Capítulo 19 - Actos decepcionantes
-Narra Silver-
Ugh, estoy hecho mierda. Al menos es sábado, de lo contrario, sería una pesadilla andar así soportando mis clases.
Alzo mi cuerpo con ayuda de mis manos, estoy boca abajo e inmediatamente siento tan reseca mi boca y...¡hugh! Tengo vómito seco en mi barbilla y las comisuras...¡agh! Me doy tanto asco...
Quiero levantarme rápido, necesito darme una ducha y después acomodar el desastre que debe ser mi recámara. Mareado y con una jaqueca insoportable, voy al baño y con mucha torpeza abro la regadera y me meto de golpe, ¡Bru! Está fría y eso es mejor...miro mi entrepierna y tengo ropa interior, soy un estupido.
¿Qué habré hecho en la madrugada? Seguro tonterías o...dios, dios, no me conozco ebrio y me avergüenza mucho pensar en la cantidad de imprudencias que, seguro, cometí; las palabras o situaciones que conté y a mi papá seguro le...
¿¡Pero qué le dije a mi padre?!
Salgo rápido, el agua fría si me ha hecho reaccionar mejor. Busco una aspirina en el botiquín del baño, y cualquier otro medicamento que me ayude hasta el dolor de cuerpo que tengo. 《Maravilloso, Silver, seguro la has cagado con tu padre...》No quiero bajar ni salir de mi cuarto...
Me pongo algo cómodo de fin de semana: bermudas color arena y una playera de botones gris como franjas amarillas y cuello pequeño. Hacen juego y sino, que le den. Tomo mi reloj del mueble y casi me da un infarto: ¡son casi las 2 de la tarde! Maldita sea, ¿por qué nadie ha venido a verme o siquiera tocarme? Si mi padre estuviera enojado ya me hubiera tirado de la cama hace un buen rato...todo esto es muy extraño.
El cuarto es un asco. Hay vómito en las sábanas y el hedor de mi ropa igual es repulsivo. Mi almohada está amarilla y no creo que sea orin, ¡uff! Lo lamento mucho por Sonic, no quiero dejarle toda esta carga así que, hago bolita todo ello y lo meto en el costal de ropa sucia que tengo y del cual no tiene nada por ahora, sino lo lavo yo, lo lavará otra sirvienta pero me avergüenza pensarlo.
Salgo con dicha bolsa sin antes pasar y verme al espejo de soslayo: no importa qué, me veo hecho mierda y no me lo puedo quitar ni cambiándome la cara.
Oigo voces ya desde el pasillo, son las sirvientas y mi madre que está en su cuarto hablando por teléfono. Continuo bajando y en el comedor veo a mi padre y a Sonic, no hablan, se notan serenos y ocupados cada uno por su lado...
—Joven Silver, buen día —《Joder...》 Me encojo de hombros por su voz y le miro sin mucha gracia en mi fachada—. Ya es un poco tarde para desayunar pero le puedo decir a Berta que le prepare algo.
—Cloe, gracias, no tengo apetito...
—Silver, ¿Puedes venir un momento aquí? —Claro que si, mi padre a alcanzado a oir y no pierde el tiempo de llamarme.
No le respondo, acato dejando de lado a la sirvienta. Camino lento refregando mi rostro por lo jodido que sé me veo y siento por las copas que me tomé ayer, es que ha sido todo un asco completo.
—Buen día. Eh...¿qué pasa? —realmente no tengo cara para actuar como si nada, pero es qué, ¿qué hago?
—¿No tienes hambre? —Niego mirándole desde arriba, Shadow se mantiene sentado aquí, observando una revista de esas de economía, hasta que me dirige la mirada muy...
¿avergonzado...? ¿Incomodo?
—Deberías de tener algo en el estómago más que alcohol. Necesito...necesito que hablemos urgentemente, hijo, hay algo que tenemos que hablar... —Sé que no me iba a regañar ni enfrente de Sonic, ¿pero hablar seriamente? A pesar de ello sé que esto va más allá de un regaño.
Y me está asustando mucho pensar que he dicho algo la noche anterior.
Miro al cobalto solo para liberar tensión, balbuceo un "Sí" confuso a mi papá pero es que, no sé, no sé qué más debería de...
—Te veo en el despacho. —Se levanta llevandose la revista, se despide del erizo tercero muy sutil y se va ordenando a Cloe que levante la mesa.
—¿Tienes idea de lo que le pasa? —Quizás ni debería de preguntar, él que va a saber, pero bueno, es solo para intentar no sentirme un bicho raro por lo sucedido ayer.
—No, pero ha estado así desde que salió en la mañana y regresó.
—¿Mi padre salió temprano? —Sonic asiente, mordiendo una pera que lleva ya comiendo desde que entré al comedor—. ¿Fue a la oficina?
—No sabría decirte, pero sí estuvo toda la mañana fuera. Regresó a medio día.
—Y...em, Sonic...¿Puedes decirme si yo..y-yo ayer...? —Me estremezco, ¡ah! Joder, me pone paranoico creer que pude confesarme con Sonic el deseo que siento por él...
—Mira, Silver...eh, ayer estabas muy ebrio y decías cosas bastantes graciosas jeje —Suelta una risita inocente y de pronto intenta componerse, no sé por qué sigue comportándose temeroso conmigo, como si yo fuera mi padre imponente—, digo, no...no es que me burle pero...sí me sorprendió verte así. Fue muy espontáneo para ambos.
—Nunca habia bebido tanto, y ello me avergüenza...espero que...si hice algo que te faltara al respeto te pido una disculpa, no tienes que decirme a pelo y seña lo que hice porque ello me avergonzaría más y...
—Ok, Silver, tranquilo. No pasó nada —Sus expresiones faciales son cálidas, genuinas. La confianza que puede emanar reconfortan mi ser por más cursi que suene en este momento—. Dijiste un par de cosas "cachondas" pero ey, no fue nada. No pasa nada.
¡Kya! Seguramente estoy muy sonrojado ahora. Agacho mi mirada sin mirarle, lo único que puedo hacer es agradecerle e irme al despacho de mi padre.
Voy a hacer esto pronto, no quiero ocultarme ni temer, si cometí errores voy a aceptarlos y actuar para remediar lo necesario pero es mejor hacerlo ahora a darle mas vueltas y tiempo a esto.
-Narra Sonic-
Me quedo otros minutos en el comedor, me sigue pareciendo todo un drama esta familia, la tensión que vivo con cada suceso es de película, joder, en serio que estoy a nada de comprarme un kilo de palomitas e irlas sacando en cada momento que pase algo excepcional.
Silver realmente está hecho mierda, es obvio que si se ha puesto hasta las chanclas no iba a tener la cara de un hijo de millonarios con tratamientos caros de belleza, pero es que hasta se le ve el cansancio emocional de una manera deplorable.
Y Shadow...uff, el jefe regresó jodido. Todo el almuerzo estuvo silencioso, a pesar de que la señora Rose estuviera como cacatúa hablando, y hablado, y hablado de cosas que ni entendía y por ello no presté mayor atención, sólo monosílabos y palabras simples eran las respuestas del azabache, luego se concentraba a engullir y mirar esa revista como si quisiera evadir el entorno de la casa en el que se encontraba. Fue muy incomodo y me resultó hasta preocupante.
Quizás era esa charla y preocupación por Silver de la cual me mostró interés ayer, o fue su salida que tuvo, ¡yo que sé! Tampoco me quiero concentrar mucho en el tema.
Manic me ha mandado otro mensaje queriendo atrasar la cita de hoy a las 5, ¡ja! ¿Cree que tengo todo su tiempo? En este día sí, porque estoy interesado mucho en sacarla la sopa, pero luego de ello, ¡a volar! No sé qué temas tendrá pendientes para querer que nos veamos más tarde...
En fin, me pondré a hacer los deberes rápidamente para darme una escapada en la tarde, ¡hugh! Y acomodar la recamara del albino, ni siquiera quiero entrar por flojera de lo que tendré que limpiar...
-Narra Shadow-
-Flashback-
—¡Hip! Ya vete...
—No me iré hasta que mínimo te acomodes para dormir.
De forma brusca, retira mi mano de su hombro, me veo forzado a sostenerme de la cama para no perder el equilibro por estar de cuclillas —¿Ahora te preocupas por mí? ¿Apoco m-me deseas las buenas noches?
—Sabes que casi siempre lo hago, ayer lo hice.
—¡Lo hiciste po-por compromiso! De vez en cuando te acuerdas que tienes hijo y-y que de-debes actuar como un "padre" —No habla, grita y escupe de lo poco normal que se haya.
—Si tienes algo en contra mía lo arreglaremos bien, hablándolo y no en esta noche que no estás en tus cabales.
—¡Ah no, Shadow, claro que no! —Se levanta de la cama y siento que se cae, lo quiero sostener pero no se deja, vuelve a manotear y me aparto un poco, poniéndome de pie—¿Te importa saber que-que tengo?
¿Ahora, lueg-luego de unos 8 años en los que no te dignas a hablar conmigo como mi-mi padre?
—No tiene nada de sustento lo que me dices, Silver. Siempre hemos hablado, o yo eso creí, nosotros tenemos una relación buena...
—¡¿Basada en qué, papá!? ¿Sabes de lo que siempre hablamos? —No había sentido este dolor de él en ninguno de los días pasados...—, ¿¡Lo pinches sabes!? ¡D-dimelo!
No quiero responderle. Empecé esta charla enojado, y ahora él es el que se nota furioso. Extrañamente, no tengo la fuerza ni la intención de imponerme sobre él. Me quedo callado ante las cuestiones que me exige porque está a punto de quebrarse, lo veo en sus ojos.
—Siempre hablamos de sexo. De mis acuerdos, de TUS acuerdos. De mis parejas, de mis intentos. De TUS ligues, de TUS logros. ¿Acaso me has preguntado en-en algún otro momento que t-tan cómodo me siento con eso? ¿¡ME HAS PR-PREGUNTADO COMO ME PINCHES SIENTO?
—Silver...
—¡¿APOCO TE ENTERASTE DE QUE TU PRECIADO LIGUE DE MARKETIN ME ACOSABA CUANDO IBA?! ¡¿EH!? ¡¿APOCO TE ENTERASTE DE ESO!?—torpemente, intenta empujarme con sus brazos como si me retara —¿¡SABES CUANTAD VECES INTENTÉ ACERCARME A TI PARA PODER DECIRTE LO MAL QUE ME SENTIA SIN QUE PRIORIZARAS TÚ ESTUPIDA POSICIÓN Y LO QUE ERAS!? ¡¿LO SABES, "PAPÁ"!?—...me he quedado atónito.
Podria seguir prestando atención a todos los reclamos que me sigue soltando, pero no tengo la fortaleza de soportarlos todos. Los primeros...han sido suficientes...
Suficientes para saber que soy una basura de padre.
-Fin del Flashback-
Estoy hecho mierda.
Mi cabeza no ha dejado de repetir en bucle una y otra vez a mi hijo atormentado y tramado por algo que nunca había sacado hasta hace unas horas en plena noche, ebrio.
No pude aguantar hasta el lunes para tomar cartas en el asunto. Yo sé que Silver no me mentiría ni ebrio, por supuesto que no, además, ¿no dicen que los borrachos siempre dicen la verdad?
Vaya momento en el que tenía que escupir la verdad.
Me quedo anonadado a una esquina del despacho, con la cola sobre el escritorio a la espera de mi hijo. Él está avergonzado, claro que sí, tan modosito y educado sobrio pero tan cabron como yo cuando no está en sus cinco sentidos...
¿En donde he estado realmente en la etapa de crecimiento de mi hijo?
—¿Papá...? —musita fuera de la puerta, dando dos toquecitos y abriendo despacio, apenas asomando su flequillo y sus ojos como si deseara realmente esconderse.
—Pasa, por favor y cierra —Una vez dentro y cerrando tranquilamente, no me sostiene la mirada sino que, mete sus manos dentro de los bolsillo de su bermuda y se queda a un metro de mí.
Nadie me enseñó a hablar de esto con mi hijo y es algo de lo que ahora me siento muy apenado.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top