Capitulo 27 - Futuro perdedor
-Narra Sonic-
Aún siento la caricia de mi jefe en la mejilla. No lo sé, la sutiliza y sencillez con la que la aplicó fue...¡no sé! ¡Me dejó petrificado! Mi cerebro trabajó en todo, en la relación íntima y sexual que ya me han contado y recontado varias veces y sobre todo en la posibilidad que tengo de que todo se vaya al carajo si fallo de la manera incorrecta, de actuar de pronto muy apresuradamente o con descaro...
—¿Eres nuevo aquí, trabajando con la familia hedgehog? —Tras su pregunta, alzo la mirada para no contestarle de inmediato, es el primer intento de plática que tiene conmigo desde que comenzó a atenderme en mi habitación y sin que Shadow u otra sirvienta nos estuviera echando el ojo—. Lo pregunto porque no se me hace tu cara conocida en otras ocasiones que he venido.
—Podría decir que llevo pocas semanas por aquí.
—Vaya, pero ya son días. —Tras haber acomodado mi brazo de una manera, solo se ha dedicado a sobar y untar pomadas.
Tengo que decir no me dolió lo que hizo...bueno si, solo grité un poco hasta que Berta se asustó y me calló.
—Usted...¿Lleva mucho tiempo conociendo a Shadow? —Quisiera seguir averiguando cosas, o más bien, terminar por confirmar las que ya sé, pero dudo de si el médico de la familia sabe cosas sería tan abierto de contarlas.
—Bueno, desde que nació Silver, y eso tendrá como mínimo 17 años.
—¡Wuah! Si es mucho tiempo —expreso con mucha naturalidad y sorpresa, a él le causa gracia. Continúo—. Creo que es un buen tipo, digo, es mi jefe pero desde que me dio el trabajo es muy atento conmigo.
—Me parece bien que sea así de atento con sus empleados —Tras terminar de frotar, toma una venda y me pide que acomode mi brazo en forma de escuadra con lentitud y cuidado, posterior a ello, continua en su plática con un tono gentil—. Y en general es generoso y justo.
—¿Solo usted trabaja para él? Como me dijo que llamaría a su médico privado...—canturreo empezando a sentir nervios, quizás estoy siendo muy preguntón, pero estoy intentando disimular ¡lo estoy intentando!
—No, solo porque soy el médico de confianza familiar de toda la vida, no es por otra cosa en especial —《Ay ajá...》 Ya no puedo creer en las palabras que dicen las personas tan fácilmente, ya no—. ¿Quieres preguntarme algo más? Tengo la impresión de que no has hecho tu verdadera pregunta y la has estado resguardando para el final. —¡Ah, no puede ser! ¿Soy tan obvio? ¿En serio?
—Eh, no es que...—carajo, ¿qué más da confiar en otro extraño? Cuando deja de hacer los amarres y colocar broches para asegurar el vendaje, me mira esperando a que prosiga. Observo la puerta y al seguir viéndola cerrada y no oír un ruido extraño fuera, prosigo—. Yo solo quiero saber qué no me he metido en la boca del lobo o algo así. Dicen por mí vecindario que los poderosos son los más peligros.
Su risa es hasta inocente, seguro pensará que soy un estúpido incrédulo que se siente infante creyendo las historias de brujas que cuentan solo para asustar.
—No creo que estés en un sitio peligroso, a menos que me quieras decir que Shadow te aventó por la escalera y te dislocaste así el brazo a que te hayas caído torpemente con tu cubeta como él me lo narró. —Me imagino la escena y sonrio mirando al techo, la manera en la que lo dice es divertida. Aunque si hubiese sido así no me estaría riendo, estaría llorando de miedo.
—¡Oh, no, no! S-si me caí estúpidamente...solo a mi me pasan esas cosas —Rascandome con mi brazo bueno, me siento avergonzado de lo que digo, sin embargo, la mirada del doctor no parece juzgarme o burlarse. Comienza a guardar sus cosas mientras sigo en mi plática—. Solo también pasa que las personas tan gentiles y atentas me...me generan desconfianza.
—Puedo entenderlo, pero con la Sra. y el Sr. Hedgehog no es nada en especial o malo, ellos han sido así siempre. No suelen ser conflictivos con los vecinos, ni tampoco en sus respectivos empleos...evidentemente hasta donde yo tengo conocimiento. —《Y tampoco se mienten y cuernean entre sí...》Por supuesto que dice la verdad. Es tan superficial en su trato que no me ha servido de mucho el intentar hablar con él.
—¿Ya terminaste Dhash? —Los pequeños toques y el llamado me sobresaltan, pero solo giro y miro la puerta, el erizo de pelaje mostaza hace el resto.
—Ya, ya quedó —Abre la puerta con su maletín entre los dedos, el vetas rojas entra y me mira con unas facciones suaves y hasta...¿piadosas?—. Debe de evitar moverlo al menos por esta semana, la siguiente puede empezar con actividades ligeras, no cargas ni esfuerzos pesados.
—Está bien, agradezco que vinieras y atendieras con prisa mi caso —Le da la mano, ellos se miran tranquilos y el Doctor lo que hace es sonreírle y tomarle por un hombro—. Me disculpo si te saqué de alguna consulta o asunto especial.
—No, no, para nada. Sabes que no tengo problema con ustedes —Por más que intento mirar la cantidad en ese papel, la sutileza y discreción con la que le da mi jefe el cheque es de trato con mafia total—. Salúdame a Amy y a Silver. Si necesitas que lo venga a revisar otra vez, me llamas.
—Esperemos no sea necesario, pero nos mantenemos en contacto.
—Bien, me retiro. Hasta luego, Sonic. —Alza la mano y se despide de mi, yo hago lo mismo con mi mano derecha, sintiendome un infante postrado en mi cama con el vendaje en todo mi hombro, torso y brazo.
—Por favor, Gisel, acompáñalo. —Veo la cola de la loba pasar por detrás de él, y cuando observa por un momento fuera de la habitación, se gira y entra conmigo, cerrando la puerta.
El silencio lo siento tan incómodo, hasta molesto. Se sienta al margen de la cama, a unos cuantos centímetros de mi y la misma amabilidad de sus carmesí no ha cambiado. No lo entiendo. No entiendo por qué ha dejado ahora de producirme miedo cuando antes hasta tartamudeaba de tenerle tan cerca y a solas.
—¿Te sigue doliendo? —《¡¿Ahhh que es esto!?》 Ese tono, esa ligereza en su forma de hablar, como si...como si yo...
—No...ya no. Siento esto, quizás me vuelva inservible por estos días a causa de...
—No te preocupes por eso, las demás sirvientas pueden encargarse por estos días de tus tareas, por hoy ya has terminado—. Toma mi mano y las reposamos sobre la colcha, miro lo que hace cual tarado. Ahora el gusto de estar cerca de él me...¿acomoda?—. Reposa y veremos como amaneces. ¿Tienes hambre? Para pedirle a Ana que te traiga algo.
—En realidad no, pero si se me eh...antoja algo frío. —Qué carajos, me siento mimado.
—Entonces le pediré que te traiga una malteada. —Retira su mano de la mía con suavidad, tan delicadamente y no es que me esté sonriendo, pero mantiene sus comisuras livianas.
Es extraño, hace rato sentí me había amenazado, ahora, siento que no puede ni quiere tratarme como un empleado más. Y lo peor de todo es que me gusta.
Me está gustando mucho esto.
-Narra Silver-
—Aquí está su bebida, joven Silver —Ana me sonríe en cuanto me la entrega a la mano.
Con los pies ligeramente colgados de la cama, me enderezo tomando el vaso de vidrio y veo en la charola que trae un envase más.
—Gracias, ¿Para quién es la otra malteada, Ana? —Parpadeo varias veces mostrándome curioso, sin dejar de observarle desde mi posición sentada.
—Es para Sonic, parece que tuvo un accidente hace rato y ahora está reposando en su habitación —¿Cómo? ¿¡Accidente!?—. Su padre me pidió que se la llevara, porque no tiene mucho apetito.
—¿Sabes qué le pasó? ¿Fue algo grave? Hace rato lo vi lavando los pisos...
—No, solo vi a su médico, a Dash, pero no estoy enterada del tema. —La respuesta que necesito solo puedo obtenerla yo haciéndole una visita, solo espero no se sienta incómodo o algo de eso...
Cuando sale la cocinera de mi habitación otorgando el permiso, empiezo a beber lentamente mi malteada, es fría y densa, para este calor viene fenomenal, ¡Como deseo 5 galones de esto!
Empiezo a rondar por la habitación indeciso: ¿esperarme a la hora de la comida para...? ¿O lo voy a ver así, con mi malteada a la mitad? No entiendo por qué me causa controversia ahora algo de esto para...
—¿Hijo? ¿Puedo entrar? —Me sobrejiro cuando oigo su voz y en el instante su cuerpo ya se asoma por la orilla de mi puerta.
—Prácticamente ya estás dentro, padre. —Eso de que te den cuarto para tener privacidad y que se la pasen por el arco del triunfo no es la mejor representación parental que pueda presumir.
Posterior a que entra de lado y cierra sin tanto escándalo, mira como me siento en la silla de mi escritorio con el popote entre mis labios, mascandolo.
—Regresaste temprano de tu escuela, ¿Todo bien? —Asiento, haciendo una mueca al chupar lentamente de la pajilla—. Ok, entonces...¿Todo va bien en estos días?
—Eh...papá, ¿Quieres saber algo en especial? —No he tenido tiempo de volver a charlar con él, pero ahora, siento que se intenta comportar atento conmigo de un modo que no le va, y por supuesto que me resulta bastante incómodo—. Creo que puedes ser directo, siempre lo has sido.
—No quiero saber nada en particular Silver, quiero enterarme de que todo vaya bien o si tienes algún inconveniente de que te pregunte solo...no te digo nada. —Su gesto y sus manos me dejan en claro que no quiere problemas, ¿Pero cuando los he tenido? Ni que siguiera siendo caprichoso.
...bueno si, si lo soy todavía y eso es por su culpa.
—¿Ok? Papá quizás yo deba de ser el que pregunte si todo anda bien contigo.
—Mira la cosa es que...estaba pensando en lo último que hablamos sobre Sonic y lo que me dijiste en la camioneta —Levanta su saco por sus bolsas, y quita el último botón que tiene por debajo de su cuello, desahogando en todo aspecto su rigidez. Se va de cola sobre mi cama dándome ligeramente la espalda desde mi posición en la silla—. La circunstancia que viviste con Manic y el cómo he tomado cartas en el asunto quizás te hacen creer que yo podría...tener ahora otra mentalidad sobre mis intenciones con Sonic, y tengo que admitirte que no.
¿Qué? Esa contestación me ha dejado helado, porque sé que está hablando en serio—. ¿Entonces tú vas ha...?
—Yo sé que te mencioné que no chantajearía a nadie, y no lo pienso hacer así. Por cómo veo las cosas muy probablemente todo transcurra con naturalidad y sin ningún esfuerzo de mi parte —《No es cierto...》 con cada frase y oración que mi padre continua armando, mi mente empieza a sentirse en peligro—. Quiero que estés enterado de ello, porque si bien me dijiste que no es que hayas perdido el interés en Sonic sino que estabas en un momento de confusión debo de hacerte ver que nuestro trato inicial ya perdió validez, por lo que, no me queda de otra que encargarme a mí modo de esta situación para mi único beneficio.
Ya había discutido con él de esto, incluso nos agarramos como si fuéramos personas cualquiera urgidas de buscar un hombre, y ahora no me siento para nada orgulloso de oírle. No entiendo cómo es que creí las cosas serian diferentes cuando él no cambiará nada de eso.
No cambiará su costumbre y fetiche de engañar a mi madre con los hombres que le apetezca tener a su merced y control.
No replico nada. No sale ninguna palabra de mi boca. Él solo se gira desde su comodidad en el colchón hacia mí, perdido en los restos de malteada que me quedan. Ni si quiera la he saboreado ya como me hubiera encantado.
—¿No piensas decirme nada? ¿Ninguna...respuesta u opinión de tu parte?
—No tengo nada qué decirte. —Quizás él entienda esto como eso, un capricho y enojo infantil, pero pareciera que él no sabe que sus tonterías que hace de vez en cuando parecen también infantiles.
—¿Así que estás molesto? Bien, tampoco encontraré la manera de que te lo tomes bien.
—Por supuesto que no tendrías para nada esa mínima atención conmigo, ¿o me equivoco? —Poniendome de pie, suspiro meneando el vaso de una mano a otra, acercándome a la puerta—. Papá, solo confirmarme algo: Sí has venido convencido de que todo se te dará solo es porque muy probablemente viste que Sonic hizo o dijo algo inesperado y que te beneficia...¿Estoy en lo correcto o no?
La respuesta no llega inmediatamente. Me otorga una de sus miradas características frías con esos ojos carmín intimidatorios, que hace tiempo dejaron de darme miedo desde que cumplí los 15 años.
—Sí, estás en los correcto. —Qué terror. Me siento decepcionado.
Me salgo de mi cuarto. Estoy empezando a sentir un agujero expandirse al interior de mi pecho y tampoco creo que sea un nudo en mi garganta lo que se atasca en mi traquea. Todo es claro en este momento: Si Sonic ha caído en la clásica seducción y poder de mi padre no tengo más que objetar...solo me siento desilusionado, porque así es como recuerdo que Manic se hizo el amante predilecto de mi padre.
Vaya que me molesta saber cuando mi padre me toma la delantera y se burla a mi cara de esas circunstancias en las que, cree, no tengo ningún tipo de control por ser un cobarde infantil.
Ya le demostraré quién va a ser el perdedor aquí.
-Narra Sonic-
—¡Manic! Rápido, ¿dónde te encuentras?
—Estoy en el parque con Liz, ¿qué sucede? —No me presta la suficiente atención, su voz está contestando por otro lado y lo que parece ser viento golpea la bocina del celular
—Ahh, escúchame, hace rato oí algo terrible de Shadow, y tienes que estar enterado —Bajo la voz conforme termino mi oración porque estoy empezando a gritar mucho. Observo mi malteada en el buró y prosigo sin oír ruidos fuera de mi habitación—. Tienes que irte de aquí, cambiar de domicilio, irte de vacaciones, ¡Tienes que alejarte de aquí!
—¿Por qué? ¿Qué ocurre?
—¿Conoces a Scourge? O al menos sabes que trabaja para Shadow y así...
—Claro, claro que lo conozco, el auténtico vasallo encargado de realizar las tareas sucias de Shadow...amor, suelta eso—《Joder...》 Suspiro y espero a que me vuelva a prestar atención—. ¿Pero qué tiene que ver conmigo?
—Shadow supo que te vi esa noche, sabe que estuvimos en contacto y sabe un poco lo que fuimos en el pasado —Me remuevo en la cama queriendo sacar mis piernas de las cobijas, ¡tener en función solo una mano es castrante! No voy a lograr sobrevivir así aquí...—, y oí una platica que tuvo con un ave aqui, en su sala. Llegó a la mansión y...y dijo que Scourge se iba a encargar de ti de una u otra manera.
—¿Co-como? No lo entiendo, ¿Qué le has dicho? ¿Hablaste con él? —Ahora si que se nota que toma en serio mis palabras, pero yo no podía quedarme con esa información guardada aunque prometiera callarme, ¡Claro que no! tengo que admitir que, en el fondo, quizá muy en el fondo me siento preocupado por él.
—No le dije nada Manic, lo único que le he dicho para no meternos en problemas a los dos es que vine a resolver el conflicto contigo, el de Silver, porque yo tenia el "mandato" de averiguar cuál era el problema y eso si que era verdad, ¡En fin! Le inventé que esa noche vine de busca problemas contigo y así...
—¿Y qué más? ¿¡Sonic qué más le dijiste!?
—¡Nada más, Manic! Y-yo creo que, que Shadow sabe y está convencido de que sabes mucho, y empieza a temer que abras la boca conmigo o alguien más...¡o no sé!—Comienza a pegarme su alteración. Giro mi cabeza hacia todos lados de la habitación y empiezo a oír pisadas del otro lado de la puerta—. Shadow mencionó todo eso al halcón verde, que deseaba estar equivocado contigo pero tenía que hacerlo por su seguridad y que Scourge sabría resolverlo de la mejor manera.
La línea se queda en silencio por un momento. No me quiero imaginar estar en su posición y con su hija posiblemente también involucrada; bueno, yo ya he estado en situaciones de vida o muerte, pero no sé qué tan prudente sea hacer una comparativa con esto.
—¿Sonic? ¿Puedo entrar? —¡Ay no! Uh, balbuceo sin responder y susurrando, le pido a Manic:
—Tengo que colgarte, por favor avísame qué harás y no se te ocurra tampoco seguir abriendo la boca o que digas te dije algo —Presiono la tecla roja y carraspeando, hablo hacia Silver—. Sí, adelante. Pasa...
La perilla se rota suave, no hay un rechinido en la puerta, solo el clásico movimiento de las bisagras que hasta causa satisfacción. El joven peliblanco se asoma y yo ya he aventado mi teléfono a un costado, en la otra almohada.
—Perdón, he oído que charlabas con alguien, pensé era una sirvienta. —Rezaré porque no haya oído tanto o espero que nada de esa platica.
—Oh no, era un amigo, por teléfono. —Es verdad pero no necesitamos decir quién era ese amigo.
Silver sonríe y cierra la puerta. Veo que me examina con sutileza pero puedo ver que sus cejas se mueven con sorpresa y hasta susto, sus ojos también son muy expresivos aunque su boca todavía no me esté diciendo nada.
Hace rato vino su papá y me dejó con el pelaje todo erecto, ¿Qué vino a hacer este chico conmigo?
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