Eclipsa.
Hace unas semanas se reportaba la presencia de un fenómeno astronómico que inundaría la ciudad de París por completo y todos aquellos que quisieran disfrutarlo deberían de usar un tipo de gafas especial, claro que aquel fenómeno se le conoce como eclipse solar, este sucedería en aquel día en que dos almas puras se unen y se vuelven uno solo, y no se refiere al sol y a la luna, se trata de el gato y la mariquita.
Mientras Marian y Andrei seguían en su momento de felicidad en el cuarto de la chica varias personas alrededor de la ciudad se preparaban para ver el espectáculo más hermoso de la vida. Un pequeño grupo de estudiantes había quedado en cierto lugar para poder el fenómeno.
—Se ve que estas entusiasmada por eso, ¿no es así Clara?
—¡Si que lo estoy, hoy sucederá lo más hermoso del mundo, un eclipse solar!
—Jaja, en serio te gustan los eclipses, un poco raro, pero aún así te quiero.
—Mufufu, ¡no sólo los eclipses, todo evento astronómico es algo que disfruto! Y claro que no es raro, pero creo que si lo ves de esa forma entonces tu eres la rara Marice.
Marice y Clara, dos chicas en primero de secundaria cuyas vidas son guiadas por sus sueños y aspiraciones. Claro que la secundaria es considerada como una época complicada en la vida de todo adolescente, desde los problemas para el futuro como los problemas amorosos, pero ¿ocurrirá lo mismo con ambas chicas.
—Bueno, si eso es lo que piensas de mí, eso quiere decir que estás enamorada de una chica rara.
Marice tomo a Clara del mentón y beso su mejilla de forma algo provocativa, en sí ambas chicas recorrían una fase en la cual su orientación sexual estaba en lo cual se consideraba anormal para muchos, ¿pero realmente lo era?
—Pero es tu culpa por ser tan linda.
Sin dejarla escapar Clara tomo a Marice y le robo un beso, fue un beso el cual solo los amantes se darían y este era el caso de estas dos chicas. Después de una emocionante acción Clara siguió con el aparato que estaba preparando, unas gafas especiales para su cámara y así poder fotografiar los momentos más maravillosos del eclipse.
—¡Está listo, con esto podré tomar todas las fotos que quiera!
—Jeje, alegra mi corazón al verte tan contenta, aunque me gustaría que usaras esa cámara para tomar, fotos más privadas.
Dijo Marice con su dedo índice en sus labios, el rostro de Clara comenzó a ruborizarse, ocultó su rostro de la chica detrás de un cuaderno de notas y sin darse cuenta comenzó a balbucear.
—Y-yo, po-podría ha-hacerlo, s-si quieres.
—Me encantaría.
Una nueva escena romántica se fomentó entes estas dos chicas y esto llamo la atención de un pequeño grupo de sus compañeros, Luna y Rubén, una pareja cuyas ideas se basan en la antigüedad y a los cuales les produce asco todo aquello que se considera extraño.
—Ughh, ese par de chicas me ponen los nervios de punta.
—La forma en la que actúan como si fueran una pareja normal, me repugna.
—Hmm, ¿que tal si les damos una lección?
—¿Qué se te ocurre?
Sin pensarlo dos veces ejecutaron un "plan" de lo más ridículo, caminar mientras coqueteaban y chocar contra ellas a propósito, realmente una idea muy patética, pero al parecer resultó en algo completamente...desastroso.
—¡Ay!, disculpa no te vi, estaba paseando con mi amorcito.
—Chicas, no es seguro que estén aquí sin compañía de un hombre, y diciendo eso, podría presentarles a unos amigos, después de todo, ustedes parecen ser su tipo.
—Te lo agradezco, pero estamos bien solas, ¿cierto Clara? —dijo Marice un poco arrogante y molesta.
Clara no podía responder, estaba de rodillas mirando al suelo, había un objeto en el suelo el cual era muy importante para ella, ese objeto fue destrozado cuando cayó desde cierta altura, todo esto ocurrió a las torpes acciones de Luna.
—Clara, ¿e-estas bien? —se arrodilló a su lado preocupada.
—M-mi cámara.
Aquel objeto destruido era la cámara fotográfica de la chica, no sabía cómo sentirse en este momento.
—Jejeje, deberían de tener más cuidado, es malo coquetear en lugares públicos.
—¡¿De qué hablas?, todo esto es su culpa!
—¿Nuestra culpa?, somos una pareja normal, por lo que no es realmente nuestra culpa, si quiere culpar a alguien culpen a sus gustos tan extraños ¡Ajajaja!
Se alejaron riéndose de ambas chicas, una de ellas estaba molesta por la actitud de esa torpe pareja mientras que la otra, no sabía si estar triste o molesta, pero incluso sin saberlo las lágrimas en sus ojos comenzaron a caer repetidamente y con una fuerte pena, aquel sentimiento, sea el que sea, era un sentimiento negativo.
—Vaya~, que sentimiento tan difícil de distinguir, furia por los actos de gente anticuada o tristeza por no poder cumplir un sueño.
El aire se lleno del aroma de un sentimiento negativo, un aroma tan amargo que podría hacer llorar a cualquiera, excepto a aquella persona que le beneficia aquel sentimiento.
—Vuela mi pequeño Akuma, llena esta tierra de la inmensa oscuridad que cubren tus alas.
El Akuma salió por el vidrio en busca de su nueva presa. Marice y Clara aun continuaban en el mismo lugar que hace un momento, pero Marice no podía mantenerse en silencio sin hacer nada, en especial al ver tan triste a Clara.
—Y-yo, yo puedo arreglar tu cámara, espera, lo haré antes de que empiece el eclipse.
Tomo la cámara del suelo y salió corriendo a su casa, planeaba encerrarse en su habitación hasta reparar la cámara si era necesario. El Akuma estaba cerca de donde se encontraba Clara, su objetivo era la cámara destrozada, pero como Marice se la llevó el Akuma no tubo más opción que entrar en el segundo objeto más importante para la chica, un colgante en forma de luna que le había regalado su padre cuando era una pequeña niña.
Su transformación la lleno de una profunda tristeza y el traje que cubrió su cuerpo era en su totalidad blanco.
—Eclipsa, soy Hawk Moth, te ayudaré para que puedas ver todos los eclipses que quieras, pero para eso necesito que consigas los Miracolous de PrinceBug y de ChatFille.
—Bien, lo haré, pero no sólo quiero ver eclipses.
—¿Hm?, ¿qué es lo que quieres?
—Jejeje, no es obvio, un mundo en el que pueda ser feliz junto a mí Marice.
—Bien, te concederé tu deseo. Ahora, causa estragos para que PrinceBug y ChatFille aparezcan.
—Jejeje, claro que lo haré, ¡Jajajaja!
Río por varios minutos antes de atacar la ciudad, varias zonas eran cubiertas por burbujas de una oscuridad profunda. Dentro de estas burbujas, casi del tamaño de un edificio, la gente comenzaba a perder su energía y caían en un sueño profundo, parecía que su vida era arrebatada mientras pasaba el tiempo, un lugar tras otro era atrapado en ese sueño profundo.
En esos mismos momentos Marian y Andrei se encontraban acostados en la cama de la chica semi desnudos, la conmoción en el exterior llamo su atención, o sería mejor decir que la alarma de seguridad del hogar de la chica les llamó la atención.
—¿Qué-qué sucede?
—Es-es el sistema de seguridad de la casa, algo sucede afuera.
Cubriéndose con solo una manta Andrei se asomó por la ventana y noto las enormes burbujas negras que cubrían parte de la ciudad.
—¿Qué está pasando afuera?
Plagg salió de la chaqueta de Andrei y se mostró frente ambos chicos.
—Se trata de un Akuma, necesitamos ir por él ahora.
—¡Pla-Plagg!, ¿¡estuviste aquí todo el tiempo!?
-No es momento para eso, pero si; deberías hacer menos ruido, creo que incluso tu padre pudo escucharte.
Andrei tomó a Plagg entre sus manos y parecía que lo estaba asfixiando, pero claro que no podía en un momento de cris...no, de hecho lo asfixia.
—N-no hay tiempo para esto, debemos ir por el Akuma.
—¡Déjame sola en mis momento des privacidad!
Marian al ver esto no pudo evitar estar un poco preocupado, por esa razón ayudo a Plagg de morir asfixiado.
—A-Andrei, no tenemos tiempo para esto, la ciudad está en peligro.
—S-si, tienes razón, lo siento, creo que exageré un poco.
—No te preocupes, te comprende, y los dos castigaremos a Plagg cuando todo esto termine.
—E-eso no me agrada, tendré que ocultarme cuando atrapen al Akuma.
—Bien, es hora de irme, ¡Plagg, transformación!
Terminó su transformación y se acercó a la ventana, Marian buscaba a Tikki en estos momentos mientras ChatFille saltaba por la ventana de su habitación. Finalmente Tikki salió del abrigo de Marian.
—Perdón Marian, estaba dormida para darles un poco de privacidad.
—Te lo agradezco, pero ahora París necesita a PrinceBug, ¡Tikki, transformación!
Al terminar su transformación siguió a ChatFille saliendo por la ventana, en poco segundos ambos se encontraban en el centro de un círculo que habían formado las burbujas de oscuridad, vieron a Eclipsa parada encima de un pequeño edificio mientras veía el cielo, la luna empezaba a cubrir al sol y algo se veía extraño en el traje de la chica, parte del blanco puro que antes cubría todo el traje empezaba a ser cubierto por un color oscuro, a la misma altura que el sol era cubierto.
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