El peor villano.

Marian se denotaba un poco preocupado, sus padres no estaban dentro de la casa incluso después de todo lo que había sucedido, esta preocupado de que estuvieran perdidos afuera en el caos.

—Te-tengo que ir a buscarlos.

Marian camino a la puerta con dificultad para terminar cayendo por el dolor que sentía en su cuerpo, se detuvo en la puerta para evitar caer y Andrei corrió para ayudarlo a mantenerse en pie.

—¡No puedes!, aún estas muy herido.

—¡N-no me interesan mis heridas!, te-tengo que encontrarlos, pu-pueden estar en problemas.

—Tus padres estarán bien, están juntos y eso es lo bueno, no podemos preocuparlos más de lo que posiblemente ya están.

—P-pero yo...

—Nada, vas a quedarte aquí para descansar, e-estoy seguro de que regresaran pronto.

—E-espero que tengas...razón...

Marian perdió el conocimiento, el impacto de no encontrar a sus padre junto a su cuerpo adolorido lo hicieron  sentir el impacto en un instante. 

—¡Marian, ¿estas bien?!

Andrei tomo al chico entre sus brazos, puso su mano en su frente para saber si tenia fiebre...para su suerte este no era el caso, intento cargar al chico para poder recostarlo en el sofá, los dos pequeños Kwamis salieron para ayudarla sin mucha diferencia realmente.

—Este chico en verdad esta muy pesado.

—Vamos Plagg, no te quejes y sigue jalando.

—N-no se preocupen, cre-creo poder con ella yo sola.

—Eso es lo que dices chica, pero  mírate, tu tampoco estas en buenas condiciones que digamos.

Después de tanto esfuerzo finalmente pudieron dejar a Marian sobre el sofá, pero el cansancio de Andrei era similar al de Marian y termino acostándose junto a él.

—Yo, en verdad, espero que estén bien.

Andrei realmente se sentía preocupado por los padres de su novio, ellos eran ahora parte de su familia, una familia que se a preocupado, que la a cuidado y querido incluso más que su verdadera familia, no podía soportar el hecho de que algo malo les hubiera pasado.

Durmieron toda la noche y sin siquiera darse cuenta llego el medio día del día siguiente, ambos despertaron con dificultad después de dar diversos bostezo y de estirarse varias veces, con uno que otro golpe que recibió Marian.

—Buenos días Marian.

—Bu-buenos días...po-podrías quitar tu mano de mi cara.

—¡Pe-perdón!...y, ¿como te sientes?

Andrei se acostó sobre el pecho de Marian, terminando con el rostro de ambos uno en frente del otro.

—U-un poco mejor, mi cuerpo ya no me duele tanto como ayer...pero, ¿mis padres abran llegado anoche?

—Lo siento, pero me quede dormida, debemos revisar.

—No, no te preocupes, ellos, aun no llegan, normalmente a estas horas huele a galletas...pero no huelo nada.

—Marian...

—Si, lo se, debemos de ir a buscarlos, pero no creo que podamos si no hemos desayunado, ¿quieres que te prepare algo?

—...No, yo te prepare algo, tu sigue descansando.


Pasado un tiempo ambos se pudieron en camino en busca de los padres de Marian, PrinceBug y ChatFille habían vuelto a las andadas, recorrieron la mayor parte de la ciudad, hospitales, estaciones de policía o cualquier otro lugar en donde podrían encontrarse. 

No los encontraron en ningún lado haciendo que ambos se preocuparan y se sintieran cada vez más presionados, mientras viajaban los ciudadanos les agradecían por haberlos salvado, pero ellos sentían que no merecían tales agradecimientos, después de todo, dejaron que la situación llegara muy lejos e incluso dejaron que su compañero de clases se sacrificara sin poder hacer algo.

—Como es posible, no están en ningún lado...dijo que solo irían al super mercado, dijo que solo una hora...¿en donde podrían estar?

Marian comenzaba a perder los estribos, intentaba pensar en alguna situación lógica en la que ambos estaban bien, pensaba que estaban ayudando a gente necesitada, que se habían escondido en algún lugar fuera de la ciudad y que aún no regresaban, pero ninguna de esas era la verdadera razón y Marian descubriría esto en cuestión de minutos.


Llegaron a la torre Eiffel, el lugar en donde una violenta batalla se había dado la noche anterior, en este lugar se encontraba un pequeño campamento que ayudaba a aquellos que habían sufrido por su akumatización ya que algunas personas no tenían sus recuerdos y no sabían en donde vivían o quienes eran.

—Esto es horrible.

—Lo se, no puedo creer que haya una persona tan cruel como para crear tal desastre...y todo por que quiere nuestros Miracolous...podría ser que ¿esto también es nuestra culpa?

—Chat, no digas eso, nosotros evitamos que ese loco se salga con la suya, e incluso si nosotros no tuviéramos los Miracolous estoy seguro de que Hawk Moth atacaría la ciudad.

—Tienes razón, je, en verdad eres inspirador, incluso desde el primer día en el que luchamos juntos, tu nunca te sentiste presionado incluso después de lo que dijo Hawk Moth ese día.

—Je, lo recuerdo, ese día formo su rostro con un montón...de...Akumas.

Justo mientras pensaban en escena del pasado parecía que la misma cosa se estaba suscitando en medio de la torre Eiffel, un enorme grupo de Akumas comenzo a recrear el rostro de aquel temido villano que atormentaba a la ciudad desde hace algún tiempo.

—C-como es esto posible, n-no deje escapar un Akuma esta vez.

—Ciudadanos de París, como ya saben mi nombre es Hawk Moth, el creador de todo el desastre que vivieron el día de ayer.

—¡¡Maldito loco!! ¡¡Eres un hombre sin alma!! .......

La gente insultaba al rostro gigante sin darse cuenta que a este no le interesaban los insultos.

—¡No vengo a escuchar sus tonterías!, tengo un mensaje para Prince Bug, tengo capturados a dos personas inocentes que de seguro se te harán conocidas, si quieres rescatarlos tendrás que ir a la academia Francoise Dupont y entregarme tu Miracolous y el de ChatFille por tu propia cuenta, tienes una hora.

—T-tu, ¡¡maldito Psicópata, ¿poner en peligro la vida de personas inocentes no te basta?, ¿acaso quieres ver toda la ciudad destruida por tu egoísmo?!!

—¡No me importa ninguna de esas cosas si puedo cumplir mi cometido!, tienes 59 minutos.

Las mariposas desaparecieron como si realmente no hubieran existido.

—No puede ser, Hawk Moth tiene a mis padres...¿por que los capturo a ellos? ¿a-acaso sabe mi identidad?

—N-no te preocupes, iremos a rescatarlos, ademas, l-lo más seguro es que solo fue una coincidencia.

—E-espero tengas razón.

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