Capítulo 9 - Culpabilidad
-Narra Sonic-
No pasaron ni cinco minutos dentro de esa enorme recámara de mis jefes cuando la señora rosada comenzó a cambiarse su ropa deportiva por prendas flojas primaverales.
No sé como reaccionar todavía a pesar de que esto es evidente para mis ojos: Amy quiere seducirme y tener aventuras conmigo, por alguna razón he sido de su gusto, ¡¿por qué yo!? ¿Acaso Shadow sabe que su mujer es de ojo alegre por no decirle put-?
—Sonic, ¿Tienes algún inconveniente si me ayudas? —No, no, por favor, ¿¡Qué hago!? Si salgo de aquí puede que la señora se enoje y me corra con los clásicos rumores de que yo he sido el lisonjero que intentó hacerle daño a la mujer del jefe o, en su defecto, si sigo con esto para mantener el empleo y después Shadow se entera igual y me pudro en una cárcel o...¡hasta me mata!—, ¿Sonic, estás ahí?
—Seño...digo, Amy, tengo que seguir trabajando...esto...no creo que esto sea adecuado y correcto... —No la quiero regar, ¡¿Pero qué hago, joder!?
Oigo los golpes en la puerta y brinco estrepitosamente, golpeándome con la pared. Miro la perilla que se empieza a mover y no se me ocurre más que quedarme quieto en la esquina de la enorme habitación, alejándome lo más posible del otro cuarto y el cuarto de baño para que, quien sea que ha entrado, no malinterprete nada.
—¿Estás aquí, querida?—Shadow asoma sus ojos carmín por todos lados, cruzamos miradas y se me ocurre señalar la otra habitación con el dedo. No parece entender por qué estoy ahí—, ¿Amy?
—¡Sh-Shad! ¡Oh, querido! No pensé que fueras a venir aquí...—Por mi rabillo derecho veo a la señora envuelta en una toalla, ahora está pálida por todo esto, ¡Como no estarlo!
—¿Cuanto tiene que llegaste? ¿Acaso no viste a Sonic haciendo limpieza? —Un reproche que me salva el pellejo y recrimina a la señora Rose por su indiferencia. Extraño...¿no?
—No, no, es que...yo le había dicho que el cuarto necesitaba limpieza y...y necesitaba darme una ducha rápida por el sudor del gimnasio y...
—A la próxima ve a la habitación de Silver, mujer, no seas exhibicionista. —No quiero echarle la culpa, a nadie, pero ver cómo el señor Shadow regaña a Amy me parece...no mal pero...
Sabiendo yo que ambos juegan el papel de infieles no me convence mucho que se tengan que recriminar unos a otros.
—Con permiso... —expulso agachando la cabeza y saliendo por un costado con dos botes pequeños de basura que encontré en la recamara, mínimo funcionaron como escusa de que estoy recogiendo. No quiero seguir oyendo porque tampoco me incumbe; aunque bien, dije cuando llegué que no deseaba involucrarme en chismes tal vez...
Tal vez lo mejor sería hablar de esto con Shadow y decirle que renuncio por el incidente.
Diablos, suena fatal, no van ni tres días aquí ya desde que firmé el contrato cuando me veo envuelto con la señora de la casa. Todavía lo creería con el hijo, digo, no está mal, pero vamos...¡Coño, no vine a ser un rabo verde!
—¡Sonic! —Un grito de otra habitación interviene en mis orejas, se crespan mientras giro y veo la cabeza Blanca del joven—. Emm...¿puedes venir a limpiar algo? —Que familia tan más desastrosa, en verdad.
—Voy... —Bajo rápido y tomo con velocidad una jerga y una cubeta, no sé qué limpiaré pero algo me huele a que es un liquido y una puta mancha que no podré quitar. Subo con un jadeo por el agotamiento de trotar de aquí para allá de no saber todavía de quién es qué habitación.
—Aquí...—Me enseña con su dedo índice y puedo notar que en efecto, es...¿alcohol?—. Por favor, limpiarle antes de que el olor llegue a mis padres u otras sirvientas.
—Bien pero...bueno, sí. —Me ahorro el preguntarle más...pero es que si quiero decirle que por qué esto...
Paso la jerga por ese tipo alfombra y el olor fétido entre químicos de detergente y el alcohol es más fuerte. El albino se ve pálido, más de lo normal, es como si tuviera tantos pensamientos y asuntos en mente que le ganan los nervios.
¿Qué tanto oculta esta familia?
—Oh rayos... —Empiezo a oir al chico ir de un lado a otro, giro mirándole y perdiendo de vista donde está limpiando, ahora ha movido la botella extraña de lo que pienso es ron para buscar ocultarla pero...¡vamos! todo es un desastre, que terror.
Alguien grita desde el pasillo:
—¡Silver! ¡Ven aquí!
—Mierda, mi padre me va a matar...
—Tengo una idea pero es mejor que tú salgas a verle, yo me encargo de esto... —¿Incubridor? Sí, pero, creo que me cae tan bien el erizo que puedo arriesgar más mi pellejo, igual ya tengo un pie fuera de esta residencia.
Silver me avienta la botella y yo la sujeto, me apuro a ir al lavabo de su cuarto y vaciarla por completo. Ahora me encargo de mezclar cloro y otro detergente que encuentro ahí para continuar con la tallada en la alfombra y espero que esa mancha si desaparezca en algún tiempo, sino será un pésimo recuerdo.
Pero ha de dar igual, esta familia seguro puedo comprar otra sin problema.
-Narra Shadow-
—¿Donde andas, Silver?
—En m-mi cuarto, estaba...eh... —Este hijo mío no me engaña en lo más mínimo...—, iba a prepararme para salir en bicicleta con mis amigos...
—En verdad, hijo, no me hagas dudar de ti y romper la confianza que hemos tenido por nuestras razones especiales, ¿quieres? —inquiero mirándole fijamente.
—¡N-no! ¿Por qué lo dices? —Sonríe exageradamente, cruzando las manos por delante suyo y observando el techo...Su exhalación me hizo llegar un olor a Ron en mi nariz ¡uff!
—¿Bebiste Silver?
—¡No, por dios, no pienses eso! No lo haría en mi cuarto...—Que carajos tengo que hacer para...—, cuéntame, qué averiguaste con... —Le interrumpo poniendo la palma de mi mano en su rostro y él recupera la postura y tranquilidad nuevamente. Cuando Silver se pone nervioso alza la voz demasiado y me impaciente en un 200%
—De acuerdo, parece que es cierto lo que me has contado de las sirvientas y tu madre —Se ablanda su rostro, bajando las orejas con decepción que, admito, me pesa de verle así—. Te pediré que de verdad este asunto lo dejes y no metas más tus narices, ¿oíste? Lo voy a resolver y todo saldrá bien.
—¿Pero si mi madre va a...?
—No, Silver, no pasará nada. Y dejemos de hablar de esto en medio del pasillo... —murmullo a su oído y solo asiente —. Baja ya porque es hora de comer y luego te vas con tus amigos.
Y es así, el albino observa su cuarto y luego baja por las escaleras de forma lenta. Cloe nos llama con educación sonando la campanilla para que bajemos al comedor; ahora me pregunto, ¿en dónde se metió Sonic?
—¡Sonic, ya vamos a comer! —invito en un grito no tan elevado y que no suene a reclamo.
Me pienso y pienso cómo le diré lo que debe hacer, considerando los problemas que tiene y viéndolo como es ligeramente torpe no sé qué tan arriesgado es pedirle que se meta una noche con mi esposa.
He pensado en todo esto por unos minutos, acabo de percatarme que me he recargado en la baranda y una silueta azul pasa por mi espalda cuasandome escalofrío...ese erizo si que se mueve rápido.
—¿Señor, me habló? —cuestiona frenando con ímpetu sobre la alfombra jade del pasillo, noto que trae muchos artículos de limpieza y un felpudo como si fuera espada—, lamento no haberle respondido, estaba en el cuarto de su hijo limpiando.
—No hay inconveniente, es aviso para que, sepas de hoy en adelante, que al oir la campana significa que la mesa está lista —asiente sin soltar nada de sus manos y al perderme un poco observando su abdomen, continuo—. Una cosa más: Dime por mi nombre y omite el "señor". Tengo suficiente de ello en mi trabajo.
—De acuerdo, Shadow —intenta sonreirme pero lo duda, ¿por qué carajos?—. Dejaré esto y...y en un minuto voy al comedor.
Bueno...me enfocaré en comer ahora porque realmente es lo único que necesito en este instante para poder pensar bien en cómo engañar y evitar chantajear al cobalto para esto, lo que menos quiero es meterle tanto miedo pronto.
Prefiero que tema por asuntos más íntimamente venideros.
-Narra Sonic-
Me sigue sentando incómodo estar en una mesa como esta, es más, ¿desde cuándo los empleados comen con los jefes? Si el resto de sirvientas y gente que trabaja aquí no lo hace, ¿por qué yo sí? Por dios, es que ahora siento que todo esto es tan extraño y sospechoso...
Comí lo más lentamente posible para que no me quedara quieto en la mesa como un vegetal mientras se charlaban de cosas que definitivamente no me incumben ni mucho menos entiendo en lo más mínimo; de hecho, la señora Rose estuvo igual que yo, no habló casi nada y mantuvo su mirada en le plato evitando tener co tacto visual conmigo...mierda, ¿acaso cree que Shadow ya sabe de...esto tan extraño que...?
¡Bru! No quiero seguir con esto, o yo soy el raro que no soporta la idea de trabajo, o es que con esta familia de adinerados todos están...
—¿Deseas postre?
—¿eh, yo? Oh no, no estoy...estoy bien así, gracias. —contesto empujando el plato y sonriendo con nervios hacia la sirvienta mayor que, se retira por mi respuesta.
Siento que los ojos ambar del hijo se me clavan en el cuello por estar actuando raro, ¿qué estoy actuando raro? Vamos Sonic, enfócate en acabar este día y...y...ya no hagas más tonterías, ni mucho menos te guardes lo que está pasando.
—Voy a ir a pasear con mis amigos, regresaré más tarde.
—No llegues tan tarde, querido, si es así por favor avísale a Tom para que pase por ti en la camioneta o...
—No, mamá, no será necesario. —El joven entrega sus platos a la sirvienta y se despide, agradeciendo. Me abstengo de mirarle la espalda baja porque seguramente se darán cuenta de que lo he estado haciendo mucho y no quiero parecer un acosador.
—Sonic, por el momento creo que no hay más tareas que debas hacer. Te pediría que acomodes tus cosas y...en dos horas, cuando anochezca, vayas a mi despacho nuevamente. —Trago grueso inevitablemente, sus ojos ahora se ven más...amenazantes.
No puedo evitar cagarla a donde vaya, sin siquiera saber bien si la he cagado.
—Sí Shadow...de acuerdo —Al ponerme de pie la silla rechina. Me muevo lentamente pero logro salir sin tanta incomodidad por las miradas de todos observándome—. Me retiraré ahora, gracias y...compermiso.
Tengo que ir al departamento por cosas, y tengo que decirle a Espio todo esto que esta sucediendo, seguramente no se creerá toda esta locura que se está desatando tan pronto, ¡Necesito un consejo bueno, por amor a Mobius!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top