2-Noqueando un dragón

El troll se abalanza contra Lutmern rápidamente, con una postura baja para atrapar las piernas del adolescente, pero por su parte el aprendiz de cocinero da una patada al suelo que ciega temporalmente la cara de la criatura con nieve. 

Las manos del troll pasan torpemente por su cara, pero entonces esta se hunde en la nieve cuando Lutmern salta encima de él, golpeando con fuerza la cabeza de la criatura mientras las suelas de sus zapatos se arrastraron por la espalda de él. 

Un poco de pelo cae de la ropa lanuda del troll cae mientras él intenta girar para atacar una vez más al aprendiz de cocinero, la criatura se levanta furiosa, bramiendo para encontrar otra patada en su boca, pero entonces, después de que otro diente cae, el troll finalmente hace algo inteligente, mordiendo la pierna de Lutmern.

-¡Desgraciado!- El aprendiz de cocinero grita entre dientes mientras el troll lo esta sacudiendo, uno de sus brazos esta a punto de agarrar su torso, intentando partirlo a la mitad, pero entonces, torciendo su propia pierna y desgarrando los trozos de pantalón entre los dientes de la criatura en el proceso, Lutmern da un giro que da otra patada en el rostro del troll. 

La boca del troll se abre mientras que Lutmern se desliza por la nieve a un costado, la criatura escupe la sangre de su boca, no solo la suya propia, si no la sangre del demonio, incluso el troll esta repugnado de tener esa sangre en su boca -Que asco- El troll añade con burla mientras se pasa el borde de la muñeca para limpiarse el labio partido después de unas patadas, incluso con una sonrisa burlona.

-Oye, soy la cosa más sexy que debe de haber estado en tu boca en toda tu vida, yo debería estar preocupado, seguro que tu boca tiene enfermedades, traga penes. Puto- Lutmern responde con molestia infantil.

-¡¿Que me dijiste?!- El troll exclama enojado rápidamente retirando su sonrisa. 

-P-u-t-o. Puto. ¿Quieres sinónimos?¿O eres tan tonto que no sabes ir a buscar un diccionario?...¡Achu!- El aprendiz de cocinero reclama antes de estornudar-...Oh me estoy desangrando un poco- Lutmern exclama en un murmullo viendo su pierna izquierda, ahora con el pantalón roto y una herida de dientes que iba por la circunferencia de la misma.

El troll entonces tiro directamente una bomba de metal contra el abdomen de Lutmern, el aprendiz de cocinero parece retroceder pero se detuvo. El troll soltó otra carcajada viendo los pies cubiertos de nieve del demonio -¡Trágate tu eso!- La criatura señalo mientras que Lutmern sale volando unos metros debido al golpe, saltando sangre de su boca. 

Pero entonces el aprendiz de cocinero de una vuelta en el aire, aterrizando de manos en el suelo. La nieve se levanta en un pequeño remolino que dura unos pocos segundos, el pie derecho de Lutmern, aprovechando la inercia del empujón da una poderosa patada que rompe su calzado contra la bomba que sale volando contra el troll.

-¡¿Que?!- Grita el troll antes de que el metal choque y se rompa contra su cara, liberando la nube venenosa justo en su rostro. El troll cae entonces al suelo, su nariz parece incluso más doblada que antes, y una sangre liviana cae por las diversas heridas de su rostro. 

-Perdona, pero creo que encontré un modo de arruinar tu cara aun más. Y creí que eso era imposible- Lutmern señala con calma caminando hacía el troll, el aprendiz de cocinero se rasca la barbilla unos momentos, pensando que hacer. El demonio intenta agarrar una de las manos del troll -Hey, Olbrin- Lutmern intenta llamar a su compañera élfica.

Entonces una flecha corta el viento, atravesando la rodilla del aprendiz de cocinero, disparada desde la ballesta de Olbrin, que toce un poco cubriendo su boca, aun algo afectada por el veneno, pero sus ojos están más fijos en el demonio.

-...¡Si tú madre no fuera bonita me cagaba en ella por tu culpa!- Lutmern le grita a Olbrin.

-¡Tú no insultas a mi madre, demonio!- Olbrin reclama molesta volviendo a disparar contra el abdomen de Lutmern, quien tira al troll en la nieve mientras se arrodilla. Sangre baja por su rodilla y su costado. 

Con un paso lento y tembloroso, Olbrin continua avanzando, ella todavía tiene unas siete flechas en el carcaj de su espalda. La respiración de Lutmern se torna pesada, pero sus ojos siguen fijos en la chica élfica, ella esta girando lentamente una palanca al costado de la ballesta con su mano derecha, tensando la cuerda mientras su mano izquierda sostenía la flecha.

El aprendiz de cocinero rápidamente se abalanza contra Olbrin, ella intenta entonces retroceder rápidamente. La nieve hace difícil moverse para ambos, pero Lutmern tenía una desventaja casi se cae de cara en la nieve cuando su pierna izquierda (su pierna débil) fallo, pero con rapidez el aprendiz de cocinero se arrastra apoyando sus codos en el suelo lo más rápido que puede. 

-¡Quédate...Quédate quieto!- Olbrin protesta furiosa y temerosa, sus ojos se agrandan mientras ella intenta volver a apuntar fijamente pero entonces al retroceder ella cae de espaldas, mientras que Lutmern le atrapa un tobillo -¡S-Sueltame pervertido!- Olbrin exclama rápidamente intentando disparar.

 -¡Seré pervertido pero yo no estoy disparándote con una ballesta!- El aprendiz de cocinero reclama pero entonces cuando la elfa esta a punto de dispararle otra vez, él rueda. El disparo cruza su hombro levemente, cortando únicamente el suéter de Lutmern pero le da a alguien. El troll estaba allí otra vez, mirando en silencio con su cara rota y una sonrisa al par. 

-...Que quede claro, esto es tú culpa- Lutmern le señala a Olbrin cuando repentinamente el troll los agarra desde la cintura, estrellándolos contra el suelo con fuerza, una y otra y otra vez. La ballesta de Olbrin sale volando, la criatura respira violentamente mientras de su boca continua sangrando. 

Lutmern ya apenas puede moverse, pero entonces el troll salta por encima de las rocas, lacerando las plantas de sus pies para repentinamente lanzarlos lejos, ya molesto y quizás incluso desinteresado con robarles. Ambos adolescentes salen volando, volviendo por el camino que antes habían recorrido, repentinamente chocando contra la torre que les daba la bienvenida al valle. 

-...Me olvide de robarles...-El troll exclama entrando en si mismo, entonces él empieza a llorar -Me duele la cara- La criatura reclama sentándose en el suelo como un niño pequeño. 

*******

Olbrin se siente desorientada, ella esta boca arriba, mirando el techo formado por vigas que daban forma a un cono, la estructura superior de la torre abandonada -Mamá...- La elfa desvaría preocupada intentando levantarse, su piel esta raspada y sangrando debido al golpe.

Pero entonces Olbrin puede concentrarse, ella escucha como una ropa se rompe, Lutmern, sentado en el piso esta deshaciéndose de la manga rota desde el hombro de su suéter dejando ver la manga verde oscura de su camisa. Con la lana el aprendiz de cocinero hace una especie de vendaje -Quédate quieta- Lutmern murmura arrastrándose un poco hacia la elfa.

El suelo de madera de la sala silenciosa y abandonada retiembla cuando Olbrin intenta retroceder, ella por unos momentos no dice nada, observando al aprendiz de cocinero, quieto y paciente -...¿Que vas a hacerme?- La elfa duda con seriedad, su mano tambalea lentamente detrás de su espalda, ella todavía tiene las flechas de su carcaj.

-Estas sangrando, necesitamos limpiar un poco de la sangre- Lutmern responde con calma intentando sonreír a Olbrin.

-Eres un demonio- La elfa reclama, casi incrédula, ella misma no podía creerlo. 

-Y tú eres una elfa- Lutmern señala con indiferencia.

-¿Eso que importa?- Olbrin pregunta confundida.

-Exacto- El aprendiz de cocinero señala, en un principió la chica élfica no lo entiende, Lutmern por su parte se acerca cuidadosamente, extendiendo el vendaje por el costado de la cabeza de Olbrin para empezar a limpiar, presionando con un poco de fuerza para evitar un mayor posible sangrado. Entonces el aprendiz de cocinero escucha como la chica élfica deja caer una flecha.

Para sorpresa de la chica elfica, ella no recibe comentario alguno, Lutmern solo continua su labor -¿El enano...Razamenoff?¿Sabe de tú...condición?- Olbrin pregunta encogiéndose un poco de hombros mientras ella todavía esta un poco alerta.

-Razemenoff, no R-a-z-a-m-e-n-o-f-f. Y por supuesto que él lo sabe, él me crío- Lutmern responde con una pequeña sonrisa -¿Puedes quitarte la cinta de la cabeza? Quizás haya una herida de bajo- El aprendiz de cocinero inquiere, aunque él esta adolorido después de apenas moverse un poco para cuidar de la elfa.

-La cinta se queda- Olbrin aclara sin ninguna duda, por su parte Lutmern solo mantiene silencio. Después de la cabeza el aprendiz de cocinero empieza a limpiar el cuello y los brazos de la chica élfica -¿Te puedes levantar?- Olbrin pregunta aunque ninguno de los dos esta seguro de con que emoción se realiza esto. 

-Seguro- Lutmern sentencia antes de intentar levantarse y caer de cara al suelo, Olbrin observa al aprendiz de cocinero con los ojos entrecerrados -...Esto no prueba nada- Lutmern insiste con vanidad.

-No estoy diciendo nada, solo estoy...reconsiderando las decisiones de mi vida- Olbrin sentencia como si ella estuviera siendo sarcástica -Pensé que siendo un demonio, serías más duro- La elfa menciona con cierta sorpresa y curiosidad.

-No tengo disfunción eréctil- Lutmern exclama girando su cabeza para mirar a Olbrin como si nada, ellos dos están en silencio.

-¡No quiero decir eso imbécil!- Olbrin exclama molesta después de unos momentos de comprender lo que el aprendiz de cocinero acaba de decir -Quiero decir...osea...ya debes de saber todo lo que dicen de...- La elfa intenta explicar, por su parte Lutmern solo mira a Olbrin fijamente.

-Oye solo nací así, no como almas o hago tratos malignos. Que yo sepa, mientras no cause problemas a nadie, nadie debería causarme problemas- El aprendiz de cocinero exclama con simpleza.

Olbrin se queda en silencio unos momentos -Eres más inocente de lo que pareces para ser un pervertido- Ella finalmente exclama intentando levantarse aunque con dificultad, sus manos se apoyan en los ladrillos que Lutmern y ella habían derribado al chocar contra la pared. 

-¡Oye, yo no soy cualquier pervertido, yo soy un caballero pervertido!- El aprendiz de cocinero llama ofendido desde el suelo, una vez más Olbrin le dirige una mirada entrecerrada una vez más -Por favor no me dejes aquí- Lutmern exclama con calma, por unos momentos eso hace tambalear a Olbrin. 

No había respuesta de la elfa. Olbrin mira al aprendiz de cocinero, él no ruega, solo esta allí -...¿Crees que el troll siga allí afuera?- La elfa pregunta, ella no esta segura si ella esta cambiando de tema, pero de verdad esta preocupada.

-Probablemente, le daré una paliza después de que me levante- Lutmern sentencia con absoluta sinceridad de su parte. Por unos momentos Olbrin considera reírse de eso -Tengo que hacerle una pregunta- El aprendiz de cocinero señala. 

-¿Cual?- La elfa pregunta con curiosidad. 

-¿Por que él hace lo que hace?¿Por que robar a otros?- Lutmern inquiere con curiosidad, para Olbrin era más simple. 

-Es un troll, esta en su naturaleza, ellos son ladrones- La elfa reclama con seriedad, pero por su parte el aprendiz de cocinero levanta levemente su cabeza, para dar entonces un cabezazo al suelo que sorprende a Olbrin. 

-Me niego a creer algo tan simple como eso- Lutmern enfatiza, pero entonces tanto Olbrin como él empiezan a oír el suelo rechinar, entonces empieza a resquebrajarse. Olbrin mira a Lutmern, él la mira a ella -Lo siento- Rápidamente Lutmern se apresura a disculparse avergonzado.

-¡Te odio!- Olbrin exclama mientras el suelo se rompe y ellos dos caen otro piso de la torre, rompiendo el siguiente, y el siguiente. Hasta que ellos caen en la parte más baja, un total de tres o quizás cuatro pisos, ellos dejaron de contar. 

Una madera astillada atravesaba el costado izquierdo de Lutmern mientras que Olbrin se aferro a una pared para caer al suelo torpemente, ella entonces ve al aprendiz de cocinero, aparentemente muerto. 

Pero entonces ella grita, no por el aparente cadáver del demonio, pero por algo que sobresale entre los escombros, era la cabeza de un ser plumífero, algo aplastado ahora, con magulladuras, laceraciones y algunas astillas y clavos en su piel. Se trataba de una cabeza pequeña y puntiaguda, un cuello largo era lo único que sobresalía, aunque el hocico era más escamoso y libre de plumas, los ojos eran los de un reptil normal -¡Dragón!- Olbrin grita aterrada.

Pero aquella criatura no se movió, por otro lado, si aparece el compañero de la criatura chocando contra la pared de la torre, haciéndola temblar. Era un ser del tamaño de un puma, a punto de meterse por la la puerta destrozada de la torre. 

Olbrin rápidamente saca una flecha de su carcaj, ella se da cuenta de que tiene pocas. Debieron de haberse caído durante el descenso, ella entonces su mano se convierte en un puño de fuego -¡Aléjate de mi!- La elfa reclama encendiendo la parte trasera de la flecha, que entonces con una llamarada sale disparada contra el ojo derecho de la criatura. Ambos dragones responden de mala manera, gruñendo en desesperación y molestia. 

Entonces el dragón de la puerta dispara de su boca una especie de líquido naranja en dirección a Olbrin, pero entonces ella patea el suelo produciendo un golpe de viento que la manda disparada contra la cabeza del dragón de la puerta por error -¡Ahhh!- Olbrin grita aterrada mientras que el dragón retrocede intentando tirar a Olbrin de encima de su cuello. 

El dragón tiene cuatro extremidades, sus extremidades delanteras (más alargadas que las traseras) donde se encuentran sus alas tienen unas garras de tres dedos alargados que intentan atrapar a Olbrin, pero entonces ella se enrosco alrededor del cuello de la criatura. Olbrin apenas tiene fuerza, pero ella saca otro carcaj de su espalda, solo le queda una flecha. 

Encendiendo otra vez su puño en llamas, ella dispara directamente contra el cuello de la criatura, pero entonces la flama es mucho menor que antes, y la llamarada no tiene suficiente fuerza como para penetrar profundamente en la carne del dragón. 

Una exclamación de terror sale de la garganta de Olbrin, sus dedos también se quemaron debido a la cercanía y ella se estaba desmallando, el dragón bajo su cuello para morder a la elfa tirada en el suelo que ahora apenas podía utilizar su magia. 

-Menudo embrollo- El troll reclama ocultándose muy torpemente (era claramente visible) en un costado de la torre mientras veía al dragón a punto de atacar a Olbrin, pero entonces tanto la elfa como el troll empiezan a oír lo que parecen voces desde dentro de la torre. 

******

-Lutmern- Una voz llama al aprendiz de cocinero con lo que parece una pequeña risa. 

-¿Mhm?- Lutmern pregunta curioso, el levanta torpemente la cabeza, observando entonces que, sentada entre los escombros, una mujer de cabello rubio y un vestido blanco lo observaba con las piernas cruzadas -¡Hermosa dama! ¿Que hace usted aquí?- Lutmern reclama rápidamente sonriente, aunque rápidamente eso hace a Lutmern sangrar por la boca. 

-Hehe, gracias por el cumplido Lutmern. Pero tú...estas a punto de morir- La mujer declara alegremente al inicio, pero su voz se va deteniendo, más calmada, quizás incluso triste. 

-No, no lo estoy- Lutmern responde con simpleza. 

-Si lo estas, ella es una representación de la muerte, chico-Repentinamente dice otra voz, que aparece justo al lado de Lutmern, un hombre sentado con las piernas cruzadas, de cabello marrón en un gran afro, piel blanca y cubierto por unas hojas gigantes.

-¿Y tú que eres entonces?- Lutmern pregunta con curiosidad.

-Un espíritu de la vida, estábamos cerca cuando empezaste a morirte- El espíritu responde con indiferencia -Puedes llamarme Don, ella es Khan- El espíritu señala con simpleza, primero así mismo y después a la mujer. 

-Un placer, pero yo no pienso morir aquí- Lutmern menciona con calma, Khan mira al aprendiz de cocinero, ella parece apenada mientras que Don mira hacía otro lado.

-A todos nos llega nuestro momento Lutmern, incluso a los espíritus- Khan menciona con acercándose a Lutmern.

-No yo no pienso morir virgen señorita- Lutmern señala con seriedad, en ese momento Khan se cae al suelo después de haber escuchado las palabras del aprendiz de cocinero, mientras que por su parte Don se atraganta.

-¡Jajajajajajajaja!- Don se ríe incontrolablemente debido a las palabras de Lutmern mientras que Khan veía incrédula al aprendiz de cocinero -Oye apenas te conozco por unos momentos pero eso fue muy gracioso- Don exclama palmando suavemente el hombro de Lutmern. 

-¿Si apenas me conoces como sabes mi nombre?- Lutmern pregunta con curiosidad.

-Para nosotros los espíritus existen los nombres de todos los seres sapientes encima de sus cabezas, a parte de eso, no conocemos más de ti. Parece que te metiste en algo serio, allí afuera están a punto de matar a esa elfa- Don señala a la puerta con calma. 

-¡Olbrin! Tengo que ir a protegerle- Lutmern exclama intentando levantarse, pero él apenas puede mover su cuello. Pero simplemente el resto de su cuerpo apenas puede moverse -Se lo prometí al viejo...- El aprendiz de cocinero reclama con determinación intentando forzarse aun más a levantarse. 

-Si continuas así te vas a largar un pedo- Don exclama recibiendo un golpe de Khan.

-Ustedes dos son...- Khan se queja -Lo lamento, lo lamento- Ella rápidamente se disculpa abrazando a ambos, no es que Lutmern se queje, pero él continua en el suelo -No te sientas mal Lutmern, todos tienen sus límites. La dragona de allí, Olbrin y Laus también están a punto de morir, aunque no tanto como tú ahora mismo- Khan señala hacía la dragona, quita allí en la torre, que los esta mirando fijamente.

-No voy a aceptar algo como eso, es mi orgullo como aprendiz que debo cumplir lo que ordeno mi maestro- Lutmern insiste apretando con sus manos el suelo, él empieza a levantar levemente su espalda pero entonces la madera que lo atraviesa hace que ciertas astillas se claven en su carne. Los dientes del demonio rechinan. 

Khan mira apenada al aprendiz de cocinero, pero Don no, él mira con seriedad a Lutmern -Tienes potencial, chico. En realidad, creo que no deberías morir aquí, que te parece. ¡Te ayudaré a abrir una puerta al mañana!- Don señala con determinación.

-¿Eh?- Lutmern pregunta confundido.

-¡Don! ¿En serio piensas pedirle algo así? Ya esta casi muerto, si no funcionará como planeas...-Khan menciona dulcemente preocupada.

-¡Que no pienso morir aquí!- Lutmern grita repentinamente del fondo de sus entrañas, su voz parece romperse por ese momento. Don por su parte sonríe, Khan inclina la cabeza y ella entonces solo se aparta para que el espíritu con el afro apunte con su dedo a la frente de Lutmern. 

-Escucha chico, para obtener poder, tienes que sacrificar algo. Cualquier cosa, años de vida, quizás un órgano, o algo más "abstracto". No te explicaré los detalles, pero creo que no te interesan- Don señala con seriedad. 

-¡¿Qué?! Sacrificar algo, eh...eh...¿Que te parece mi apendice, mi ojo izquierdo y lo poco que tengo de sentido de la orientación?- Lutmern señala con preocupación y nervios, pero eso es suficiente para que Don lo golpe. Era como si repentinamente un gigantesco rayo recorriera todo el cuerpo de Lutmern. 

******

Las voces se habían detenido para Olbrin y Laus (el troll), aunque para Olbrin eso ya no importaba, el dragón sobre ella estaba a punto de devorarla cuando repentinamente la pared al costado del marco de la puerta estalla. 

-¡He llegado!- Lutmern exclama repentinamente volando a través de la puerta para dar una patada en el cuello del dragón, sorprendiendo a Olbrin, ahora el aprendiz de cocinero era tan alto como ella, sus heridas estaban cicatrizadas (y sanándose) a excepción de su ojo izquierdo cerrado y su piel emite calor. El dragón casi cae sobre si mismo, retrocediendo a través de la nieve. 

El dragón intenta producir un movimiento de látigo con su alargado cuello mientras lanza veneno contra Lutmern pero entonces el aprendiz de cocinero ya se había apartado del cuello del dragón, y desplazándose debajo de él, Lutmern da una patada al suelo que hace que él se propulse como una bala de cañón contra el dragón. 

-Técnica definitiva, cabezazo en los huevos- Lutmern recita mientras que el dragón estaba tirado inconsciente después del ataque del aprendiz de cocinero, que gira para levantar sus dedos en forma de V a Olbrin con una sonrisa.

-¡¿Que clase de ataque fue ese?!- Olbrin pregunta sorprendida y molesta por la aparente falta de seriedad de Lutmern. 

-El ataque definitivo- Lutmern señala con simpleza. Su compañera estaba a punto de contra argumentar pero entonces el aprendiz de cocinero la carga en brazos -Tenemos que irnos rápido- Lutmern señala, pero cuando él se da la vuelta se va en la dirección de la torre -...Ese es el troll- El aprendiz de cocinero exclama. 

-¡¿Como me descubriste?!- Laus pregunta sorprendido y un poco aterrado en su obvio escondite. 

-Estoy rodeada de idiotas- Olbrin menciona ante el troll y Lutmern. 

-¡¿Por que ustedes no se mueren?!- Laus exclama furioso caminando hacía ambos adolescentes, listo para continuar su batalla, pero por un lado, el aprendiz de cocinero ni se inmuta. 

-En primer lugar, las personas tienen la mala costumbre de no dejarse matar. En segundo lugar, yo no pienso morir virgen- Lutmern sentencia con simpleza, mientras que lo último hace a Olbrin rápidamente sorprendida, ella podía entender lo primero.

-¡¿Por que tienes que pensar en sexo para sobrevivir, solo vayámonos de aquí?!- La elfa pregunta aterrada mientras que Lutmern seguía de pie allí. 

-Mph, ustedes dos son unos tontos- Laus sentencia a punto de abalanzarse sobre ellos, pero entonces el troll los pierde a los dos de vista -¿Qué?- Laus exclama sorprendido, mirando de lado a lado, sin encontrar al demonio o la elfa.

-Te tengo solo una pregunta, dependiendo de que respondas. Morirás o vivirás. ¿Por que eres un ladrón?- Lutmern pregunta, enviando un escalofrío por la espalda del troll que se gira para encontrar a Lutmern allí, con Olbrin en brazos, y una pierna levantada para atacar a Laus. 

-¿Por...qué?- El troll exclama sorprendido por la pregunta, pero en los ojos del aprendiz del cocinero no hay duda, no es una burla o similar -Yo solo sigo la vida de los trolls, es una vida sencilla ¿No crees? Deberías considerarla, eres como yo, la gente no quiere a los demonios y no hay mucha ley por aquí. ¿Por que no te unes a mi? Seguro que podríamos ser criminales muy poderosos y ricos- Laus exclama con una gran sonrisa, a pesar de su oferta, el troll también se estaba preparando alistando su puño izquierdo para intentar golpear a Lutmern, pero entonces una patada le destroza el abdomen al troll. 

-Respuesta incorrecta- Lutmern sentencia, suspirando. Laus ahora esta completamente muerto, pero él podía ver ahora a Don y Khan con total claridad, ellos si se estaban yendo más ocultos que él. 

-Te lo dije, no se que buscabas- Olbrin reclama con vanidad, pero entonces ella se siente caer -¡No me- La elfa intenta protestar, pero no es que Lutmern la hubiera tirado, ella ahora encuentra al aprendiz de cocinero del tamaño de un niño pequeño, sosteniendo a la elfa a ras del suelo. 

-...¡Ahhhhh!- Ambos gritan aterrados. Apenas habían pasado cinco minutos desde que Lutmern logro salir de la torre para atacar al dragón, un tiempo corto para sus nuevos poderes. 

******

Las manos de Olbrin palmean los costados de Lutmern, bajando entonces a las pequeñas piernas del aprendiz de cocinero -Creo que todo esta bien- La elfa señala. 

-¿Todo bien? Estoy enano- Lutmern reclama con molestia cuestionando a su compañera.

-Seguro que ya se te pasará...seguro- Olbrin exclama intentando sonar convincente, pero su voz falla, y ella nota como Lutmern la mira con los ojos entrecerrados.

-...¡Ok!- Lutmern exclama con una sonrisa, haciendo suspirar a Olbrin. El aprendiz de cocinero entonces arregla su gorro un poco caído y con dificultad camina hacia la torre, allí aun esta la dragona.

-¡¿Que haces Lutmern?! Es peligroso, no ves que allí esta un dragón- Olbrin exclama rápidamente intentando detener a Lutmern, pero el aprendiz de cocinero levanta la mano deteniendo a la elfa. 

-Olbrin, es una dragona. Y antes de decidir si matarla o no para cocinarla, tengo que comprobar algo...nunca nos ataco- Lutmern señala, sorprendiendo a Olbrin, ella alza la cabeza para encontrar que la dragona sigue algo débil, pero viva. 

La elfa gira para ver que el dragón aun esta inconsciente (y el troll muerto), ella entonces se queda en silencio, viendo en el marco de la puerta como Lutmern empieza a sacar los escombros de encima de la dragona, es una tarea difícil pero entonces la elfa va a ayudarlo. 

La dragona continua en silencio, gruñendo ocasionalmente. Pero entonces la parte superior de ella esta libre, y como Lutmern esperaba, debajo de ella había un nido con una puesta de huevos grandes y amarillentos, que ella protegió de los escombros -Lo siento- Lutmern exclama respetuosamente inclinándose ante la dragona, que de un latigazo de su cola libera los restos encima de sus patas. 

Olbrin retrocede un poco aterrada, pero por su parte la dragona examina con sus ojos a Lutmern, el aprendiz de cocinero no se mueve. Tampoco lo hace la dragona, ella se recuesta a continuar empollando sus huevos. 

Entonces Lutmern se levanta y da la media vuelta para irse, Olbrin rápidamente lo sigue desde atrás -Este tipo de dragones son comunes aquí, su saliva es algo ácida por cierto. Son buenos en una ensalada, pero durante esta época del año es mejor no cazarlos porque están en su periodo reproductivo- Lutmern señala con calma a Olbrin, que escucha de hecho un poco sorprendida a Lutmern hablar de la fauna local.

Mirando a lo lejos, Olbrin ve también como otros dragones más jóvenes que los anteriores, y por lo tanto más pequeños, están volando por los riscos del valle, pegándose en las rocas, también se escupen entre ellos -...Lutmern...no voy a revelar que eres un demonio a mi madre- Olbrin menciona de reojo, sorprendiendo al enano aprendiz de cocinero. 

-¿En serio? Gracias- Lutmern menciona con gratitud. 

-Pero mantente alejado de mi madre, pervertido- Olbrin rápidamente reclama. 

-No prometo nada- Lutmern menciona con indiferencia. 

-¡¿Así me agradeses que por una vez soy generosa contigo?!- Olbrin no tarda en decir chocando su cara contra la del aprendiz de cocinero, que a pesar de que sea pequeño ahora mismo, responde con la misma moneda igualando la fuerza y molestia de la elfa.

-¡Yo te salve la vida!- Lutmern exclama con rapidez. 

-¿Siguen peleando?- Razemenoff exclama no muy sorprendido mientras llega finalmente, ambos adolescentes giran sus cabezas, encontrando entonces al enano y Olgia, que esta sonriendo viendo a ambos -...¿Que te paso?- Razemenoff pregunta con curiosidad a Lutmern pero entonces el aprendiz de cocinero salta encima de él, mientras que Olbrin salta encima de su madre, ambos balbuceando. 

-Será mejor que los llevémos nosotros- Olgia menciona sonriendo mientras ella también toma a Lutmern y empieza a caminar con Razemenoff rumbo al campamento. En el camino Lutmern y Olbrin estaban comentando lo que les sucedió. 

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