perdidamente enamorada de tu Adrien?-Preguntó con una sonrisa traviesa al ver el sonrojo de su portadora.

La chica tartamudeó-Bueno, si, eso...yo...

Tikki sonrió a su portadora. Como kwami tenía una ligera idea de quien se escondía detrás de la mascara negra y las orejas de gato. Sentía la presencia de Plagg muy cerca, sobre todo durante las clases. Había visto las orejas negras del kwami sobresalir de la mochila del rubio enamorado de Marinette en alguna clase y había tenido una leve conversación con el kwami dentro de una de las taquillas mientras los alumnos tenían clase de gimnasia.

Pero los kwamis no podían revelar la identidad de sus portadores, por lo que la pequeña mariquita tenía que mantener el secreto hasta que Marinette se diera cuenta. 
A veces se preguntaba como no podía ver las similitudes de Adrien con Chat noir.

Marinette se cubrió el rostro con una almohada e intentó no pensar en el rubio con orejas de gato.

Mañana sería otro día.

Y de hecho lo fue.

El despertador sonó varias veces despertandola del dulce sueño que estaba teniendo, haciendo que su pie se moviera y tirase el pequeño aparato por la escalera y diera un pequeño golpe contra el suelo.

-Marinette, llegarás tarde!-Gritó Sabine desde el piso de abajo, a lo que Marinette bufó algo enfadada por haberla despertado. Reptó fuera de la cama y soltó un "Ahora bajo", arrastrando su cuerpo fuera de las sabanas y buscando algo de ropa en su armario.

Se decidió por una camiseta negra con caritas de gato en color verde y un pantalón corto también de color verde. Se puso unas medias blancas que le llegaban a la rodilla y unas botas bajas de color negro. Tomó su mochila y su bolsito, bajando para tomar una tostada y salir por la puerta con su habitual prisa por llegar a tiempo.

Se encontró con Alya por el camino y la chica se ajustó las gafas para decir lo bonita que se  veía la azabache. Caminaron hacia el colegio y fueron entre risas y cotilleos al aula donde dejaron las cosas sobre la mesa.

-Me encanta el diseño de esa camiseta-Dijo Alya, mirando el bonito patrón de cabezas de gato que tenía la camiseta de Marinette

-Oh, gracias-Dijo nerviosa Marinette-Es algo que se me ocurrió un día

-Tienes mucho talento-Comentó su amiga haciendo que las mejillas de la chica se sonrojaran. Agradeció a su amiga y pronto fueron rodeadas por sus otras compañeras. Rose y Juleka les comentaron que hoy iba a venir alguien de la compañía de Gabriel Agreste, aunque no tenían muy claro para que vendría. Ni siquiera Chloe que se sumó como siempre a la conversación sin ser llamada. 

Todas menos Marinette y Alya voltearon a ver cuando Adrien en compañía de Nino aparecieron por la puerta. Adrien sonrió avergonzado y empezó a dar las explicaciones pertinentes.
Al parecer, su padre iba a sacar un anuncio nuevo, con Adrien de protagonista masculino. Como se acercaba la navidad, el tema del anuncio iba a ser navideño.
La persona que iba a venir hoy iba a ser la encargada de seleccionar a la protagonista femenina del anuncio, que iba a tener el honor de salir en el anuncio junto con Adrien.

Marinette escuchó un poco el discurso del rubio para después taparse sus oídos por los gritos emocionados de las chicas de la clase. Sobre todo de Chloe que ya se anunciaba como la ganadora y se abrazaba al cuerpo del rubio, sonriente.

Alya miró a su amiga, esperando su emoción por el anuncio y sus pequeños grititos pero la chica simplemente se quedó mirando su libreta de diseños con el ceño fruncido y una mueca en sus labios. Se acercó a ella para tocar su hombro.

-Suéltalo...¿Que te pasa? ¿Acaso no has oído a tu príncipe rubio? 

-Si..lo he escuchado-Musitó la chica en bajo, para que solo ellas lo pudieran escuchar-Solo que no creo poder estar a la altura...¿como voy a hacer algo como eso si no puedo hablar medianamente cuando estoy junto a él?

-Venga, sin duda eres la que más se merece hacer ese anuncio

-¿Tu crees, Alya?

-Por supuesto. Yo también participaré pero por diversión

Mientras hablaban entre ellas, Alya fue consciente de unas pequeñas miradas que Adrien le echaba a Marinette sin que ella se diese cuenta. La reportera se colocó las gafas y entrecerró sus ojos mientras sonreía maliciosamente.

La profesora reanudó la clase con normalidad y a mitad de clase, hizo entrar a la secretaria del señor Agreste, acompañada de otra mujer, vestida de traje gris y un recogido alto.
Las dos tenían la misma mirada sería y después de presentarse brevemente, les pasaron unos formularios a las chicas de la clase para que los cubrieran. 
Adrien se volteó hacia la mesa de sus amigas y le guiñó un ojo a Marinette mientras le deseaba suerte. Hizo el mismo saludo amistoso con Alya pero a diferencia de con la azabache, no le guiñó el ojo. Alya volvió a sonreír.

-En cuanto tengamos todos los formularios, os iremos llamando para que toméis una pequeña prueba con el Señorito Adrien-Informó Nathalie, con una carpeta en sus manos.

-Disculpe, pero esto es totalmente innecesario-Dijo Chloe con su típico ego-Nadie más que yo puede hacer un anuncio con Adrienikis.

Nathalie y la otra mujer, que se presentó como Agatha, permanecieron con su rostro serio e inescrutable. Cosa que a la rubia no le agrado nada y lo demostró.

-Debería controlar esa actitud señorita-Dijo Nathalie-Nadie de la empresa Agreste va a querer a una muchacha como tu en sus filas

Todos en la clase aguantaron la risa como podían, al ver el rostro sonrojado e irritado de la hija del alcalde. Marinette se tapó su boca con la mano, mientras sus labios se curvaban en una sonrisa.

Cuando todos los formularios fueron cubiertos y entregados, Nathalie llamó a Adrien y salieron del aula. Agatha se quedó y fue llamando a las distintas chicas. Primero salió Rose, que volvió a los 10 minutos.

La profesora Bustier seguía dando la clase como siempre mientras las chicas salían y entraban a cuentagotas. Juleka fue la siguiente, que volvió a los nueve o diez minutos. Luego le siguieron Alix y Mylene. 

Alya miraba con una sonrisa a Marinette, quien se mordía las uñas mientras intentaba prestar atención a la clase. Cuando fue el turno de Chloe, se levantó con su porte elegante y salió del aula directo al lugar donde tenía lugar la prueba. No tardó ni cinco minutos en regresar, con el rostro enfadado y un mohín de enfado.

-Alya Cesaire

La amiga de Marinette se levantó y salió del aula. Marinette la vio salir y hasta que volvió, con una sonrisa tímida y las cejas altas, no pudo respirar aliviada. 

-¿Como fue?-Preguntó en un susurro

-Bien, no temas. Seguro que te sale genial. Confía en que Adrien te ayudará

Marinette la miró algo confundida pero no le dio tiempo a preguntar porque fue la siguiente en ser llamada.

-¿Dupain-Cheng?

-Si...-Intentando no tropezar fue hacia la salida del aula, siguiendo a Agatha, quien solo le había  echado una mirada superficial y luego había empezado a caminar, haciendo sonar sus tacones.

Fueron hacia el salón de actos que estaba en la biblioteca y le pasaron a Marinette una capa roja y un gorro de Santa Claus para que se lo pusiera. La chica algo tímida lo hizo y luego la llevaron a donde Adrien y Nathalie esperaban. 
Adrien le dio una sonrisa a la chica cuando la vio aparecer y ella se sonrojó, como siempre que el rubio le dedicaba aquella sonrisa de fabrica.

-Bien, aquí tienes el guión de la escena que van a hacer-Dijo Nathalie, pasandole unos papeles a Marinette-Tienes unos minutos para memorizarlas

Marinette se sintió un poco intimidada pero se apresuró a leer aquello que le habían dado. Al parecer iba a ser una escena en la que ella, como elfo de Santa Claus, iba a consolar al chico herido, en este caso Adrien y como final del acto, debían besarse.

Las mejillas de la chica se colorearon inmediatamente, sintiendo que sus dedos temblaban. Nathalie la observaba a través de su carpeta, donde tenía el formulario de la azabache.

-Bien, Dupain. ¿Crees que puedas hacer la escena? 

-Ah...esto...sí..-Murmuró ella, que a pesar de todo recordaba sus frases. Tenía nervios y un poco de miedo pero no se iba a rendir.

Recogieron sus papeles y por primera vez, Marinette volteó a ver a Adrien, que tenía su mirada esmeralda clavada en ella.

"Animo" Dijo Adrien, moviendo sus labios pero sin decir nada. Marinette se perdió en su mirada pero asintió.

Agatha encendió la cámara para grabar y dijo un simple "Acción".

Marinette tomó aire fuertemente antes de hablar- ¿Por que estás tan triste?

Adrien apartó la mirada de ella para concentrarse en su papel. Miró hacia el suelo.

-Solo que estoy solo

Marinette apretó su ropa antes de acercarse más a él y posar una mano temblorosa en su hombro-Es Navidad, no tengas miedo- No vas a estar solo

"Es tan...mágica...sus palabras son tan dulces, parece que en verdad me lo estuviera diciendo a mi de verdad" Pensaba el rubio enternecido. 

Adrien se giró para encararla y se perdió en su mirada-¿Tu...estarás a mi lado?

Muy dentro, era el alma de Adrien quien hablaba. Después de lo ocurrido con Marinette con él como Chat noir le hacía pensar más aún en su princesa azabache y en lo que la hacía sentir. 
El felino quería dejar de estar solo y Marinette parecía un salvavidas para él.

Tragó saliva, esperando la respuesta de la azabache.

-P-Por supuesto que estaré a tu lado

Marinette sabía que ahora debía pasar sus brazos por el cuello de Adrien y ponerse de puntillas para besarle. Sentía que iba a perder el equilibrio en cualquier momento, sobretodo porque tenía que ser ella la que debía besarle. ¿Como iba a hacer aquello?

Adrien notaba su nerviosismo y a su vez él mismo se estaba poniendo algo nervioso, pues aunque la respuesta que ella había dado era la del guión, sentía que le estaba hablando a él.

-¿Para siempre?-Preguntó, a pesar de que se suponía que ahora no tenía que decir nada, sentía que debía decir algo. 

Marinette se encontró con sus ojos y sus mejillas se colorearon de nuevo, con aquel tono rojo que a Chat noir le gustaba tanto.

-Siempre

Marinette entendió que él intentaba ayudarle por lo que tomó fuerza y pasó los brazos por su cuello, dejando sus dedos en el final de su cabellera dorada y se colocó de puntitas para acercarse a su rostro.

Adrien notaba su nerviosismo y a su vez su valentía al hacerlo. Quizá si no estuviese allí como Adrien, Marinette le besaría mucho más rápido y sin tanto miedo. Pero no había nada que hacer, y en una pequeña parte de él, deseaba sentir los labios de su compañera sobre los suyos y que ella lo deseara, al igual que sentía su deseo como Chat noir.

Ambos labios se juntaron lentamente, ya que según el guión era solamente un pequeño roce y se gritaría el corten. Pero Adrien no podía alejarse tan rápidamente de ella sin haberla besado como dios manda.

Con un brazo rodeó la cintura femenina y la apretó contra su cuerpo, moviendo lentamente los labios sobre los de la chica buscando una reacción. La chica se sorprendió por el acto de Adrien, pues no se suponía que fuera así el guión pero no pudo decir que no a la dulce presión de sus labios, por lo que correspondió el beso sin pensarlo demasiado.

¿Acaso podía ser amor?  ¿Adrien estaba actuando o era algo más?

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