Capitulo 16: Un Nuevo Hogar
Después de un camino lleno de tropiezos. Por primera vez al fin estaba tranquilo.
Fuutarou pudo reconocer a las quintillizas luego de mucho tiempo y pruebas.
Demostrando así que sus sentimientos son reales y únicos.
Pero no con eso terminaría todo. ¡Las chicas se habían independizado!, Con el único propósito de armar una vida junto a su amado.
El no quería negarse y no lo hizo. Estaba decidido a armar su nueva vida junto a sus parejas.
Lo dieron todo y obtuvieron un gran resultado al final. Fuutarou estaba decidido a estar con ellas de ahora en adelante, armar su vida y por fin ser feliz.
Estaba emocionado y nervioso, muchas nuevas experiencias lo estarían esperando.
Pero igual, se sentía mal por dejar sola a su hermanita, ellos habían estado juntos prácticamente toda la vida y dejarla le dolería.
Pero era algo que tenía que hacer para estar junto a sus parejas y ser feliz.
Paso esa primera noche en su nuevo hogar, pensaba que sería algo pequeño pero era lo suficiente grande para los seis. Todos dormírian en un único futón. Que compraron para estar los seis bajo la misma cama. Fuutarou estaba negándose a la idea pero por insistencia de las chicas accedió.
El apartamento contaba con un baño para una sola persona, lo cual sería un obstáculo en su día a día. También con una pequeña sala y cocina.
A pesar de ser un poco reducido se adaptarían pronto, era suficiente por ahora mientras trabajaban para algo mejor.
Pasaron esa primera noche juntos, se veía incómodo pero no lo era para ellos, ya que tenían el calor de el otro.
Fuutarou partió a primera hora a su casa, para poder llevar a cabo su mudanza. Aunque solo se llevaría algunos útiles escolares y ropa.
Dedujo que su padre no estaría en casa, ya que salía en la madrugada a su trabajo. Lo que menos quería era un sermón del porque no debería irse.
Aunque quizás hubiera querido escuchar ese sermón por una última vez.
Pero no era algo necesario, estaba bien ahora y no quería tener alguna complicación o obstáculo.
Pero sin duda, le dolería dejar lo que ha Sido su hogar por tanto tiempo.
Llegando a su casa, entro lentamente con dirección a la sala en la que Raiha estaba sentada y cruzada de brazos, con una mirada enojada.
Raiha — ¡Onii-chan! . ¿Dónde has estado metido? —
Fuutarou — Es una larga historia —
Luego de eso, Fuutarou le explicó con detalle el porque no había llegado para dormir y dónde y con quiénes estuvo.
Ella se conmovió y se alegro por su hermano, que había logrado algo único.
Fuutarou — Y...Lo siento — Guardo silencio por unos instantes — Yo, decidí dejar el nido, por fin encontré mi verdadera felicidad y quiero ir tras ella —
Raiha cambio su mirada a una triste, empezó a derramar lágrimas repentinamente mientras observaba a su hermano mayor.
Raiha — M-me cuesta aceptar — Sollozo — Q-que ya no e-estaras aquí —
De un movimiento rápido se abalanzo hacía Fuutarou.
Fuutarou — ¡R-raiha! —
El la abrazo fuertemente mientras también derramaba lágrimas.
Raiha — P-pero si mi O-onii-chan es feliz....¡Y-yo lo a-aceptare! — Ella se sujeto con más fuerza, Fuutarou aún se encontraba conmocionado — ¡A-aunque me duela la ausencia de Onii-chan, me aliviará más que este en buenas manos!, I-incluso si yo dejo de ser tu hermanita —
Lo dicho por la menor solo empeoró las lágrimas del protagonista, que se inclino a la altura de su hermana y se separó un poco.
Fuutarou — Valoro que me digas esas palabras, a mí también me duele dejarte atrás — El suavizó su voz mientras se secaba las lágrimas el y a su hermana — Y aunque yo me vaya, me aleje y quizás no nos veamos en mucho tiempo. ¡Jamás dejaras de ser mi querida hermana!, Pasamos toda una vida juntos y al separarnos nada cambiara. Nadie ocupará el lugar que tu tienes Raiha —
Ambos lloraron juntos por un rato, después de todo dos grandes hermanos se separarían. Siendo el mayor que se iría a hacer su vida.
Su que fuera difícil, lo único que se podía hacer era aceptarlo. Raiha no quería y no podía negarle la felicidad a su hermano.
Luego de eso, ambos se separaron y la tristeza no estaba presente, en cambio un gran aire de calidez adornaba el ambiente.
Raiha decidió ayudar a su hermano a empezar sus pertenencias, como libros o ropa.
No tardaron demasiado debido a las pocas pertenencias de Fuutarou (Resumiendo, pobreza). Por lo cual no tardaron demasiado.
Igual, se dedicaron a beber algo de te para luego, que Fuutarou tomará camino a su nuevo hogar.
En la puerta, Raiha le arreglaba un poco su camisa mientras sonreía levemente.
Fuutarou — ¿Segura que estarás bien sola? —
Raiha — Si, no tendré que cuidar de ti así que se disminuirá la carga —
Fuutarou — ¿Dónde quedó la Raiha sentimental? — El suspiro y se fijó que aún Raiha le arreglaba la camisa — Extrañare un poco esto —
Raiha — Ahora tienes a cinco chicas que lo harán por ti — Ella expandió su sonrisa — Pero extrañare esto también — Terminando, ella se separó un poco — Buena suerte, no olvides que este siempre será tu hogar —
Fuutarou — No lo haré — Brevemente abrazo a su hermana — Cuídate mucho y cuando quieras ir a visitar la casa, solo avísame y vendré por ti —
Raiha — ¡Entendido! —
Fuutarou se empezaba a retirar con una mirada nostálgica. Recordando muchos de los momentos que pasó con su familia aquí.
Por unos instantes, le pareció ver a su madre parada en el local que solo era un recuerdo, agitando la mano en señal de despedida con una sonrisa en su rostro.
Fuutarou — Hasta pronto, madre —
Unos pasos más adelante,un auto se hizo al lado de Fuutarou, la ventana empezó a bajarse y en ella se reveló a Marou.
Marou — Uesugi-kun —
Fuutarou — Que sorpresa, Marou —
Marou — Así es, solo pare aquí para decirte algo breve — El hombre lo vio con frialdad, pero el frutas ni se inmutó— Afirmame algo, ¿Es cierto lo que se traen las chicas contigo? —
Fuutarou — Lo es — Respondió directamente a lo que el hombre lo vio con enojo — Esto ya no tiene nada que ver con usted si le importa o no. Es tal como le dije, no puede negar lo que ellas desean de corazón —
Marou — ¿Acaso dices que alguien tan insignificante como tú es lo que ellas desean? —
Marou se veía molesto, mientras con furia le decía esas palabras.
Fuutarou — Esa pregunta no debo responderla yo, aunque si pudiera dar algo vago en su lugar, es que lo nuestro es único — El chico volteó su mirada y empezó a caminar — Algo así, simplemente no puede ser forzado a suprimirse, seguramente lo entiende pero se niega a aceptarlo. Hasta pronto —
Marou vio como el peli azul se retiraba a su paso del lugar, mientras esté apretaba sus puños con fuerza.
Ebata — Supongo que se acabó —
Marou — Aúnque sea así, de alguna forma quiero ver qué tan lejos llega. No niego que me encuentro molesto pero no puedo negar que sus sentimientos....Son especiales y de alguna extraña forma ...Únicos, llama a Isanari Uesugi, me gustaría hablar con ese idiota —
Luego de eso, el auto se perdió en el camino igual que el peli azul, que se mostraba con una mirada tranquila mientras se dirigía hacía su nuevo hogar.
Al ver cara a cara a Marou, sabía que ya estaba rendido. Hiciese lo que hiciese no detendrían nada.
Las chicas con la conversación final con el, debieron haber rematado los intentos de su padre por separarlos. ¿Que habrá sucedido realmente?.
Tal vez debería preguntarles después, pero me resto importancia.
Su nueva vida comenzaba y con ella nuevos objetivos. En lo principal sería graduarse de la preparatoria y luego de eso perseguir una carrera en la universidad local.
De ese modo podrían estar juntos. Eso es lo que más anhelaban.
Aunque ese era algo pequeño a la que en realidad querían, como es formar un hogar grande para así iniciar en un futuro una familia.
Los sueños y esperanzas de Fuutarou les pertenecía a las quintillizas. El les había entregado todo de el.
Después de un camino corto, había llegado a el lugar donde se encontraba su departamento, en el que entro con total normalidad.
Itsuki — ¡Bienvenido a casa Uesugi-kun!—
Fuutarou — Hola, ¿Y las demás? —
Itsuki — Miku y Nino salieron de compras, Yotsuba e Ichika fueron a comprar algunas cosas para el almuerzo. Yo me quedé para recibirte —
Fuutarou — Que bueno, no me gustaría quedarme solo — Rio — Por cierto. Somos lo suficientemente cercanos para que me sigas llamando por mi apellido —
Dicho eso se retiró a la pequeña sala para tomar asiento en el sofá.
Itsuki fue y se sentó junto a el.
Itsuki — B-bueno hay una razón —
Fuutarou — ¿Y cuál es? —
Itsuki — B-bueno, cada una de mis hermanas te llama de una manera diferente, hasta Yotsuba te dijo algo así hace poco —
Fuutarou — ¿Y te complicas por eso?, Estoy seguro que ya te inventaste algo —
Itsuki — M-me da vergüenza — Ella ocultó su rostro con sus manos, mientras un rubor adornaba su rostro — P-pero, si insistes....T-taro.....Taro-kun —
Fuutarou — Esperaba algo sin el "Kun" siendote franco — El la aferró a ella — Pero me hace sentir de alguna forma alegre —
Itsuki — Me alegro. No dejaré ese honorífico hasta que me case contigo —
Fuutarou — ¡Que atrevida Itsuki!, Aún estás bien joven y ya estás pensando en eso —
Itsuki — No seas idiota — Ella se acerco a sus labios — A lo mejor tu también lo has tenido en mente —
Fuutarou — Tal vez — Le dió un beso leve — Pero aún es pronto, no me desagrada la idea —
Ambos se empezaron a besar lentamente, mientras poco a poco el beso se subía de tono, ocasionando que se separan y volvieran a repetir el acto con rapidez.
Itsuki — ¿Recuerdas cuando me confesé?. Te dije que no me quedaría atrás —Ella lo vio con una mirada perversa —
Fuutarou — No creía que llegarás tan lejos —
Itsuki — solo porque eres tú, solo tú mi Taro-kun —
Itsuki beso a Fuutarou apasionadamente, mientas esté le quitaba poco a poco sus prendas ella lo despejó de su camisa mientras continuaban con el beso.
Fuutarou se separó, fijando su mirada en el pecho casi descubierto de Itsuki. Que solo estaba cubierto únicamente por su sostén.
Itsuki tomo la mano de su amado y la puso en uno de sus pechos.
Itsuki — H-hazlo rápido —
Ella se veía muy avergonzada, dejando atrás su anterior atrevimiento.
Fuutarou — Me gusta ver cómo tomas vergüenza luego de hacerte la atrevida —
Cuando Fuutarou iba a continuar con su acto recibió una bofetada de repente.
Nino — ¡P-pervertidos! —
Miku — Así que querías adelantarte —
Ambas se veían con una mirada oscura apuntando hacia Itsuki, que estaba con una mirada de miedo.
Itsuki — ¡Fue un experimento social, lo juro! —
Fuutarou — ¡Exacto! —
Nino — Podré perdonarte a ti por adelantarte. ¡Pero jamás a Fuu-kun!, ¡Tu pureza debe ser mía! —
Miku — No, la virginidad de Fuutarou será mía —
Fuutarou — Y yo que quería llegar puro al matrimonio, primero me antojan y luego me dejan con las ganas —
Nino — ¡Solo puedes hacer ese tipo de cosas conmigo! —
Miku — No, lo hará conmigo, ¿No es así Fuutarou? —
Fuutarou — Mierda ...—
Lo que pasa después. Ya es historia.
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