Inocente.
Natsu pocas veces podría considerarse así mismo como alguien normal. De hecho, todos sus conocidos y amigos o 'nakamas', definitivamente lo pondrían bajo la bandera de bicho raro y, aunque eso podría parecer algo increíblemente despectivo y malicioso, no lo era… Al menos para la extraña lógica de ellos.
Incluso el más agrio y amargado de sus amigos podría decir que Natsu ciertamente era una luz. Alguien que no dudaría en ayudar hasta quien alguna vez fue su más acérrimo enemigo… Esa cualidad, más su forma de ser tan inocente y algo torpe definitivamente hacían de él alguien increíblemente adorable a la vista de las mujeres y envidiable a vista de hombres… Porque, vamos, ¿Quién no querría la atención de miles de damiselas con curvas sanas en todos los lados sanos…?
O sea, grandes 'boobas' y redondos 'butties'... Si, los hombres eran de pensamiento racional e increíblemente simple.
Cavernícolas a fin de cuentas.
Sin embargo y, rompiendo con todo ese pedestal en el que se lo añadió tan gustosamente, Natsu se consideraba a sí mismo alguien normal…
"¡Mmng-haah~...! Más lento… E-Espera, y-yo… hyaaa~... Estás llegando tan… Haaah~, haaah~, haaah~ estoy por-¡VENIRRR~!"
Alguien normal con un malsano gusto por el sonido libidinoso de la mujer cuando era devastada por su pene.
Resumidamente, un adicto al sexo. Sexo con mujeres, por supuesto.
Natsu salió de la chica lentamente, disfrutando del último gemido a causa del roce del glande con la pared superior del coño jugoso de la pelirroja el cual goteaba sin vergüenza ante sus ojos.
Otra forma de acariciar su ya enorme ego, incluso más satisfactoria que las simples mediciones de polla en una batalla contra cualquier otro arquetípico personaje clase B.
La pequeña lengua roja y caliente colgaba fuera de su boca, los ojitos magentas estaban perdidos en el éxtasis e inundados de lágrimas que obviamente no eran de dolor y angustia… y finalmente sus mejillas, pintadas de rojo intenso por haber cometido un acto carnal con alguien que había conocido hace apenas dos horas y que, definitivamente, no le había jurado amor eterno y todas esas cosas cursis que les gustan a los tipos solitarios amantes de las novelas de romance.
La habitación estaba inundada del inconfundible aroma del sexo y la temperatura había subido unos cuantos números desde que comenzaron con el 'plop, plop, plop', 'el mete y saca', 'la polinización inversa', entre otros nombres absurdos.
En definitiva, sexo rudo. Porque si, Natsu había descubierto que, así como en las batallas, su deseo a la hora de cometer el sin respeto era dominar completamente a su pareja…
Culpa a sus genes de dragón y demonio, err… Etherius, si, eso. No fue porque él definitivamente era un sádico de armario, por supuesto que no…
"Ha sido genial, Amber…"
Su sonrisa asquerosamente egocéntrica se triplicó al observar cómo, a pesar de estar perdida todavía en el éxtasis desastroso y respiraciones que dejaban vaho muy caliente, ella le obsequió una de las miradas más amorosas y devotas que un hombre escasamente vestido podría pedir.
— Entonces, te dejaré descansar… Tienes mi firma mágica por si alguna vez quieres contactarme mediante una lacrima. Estaré atendiendo tus necesidades en un santiamén.
"Hah~ Natshu-shama~...."
Amber realmente no podía decir alguna cosa coherente ahora mismo debido a sus constantes espasmos... Eso y porque hablar con la lengua a fuera ciertamente debería ser algo bastante complicado.
En algún lado del mundo, una pelirosa que llevaba un delantal amarillo se reiría bastante fuerte mientras cocinaba un delicioso desayuno para su esposo y su pequeña hija; después de todo ella era una profesional en el tema.
La muy perra…
Ejem', me desvío del tema principal.
El sol brillaba hermosamente en los cielos despejados de Magnolia y él no podría estar más feliz ahora mismo luego de salir del motel extrañamente pintoresco, después de todo, ahora sí podría emprender camino a su amado gremio el cual ya se podía ver en la distancia; un castillo literal que se erguía orgullosamente portando las banderas con el logo que los representaba; un Hada
La alegría se hizo más palpable en él cuando finalmente llegó a las puertas y, para no perder la costumbre-
"¡Buenos días a todos!"
Literalmente las rompió de una fuerte patada. Algo normal para los integrantes del gremio que simplemente respondieron con una sonrisa y un cortés saludo a su persona.
"¡Has silencio cabeza de llama!"
O bueno, la definición de saludo cortés variaba por cada persona y Gray Fullbuster definitivamente no era una normal en todo sentido, después de todo, nadie considera un saludo amigable el aterrizar un puñetazo en la mejilla. Obvio que no fue problema para Natsu, de hecho, era todo lo contrario pues él mismo devolvió el golpe con el doble de fuerza y velocidad, haciendo que su pobre amigo vuele por los aires y se estrelle contra Erza y su pastel… Gray no podría tener un comienzo del día más terrible.
Haaah'~... Esto de follar por la mañana realmente le sentaba increíble.
"Ararara~... Natsu-kun, realmente estás más animado que de costumbre, ¿No?"
Su atención fue desviada inmediatamente a la dueña de la melodiosa y dulce voz que se originó de la barra; Fue Mirajane Strauss, una de sus grandes amigas que, como su vestido rojo escotado dejaba evidenciar, tenía otras grandes amigas que lo saludaban simpáticamente.
"Tuve una buena mañana debo decir, Mira… Buen día a ti también de hecho."
"Fufu~... Pedirás lo de siempre, imagino."
"Por supuesto, no hay otra cosa que quiera. Después de todo, tu cocina sigue siendo la mejor, Mira…"
Mira literalmente hizo su "ara, ara~" a la vez que llevaba la mano a su mejilla tiernamente. Natsu no pasó por alto el lindo sonrojo que enmarcaba su delicada y cremosa piel pálida.
"Aunque estoy encantada, debo decir que hay un problema, Natsu-kun… ¿Será que puedes acompañarme al sótano en busca de los ingredientes? No tengo más aquí arriba y realmente no puedo mover esas cajas por mí misma, ya sabes…"
Una mentira completamente absurda, él sabía que Mira tenía fuerza como para levantar cinco paredes de hormigón con una mano si así lo quisiera, sin embargo, no podía rechazar este pedido de índole sexoso… Después de todo, él ante todo era un caballero… … Un caballero con una malsana adicción al sexo, pero un caballero al fin.
"¡Si! ¡Guía el camino Mira!"
"Por supuesto~..."
Este era, definitivamente, un día bendecido por Mavis…
.
.
.
"¡Llegas tan profundo...mngh-¡Haah~!"
Natsu no tuvo reparo en sujetar los cabellos blancos prístinos para evitar que el torso espasmódico de su amiga caiga al suelo… Era la única desventaja de hacerlo en cuatro y dos… La gravedad podría ser una perra bastante mala con la chica de poca fuerza física ahora mismo.
No es que fuera débil, pero su cuerpo de semi-demonio ciertamente no podía retener sus fuerzas después correrse cuatro veces seguidas… Bueno, su cuerpo y el de cualquier mujer normal, todo sea dicho.
Lo peor era que Natsu apenas estaba empezando…
Bueno, viéndolo de su lado eso no era peor si no que-... Se entiende, se entiende completamente.
Mirajane maullo como gatita al sentir como su pequeño cuerpo era elevado por los aires y suspendido sobre los brazos fornidos de Natsu; los cuales se unieron detrás de su cabeza luego de pasar por dentro de sus piernas para dejarla completamente expuesta al público, si es que hubiera uno, por supuesto.
Básicamente, nuestro chico aquí había estudiado minuciosamente al Nelson y no era el de los Simpsons, déjame decirte.
"Neh, Mira… ¿Creés en la gravedad?"
"¿Eeh…? ¡HIIC~!"
La albina chilló como perrita en celo al sentir como Natsu la empaló con la fuerza de su propio peso en caída; besando su boca uterina y deteniéndose solo porque llegar más lejos sería insalubre para ella y Natsu lo sabía, a pesar de que todavía quedaba una pulgada y media de su pene fuera de la vagina jugosa y cálida.
"Empezaré a moverme ahora, Mira…"
No sonó como un aviso, si no como algo inevitable que pasaría y Mira lo sabía bien, por ello relajo su cuerpo tanto como pudo en su leve destello de conciencia el cual duró poco cuando el grueso y duro pene de Natsu salió casi completamente de ella solo para entrar rápidamente y golpearla como a cajón defectuoso.
"Hyaah~, haah', tan d-duro… ¡Haaah~! ¡N-No pares Natsu, no lo hag-haaaaaah~!"
Lo gemidos suaves que antes soltaba para no llamar atención no deseada se convirtieron en gritos guturales y respiraciones copiosas llenas de éxtasis y placer al sentir como el pene de su amante la destrozaba por dentro una y otra vez sin ella poder hacer nada para detenerlo, cosa que definitivamente no quería si nos guiamos por las lágrimas de felicidad que salían de sus ojos perdidos y rostro rojo que se pavoneaba en el extenso mar de sexo y sudor que ambos recorrían.
Mira ciertamente era mayor que él y, sin embargo, la estaba dominando con creces a pesar de que siempre lo vio como alguien tonto en el sentido lindo de la palabra.
Podía sentir con vergüenza el como su pequeña lengua sobresalía de sus labios los cuales despedían un fino hilo de saliva debido a que su garganta estaba más concentrada en soltar maullidos y gemidos placenteros que en tragar dicha saliva.
Pronto se volvió a perder en el éxtasis del sexo solo porque no podía y verdaderamente no quería hacer otra cosa.
Natsu dejó escapar un gruñido satisfactorio al sentir como Mira de pronto lo estaba apretando más fuerte cada vez, dificultando la tarea de entrar y salir; prácticamente lo succionaba dentro con demasiada fuerza y él, captando la indirecta de su sexta venida llegando, se dejó llevar y en un último trabajo de bombeó la empaló con toda su fuerza haciendo que sus pechos al descubierto reboten como dos pelotas de fútbol y su útero sea llenado con su semilla caliente…
Mira tenía espasmo tras espasmo en los brazos de Natsu, mientras que este vaciaba hasta la última gota de semen que se entraba en sus bolas.
Sin dejarse llevar por la lujuria, dejó caer a Mira en la mesa donde habían comenzado con los juegos previos hace ya… ¿Cuánto? Una hora, quizá.
Al salir de ella no pudo evitar observar con una fascinación mórbida la cascada de su semilla que caía al suelo desde su vagina rosada y palpitante.
"Mmmh… nnnghaah~..."
Mira se retorcía y respiraba como podía en sus lío de espasmos ahora de menor intensidad.
Del otro lado, Natsu ya estaba completamente vestido y pulcro, como su no hubiese devastado vilmente a su compañera de gremio hace tan solo unos segundos.
"Gracias por la comida, Mira, esta en especial estuvo muy deliciosa…"
"Haaai~..."
No es que pudiese decir otra cosa, después de todo y como dije anteriormente, hablar con la lengua a fuera debía ser increíblemente difícil… Al menos para las principiantes.
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Haaah', había olvidado el placer de escribir un pseudo lemon sin la necesidad de hacer una trama complicada; simplemente escribir por el placer de hacerlo, ciertamente.
No me juzguen, tenía ganas de hacer algo así y aquí está. Corto pero intenso ( ͡° ͜ʖ ͡°)
En fin, si tienen alguna sugerencia para el próximo capítulo pues es bienvenida.
Nos vemos seres pecaminosos.
•Nasho-Sama•
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