El Repartidor.

Mientras los usuales protagonistas estaban felices en este momento, había una persona que no lo estaba en lo absoluto; Calem caminaba por las calles de París refunfuñando y haciendo rabietas en compañía de su amigo Sab Raincomprix, un chico rubio y con gafas que hace todo lo que le pida Calem.

Caminaban frente al hotel perteneciente al padre de Calem, el hotel Le Grand Paris, y sin darse cuenta chocaron con un repartidor de correo.

- ¡Auch! - exclamó Calem en el suelo.

- ¡Calem, ¿estás bien?!

Sab se acercó preocupado por Calem y le ofreció su mano para ayudarlo a levantarse, esta fue apartada con enojo, el chico se levanto molesto del suelo y se posó frente al repartidor con una pose de superioridad.

- ¡¡¡¿Acaso no vez por dónde vas?, eso realmente me dolió, ¿acaso sabes quién soy yo?, soy el hijo del presidente y puedo hacer que te despidan si quiero!!! - gritó con rabia.

-N, no puede ser, las cartas, tengo que recogerlas todas.

- ¡¡¡Deja de ignorarme, soy alguien muy importante así que préstame atención!!!

Pisaba con fuerza haciendo una rabieta arrugando y destruyendo las cartas del suelo, esto parecía ser el simple berrinche de un niño pequeño, pero los destrozos eran más grandes que un simple berrinche.

- ¡¡¡Me aseguraré de que pierdas tu trabajo!!!

Gritó una última vez antes de entrar al hotel aún con un rostro de total disgusto, Sab se puso frente al repartidor y como un niño pequeño sacó su lengua en señal de disgusto, luego entró con Calem.

El repartidor de nombre Joshua miraba las cartas destruidas en el suelo, las tomo con sus brazos temblorosos por el miedo de perder su empleo.

Viajamos por París hasta llegar a un cuarto en completa oscuridad, una luz púrpura aparece momentáneamente para desaparecer y nuevamente reina la oscuridad. En el cuarto oscuro la única persiana comienza a abrirse dejando entrar la luz del sol, ante la luz se posa la figura de un hombre con un traje negro con morado, Hawk Moth.

-Vaya Calem, siempre puedo contar contigo para poder crear más villanos.

Golpea el suelo con su bastón creando un sonido atronador, de esa forma llama a una pequeña mariposa blanca para que se pose en su mano. Cubre a la pequeña crear una envolviéndola con un aura oscura llena de maldad, la pureza de la mariposa desapareció, el blanco fue remplazado con negro y manchas púrpuras.

-Vuela mi pequeño Akuma, ayuda a aquel pequeño hombre a vengarse.

Se ve el corto vuelo del Akuma para finalmente entrar dentro de la bolsa de correo; una máscara púrpura cubre el rostro de Joshua, Hawk Moth habla con él desde su guarida.

-Repartidor, mi nombre es Hawk Moth, trabajas duro y aún así no te tienen respeto, pero yo te daré el poder para que comiencen a respetarte y temerte, pero a cambio, ¡quiero los miracolous de PrinceBug y ChatFille!

-Si Hawk Moth, cuando acabe con ellos tendrán que entregarles su correo en sus tumbas.

Su transformación cambio su uniforme solo un poco, el color azul que era tan común ahora era un blanco completamente, su bolso era el único con un color diferente, era rojo.

Mientras todo esto ocurría nuestra pareja de héroes tenía una cita en un pequeño restaurante de postres, sentados uno enfrente del otro y en medio un dulce pastel de chocolate apenas degustado ya que no paraban de verse de una forma romántica.

-Es delicioso, ¡el pastel, es delicioso el paste! - dijo Marian nervioso.

-Marian, se lo que ibas a decir, es delicioso el momento, ¿no es así? - río levemente y de forma tierna.

-Si, tienes razón, solo que aún no estoy muy acostumbrado a no actuar tímido.

-Bueno, no fuiste nada tímido anoche.

Esas palabras hicieron que ambos sintieran una leve vergüenza, se sentían apenados de recordar ese momento, pero era un recuerdo maravilloso que querían repetir. Ambos comieron del pastel para intentar evitar la pena, lo hicieron de una forma rápida y poco romántica, esto hizo que el rostro de Andrei se manchara con chocolate. Marian la vio y noto esto, no podía dejar que su novia fuera vista con una mancha de comida en la boca.

-Espera, ti, tienes algo en la boca.

Tomo una servilleta y comenzó a limpiar suavemente el bello rostro de Andrei, ambos sintieron cierto nerviosismo mientras acercaban sus rostros lentamente, sus labios se encontraban a pocos centímetros de distancia, solo un microsegundo faltaba para que hicieran contacto, arruinado por el noticiero en la televisión.

"-Últimas noticias, un nuevo villano apareció en la ciudad, esperamos reportes de ¡¡¡Ahhh!!!"

La televisora había sido invadida por el villano creando una breve explosión y espantando a la reportera y camarógrafos, no los dejo escapar ya que los atrapo en una estampilla, aún así las cámaras seguían transmitiendo el video.

"-Bonjour gente de París, soy el Repartidor y tengo correo para PrinceBuy y ChatFille, los dejare cerca de la torre Eiffel, los esperare ya que tienen que firmar de recibido, si es que aún pueden mover sus manos, ¡Jajajajaja!"

Rió alocadamente al final mostrando las estampillas donde se encontraba la gente atrapada, finalmente las metió a un sobre y destrozo la cámara haciendo que apareciera estática en la televisión. Los dos chicos vieron esto, tenían que transformarse para salvar París, pero no podían dejar a su pareja en ese lugar inesperadamente.

La gente del restaurante come a salir corriendo dejando el lugar casi vacío, había algo en este villano que les daba más miedo que los demás.

-Vaya, eso dio algo de miedo, espero que Chat y Prince puedan derrotarlo pronto. - dijo Andrei preocupada y desesperada.

-Lo sé, pero no podemos estar aquí, puede ser peligroso, vamos, te llevaré a tu casa. - planeo Marian para poder transformarse.

-Mi casa está muy lejos, vamos a tu casa para refugiarnos, es la que está más cerca, no quiero que te pase algo. - Andrei quería apresurarse, estaba preocupada por la gente que habían sido atrapados, pero también de que le pasara algo a Marian.

-Bien, tienes razón, yo tampoco quiero que te pase algo. - respondió sin dudarlo, sería fácil para el escabullirse unos minutos en su casa.

Tomo su mano y tranquilamente fueron a la casa de Marian, la gente a su alrededor buscaba un lugar en donde refugiarse y trataban de alejarse de la torre Eiffel lo más posible, pero ellos eran diferente ya que debían pelear contra el villano, pero debían transformarse primero. Llegaron a casa de Marian donde se encontraban los padres de este viendo las noticias, mejor dicho la estática, al ver llegar a su hijo corrieron a abrazarlo al igual que a la chica que lo acompañaba.

-Estábamos preocupados, ¿no les pasa nada?

-No señora, estamos bien, gracias por preocuparse por nosotros.

Recibió el abrazo, había un cálido sentimiento junto a los brazos de los padres de su novia, era un sentimiento de amor paternal que no había sentido en años, quería mantener ese sentimiento un poco más, pero debía buscar un lugar donde transformarse. En su rostro se mostraba lo nerviosa que estaba, claro que cierta persona noto esta reacción.

-Bueno querido, creo que debemos darles algo de privacidad a los chicos, así que, Marian ¿por qué no llevas a Andrei contigo a tu habitación? - dijo de forma picara la madre del chico.

-P, pero cariño yo...

Sabine empujaba a su marido a la cocina y de forma discreta le dijo a Marian que fueran a su cuarto; con el rostro completamente ruborizado tomo su mano y la llevo a su cuarto sin decir nada, no tenía planeado hacer nada, pero aún se sentía nervioso de llevar una mujer a su cuarto.

Subieron por la súbita escalera y sin dudar entraron al cuarto, la chica veía fascinada aquella habitación ya que era la primera vez que entre al cuarto de un chico; comenzó a ver alrededor y se detuvo cuando se encontró con un muro lleno de fotos de ella, Marian las había olvidado.

-Ya veo, así que ¿eres mi fanático? - dijo viendo las fotos y dándole la espalda a Marian.

-Y, yo, n, no es lo que parece, es solo, olvide que estaban las fotos aquí. - se notaba lo apenado que estaba, pero no encontró forma de explicar las fotos más que decir "es porque te adoro".

-Bueno, me alegra que mi novio sea mi fanático número uno, así no te pondrás celoso, me alegro.

Dio una leve vuelta al final y le mostró una hermosa sonrisa a Marian, esa bella sonrisa siempre llegaba a hipnotizarlo, pero debía olvidarlo unos minutos en estos momento. Cubrió su cara para ocultar su rubor y posteriormente hablar.

-B, bueno, te, te dejo un rato, de, debo ir a, al baño.

Dijo algo embarazoso a su novia y salió lentamente de la habitación, ella solo río, se despidió con la mano y dijo.

-Vuelve pronto. - mientras reía.

Salió de la habitación y se dirigió rápido al baño, sus padres lo vieron y sin chistar preguntaron.

-¿Está todo bien hijo?

-S, si, es solo, me duele el estómago. - cubrió su estómago con sus brazos para ser más convincente.

Entro al baño y azoto la puerta, sus padres compartieron miradas para posteriormente reír, su madre aún más indiscreta dijo algo alto.

-Los nervios, ¿no es así? - río finalmente para volver a la cocina.

Dentro del baño se encontraba un Marian totalmente apenado y con su rostro ten rojo como la pequeña criatura frente a él.

-Marian, no es tiempo de estar apenado, París necesita a PrinceBug.

-Lo sé, hay que hacer esto, ¡Tikki transformación!

Finalizó su transformación y salió por aquella ventana en el baño, al estar cerca de la torre se encontró con su compañera.

-Hola Prince, tiempo sin verte. - sonrío y dijo con tono burlón.

-No es momento de bromas Chat, esto es algo muy serio. - contestó algo molesto.

-Lo sé, esta vez es diferente, siente un extraño temor al pensar en ese villano. - rápidamente cambio su tono a uno más serio.

-Tienes razón, hay algo mal con este villano, se siente una gran ira en sus palabras.

Continuaron con su conversación hasta que llegaron al frente de la torre, debajo de esta se encontraba un sobre con los nombres de Prince y Chat, precavidamente se acercaron y tomaron aquel sobre y lo abriré ron lentamente, dentro había una gran cantidad de estampillas y la figura de estos se trataba de varias personas de la ciudad, incluido el odioso Calem.

-¡Esto es terrible, debemos ayudar a todas esas personas! - gritó Chat desesperada.

-Lo sé, pero no podremos hacerlo al menos de que atrapemos el Akuma.

Se mantuvieron callados unos minutos esperando ver al villano, no había sonido alguno y no se podía encontrar señal alguna del Repartidor, eso hasta que una horrible y maniática risa comenzó a hacer eco en los soportes de la torre.

-Vaya, vaya, al fin han llegado, llevo mucho tiempo esperándolos, ya que recibieron su paquete necesito que firmen de recibido, si no les molesta claro, ¡¡¡Jajajajajajajajaja!!! - río locamente, pero aún no podía ser visto.

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