Lapiz labial.

Esto sucedió justo después de que Marian y Andre se fueran del set fotográfico. Una joven que acababa de comenzar a ser maquillista en tal set, el maquillaje que usaba era de gran calidad, pero un poco apegados a sus propios gustos, los cuales no eran los que el fotógrafo gustaba.

-¡¡Maquillaje, ¿dónde está maquillaje?!!

-¡Lo siento, ya voy!, estaba recogiendo mi bolsa de maquillaje. - dijo mientras sacaba el maquillaje de la bolsa.

-Espera, antes de que uses eso en mi modelo, necesito verlo.

-¡Ah!, claro.

Saco el labial que más adoraba y lo colocó en sus labios, un extremado color rojo que haría que cualquier hombre quisiera besarla, pero al fotógrafo parecía no agradarle en lo más mínimo ese color.

-¡No, no y no, ese color solo arruinaría mis hermosas fotografías, y por lo que veo todo tu maquillaje es similar, sal de aquí con esas cosas si no quieres que te despida!

-S, sí señor.

Tomo su bolsa y salió corriendo de vuelta a los camerinos con lagrimas saliendo de sus ojos, abrió la puerta y ya que estaba vacío la cerró con fuerza y se sentó dejando su bolsa en la mesa frente a ella, comienza a sacar varios de sus productos mientras se mira al espejo, su maquillaje se estaba borrando por las lágrimas y debía arreglarlo.

-¡Que sabe el de maquillaje, ni siquiera lo usa! - decía entre sollozos.

Viajando una vez más al cuarto oscuro de Hawk Moth, la ventana comienza abrirse produciendo una suave luz que entra por el tragaluz, varias mariposas comienzan a volar por el aire mientras el villano comienza con su monólogo.

-Fotógrafos, solo por trabajar con modelos se creen unos expertos en cosas bellas, pero una mujer es la que mejor conoce de belleza, ¿no es así?

Una mariposa tan pura como el aire voló a la mano de aquel hombro vestido de morado, aquel villano puso su mano sobre ella con delicadeza y un aura comenzó a envolver aquella zona, al separar sus manos la pureza había desaparecido.

-Vuela mi pequeño Akuma, demuestra que la belleza también tiene poder.

Lanzó la mariposa al aire y esta salió volando por la pequeña abertura en el tragaluz, recorrió todo Paris hasta al fin dar con el que sería el villano, se posó sobre el lápiz labial que la mujer estaba sosteniendo entre sus mano; una máscara de color púrpura apareció en su rostro.

-Lápiz labial, soy Hawk Moth, te doy estos poderes para que le demuestres al mundo el poder de tu belleza, pero a cambio, quiero los Miracolous de PrinceBug y ChatFille.

-Si Hawk Moth, pintare su rostro con este labial para robarles el alma. - dijo una frase sin sentido.

Burbujas de oscuridad cubrieron el cuerpo de la mujer y su transformación así comenzó, sus labios completamente cubiertos con un color negro brillante y su ropa era totalmente de cuero negro.

-Hermosa, ¡soy tan hermosa! - dijo mientras rompía la puerta del camerino.

-¿¡Qué sucede!? - gritó el fotógrafo asustado.

-¡Así que no te gusta mi maquillaje, me pregunto cómo se verá en ti!

Beso su mano dejando una marca de su lápiz labial y la lanzó con fuerza contra el hombre, cuando lo golpeo todo su rostro fue maquillado en cuestión de segundos.

-¡¡¿Qué es esto?, es horrible!! - dijo para después terminar paralizado.

-¡¡¡Jajajaja, ahora te ves hermoso!!! - salió del estudio y comenzó a cometer estragos en la ciudad.

Nos saltamos un poco lo que sucedió con los dos héroes antes de encontrar a la villana, no fue algo tan interesante, Marian veía sus viejas revistas y las comparo con la foto que le regalaron y Andrei aún continuaba viendo la foto que le habían dado.

Frente a frente se encontraban los héroes contra la villana, una batalla estaba a punto de comenzar.

-¿No crees que tu ropa es muy provocadora? - dijo Chat apenada.

-¡¡Muahahaha, ¿te da miedo que tu compañero me prefiera a mí que a ti?!!

-Eso no me preocupa en lo absoluto, Prince nunca caería en los hechizos de una villana.

-Es hermosa. - dijo Prince con una cara llena de torpeza y decepcionando a su compañera.

-¡¡¡Prince, deja de ver a esa mujer, presta atención, la ciudad está en problemas!!!

-Lo siento, me distraje por un momento.

Volvieron a la pelea, nada complicado realmente, aquellos besos que eran lanzados eran lentos y fáciles de esquivar, al final usando el amuleto encantado, el cual fue una simple bolsa de algodón y fue usado para limpiar el rostro de la villana.

-Vaya, pensé que esta batalla duraría más tiempo. - dijo Chat.

-Lo sé, no es tan fuerte como parece, empiezo a creer que solo su traje es el que tiene algo de poder.

-Para conquistar chicos torpes si me lo preguntas.

-Ya dije que lo siento, nunca había visto esa clase de ropa antes, solo por eso me interesó.

-Claro, lo que tú digas, ¿podemos terminaron con esto?

Apenado tomo el labial donde se encontraba el Akuma y lo rompió en dos, de ahí salió la mariposa corroída con maldad, con el yoyo mágico lo purificó y lanzando el artículo al cielo regreso todo a la normalidad.

-Estoy molesto, pero por alguna razón sabía que esto sucedería, pero esperen PrinceBug y ChatFille, cuando su fin llegue será el día más hermoso de mi vida.

Ambos regresaron a sus respectivas casas y sin nada más el día había terminado.

Esta batalla pareció demasiado corta, pero ese no es el punto principal de la historia, lo más importante fue una semana después, el día en el que salió a la venta la revista con las fotografías de Marian y Andrei. Llegaron los dos chicos a la escuela en donde sus amigos los esperaban con ansia.

-Vaya, pero si son nuestro par de estrellas, ¿o debería decir, nuestros ángeles y demonios? - dijo Alan en tono burlón.

-¡Eh, ¿ya salió la revista?! - gritó Marian sorprendido.

-Vaya que si, debería decir que en estas fotos los dos son una pareja tan hermosa, ¿o debería decir?, se ven tan sexys. - se burlo Nina viendo a Andrei.

-S, son poses que me piden que haga. - dijo apenada.

-Bueno, aún así no se ustedes, pero mis fotos favoritas están en el apartado de demonios. - Alan mostró la revista al mismo tiempo que lo decía.

-¿En serio?, no sabía que te gustaba la ropa en negro. - el chico tomo la revista y miro detalladamente la foto.

-No es eso lo que me gusta, mira más de cerca... - apuntó con su dedo -...ves, hablo del labial, les queda muy bien a ambos.

Los rostros de ambos se sincronizaron y se tornaron de un color rojo, no querían contarlo, pero ambos también adoraron ver el labial negro en los labios del otro.

-Vaya, parece que a ustedes dos también les gustó el color, ¿cierto? - se burlo Alan.

El rostro de ambos se tornó aún más rojo ya que les daba pena admitir algo tan vergonzoso como adorar a su pareja con un lápiz labial.

-Si tanto les gusta, nosotros también queremos verlo, aquí tiene, úsenlo ambos.

Nina saco de su bolsa un lápiz labial de color negro y se los entregó a los dos chicos. Marian lo tomo sin pensarlo, saco aquel objeto obscuro y lo vio por unos segundos, la chica vio la intensa mirada de su novio y rápidamente cerró los ojos y posó los labios, esperando a que le colocaran el color en sus labios. Marian sobresaltado casi tira el lápiz en sus manos, miro el hermoso rostro de la chica frente a él y sentía la necesidad de besarla, se contuvo y comenzó a aplicar lentamente el maquillaje en los labios de la chica.

Finalmente había terminado, indicó a la chica que abriera los ojos, Nina le dio un espejo y miro sus labios, habían sido pintados a la perfección, ahora era el turno de ella; tomo el labial de las manos de Marian y lentamente comenzó a aplicarlo en los labios del chico, aguantando la necesidad de querer besarlo; al final ambos tenían lápiz labial puesto, un color negro completamente intenso.

-Vaya que se ven bien. - dijo Alan.

Ningún le prestaba atención a los chicos a su lado, sus miradas estaban fijas en los labios del otro, ese intenso color negro parecía ser una señal, parecían decir "BESAME" con letras enormes, querían hacerlo en ese mismo momento, pero debían pensar en el lugar en el que se encontraba, no tanto con las personas con las que estaban ya que se trataba de sus amigos.

-Si quieren privacidad ¿por qué no van a los Lockers?, a esta hora no hay nadie. - dijo Alan algo irritado.

Ambos despertaron de su corto transe para darse cuenta de que comenzaban a incomodar a la gente a su alrededor, no sólo sus amigos, si no también sus compañeros de clase, se alejaron un poco y se sentaron en sus respectivos lugares; las clases comenzaron y transcurrieron como un día normal, lo único raro o anormal de este día era la mirada de todos los profesores al ver a Marian y Andre, claro, era raro ver a dos alumnas con un color de lápiz labial idéntico, pero era aún más raro que un alumno use lápiz labial y del mismo color que su novia.

Las clases habían terminado y hoy era un día libre para Andrei, así que podía tener una cita con Marian. Sin pensarlo dos veces fueron a unos de los lugares favoritos de ambos, jugaron bolos junto a un pequeño grupo de sus compañeros, fueron al karaoke con el mismo grupo y finalmente a un restaurante ellos dos solos.

-Hoy sí que fue divertido. - dijo Andrei mientras comía un pastel de limón.

-Lo sé, hace mucho que no cantaba así. - respondió Marian viendo los ojos de Andrei.

Ambos disfrutaban el día sin siquiera recordar que sus labios tenían un intenso color negro, a todos los lugares a los que fueron la gente se les quedaba observando con un rostro lleno de incógnitas, los que habían visto la revista de ese día los reconocieron de inmediato y les pidieron autógrafos, y ya que a Andrei realmente no le gusta firmar autógrafos aceptaron a tomarse una foto con ellos.

Ahora estaban en un momento de intimidad entre los dos, comían juntos y en algunas ocasiones compartían besos, y esto no parecía disminuir la intensidad del labial. Finalmente al último lugar al que fueron fue a la casa de la chica, se encerraron en el cuarto sin que nadie se diera cuenta y comenzaron a verse con ojos llenos de intensidad, el labial parecía enloquecer sus cuerpos y sus mentes ya que al parecer siempre estuvieron consientes del color que llevaban puesto, pero no prestaron atención a cualquier cosa externa; se besaban con pasión y aguantando la necesidad de pasar a una nueva experiencia, parecía que ambos tenían un fetiche con aquel objeto de maquillaje.

Por ahora disfrutaban los días comunes, pero pronto se acercaba una fecha festiva, el día en el que los monstruos controlan la ciudad por todo un día, día de muertos o Hallowen. 

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