Capítulo 26 - Sentidos Alerta

-Narra Silver-

Este fin que ha pasado fue bastante bueno, no lo voy a negar. Durante las últimas dos semanas no disfruté tanto mis salidas, mis compañías...hasta hoy que siento no tener ningún tipo de pesar en mis hombros.

Bueno, si que hay uno: Sonic

¿Un chico que vino a emplear el puesto de limpieza me iba a cambiar la vida? Era lo menos que se me hubiera ocurrido en mis noches de pensamientos y angustias, de esas que seguro has tenido, cuando observas un sitio fijo y recreas un mundo de posibilidades, de sucesos futuros tanto negativos como positivos...en ellos nunca hubo una relación seria con un joven, ¿o sí?

Como sea, dejaré de fantasear. La semana empieza otra vez y se siente como si esa tranquilidad y felicidad de fin de semana no fuesen a existir para futuro, lo cual no viene al caso creerlo si eso me va a traer pesar emocional...Todavía no puedo creer que mi padre haya despedido a Manic sin dudarlo, es un tema que me tiene totalmente atónito; ya no debería de pensar en ello pero, y ahora, ¿quién se encargará del puesto? 《Silver, deja de darle mucha importancia a ese tema》, mi padre siempre encuentra un nuevo bocadillo digno de su empresa y de él, claramente.

Mis clases culminaron temprano. Camino por la acera sin dejar de pensar en todo lo anterior, debería de despreocuparme, no es asunto mío, ¿por qué siendo tan jovencito debería de ocuparme de esas cosas? Carajo, ahora entiendo a qué se refiere mi padre cuando me dice que él se ocupará de "cosas de adultos"...no pensé sentir tan familiar ahora esa frase en un par de segundos.

Un claxon perturba mis oídos al pasar cerca de mi y terminar por oírse lejos, alejándome de mis dudas existenciales. Logro volver a donde me hallo parado y, noto, la dichosa camioneta se detiene cerca de mi portón. ¿Quién es ahora?

Dejo de hacer insinuaciones en mi cabeza cuando veo al amigo ave de mi padre al volante. Las rejas se abren y se le concede el paso, yo troto para que no se cierren porque después de todo voy para el mismo sitio, uf, ¡qué agobio tener que llamarle al Chófer para que esté al pendiente de eso!

Mi sorpresa se incrementa aún más cuando veo cruzar el jardín al erizo verde ese...hace "mucho" tiempo que no lo veía, relativamente, no desde esos sucesos eh, "catastróficos" para la casa, ¿Por qué está nuevamente aquí? ¿Se ha colado? ¿Acaso está buscando a mi padre para que le dé trabajo? Es raro, pero no tan raro como mi padre a la hora de hacer tratos.

Él sí que sabe de negocios, no por nada tenemos una buena posición económica.

Ese erizo garañón cruza por el otro camino, evadiendome; ni siquiera me mira aunque yo le clave toda mi mirada miel en la espalda. Su tranquilidad es impresionante y descarada para mí, pero no dejo de sobrepensarlo: ¿Qué ha vuelto a hacer por aquí? Si camina tan desparpajado, es porque le han vuelto a dar la bienvenida.

Termino por concentrarme en el amigo de mi padre, se baja y se dirige a con él, para que mi papá con mayor elocuencia le dirija la palabra:

— Esto si que es una autentica novedad — exlcama al ver quien está en su puerta—. Jet, la última vez que te vi no estabas...en buenas condiciones.

—Querido amigo, no imaginé que estuvieras ahora otra vez en...aquellos pasos. —Puedo sentir entendimiento en sus frases, esa énfasis
...sus significados ocultos que intentan resguardar y eso me...me produce mucha incomodidad.

Al llegar al portón de madera oscura que da paso a mi sitio de resguardo, mi tan reconocido por mis amigos como "el palacio de ensueño" me mantengo al margen esperando que mi padre vea que estoy desesperado por entrar y no oír sus platicas "interesantes", pero se tarda los mil minutos hasta lograr verme inerte allí, a la espalda de su amigo ave.

—Silver, ¿Acabas de llegar? —Rectifico con la cabeza de forma negativa y con un rostro ligeramente endurecido; tengo mucho calor, entre la caminata y la espera en el sol me siento sofocado—. Pasa, si quieres merendar algo pídelo, comeremos un poco más tarde.

—Ok padre. Con permiso. —Eso ha sido muy serio, pero no tengo tampoco ánimos de ponerme a charlar de más. 

Me escabullo por la sala, no hay ni sirvientas a la vista. Alcanzo a percibir en cuanto estoy en el segundo piso a nada de abrir mi habitación como Sonic refriega los pisos, no lo he saludado y me incomoda...¿Pero por qué debería de brindarle mayor atención a diario? ¡bah! 《silver, es mejor que le bajes a tus emociones intensas...》en parte me da pena verle allí, tallando pisos...

No sé realmente nada de él. Es una auténtica locura enamorarme de alguien del cual no conozco nada, más que los cortos antecedentes de que estaba en un cabaré cuando mi padre le echó la mirada encima. No sé su edad, donde vive o vivía, más bien; si acaso tiene un hobbie o aspiración especial...es casi joven como yo, ¿No estudiaría algo? ¿Tendrá algún padre o herman@?

¿Por qué ha terminado en mi casa fregando pisos?

—Joven Silver, ¿Gusta algo para merendar? —El llamado de Ana me resuena en la nuca y me causa un escalofrío en la espina dorsal. Mis divagaciones mentales llaman tanto la atención que hasta Sonic ahora me mira fijamente desde su posición lejana en el piso. ¡¿Acaso lo estuve mirando todo este tiempo!?

—Eh, n-no, Ana, gracias... —Los esmeraldas de Sonic son tan bonitos...

—Soy Cloe, ¿Se encuentra bien, Joven Silver? —《¿Pero qué...?》 ¡Ah, maldición! Me tallo el rostro confiado en darle la espalda para no seguir así de idiotizado.

—Ash, Cloe, discúlpeme, es que no he dormido bien y me siento muy agotado de hoy, solo...¿Puede llevarme una malteada a mi habitación?

—Claro, en un momento se la preparan y yo se la traigo. —Asiento mirandole como marcha, sintiendo aún el bochorno de la mirada del cobalto...

Me dirijo a la habitación, evitando tener más contacto visual con cualquier otra persona que se me acerque. Aviento la mochila, aflojo mi corbatín y retiro mi chaleco, con este calor me sorprende no haberme querido quitar la ropa antes de llegar.

-Narra Sonic-

Espio me ha llamado a las 7:00 am, es extraño que el imbecil me busque cuando yo he sido hasta el momento el que le llama para consejos...igual se agradece que siga estando en su mente aunque sea para asegurarse que sigo vivo y no la he cagado.

Igual no pienso contarle que me "reconcilie" con Manic a cambio de una lamida de polla. Es que de verdad soy un completo de-

—Has empezado el día muy activo, Sonic, ¿No deseas que te ayude en algo? Creo que el desván aún no lo has terminado del todo.

—No, Diana, te agradezco, creo que puedo terminar por ahora, si necesito ayuda te aviso. —La sonrisa que sale de mi boca es bastante exagerada, pero parece que a ella no le molesta.

No insiste más y se va con una vajilla entre manos, supongo le ha dado limpieza. ¡uff! Restriego mi frente con el antebrazo y observo el panorama de mi trabajo: reluciente. Vaya, no esperaba que fuera tan bueno en esto, me siento hasta satisfecho.

Hace minutos Scourge estuvo hablando con mi jefe en el despacho, lo vi también ayer que regresé de la calle cerca de acá, pero no lo sé, estoy sorprendido de que ni siquiera me pela o me dirige la mirada, ¿Que acaso acata muy bien las ordenes del azabache? Es de miedo pensar que si, que Shadow es un erizo peligroso aunque asegure no querer ensuciarse las manos de otra manera.

Despego las rodillas del suelo, me estiro un poco echando todos mis utensilios a la cubeta sin importar que se empapen de agua jabonosa y mugrosa; ycuando marcho hacia la dirección del desván, la voz grave del vetas rojas acompañada de otra voz que no identifico se cruzan por mi camino auditivo.

—¿Y por qué no has decidido invertir en eso entonces? Pensé que sería tu nueva apuesta.

—No lo he hecho porque necesito pensar en publicidad y bueno...necesito primero contratar a alguien más para mi departamento de marketing.

—¿Qué? ¿No se supone que Manic se encarga de eso?

—Aja si...Manic ya no está en mi empresa...—Su charla continúa mientras no dejan de caminar lentamente por el amplio sitio de recibimiento, sin ningún tipo de prisa o aparente destino.

Llego a la puerta del desván y solo se me ocurre dejar mi cubeta y sacar el cepillo del agua para comenzar a tallar esa entrada. El marco de ring y el piso de loceta se ven bastante tristes comparados con lo feliz que he dejado la otra parte del suelo.

Eso y que quiero seguir oyendo esa plática.

—Maldita sea Shadow, ¿Y por qué no actuaste antes?

—¿Será porque no lo sabía acaso, imbecil? —Mi jefe siempre se oye exasperado, ni siquiera ha ido al trabajo el día de hoy...quizá su fin de semana fue tan movido co el tema del peli verde amigo tóxico mío que, ir tan siquiera circunstancial y recurrentemente a su sitio de labores le traigan recuerdos a su mente...—. Bah, la cagué con él pero no la volveré a cagar...ya hay gente trabajando en eso.

Mantengo mi posición a ras de suelo, pero el Pilar ancho que da paso al sitio me protegen un poco. Por momentos dejo de tallar para que el sonido tan rudo de las cerdas restregarse en el piso no me delanten, pero en realidad es estupido creer que no me hayan visto andar por aquí...aunque si Shadow me hubiera visto, tan siquiera me hubiera saludado, ¿no?

—¿Por eso Scourge andaba aquí, verdad? —《¿Scourge?》 Esa ave me resulta familiar, tengo el extraño recuerdo de haberle visto en algún otro lado...—. ¿Qué tienes en mente para él, Shadow?

No te confundas, Jet, su vida de lujos conmigo se ha terminado, y me encargaré de que se termine de forma definitiva... —Vuelvo a tallar más rápido, sintiendo la oración tan fría sobre mi nuca. Ahora me arrepiento de haberme quedado a oír, maldito chismoso que soy—. No pienso arriesgarme a que hable. Hace un día pensé en dejarlo pasar pero ahora, tengo la certeza de que ha abierto la boca con las personas incorrectas. En serio espero estar equivocado, porque de lo contrario, voy a tener que limpiar la mierda que deje antes de yo tener que limpiarlo a él.

¿Eres consciente de que eso no será fácil? Estás hablando de una de las personas que más ha entrado contigo, osea solo meditalo unos segundos, te conviene dejarlo de tu lado a...ya sabes...

—Por esa razón no me voy a arriesgar a dejarlo libre por allí. Sé que Scourge sabrá que hacer, lo sé muy bien. —No puedo más. No puedo seguir oyendo esto y que no sienta que algo muy malo puede pasar.

Tengo que hacer algo antes de que me arrepienta de haberle visto el día de ayer y que mi jefe me descubriera...¡ouch!

Trastabillo con mi cubeta al decidir levantarme rapido, meto el pie de lleno en el agua y resbalo, cayendo con mi hombro izquierdo y evito gritar sólo para no hacer más ruido, ¡Pero agh! Me está doliendo muchísimo...

¿Quién está allí? ¿Perla, Diana, Cloe? —Ni modo de correr, evidentemente sería estupido.

—Yo, Sonic...—expulso con voz menguada. Intento sentarme, pero no puedo mover el brazo, ¡maldita sea!—, estoy aquí, ¡agh! en el...en la puerta del...

—¿Pero qué te ha pasado? —Mientras continuo maldiciendo y quejándome con los ojos cerrados, giro quedando boca arriba sujetando mi brazo como si sintiese que se me va a caer—. ¿Has estado aquí todo el tiempo?

Entrecerrando mis párpados, veo su rostro agachado a mi altura—. Estaba allá dentro del...ouch —Señalo con mi mano buena, no estirandola demasiado—, y estaba fregando los pisos aquí...no me fijé que dejé la cubeta tan cerca de la puerta y...

—Levantate... ¿Puedes hacerlo? —¡No, no, no, agh! Me quejo instantáneamente me toca porque no ha sido con suavidad. No lo puedo creer, no puedo creer que me haya lastimado de esta manera tan estúpida—. Vale, me queda claro que no.

—Solo deme unos segundos...puedo hacerlo pero quiero que se me pase...

—¿Gisel, estás alli? —Su grito resuena y oigo instantáneamente los tacones de la loba ya característicos—. Llama al médico de la familia, por favor.

—Sh-Shadow, no creo que sea necesario...¡ah! En serio...—intento alzar el brazo pero no puedo, el pinchazo agudo que siento internamente me asusta...—. Además, fue descuido mío...

—Igual cuenta como incidente laborar. Deja de hablar y deja que me encargue. —No pienso ya reprochar, sus iris rojizos me han...me han llegado demasiado dentro de mi conciencia.

...ahora que lo medito, los candelabros y el techo tienen lindas figuras de color dorado, han de ser de ring también.

—¿Te ayudo a levantar a tu empleado? —La despreocupación de su invitado parece mas que nada impaciencia, pero ver la forma en la que Shadow rechaza su aparente burla es como si, ¿me protegiera?—. Vale, no me mires así, hablaba en serio.

—¿Vienes a quedarte a la comida? Quizá Amy no llegue temprano.

—Si quieres que me vaya lo hago, tampoco pretendo interrumpir nada de lo que tengas planeado para hoy. —Los zapatos del halcón son relucientes, de charol me imagino, pero el corte de su pantalón lo hacen ver muy...anticuado.

Logro erguirme sin querer dejar de apretar mi hombro izquierdo, empiezo a sentirlo caliente. Cuando Shadow ve que me muevo inmediatamente baja a mi altura y me cuestiona:

—¿Te ayudo a ponerte de pie? Ya no debe de tardar el médico.

—No, solo...caminaré despacio...ouh —Me guio por el Pilar, primero apoyo mi otra mano pero en cuanto lo hago el agarre fiero de mi jefe se presenta por mi abdomen, siento su mano cálida y la seda de su camisa...—. Gracias...discúlpame por ser tan torpe.

—Me consta que lo eres —《Gracias, es un placer ser el idiota de su preferencia》—. Pero aún así los accidentes como estos pasan...—Hace una pausa ligera mientras mira de soslayo al ave, él regresa a la sala y los sofás como si hubiera entendido algo que evidentemente yo no—. Antes de que vayas a tu cuarto, dime, ¿Has oído algo de lo que he hablado?

Puedo mentir, puedo decir la verdad, sé que puedo hacer cualquier cosa menos jugármela a cagarla, pero es infalible que cualquier cosa que salga de mi boca sea eso, una cagada. Lo único que sé, es que ya decidí entrar en el juego, y para ello tengo que ponerlo en práctica.

Y la mejor manera de hacerlo, es actuando como todos los que pertenecen a esta casa.

—Sí, he oído algunas cosas, pero, tenga la certeza que no es de mi incumbencia —Al hacer una pausa me despego del pilar, él se hace ligeramente hacia atrás—. Aunque, no sé de qué habla, concretamente, ¿quiere ser más específico?

—No, me queda claro que no has oído ni repetirás nada de lo poco que has oído, a nadie, ¿no es así? —El énfasis frívolo, sus carmín derritiendo mis iris...

—Así es, no sé de qué habla. No se proecupe. —No he finalizado cuando su mano soba ligeramente mi mejilla. Sus dedos están suaves y a la vez cálidos, más cálidos que hace un momento cuando me levantó del piso...

—Buen erizo que eres, Sonic, muy bien aprendido. —Aparta su mano de mi y me regala una sonrisa, de esas de cualquier galán de revista, de esos millonarios que te cautivan y deseas ser como ellos.

Yo sólo sé que no quiero ser como él, y que me duele mucho mi brazo todavía, claramente.

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