7; ¡Pelea de comida!
Ambos veían como Yagi tragaba cantidades excesivas de leche, tanto que se resbalaba por la comisura de sus labios, perdiéndose dentro de la camisa de su uniforme.
Habían varios frascos en la mesa de la cafetería, todos vacíos, tanto que ya no quedaba leche.
—¿Tratas de hacer creces tus pechos? — preguntó la chica quitándole la envoltura a su galleta —. Porque eso son solo mitos.
— Cronoss, son pectorales — hablo Yōko viendo al rubio comiendo sentado frente a ella
"Las yagitetas" pensó
La chica chisto cuando divisó una conocida cabellera rosada, rondando por la cafetería, Yagi sonrió mientras terminaba de beber lo último de la leche, viendo al profesor con un brazo roto.
—¡Ey Yōko! — llamo moviendo su cabeza en la dirección del mayor, quien trataba de cortar la carne sin éxito —. La abuela lo hizo bien — se burló tirando a la basura todos los frascos vacíos
El cesto estaba a un par de pasos, pero como le daba flojera solo las lanzo, encestando todas sin fallar.
—Deberías unirte al equipo de baloncesto — sugirió Cronoss sonriendo, ya se imaginaba al rubio en la cancha haciendo morder el polvo a todos
—No gracias, tener que soportar a un séquito — susurro señalando al equipo de fútbol que se acercaba hasta su hermano
—¡Capitán debemos ir a la practica! — vocifero uno de ellos pasando su brazo por sus hombros, ignorando a los otros dos
Cronoss bebía tranquila su leche achocolatada, mordiendo el popote, Yagi solo le robaba galletas a la pelirroja, ambos ignoraban a todas las chicas que habían empezado a rodearles.
Empezaron a empujarlos, cosa que nos les agradaba, así que ambos se pusieron de pie para irse, no eran de multitudes molestas, pero Yagi tropezó y aterrizo sobre la bandeja de comida de una de las chicas, quien molesta le dejó caer el contenido de su vaso, refresco que ensució su cabello, su precioso cabello.
Gruño quitándose el pure de papas de su cara, le quito la toalla que tenía Yōko en su cuello, cosa que al parecer a nadie le gusto y empezaron a gritarle de cosas.
—Cierren la boca, es mi hermano menor ¿recuerdan? — rugió mientras Zafiro le ayudaba secando su cabello con la toalla —. Los únicos que estorban aquí son ustedes, y tu maldita agradece que eres mujer y me educaron para no golpearlas — señalo a la chica que le dejo caer la bebida a propósito
Zafiro iba a decirle que ella podía golpearla, pero al parecer la chica no tuvo suficiente con eso y tomo el sándwich de Yōko y se lo arrojo a Yagi, pero ella lo empujó y recibió la comida en el pecho.
—¡Cronoss! — chillo el rubio tomando en brazos a la chica —. Me salvaste, jamas olvidaré esto, juro vengarte — dramatizó
—Has una estatua de mi.
Le entrego un trozo de pastel, que solo ella sabia de donde lo saco, Yagi sonrió levantándose, dejando sentada a la fémina, toco el hombro de la chica, cuando ella se giro, un trozo de pastel de melocotón le saludo en toda la cara.
¡Al diablo el caballerismo, su abuela entendería!
Así empezó una batalla de comida campal en la cafetería.
Y fueron llevados con el director, claro que los culparon a ellos y tuvieron que limpiar todo, acusaron a ellos, pero no a Yōko, ni a la tipa esa.
Menuda injusticia.
Lo que Yagi no sabia que eso solo era el comienzo de una larga lista de injusticias hacia su persona, llegando a odiar a todo ser humano.....
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