Noche buena.
Las preparaciones de Navidad estaban casi completas, mientras la madre cuidaba la panadería, el padre preparaba la cena de Noche Buena y una ligera comida para unos momentos, y la pareja de adolescentes continuaba el trabajo que le había sido encargado a Marian.
-¡Y listo, la nueva portada para el nuevo disco de Jagged está terminado!
Marian se levanto repentinamente de su asiento con aquella imagen sostenida por sus manos mientras deslumbraba una enorme y brillante sonrisa.
-¡Bien Marian, es hermosa!
Celebró a su lado su novia emocionada y a la vez una fanática de Jagged Stone, veía el disco fascinada con una sonrisa que parecía no desaparecería con nada en lo absoluto.
-Tomo más tiempo de lo que pensé, pero al final acabe el álbum Navideño.
-¡Estoy orgullosa de ti!...por cierto, ¿podrías autografiarmelo cuando lo compre?, ya sabes, como el anterior.
-¡Eh!, cl-claro, por ti, lo que fuera.
Una típica escena romántica entre ambos comenzó minuciosamente, pero esta no duró mucho ya que era hora de la comida.
-¡Marian, Andrei, bajen a comer!
Grito el padre del chico desde la cocina, el ambiente romántico se rompió al instante y ambos reaccionaron al grito, rieron mientras empezaban a ruborizarse levemente y en cuestión de minutos bajaron a la sala de estar. Miraron la sala decorada de una manera tan hermosa para la vista. El árbol de Navidad parecía haber sido decorado por ángeles, luces colgaban alrededor del techo y daba a lucir un lugar completamente mágico.
-La cena ya está servida, pasen a comer antes de que se enfríe.
Dijo su papá mientras colocaba varios platos de sopa sobre la mesa, los dos chicos se posaron frente al hombre fascinados, el hombre sorprendido solo pudo preguntar:
-¿Qué sucede?, ¿acaso no les gusta la sopa?
Lo dijo un poco preocupado, pero a la vez con su manera típica alegre.
-¡Papa, la casa esta hermosa, ¿lo hiciste tú solo en un día?
-Bueno, tú madre ayudo un poco, pero algo así.
-¡Es fantástico señor, nunca había visto decoraciones tan hermosas como estas, usted es un mago con lo adornos!
-Gracias Andrei, pero creo que es un poco exagerado decirme mago, Sabina me dijo que habías venido y es por eso que nos esforzamos, me alegra que te guste.
-¿Po-por mi?...en verdad se lo agradesco.
Se sentaron los cuatro a comer en la pequeña mesa en la cual apenas cabían, en este ambiente tan como se encontraba un sentimiento extraño para Andrei, estar comiendo junto a una familia que no era la tuya normalmente es un poco incómodo, pero para ella se sentía alegre como si estuviera con su propia familia, su familia que nunca comían en la misma mesa y apenas podían verse, esa familia parecía desaparecer de su mente en estos momentos, solo podía y quería disfrutar del momento actual.
La hora de la comida pronto termino y las preparaciones para Navidad continuaron, faltaban pocas preparaciones y unas cuantas decoraciones que estaban guardadas en una pequeña caja.
-Vaya, aún faltan muchas cosas que acomodar. - se quejó ligeramente Marian.
-Si, pero será muy divertirlo si los colocamos juntos...hace muchos años que no hago esto. - sonrío ligeramente la chica.
-Sabes, tienes razón, hay que comenzar y al terminar haremos lo que quieras.
-Hmph, lo dices como si no quisiera hacer esto. - se molesto en broma Andrei.
-No me refería a eso, pero sé que esto no es lo único que hacer...¿qué es esto?
De la caja tomo un objeto peculiar que llamó su atención, una hoja o una rama con un hilo amarrado en la parte superior, lo alzó ligeramente arriba de su cabeza y al verlo recordó sé que se trataba.
-Vaya, que flor más extraña, ¿cómo se llamará?
-Muérdago, esta planta es, el, muérdago.
Giró su rostro lentamente hasta que estuvo frente al de la chica, ella se veía un poco confundida ya que parecía no conocer el significado de aquella planta tan codiciada en estas épocas. En cualquier fiesta siempre se quiere encontrar esta planta junto a un enamorado, ya que su significado especial es muy codiciado por los jóvenes enamorados.
-Muérdago, ¿muérdago?, me suena algo conocido, pero ¿porqué?
Marian perdió rápidamente el color en su rostro mientras veía a la chica aún confundida, mientras repetía el significado de aquella planta y el hecho de que un requisito se estuviera cumpliendo en este momento lo hizo ruborizar rápidamente. Acercó lentamente su rostro a la distraída chica y sin previo aviso le dedico un beso. Con el muérdago aún sobre sus cabezas continuaron con el beso por pocos segundos, al separarse la chica cubrió su boca con sus dedos y su rostro había tomado un ligero color rosa.
-Incluso eres hermosa cuando te sonrojas. - dijo Marian bajando su mano.
-¿Y-y eso, porqué fue?
Dijo un poco apenada ya que los padres del chico aún continuaban presente, vieron tal escena romántica y al voltear su hijo a verlos fingieron completa demencia.
-Bien, por el momento fingiré que mis padres no nos vieron y te diré, el muérdago, si dos personas se encuentran debajo de él deben besarse.
-Oh...¡Oh, con razón se, me!, hacia, familiar.
Sus palabras perdían intensidad conforme se acordaba y repetía las palabras que le habían dicho en su mente.
-¡Qué pena, perdón por eso!
-Jeje, no te preocupes, adora tu parte tierna y olvidadiza.
Después de terminar con todos los arreglos los dos chicos regresaron al cuarto, se sentían algo cansados y necesitaban descansar para poderte mantener despiertos toda la noche. Durmieron juntos en la cama abrazados el uno del otro con un aire tranquilo, en esos momentos los Kwamis aprovecharon para salir.
-Vaya, estos dos chicos sí que están enamorados, me pregunto ¿porqué aún no hacen aquello que hacen todas las parejas?
-¡Plagg, no hables de cosas inapropiadas!, creo que tu antiguo usuario te enseño cosas pervertidas.
-Vamos Tikki, Barion no era tan malo, aunque un poco extraño.
-Bueno, ese no es el punto, de hecho tengo algo que contarte, Marian sabe que Andrei es ChatFille.
-¡¡¿Qué ?!!, ¿cómo lo supo? - su tono cambio repentinamente.
-Después de la fiesta de Hallowen, vio a Andrei destransformándose en el salón de clases y desde entonces ha estado estrésado, le ha causado problemas tanto con Andrei como con ChatFille.
-Ya veo, esa chica, que descuidada es.
-Si, pero Marian no sabe si decirle o no, esto ya ha sucedido, pero no puedo aconsejar a Marian demasiado, él debe resolver sus propios problemas.
-Pues dejémoslo en eso...los ronquidos de Andrei se callaron, ¡rápido escóndete!
Ambos se escondieron en un cajón del cuarto mientras la chica despertaba lentamente, pocos segundos su teléfono celular comenzó a sonar despertando a Marian.
-Mmm, ¿qué sucede?, ¿quién te llama?
-Es mi padre, ya terminaron las "clases", mi chofer debe de haberse dado cuenta de que realmente no había clases el día de hoy y se comunicó con mi padre.
Tomo el aún vibrante teléfono y lo contesto un poco molesta.
-¿Qué sucede papa?
"-Me mentiste diciendo que había clases, espero que haya una buena explicación para esto."
-Lo siento, pero necesitaba salir de casa sin tener que pedirte permiso.
"-Eso ya no importa, regresa de inmediato para que hablemos sobre tu castigo."
-Debo de declinar, no regresare a casa hasta mañana ya que me quedaré con alguien esta noche y no está a discusión.
Termino la llamada sin dejar a su padre decir algo, se miro un poco preocupada por un segundo hasta que el chico volvió a hablar.
-Andrei, ¿está bien lo que le dijiste a tu padre?
-Si, ya no soy una niña que necesita ser cuidada a todo momento, seguramente está preocupado que suceda lo mismo que el año pasado...el día que me, escape.
Ese día en que varias personas lo buscaban por la ciudad completamente preocupados vino a los recuerdos de Marian, pero ese día fue aún más difícil para Andrei de lo que muchos pensaban; abrazo a la chica y beso su mejilla.
-Yo no te dejaré que escapes de mi, si es posible te abrazare toda la noche y no te dejaré que te alejes de mí.
-Gracias, pero no creo que sea necesario, no quiero alejarme de tu lado, aunque claro que me gustaría ser abrazada toda la noche por ti, pero tus padres se sentirían un poco incómodos.
Río al final levemente antes de envolverse en los brazos de su pareja, quería pasar toda su vida entre sus brazos si era posible.
-Tal vez tienes razón. Ven, vamos abajo, mis padres deben de estar esperándonos.
La soltó con suavidad y se levanto de la cama, le ofreció su mano a la chica con una enorme sonrisa; ella vio como un mundo brillante rodeaba a Marian, sin dudar tomo la mano del chico.
-Si, vamos.
Bajaron tranquilos a la sala una vez más, celebraron con los padres de Marian la fiesta de Navidad y disfrutaron de la deliciosa cena que había preparado el señor Dupain y al finalizar la fiesta intercambiaron regalos para finalmente pasar la noche juntos en una cama. Durmieron toda la noche juntos trayendo un cálido sentimiento en el corazón de la chica, aquellas memorias que cada vez se hicieron más lejanas comenzaron a ser remplazadas por nuevas y más cálidas.
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