Era un día bastante normal, el sol brillaba, pájaros defecando sobre el auto de Ted, y uno que otro esqueleto rondando por la ciudad. Lo de todos los días, todo bastante común y tranquilo.

Aiden se encontraba en la sala, echado tranquilamente en el sillón viendo Ponic Zoom en la TV.

Ese día Chris y Ted se habían ido al supermercado bastante temprano, aunque Tedrick intentó mentirle a Chris diciendo que tenia diarrea pero este lo termino arrastrando con el de todas formas.

En casa de Aiden el día transcurría tranquilamente aunque también era bastante aburrido. El único sonido audible era el de la televisión. Los minutos se convirtieron en horas, ¿Cuánto tiempo había pasado ya?, Aiden sentia como sus pies se le empezaban a dormir, el tiempo realmente pasaba lento estando solo.

Después de un rato este se aburrió, así que tomó una caja de jugo de banana del refrigerador y se dirigió a su habitación. Al mirar hacía la ventana el niño se percató que ya había anochecido.

"¿Donde rayos están esos raros ahora?"

Se preguntaba Aiden, aunque esta no era la primera vez que se tenía que quedar solo en casa. Su madre había estado viajando mucho por asuntos de su trabajo, y su hermano acostumbraba ir de compras con Ted, también estaba su trabajo en Happy Melon, pero también había ocaciones en las que se encontraría en su guarida secreta trabajando en estrategias para vencer a la chica del ejército de perros.

Aiden se puso a imaginarse a el de adolescente peleando contra Judy, esa niña era más molesta que la diarrea, aunque si no fuera una chica ya le hubiera partido su estúpida cara de presumida.

Se le reventó su burbuja del pensamiento cuando se dio cuenta que ya no tenía jugo. Tiro la caja vacia en un bote de basura de su habitación y se sentó junto a su preciada muñeca Huggles. Aiden consideraba a Huggles su mejor y única amiga, ya se había acostumbrado a contarle todo y a llevarla con el a todas partes, incluso le podría sacarle unos buenos gritos a Judy con esa pequeña reliquia, pensaba el de ojos azules ahora sosteniendo a la muñeca entre sus manos.

- Huggles...

La muñeca se encendió al escuchar la voz de su amado niño.

- Si Aiden?

- Alguna vez has sentido que la vida no tiene sentido?, Cual es el propósito de seguir viviendo?

Quizás Huggles no era precisamente la indicada para responder esa pregunta teniendo en cuenta que Huggles no está "viva" de verdad, siendo incapaz de sentir las cosas como un ser humano.

Sin embargo, Aiden llevaba ya un buen tiempo haciéndose esa pregunta para si mismo, últimamente pensaba mucho acerca de su vida, la había estado desperdiciando? De hecho, si lo pensaba detenidamente su vida era bastante aburrida. Nunca salía a menos que tuviera que ir a la escuela, aunque a veces Chris lo arrastraba con el para ir al parque a caminar un poco y respirar aire fresco.

Pero el nunca tuvo la iniciativa para decirse a si mismo que era hora de salir y disfrutar de, según Chris, las buenas cosas que no el mundo puede ofrecer.

Huggles miro a Aiden algo confundida, realmente no entendía por que Aiden le preguntaría algo así.

- Por qué esa pregunta tan repentina?... Te sientes triste?... Quieres un abrazo?

- No... no es eso...

- Entonces?

- Es que... siento que e estado desperdiciando mi vida y hasta ahora me doy cuenta...

Huggles no entendió porque de pronto Aiden estaba teniendo una crisis existencial, aunque debió haberlo esperado de un niño sin vida social, sin embargo ella no creyó que el niño en frente de ella se daría cuenta de eso a una edad tan temprana.

Pensó aquéllo porque en el tiempo que estuvo abandonada en el supermercado solía ver a adolescentes con prendas oscuras y rostros bastante deprimentes. En un punto llego a pensar que les habían robado sus almas, hasta que escuchó a un par de mujeres hablando del tema y mencionaron que solo era una etapa de la "pubertad", aunque hubiera jurado escuchar el nombre de Chris y Tedrick dentro de esa conversación.

Niños de la edad de Aiden no se preocupan por ese tipo de cosas, pero de hecho, Aiden no era igual a los otros niños de su edad, además que tenía que aceptar que era bastante inteligente para tener sólo 12 años.

- Mi niño, aún no es demasiado tarde para salir al mundo y hacer cosas geniales... nunca es demasiado tarde para vivir.

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Y así doy por finalizado el primer capitulo de Las aventuras de un conejo pre-adolescente con este pequeño boceto de Aiden y Huggles que hice al terminar de escribir este capítulo UwU. Espero que haya sido de su agrado, hasta el siguiente capitulo! CHAO! 👋👋👋