Conoce a PrinceBug y ChatFille
Era un día soleado en la bella ciudad del amor, las palomas volaban y la gente disfrutaba un sabroso croasant como desayuno, miraban la televisión para poder saber como iba a estar el clima ese día, cambiaban a las noticias para saber que una persona más se había convertido en un super villano, un día común en París.
-Vaya, parece que esa chica enserio le molesta su nombre. - dijo una voz masculina encima de un edificio.
-Tal vez sea porque quiere convertirse en un pez volador. - se escucho una voz femenina detrás de la masculina.
-No tenemos tiempo para bromas, tenemos que pescar ese akuma rápidamente.
-Déjamelo a mi, los gatos somos buenos con los peces.
-Si, solo espero que no tenga que rescatarte de nuevo.
- ¿Acaso te molesta?, ademas, es tu deber salvarme como mi príncipe, después de todo soy tu princesa.
-Mas que princesa pareces una gatita mimada.
La charla entre estas dos voces continuo por un corto tiempo antes de que se pusieran en acción, la akumatizada era una chica llamada Solenette el cual también era el nombre de cierto pescado, en su escuela siempre la han molestado diciéndole que apestaba a pescado y algunas otras cosas que claramente necesitaban mas imaginación.
Su apariencia como villana era la de una sirena que con su canto podía hacer que la gente le obedeciera, su nombre es Sirena Gritona, se que no es buen nombre, pero como en este mundo nada tiene sentido y el sonido era visible y podía ser reflejado entonces no hay problema, todo gracias a la magia, la magia de la animación, casi se me olvidaba, si la gente permanecía mucho tiempo hipnotizados se convertían en sirenas o tritones inversos (pies de humano con la parte superior de un pez).
Tras una intensa persecución los héroes finalmente dieron con la villana que sin pensar segundo alguno los ataco con sus ondas de sonido, ellos repelieron el ataque con sus respectivas armas e incluso tuvieron tiempo para una frase, o broma.
-Parece que finalmente te pescamos, ahora es momento de que esta gatita te almuerce. - dijo la voz femenino con tono burlón.
-Te dije que te detuvieras con las bromas, esto es serio. - dijo molesto a su compañera. -Oye tu, deja de convertir a la gente en peces, la ciudad comienza a oler horrible. - dijo apuntando a la akumatizada.
-Pense que no había tiempo para bromas.
-No era una broma, realmente huele mucho a pescado.
-Jejeje, ¿ya terminaron con su charla romántica?, porque si es así, ¡aun tenemos asuntos pendientes! - canta con su estruendosa voz haciendo que los vidrios de alrededor exploten.
Ambos héroes cubren sus oídos para protegerse de tales ondas sonicas.
-No podremos acercarnos con todo ese ruido. - dice la voz masculina.
No hubo respuesta de su compañera ya que ambos tenían los oídos tapados.
-Es hora de ponerse serio, ¡Amuleto encantado! - lanza el yoyo mágico al aire y de este sale una luz roja haciendo aparecer dos pares de tapones para oídos.
-Justo lo que necesitaba. - pone un par en sus oídos y el otro en los oídos de su compañera.
-*Suspiro* Así esta mejor. - dice la chica con un rostro de alivio.
-Ahora podemos pelear sin preocuparnos. - con esa frase la batalla entre la villana y los héroes continuo.
Pocos segundos después la épica batalla había terminado, Sirena Gritona estaba enredada por el yoyo mágico y con un pañuelo en la boca, el cual parece que apareció de la nada.
-Parece que esta gatita al fin capturo su cena.
-Ni pienses en comértela, te puede hacer daño, hay que capturar el akuma de una vez.
-Entonces si te preocupas por mi, por eso te adoro.
La chica fue ignorada ya que el chico tomo el brazalete donde parecía encontrarse la mariposa morada, lo destruyo con un fuerte pisotón y así libero a la mariposa.
- ¡Es hora de terminar con la maldad! - con una pose algo ridícula lanza el yoyo el cual atrapa a la mariposa.
Toca la parte superior del yoyo dejando libre a la mariposa una vez ya purificada.
-Eres libre ahora mariposa, ten cuidado de camino a casa.
Tomo los tapones para oídos y los lanzo al aire, aunque sentía la necesidad de decir cierta frase, pero se contuvo ya que se escucharía algo ridículo, una luz roja, que en realidad eran varias mariquitas, recorrieron todo París y transformaron de vuelta a todas las personas que habían sido transformados en esas horribles criaturas, todos los vidrios y objetos que habían sido destruidos fueron reparados por arte de magia, literalmente.
-Estamos cerca de la torre Eiffel después del desastre de un nuevo villano, se hacia llamar Sirena Gritona y fue detenida por nuestros valientes héroes PrinceBug y ChatFille, intentaremos entrevistarlos; ¡PrinceBug ¿tienes tiempo para una entrevista?!
La reportera corrió a donde estaban los héroes junto a la chica que había sido desakumatizada, se poso frente a ellos y puso el micrófono cerca de la boca del chico.
-Bueno, en realidad... - un pitido proveniente de sus aretes lo interrumpió. -Lo siento, pero no tengo mucho tiempo, debo irme. - lanzo su yoyo al aire y comenzó a balancearse por la ciudad.
-Rayos, se fue y me dejo atrás, creo que yo también me voy. - dijo la gatita molesta.
-Espera ChatFille, déjanos entrevistarte, enserio nos gustaría tener la exclusiva.
-Bueno, la verdad es que no estoy segura, mmm esta bien, pero nada de preguntas sobre mi identidad secreta.
-Demonios. - dijo entre dientes la reportera.
- ¿Disculpa? - pregunto Chat confundida.
- ¡Eh!, n, no nada, no te preocupes por eso, la única cosa que queremos saber es ¿cual es la relación entre PrinceBug y tu?
-Así que es eso, pues como se puede apreciar somos muy unidos, aunque aun se resiste a mis encantos, pronto lo conquistare ya lo verán. - guiño un ojo a la cámara para posteriormente salir corriendo.
Así es, nuestros héroes volvieron a salvar la ciudad como casi todos los días, pero que era de sus vidas normales; PrinceBug era solo un chico normal que estudia en el colegio Françoise Dupont, su nombre real es Marian Dupain-Cheng, tiene calificaciones regulares y es muy bueno en el diseño y en los videojuegos, es algo torpe y le cuesta mucho trabajo despertarse en las mañanas, pero aun así llega a tiempo a clases, si no hay un villano al que combatir, tiene varios amigos y uno que otro enemigo, además de que está enamorado de una súper modelo y compañera de clases Andrei Agreste.
Aunque su apariencia no sea nada simple aún así es una persona muy tímida, tiene ojos azules tan puros que llama la atención de muchas chicas y su pelo tenía un tono azul fuerte que llamaba la atención del que lo viera.
Era el inicio de las clases y como todos los días, cuando alguien es akumatizado, Marian llegó tarde, la clase que tenía era la de filosofía al verlo entrar la profesora muy disgustada lo miró fijamente y pregunto.
- ¿Se puede saber porque llego tan tarde jovencito?
-Pues verá, resulta que una señora se había perdido frente a mi casa, se dirigía muy lejos de donde estábamos, pero aun así la ayude a llegar a su destino a salvo, pero no pensé muy bien en el tiempo que me tomaría.
-Bien, solo siéntese en su asiento para que podamos reanudar la clase.
-S, si, perdone.
El chico se sentó en donde acostumbraba al lado de su compañero y mejor amigo Alan Césaire, un chico con una complexión delgada y una piel tostada, era un chico pelirrojo con ojos café los cuales eran cubiertos por una gafas redondas, al ver llegar a su mejor amigo no pudo evitar reír discretamente.
- ¿Así que una señora?, estoy muy seguro de que en vez de ayudarla la hubieras perdido aún más.
-No lo haría, está claro que no me conoces bien.
-Oye, claro que te conozco, esa es la razón por la que te digo esas cosas, pero no tienes nada de preocuparte por llegar tarde, no eres el único.
- ¿Enserio? ¿A quién te refieres?
-Vaya, estás enamorado de ella y ni siquiera te das cuenta que no está, pues obvio hablo de Andrei.
- ¡N, no digas eso tan alto, alguien podría escucharte! - dijo con el rostro ruborizado.
-Descuida, nadie nos está escuchando, la única que podría oírnos es Nina, pero tiene sus auriculares puestos.
- ¡Aghh!, no sé qué hacer Alan, he estado enamorado de ella desde que llegó a la escuela, nos vemos todos los días en la escuela y habla conmigo ocasionalmente, pero aún no puedo decir ni una palabra sin tartamudear cuando intento hablar con ella.
-Vaya, el amor suena muy difícil, me alegra no sufrir lo mismo que tú.
La conversación de los dos chicos fue detenida cuando el Dupain vio a la hermosa chica entrar al salón de clases, una hermosa rubia con ojos verde esmeralda, un hermoso conjunto de un vestido negro con unos shorts grises y una chaqueta del mismo color, tenía una tiara roja entre su hermoso cabello y un pequeño broche en forma de flor al lado de la tiara.
- ¡Señorita Agreste, volvió a llegar tarde, ¿podría decirme la razón de su retraso?!
-Pues, la verdad es que una señora paso enfrente de la escuela y parecía perdida, decidí llevarla a donde se dirigía, pero al momento de regresar note que ya era muy tarde, disculpe.
-Me parece fantástico que los dos chicos que siempre llegan tarde hayan ayudado a una señora el mismo día, y dígame ¿no será la misma?
La profesora veía molesta a ambos chicos mientras formulaba su pregunta, los chicos no supieron contestar a tal pregunta así que se mantuvieron en silencio.
-Bien, solo tome su asiento, pida los apuntes a uno de sus compañeros para que pueda ponerse al corriente.
-Si, gracias profesora.
La rubia se sentó al lado de su mejor amiga Nina Lahiffe, esa chica que tenía un nombre algo extraño fue la primera persona en todo el colegio en hablarle a Andrei, era una chica algo simple con una piel igual de tostada que Alan y sus ojos tenían el mismo color que el chico mencionado anteriormente, solo que estos eran cubiertos por unas gafas ovaladas, cubría su cabello con una gorra de baseball roja y usaba unos grandes auriculares azul con naranja, tenía puesto un vestido corto azul cielo y unos shorts azul marino.
-Señorita Lahiffe, ¿podría hacerme el favor de retirarse los auriculares?
- ¡Eh!, s, si, lo siento profesora. - dijo nerviosa.
Andrei se sentó al lado de Nina e hicieron su saludo secreto, que realmente no era tan secreto ya que todos podían ver cómo lo hacían.
-Vaya que llegaste tarde amiga, es probable que me crea lo de la señora, bueno, lo haría si Marian no hubiera dado la misma excusa.
- ¡Eh!, pe, perdón Marian, ahora los dos estamos en problemas por mi culpa, en verdad lo siento. - la rubia volteo a ver al peliazul.
-N, no te preocupes, de hecho es mi culpa por dar la misma excusa que tú, aunque claro que no sabía que dirías esa excusa, bueno no me di cuenta de que no habías llegado, no es como si no me interesara saber dónde estás, de hecho me interesa mucho, digo, no me interesa tanto como crees es que yo...... - fue interrumpido por su amigo.
-Lo que Marian intenta decir es que le sorprendió que dijeran lo mismo, es como si los dos estuvieran conectados por el destino, ¿no lo crees Nina?
-Si, yo también lo pensaba.
-Ya veo, Marian.
- ¿¡S, si!?
-Al parecer somos muy parecidos, me alegro. - le dedico una cálida sonrisa antes de darse la vuelta para así poder poner atención a clase.
-Si, a mí también me alegra. - con una sonrisa como la de un pervertido susurró el joven peliazul.
Esos dos chicos parecía formar una linda pareja, aunque, sería gracioso que aquella chica de la que está enamorado nuestro PrinceBug fuera realmente su compañera ChatFille, espera, la heroica ChatFille realmente es Andrei Agreste.
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