Aquí estás señor Diario, pensé que te había dejado en esa extraña línea paralela.

Se estarán preguntando ¿Quien te secuestro? O ¿Te metiste en problemas? Pues la verdad sería casi la segunda opción.

Pues les diré:

Ya estamos en 12 de Diciembre, ya se puede ver todas las decoraciones navideñas en la ciudad.

Y aquí en la iglesia no es la excepción, Keith vino ayudarnos en las decoraciones por lo cual se agradece.

Estuvimos así por un buen rato hasta que cayó el atardecer, toda la iglesia se veía tan viva y colorida.

Sarvente agradeció por nuestra ayuda, yo dije que "No hay problema, que es mi forma de devolver el favor por hospedarme aquí".

Pues Keith se despidió y se fue a no se dónde, quizás ver a Cherry o pasar tiempo con algún amigo.

Le pedí permiso a Sarv de poder salir, ya que quería comprarme unas frituras que realmente me gustan.

Me ha estado gustando últimamente las Doritos Nacho, no se, su sabor me ha cautivado y por ende me he vuelto un poco adicta a esas Sabritas.

Sarvente me hizo una mirada con su tono de ojos de demonio... Ya que como es una madre para mí pues no le ha gustado que coma en exceso las frituras y golosinas.

Le prometí no excederme y está vez sin mentirle, ya que cuando se vuelve en su forma demonio es muy difícil bajarle el temperamento que puede llegar, incluso Ruv le da algo de miedo cuando ella se transforma.

Pues así fue mi mini aventura hacia la tienda de la esquina, a veces me pregunto ¿Por qué las tiendas los ponen en la esquina? Bueno, son dudas que nunca sabré.

Pues cuando entre rápidamente el encargado se alarmó por verme, ya que como saben, soy alguien de temer.

Pero claro... Yo no he asaltado tiendas, siempre me gano dinero a costa de mi servicio, si lo preguntan, si, a veces le echo la mano a Pico cuando necesita mi ayuda.

Ahora que lo pienso... Si asalto tiendas cuando acompaño a Pico... A la próxima mejor le doy dinero para que no robe...

Me desvío del tema, lo tranquilice para que no pensara la gente que estaba asaltando.

Una vez que se calmó me dispuse a comprar mis queridísimas Doritos, ay como las quiero.

Pague por ello y me salí de la tienda, justo cuando di el primer paso un portal se abrió donde yo pise y terminé diendo a otro lugar.

Termine cayendo de cara en el suelo, ya parezco a cierto erizo...

Me levanté y vi para saber en donde estaba y... Para mí sorpresa era la iglesia, bueno casi...

Lucía igualito como la iglesia solo que aquí no estaba las decoraciones navideñas, además que se sentía muy vacío.

Iba a gritar para saber si había alguien pero no fue necesario, ya que apareció alguien detrás mío.

Me asusté por la repentina aparición y me puse en guardia.

[...]

─ ¡Atrás! Que yo se defenderme. ─ no sé porque dije eso...

─ Pensé que eras más intimidante, supongo que de lejos te veías mejor. ─ !?

─ ¿Me estás tomando el pelo? ─ pregunté con desagrado.

─ Pues no, esto no es Disneylandia. ─ ... ─ Bueno a lo que voy. ─ se acercó a mi y luce más alto que yo, me puso sus manos en mis hombros ─ ¡Tienes que juntar a nuestros padres! ─ me grito el.

Espera... ¿Padres?

Incline mi cabeza confundida y el suspiro frustrado.

─ ¿No se te hago familiar? ─ ...

Mire su rostro con detalle, tiene unos cuernos que sobresalen de su cabello y tiene unas alas en su espalda, espera...

─ ¿Tienes alguna parentela con Sarvente y Ruv? ─ pregunté dudosa.

─ ¡Acertaste! ─ celebro y me dió la espalda ─ Finalmente podremos salir de este lugar. ─ comento victorioso.

─ Pero... Que yo recuerde Sarvente no tiene nietos o sobrinos. ─ dije algo confundida.

─ En tu línea del tiempo no, pero realmente somos hijos de ellos 2. ─ !?

─ Un momento... ¡Eres hijo de ambos! ─ el asintió ─ Y... Espera "¿Somos?."

─ Se refiere a mi. ─ escuché una voz extra y mire a ver de dónde provenía y vi a una niña con un cuerno, su vestimenta es casi similar al de Ruv ─ Soy Rasazi por cierto y el rarito de ahí es mi hermano Selever. ─ señaló a su hermano.

─ ¿¡A quien llamas rarito!? ─ los 2 tuvieron una discusión mientras yo los veía como segunda...

Cómo esto no estaba llevando a ningún lado decidí agarrar la cabeza de ambos y chocarlos.

─ Si se supone que son hermanos no deberían de andar discutiendo por cosas así... ─ choque mis manos como si me estuviera quitando polvo.

─ Y yo pensaba que eras una mocosa. ─ volteo a verme y solo lo mire amenazante por la cual se puso nervioso ─ Digo, digo, realmente necesitamos tu ayuda.

Cruce mis brazos y pregunté ─ ¿Para que exactamente? ─

─ ¡Para que nuestros padres salgan! ─ hablo la niña mientras sus ojos estaban coloridos, azul y rojo para ser exactos.

Suspiré y respondí ─ Calmense los 2 primero. ─ decidimos sentarnos para poder hablar más civilizadamente ─ Ok, primero expliquenme ¿Cómo son hijos de ellos si todavía no salen? ─ pregunté con dudas.

─ Es lo único que sabemos... ─ comento el más serio ─ Ambos despertamos en este lugar llamado El Mundo Nada, y no hemos podido salir de este lugar al mundo canónico. ─ dejó de explicar el para que continuará su hermana.

─ Aquí el tiempo no existe y realmente no sabemos cuánto tiempo hemos estado aquí, vemos cada universo si en alguno nuestros padres logren finalmente dar el primer paso para que podamos existir... ─ me acerque a Razasy para darle un abrazo.

─ Pero el idiota de nuestro padre es un cobarde ¡No ha tenido los huevos para poder declararse! En cada universo que hemos visto o bien se quedan como amigos, nuestra madre sale con el idiota azulado o ¡¡Ruv elije a una monja maniática como su pareja!! ─ eso último lo dijo con cierto enfado.

Ahora me le acerque a él para acariciarle su cabello.

─ ¿Que crees que haces? No soy un bebé para que me hagas esto. ─ lo abrace ignorando sus palabras y estiré mis brazos para dar un abrazo grupal.

─ Escuchen, han estado sufriendo mucho en este lugar desolado, entiendo cómo se sienten... Ya he vivido está misma experiencia. ─ Rasazy no pudo evitar llorar mientras que Selever quería aguantarse pero al final también le ganó el lloriqueo.

Esperé su tiempo y cuando dejaron de llorar les agarre sus manos.

─ Miren, Sarvente y Ruv también son como padres para mí, así que los ayudaré. ─ ambos me miraron con alegría ─ Tengo planeado colgar un muérdago para que se besen y tengo planes para que ellos logren salir en una cita para este San Valentín, solo esperen un poco más. ─ termine de explicar con firmeza.

─ Creo que dude mucho de ti Spinel. ─ !?

─ Espera ¿Cómo sabes mi nombre? ─ pregunté.

─ Eso es fácil, nosotros podemos ver lo que pasa en el mundo canónico, por ende sabemos tu nombre. ─ me explico el.

─ Y si por alguna razón nosotros logramos salir por la fuerza el mundo colapsaria. ─ lo dijo ella como si fuera lo más tranquilo del mundo...

Bueno, he tenido experiencias con que casi la realidad colapsa o bueno... Ahora que recuerdo fuí absorbida por un agujero negro...

Me levanté decidida ─ Pues bien, es una promesa. Juntaré a ellos para que puedan existir.

─ Y que no se te olvide ─ Selever abrió un portal atrás mío ─ Con eso podrás regresar. ─ el se retiró dejándonos solas.

─ Suerte Spinel... ─ ella se quedó en silencio por unos segundos ─ ¿Puedo llamarte hermana? ─ ... Intenté no desmayarme de la ternura.

─ Claro que puedes, hermanita. ─ ella corrió hacia mi y me abrazo ─ Esto no es un adiós, sino un hasta luego.

[...]

Me despedí tanto como Rasazy cómo Selever y regrese al mundo normal.

Cuando volví he notado que volvío a llegar la noche, parece ser que la noche siempre me acompaña.

Corrí de regreso para la iglesia y logré ver a Sarvente preocupada por mi y Ruv tratando de calmarla.

Los llame y voltearon a verme, ella corrió abrazarme y me regaño por no llegar a la hora acordada.

Me disculpe con ella, tuve que decir más mentiras para que no se preocupara.

No puedo decir que me secuestro sus hijos que todavía no existen en esta línea temporal.

Me castigo por 5 días en no salir y tuve que aceptar a regañadientes.

Y ahora mismo me encuentro en mi habitación, tengo que hacer que mi plan vaya a la perfección.

Sarvente, Ruv. Ustedes 2 tienen que ser pareja si o si. Y no me rendiré hasta lograrlo.

Los veré después, chicos.