Clases de amor?
El fin de semana había terminado y ya era lunes, un día de clases común un tanto especial. El domingo pasado ambos chicos tomaron el día libre completamente, no salieron de sus cuartos en todo el día por estar mandándose mensajes a cada segundo, pero lo extraño es que nunca mencionaron la palabra noviazgo. Estaban aún confundidos en lo que se refiere su relación, debían preguntarle a sus confidentes.
Era temprano cuando las aves comenzaban a cantar y los rayos de sol eran agradables al tacto, la alarma de un teléfono marcaba la hora de despertar para ir a clases, pero como era de costumbre Marian aún dormía cómodamente en su cama; se encontraba recostado boca abajo sin dejar de babear su almohada y balbucear entre sueños.
-Eres tan bella, quiero comerte a besos.
En esos momentos su Kwami lo miraba molesta, se acercó a su oído y grito con fuerza.
- ¡¡DESPIERTA O LLEGARAS TARDE A CLASES!!
Marian abrió los ojos rápidamente y con pavor, gritó fuertemente a reacción del susto y callo de su cama.
- ¡¡¡AHH~!!!
El grito y el golpe llego a escucharse hasta donde se encontraban sus padres, ambos se miraron por un momento para que después sonrieran.
-Vaya, hasta que se despierte casi a tiempo. - dijo riendo su madre.
- ¿Estás segura que no debemos ver si está bien? - preguntó el padre preocupado.
-No te preocupes, estoy segura de que está bien. - continuó riendo.
Regresando al cuarto de Marian nos damos cuenta de la extraña forma en la que cayó de la cama.
- ¡Auu~!, eso, eso dolió. - dijo levantándose lentamente y adolorido.
-Lo siento, pero si te dejaba dormir más llegarías tarde a clases, otra vez. - dijo algo molesta.
-Lo sé, pero ¿no había una forma más dulce para despertarme?
-En condiciones normales, pero cuando estas desvelado es otra historia.
-No me dormí tan tarde ¿o sí?
- ¡Te dormiste a las tres de la mañana por mandar mensajes con Andrei!
- ¿En serio?, vaya que el tiempo vuela cuando te diviertes.
-Lo que digas, pero apúrate a vestirte o llegaras tarde.
-Bien, solo dame algo de privacidad.
-Bien, pero apresúrate.
La Kwami entro a un cajón y espero hasta que Marian se vistiera, después de una mañana común era momento de ir a clases para asegurar un buen futuro. Marian entro al salón y encontró a su amigo sentado sobre la mesa de Nina, estaba coqueteando con ella, se acercó a él y lo saludó con una extraña mueca en su rostro.
- ¿Sucede algo Marian?
- ¿Po, por qué lo preguntas?
-Porque siempre haces esa cara cuando algo pasó y aún no me cuentas.
-*suspiro* tienes razón, algo muy extraño paso, pero no es tan fácil de contar.
-Bueno, pero aun así debes de intentarlo, vamos, cuéntame.
-Bien, pero no le digas a nadie, tú tampoco Nina.
-Tienes mi palabra. - dijo Nina riendo.
-La mía igual, ahora apresúrate y cuéntanos.
-Bueno, la verdad es que, verán, pues paso que, yo y, pues sucedio de repente y, entonces estábamos ahi, ...
-¡Dilo de una vez! - dijeron la pareja insistente.
- ¡Agh~ bien!, respiraré hondo y lo diré, Andrei y yo nos besamos. - dijo ocultando su rostro.
- ¡. . . . . . . . .! - ambos estaban boquiabiertos por lo que acababan de escuchar.
-Mmmmmmmmm, ¡no se queden callados y digan algo! - dijo apenado.
- ¿Estás diciendo la verdad? - preguntó Alan.
-Si, ¿acaso no me crees? - dijo algo molesto.
-N, no es eso, me sorprendió escuchar eso de ti, ¿seguro que estás diciendo la verdad?
-Bien, no me creas, pero yo estoy muy seguro de que sucedió.
-Bu, bueno, te creo, pero ¿cómo cambió tanto su relación en tan pocos días?
-Realmente no lo sé, todo cambió después de que fuimos al cine y de que nos encontramos en el gimnasio.
- ¿Tú al gimnasio?
-Si, pero eso no es lo importante, esa misma tarde fue a mi casa a invitarme a una cita, después de la cita solo paso. - dijo con su rostro ruborizado.
-Así que ella inicio todo, tiene mucho sentido. - dijo Nina en tono burlón.
- ¿Por qué lo dices nena? - preguntó Alan.
-Bueno, es obvio que a Andrei le gusta Marian, lo supe hace algunas semanas. - dijo rascando su nuca apenada.
- ¿En serio? - preguntaron los dos chicos.
-Claro, si no fuera por eso no hubiera arreglado esa cita doble el viernes.
-Quieres decir que no querrías darle falsas oportunidades a Marian ¿cierto?
-Correcto mi buen hombre. - ambos rieron.
Continuaron hablando hasta que la belleza de una chica entro por la puerta del salón de clases, una hermosa rubia con ojos verdes entro con un aire de felicidad. Se acercó a sus amigos y a su posible novio sin quitar la enorme sonrisa de su rostro.
- ¡Buen día chicos, es un hermoso día ¿no lo creen?!
Todos miraron a la hermosa chica y por alguna razón se veía mucho más bella que de costumbre, el rostro de ambos chicos, incluso de la chica, se ruborizó con gran fuerza.
-B, buenos días Andrei. - dijo primero Marian.
Él sonreía al ver a aquella chica tan hermosa, su timidez volvía rápidamente provocando que tartamudeara nuevamente; ella se acercó y beso suavemente la mejilla de su posible novio, esto llamo la atención de sus compañeros de clases, en especial de una persona muy desagradable, el hijo del presidente de París, el nombre de este chico es Calem Bourgeois.
- ¿¡Qué sucede aquí!? - gritó molesto.
- ¿Qué pasa Calem?, ¿algo te molesta? - dijo Alan en tono burlón.
- ¡No te hablo a ti torpe, le hablo al otro torpe!
- ¿Acaso hablas de mí? - Marian preguntó algo molesto.
- ¡Si, quiero saber ¿qué haces con mi chica?! - se acercó al grupo y puso su brazo sobre el hombro de Andrei.
- ¿Y podrías decirme quién es tu chica? - se quitó el brazo de Calem molesta.
- Vamos Andri-bu, no seas tímida frente a ellos. - dijo tratando de besarla.
Marian molesto por tal acción se puso entre ellos y tapo la boca de Calem con su mano.
- ¡No digas tonterías Calem, tú sabes que Andrei no tiene esa relación contigo!
Calem tomó la mano del chico y la apartó molesto, lo miro con una mirada llena de ira.
- ¡El que no debe decir tonterías eres tú, ella y yo hemos sido amigos desde niños y fácilmente puedo cambiar eso en algo romántico!
- ¡No creas que ella se enamorara de ti, además, deja de insinuártele a mi novia!
Todos se quedaron viéndolo con la boca abierta, excepto Andrei ya que su rostro se comenzaba a ruborizar lenta y tiernamente, Marian hizo que su rostro molesto cambiara a uno apenado.
-No dijiste, lo que acabo de oír, es mentira, ¿verdad, Andrei? - dijo Calem con una voz rota.
Todos miraron a la chica, su rostro ruborizado estaba siendo ocultado por su cabello mientras asentía lentamente; la gran parte del salón se acercó a ellos para felicitarlos, los que estaban detrás de Calem lo empujaron a un lado para acercarse a la nueva pareja; Calem estaba desconcertado y no sabia que hacer en este momento, se quedaba viendo a sus compañeros de clases sin pronunciar palabra alguna ni realizar acción alguna.
Su orgullo fue destruido con facilidad y "el amor" de su vida le había sido arrebatado por alguien a quien consideraba un don nadie, en este momento no sería extraño que un akuma lo poseyera, pero eso no pasó ya que aún le quedaba algo de orgullo en su ser; la maestra llego obligando a todos a regresar a sus respectivos lugares, la clase continuó con muchos viendo tanto a Marian como a Andrei.
La hora de clases termino y era momento de regresar a casa, pero un pequeño grupo de amigos tendrían "una charla sobre amor"; encontramos a este pequeño grupo en un banco de un cierto parque, dos estaban sentados con la mirada al suelo y los otros dos miraban a los anteriores como si estuvieran a punto de regañarlos.
-Muy bien, empecemos con el paso número 1 para mantener una buena relación, nunca debes de presumir a tu novia, ¡Marian! - dijo Alan.
-Lo siento, pero que debía hacer si Calem se le insinuaba de esa forma a Andrei.
-Bien, se te perdonará solo por esta vez, pero no lo vuelvas a hacer.
-De acuerdo. - dijo algo triste.
Ambas chicas al ver esto no podían parar de reír.
-Jaja, ahora es mi turno, paso número dos, intente conocerte lo más que puedan, así sabrán que tienen en común y que cosas les molesta.
-Bueno, eso no suena tan difícil, hay algunas cosas que nos gustan a ambos, y son algo evidentes.
-Si, eso dicen todos, paso número 3, traten de no tener secretos que perjudiquen la relación, eso va en especial para ti Marian, las chicas siempre saben cuando les ocultas algo.
Al escuchar secreto ambos se estremecieron, tenían un secreto que no podían contar a nadie, inclusive a su pareja y este secreto fácilmente podría terminar con su relación.
-Aunque claro que también te incumbe Andrei, ya que, aunque sea fácil ocultarle cosas a un hombre, cuando lo descubren, son los que más lastimados salen. - dijo Nina con una mirada triste.
-Entiendo, prometo no ocultarle ningún secreto a Marian. - dijo Andrei con el mismo rostro que Nina.
-Esta bien, paso número 4, intenten hacer lo posible para mantener viva la relación, traten de no seguir una rutina ya que se volverá aburrida.
-Y creo que eso sería todo por ahora, solo tenemos una última cosa que decir.
- ¡Eh! - gritaron Marian y Andrei al unísono.
- ¡¡FELICIDADES POR SU RELACIÓN!! - gritaron sus amigos en armonía.
El rostro de ambos comenzó a ruborizarse y formar una pequeña sonrisa, aún no podían creer que su relación haya empezado tan repentinamente y que todos sus amigos y compañeros se enteraran.
-Gracias chicos, son excelentes amigos, les agradezco todo lo que han hecho por nosotros, estamos a su cuidado. - dijo Andrei con un hermoso rostro y una enorme sonrisa.
-Lo mismo digo, siempre me has ayudado con mis problemas Alan y siempre te preocupaste por lo que hiciera, muchas gracias, eres un gran amigo.
La pareja de amigos veían aquella escena tan conmovedora y no podían evitar pensar "son muy tiernos", sus mejores amigos finalmente habían solucionado sus propios problemas y formado la relación que siempre ansiaban.
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