Un hombre musculoso no es perfecto.
Era de mañana en un día sin escuela, era perfecto para dormir hasta tarde sin preocuparse de nada, pero por alguna extraña razón Marian estaba despierto usando ropa deportiva; un pants y una chamarra azul cielo con líneas blancas en medio de la chamarra y en las piernas del pants.
-Una botella de agua, listo...toalla, listo...bien, estoy listo. - dijo entusiasmado
- ¿Marian? *bostezo* ¿a donde vas? - pregunto Tikki somnolienta.
- ¡Eh!, a ningún lado, ¿porque preguntas?
-Bueno, por la forma en la que estas vestido, los objetos que escondes detrás de ti, y la razón mas obvia, ¡estas despierto a las 7 de la mañana! - dijo sorprendida después de ver el reloj.
- ¡Hey, n, no es raro que yo me despierte temprano algunas veces!
Tikki lo miró con unos ojos que parecerían decir "¿enserio?", los cuales hicieron sentir incómodo a Marian.
-Bien, te lo diré. - dijo derrotado.
-Te escucho. - respondió victoriosa.
-Veras, el día de ayer cuando te escuché decir lo musculoso que era Deafon y lo mucho que llama la atención un hombre musculoso a las chicas, pues digamos que me imaginé a mi mismo musculoso coqueteando con Andrei.
Tikki miraba a Marian atentamente mientras relataba su fantasía, no pasó mucho para que comenzará a reírse con fuerza.
- ¡Es por eso que no quería decir nada! - dijo ocultando su rostro.
- ¡Jajaja yo, yo solo pregunte que a donde ibas jajaja!
- ¡Bien, te lo diré, solo no sigas riéndote!
-¡Bi, bien jejeje!, debes admitir que fue gracioso.
-Para mí no lo es.
-Bien, bien, ¿ya me vas a decir a dónde vas?
- ¡Ah, claro!, pues como ya conoces mi desilusión, pues pensaba ir al gimnasio a partir de hoy.
-Ya veo, piensas hacer tu fantasía realidad.
- ¡No es eso, solo pensé que sería bueno para mi salud si hacía más ejercicio!
-Marian, haces mucho ejercicio como PrinceBug, no creo que necesites hacer más, al menos de que quieras músculos grandes y fuertes. - hizo una pose denotando sus pequeños bíceps.
- Algo de ejercicio extra no es malo; creo que ya debería irme.
Tomo una pequeña mochila y metió todas sus cosas, con un aire de inspiración el chico estaba listo para irse.
-Bien, iré contigo, me ocultaré en tu mochila por si pasa algo. - dijo para entrar en una pequeña bolsa en la mochila.
Comenzó a bajar las escaleras que conectaban su cuarto con su sala, posteriormente bajó hasta la panadería perteneciente a sus padres, ambos trabajaban haciendo panes y cargando charolas hasta la recepción, su madre lo vio repentinamente y de un susto casi tiro la charola que llevaba.
- ¡Ahh~! - gritó sorprendida.
- ¿¡Qué pasa cariño!? - preguntó su esposo.
- ¿¡Qué sucede mama!? - preguntó su hijo.
- ¡Ahh~! - gritó sorprendido su papá.
- ¿¡Papa!?
-Marian, estas, estas despierto temprano. - dijo su madre temblando.
- ¡No es raro que me despierte temprano! - dijo avergonzado.
Sus padres compartieron miradas para después comenzar a reír, el rostro de su hijo se enrojecía con fuerza de pena.
-Jajaja ¿Por qué te despertaste tan temprano? - preguntó su padre sin dejar de reír.
-Solo quería hacer algo de ejercicio, pero ahora no me siento con ganas.
-Jajaja, no espera jaja, es solo un poco raro y solo nos sorprendimos un poco, pero esta bien, puedes ir tranquilo a donde vayas, cuando regreses te tendremos un delicioso desayuno para ti. - dijo sonriente su madre.
-Si, gracias mama, regreso en un par de horas.
Salió de la puerta y se dirigió a un cierto gimnasio "gimnasio Hércules" era el nombre de este, un nombre muy simple para un gimnasio que parecía no tan simple, entro al lugar y después de realizar unos tramites entro al vestidor para guardar sus cosas, al poner su mochila dentro del Locker Tikki se asomó de la mochila.
-Vaya, qué lugar tan bonito, ¿cómo lo encontraste?
-Fue ayer después de pelear con Controlador, había un cartel con los datos de este gimnasio, decía "gimnasio Hércules, ten músculos tan grandes como este dios"
- ¿No Hércules es un semi dios? - preguntó confundida.
-No lo sé, no me gusta mucho la mitología, lo importante es que el gimnasio cumpla con su frase.
-Bien, yo esperaré y cuidare tus cosas, tú ve y vuélvete un guapo musculoso.
- ¡Lo haré! - gritó con su mirada encendida.
Salió de los vestidores con su botella de agua y su toalla en una mano, estaba completamente decidido a cumplir su fantasía, espera, su cometido era lo que quería cumplir, camino al lugar en donde se encontraban las pesas y justo antes de entrar una figura familiar se postró ante él, era Andrei.
- ¡¿A, Andrei, va, vas al gimnasio?! - casi gritó sorprendido.
-Vaya, qué coincidencia encontrarte aquí Marian. - dijo contenta.
-S, si, que, qué coincidencia. - dijo nervioso.
-Son dos días seguidos que nos encontramos de esa manera, si no te conociera pensaría que estás siguiéndome. - dijo para después reír de una manera tierna.
-Ve, verdad, es mu, mu, mucha coincidencia.
Se quedo viendo a la chica, su atuendo era algo revelador, un top blanco que permitía ver partes de su sostén y un short ajustado gris que marcaba perfectamente sus curvas.
- ¿Y a qué viniste al gimnasio?
-Bu, bueno, la, la verdad yo venía. . . - se detuvo ya que fue interrumpido por la voz de un hombre.
- ¡Oye preciosa, nunca te había visto por aquí, que te parece si nos ejercitamos juntos!
Un hombre musculoso se acercaba a Andrei mostrando la fuerza y lo moldeados que estaban sus brazos y piernas.
- ¿¡Disculpa!? - preguntó tiernamente.
- ¡Vamos, deja a ese perdedor y ven conmigo, te aseguro que soy más interesante que este flacucho! - apuntaba a Marian.
- ¡No sé si te molesta, pero de quién estás hablando es mi amigo, y no dejaré que un torpe como tú hable mal de él, puede estar delgado o lo que sea, pero él es mucho más interesante que una masa de carne como tú! - dijo enojada y un poco hiriente.
- ¡Vamos bombón, no te enojes por eso, además de que no solo soy una masa de carne, si no que soy una masa de carne bien formada, no olvides esa parte! - flexióno sus brazos para intentar impresionarla.
- ¡No me importa la forma en la que estés, además detesto a los tipos musculosos, creen que con solo mostrar una figura fornida podrán conquistar a una chica, entérate que los hombres musculosos no son perfectos! - tomo la mano de Marian y se alejaron de aquel hombre.
Estando lejos de aquel hombre ambos se sentaron en una banca con dos lugares libres.
-Disculpa, me da algo de pena que me hayas visto así, no sé que pasó.
-N, no te preocupes, todos, todos nos molestamos algunas veces. - dijo un poco más tranquilo.
Al ver actuar a la chica de la que estaba enamorada de esa forma, se dio cuenta de algo, ella también tiene muchos problemas y también se le podría hacer fácil salir con el chico que quiera, si él no dejaba de lado su nerviosismo nunca podría estar a su lado, claro que eso es más fácil decirlo que hacerlo.
-Normalmente cuando coquetean conmigo soy un poco más amable, pero cuando escuche que hablo mal de ti, me moleste demasiado y no pude controlarme.
- ¿¡Eh!?
Tanto el como ella se dieron cuenta de lo que ella había dicho, en términos más simples no podía soportar que hablaran mal del chico que le gusta, ambos se dieron cuente y el rostro de ambos denotaba que habían pensado en algo romántico, un rubor tan extremo que podía hacer que ambos se desmayaran.
-Bu, bueno. A, al final no escuche, pa, para que viniste al gimnasio. - intentaba recomponer la tranquilidad, algo complicado.
-Cl, claro, pe, pero primero, ¿y tú?, se, seguro es pa, para una sección de, de modelaje.
Al verlos una persona externa pensaría "son tal para cual", pero ellos no se pueden dar cuenta de esto y aún más porque están en conflicto con sigo mismo, ambos; uno piensa en su posible relación con ChatFille y la otra piensa en su amor por dos chicos, PrinceBug y Marian, sin saber que son la misma persona.
-La, la verdad no, el día anterior, había visto un cartel de este gimnasio, vi que tenían clases de Yoga así que quise intentarlo. - dijo un poco más tranquila.
- ¡Enserio!, mira nada más, otra coincidencia. - seguía igual de nervioso.
Ese no era su verdadero objetivo, pero cuando escucho a Andrei decir que odiaba a los musculosos no pudo evitar deshacerse de su anterior objetivo, y así ya no tenía razón de venir al gimnasio, hasta ahora que escucho lo de clases de Yoga y que Andrei participaría en ellas.
-Bueno, pues vamos, la clase comienza pronto y es posible que no vaya a haber lugares.
Tomo su mano y juntos corrieron al lugar donde se impartía la clase, un salón con espejos en todas las paredes y una gran cantidad de tapetes en el suelo; solo quedaban dos lugares disponibles, uno delante del otro y el de hasta delante estaba frente a un espejo.
- ¡Pido el de adelante! - gritó Andrei entusiasmada.
Sin nada que decir Marian se colocó en el lugar detrás de ella, se sentía nervioso ya que nunca había entrado a alguna clase de este estilo; la clase comenzó y se requerían algunos estiramientos básicos, Marian cerró los ojos y comenzó a estirar su cuerpo, al final solo debía tocar las puntas de sus pies con los dedos de sus manos mientras a mantenía la vista arriba, para hacerlo abrió los ojos y frente a él se encontraba la figura expuesta de Andrei.
- ¡Guahhhhh! - dijo en voz baja.
"Debo cerrar los ojos, si los mantengo abiertos parecerá que quiero ver el trasero de Andrei. . .no es que no quiera hacerlo, pero no debo."
Se formó un conflicto en su mente entre sí ver o no ver, al final decidió no ver, pero esto era solo el principio; la clase continuó con un montón de poses que permitían a Marian ver las diversas partes del cuerpo de la chica frente a él, una hermosa vista para cualquiera y aún más para él.
Termino la clase y Marian se sentía muy exhausto, no por la clase, si no por todo lo que sus ojos habían visto; fueron juntos a las puertas de los vestidores sin hablar mucho y al salir fueron juntos hasta la casa de Andrei, como todo buen caballero que acompaña a una dama.
-Eso sí que fue relajante, me encanto poder estar en esa clase contigo Marian, fue, muy divertida.
-S, si, lo fue, espero que~, nos volvamos a encontrar en el gimnasio.
-Si, yo también lo espero, pero por ahora, creo que debo despedirme.
Acercó su boca a la mejilla del chico y la beso delicadamente, un dulce aroma de perfume llego a la nariz del chico haciendo que cayera hipnotizado. Después del beso Andrei entró corriendo a su casa para dejar al chico solo, "es momento de regresar a casa con diversos recuerdos hermosos" pensó.
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