-Narra Sonic-

Termino el cereal, le agradezco a Aurora y en cuanto atravieso la gran sala con lentitud la cerradura de la calle se oye y la puerta se abre y cierra con rapidez; he olvidado al hijo, parece que había salido y ha regresado, no muy tarde pero sí un tanto....

—¡Hola, Sonic! Que gusto, cuanto tiempo si-sin verte... —Su cuerpo se va sobre el mío, torpemente, me abraza a un punto de torcerme los brazos por la mala posición que tenemos, ¡ouch! Ese aliento...

Está ebrio, bueno, a punto de ser un borracho de pésima presentación, ¡no me lo creo! Comienza a refunfuñar restregando su cabeza con mi pecho, alejo mi rostro, ¡no sé como actuar! Si su hijo está en mal estado, yo...¿qué hago? ¿Grito a Shadow o alguna sirvienta o lo oculto en...?

—Silver, para, no grites...¿estás...?

—¡De maravilla! ¿Apoco me veo mal? Es ver-verdad que bebí un poco, pero todo de manera sana, joder... —Se aparta del abrazo, no me suelta el hombro, yo tampoco quiero que lo haga, me da miedo pensar que se vaya de hocico o tire algo...

Empiezo a dar pequeños pasos hacia mi cuarto, insitándolo a que me siga... ¡Alto! No creo que esté bien, sí lo llevo a donde duermo las cosas podrán interpretarse de manera horrible, y no quiero tampoco andar en boca de todos por aquí. Subirlo hacia su habitación es un caso imposible, ¿y si se me rueda escaleras abajo?

¡¿ahhhh, que pinches hago!?

—Ey, ¿vamos a tu cuarto? Ufff, con lo caliente que vengo~

—Silver, por favor, no digas barbaridades. No quiero que tu padre te vea pero tampoco es buena idea que te encierre conmigo en mi habitación. —reprocho empezando a avergonzarme de esto. Lo jalo despacio pero es inútil, apenas con moverlo un poco ya parece badajo.

Observa a todos lados, asustado de que aparezca alguien, como si ese alguien fuera a matarnos, ¡por supuesto que no! Desconozco esto, no sé si Silver es de hacer este tipo de cosas a diario, o si se lia con sus padres por llegar en este estado...¡es que en verdad no tengo idea de qué hacer!

—¡Bah! Mi padre es un pendejo. Si me ve contigo se pondrá celoso, así que... ¡hip! —Se lleva una mano a la boca 《¡Que no vomite por favor!》 Pienso y lo sujeto otra vez de los hombros.

—¿Celoso...? —murmuro pensándolo mejor, ¿por qué tendría que pasar? Sin duda está más que mareado este chico.

Se ríe por lo bajo y ahora no dejo de mirar hacia arriba y todos lados por el pavor de este hecho....

—Venga Silver, con calma vayamos...vayamos a tu cuarto...—murmuro para evitar armar escándalo, es suficiente con la voz del plateado resonando en toda esa sala.

—¿Lo haremos en mi cuarto? Sí, sí~ me gusta la idea, me gusta la idea...—Empiezo a avergonzarme y sentir calor en las mejillas por todo lo que dice, sé que está ebrio, pero ¿eso le da hincapié a ponerse cachondo?¿Acaso si yo me pusiera ebrio también andaría así de caliente?

Llego a la baranda, sujetándolo de un brazo. Sigue balbuceando y soltando cosas las cuales no entiendo y ni presto atención en descifrar, simplemente quiero llevarlo a su cuarto antes de que alguien lo vea. ¡A quien engaño! está muerto, Silver está jodido y si quiero hacer esto debo pedir ayuda, después de todo, quiero también estar muy de cerca con su padre en una finita confianza.

—¡Shadow! —Mi grito no es alarmante, es un llamado típico en voz alta. Cuando lo efectuo, Silver me shita, haciendo un gran alboroto con las manos y a punto de irse hacia atrás con la fuerza que utiliza.

—¡Por favor Silver no hagas esto más difícil! —Lo sostengo por ambos hombros ¡ah! Sus brazos rodean por arriba de mi cintura y se recarga completamente sobre mi pecho...¡Pesa mucho! —¡Shadow!

Me veo forzado a sujetarlo demasiado fuerte de su cintura, porque se deja ir hacia atrás y con los cuatro escalones que llevamos es suficiente altura para que se desnuque aquí y de ninguna manera quiero ser partícipe de ello...

—¿pero que coñ-? —¡Al fin! Mi rostro está empezando a sudar. Miro la puerta y Shadow empieza a dirigirse hacia el inicio de la baranda, todavía con unos ojos incrédulos de lo que ve.

Bueno, no creo que a un padre le guste ver a su hijo siendo sostenido de una manera comprometida por su cintura, y que este haga lo mismo con su rostro y sus manos sobre mi cuerpo.

—Shadow, Silver está...

—¡Hip! Estoy de maravilla...~ —Canturrea el albino cerrando su boca de forma brusca, ¡ay! En cualquier momento va a vomitar y empiezo a hacerme la idea de que será sobre mí...

—Pero qué maldita vergüenza... —Shadow se ve molesto, mmano furioso, es como si hubiera supuesto que él haría esto—. ¡Silver, ven aca! —Baja hasta donde nos hayamos.

Con una facilidad y destreza mejoradas en comparación a la mía, toma a su hijo y lo empieza a subir casi a rastras, porque Silver no está poniendo nada de su parte, más bien, parece que se resiste como si hiciera berrinche.

—Siempre ca-cagas mis momentos felices, ¡siempre me cagas! —No puedo evitar ver esto, solo me faltan las palomitas. Silver manotea ligeramente a mi jefe, como si tuviera 6 años.

—Maldita sea vas a hacer que despierten todas las sirvientas, ¡contrólate! —reprime aguantando las ganas de gritarle en toda su cara, está moderando su voz para que ni su esposa se asome, o no lo sé.

—¿Quiere que le ayude? —Hablo subiendo el resto de escaleras, detrás de él.  Silver ya está en el pasillo, sosteniendose de la pared y sufriendo de una arcada que me da escalofríos.

En este instante pienso en que si vomita en un sitio que no sea la tasa del baño yo tendré que preocuparme de limpiar eso tan repugnante que saque.

—No, Sonic, creo que él ya te ha causado mucho con tan solo haber llegado —Observa los pasos de Silver, ambos lo hacemos, esperando que no se caiga en su andar hacia su cuarto—. Disculpame por las acciones de mi hijo, lamento que lo vieras haciendo tales escenas.

—No hace falta, en realidad me pareció inusual pero...¿Suele beber así? —Ahora me siento un metiche, ¡ah, que va! Esto me parece raro a pesar de ser mi primera vez viendolo—, digo, como soy nuevo desconozco si es un chico de fiesta o de salidas.

—Silver jamás bebe excesivamente. Lo único que hace es tomar un par de copas pero con la familia, ni con sus amigos ni con nosotros pierde la prudencia. —Oir la frialdad de su respuesta y hasta su extrañeza por ser esto nuevo para ambos me pone en su lugar, quisiera ayudarle, saber qué lo llevó a hacer esto.

Aunque tenga la idea, no es correcto suponer sin saber, prefiero ahorrarme mis comentarios con Shadow para cuando él haya hablado con su hijo y exista una mejor confianza conmigo.

No me queda más que desearle buenas noches. Silver ya se ha metido a su recámara, casi tirando la puerta por no poder girar la perilla pero bueno, lo logró.  Bajo y me voy haciendo a la idea de que mañana tendré que limpiar esa recámara y el cuarto de baño concretamente muy, pero que muy bien.

Entro a mi habitación y tomo mi teléfono del mueble para dar un último vistazo a notificaciones antes de acostarme, ruedo los ojos de ver tres llamadas de Manic y dos mensajes, ¿otra vez? Bueno, está vez la sorpresa no es grande; tengo que hablar con él, me es muy necesario ahora.

"¿Ya te has dormido? Mañana puedo verte en el día, no iré a la oficina. Si estás interesado, háblame"

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"Ya no quiero molestarte ni insistirte, y sé que igualmente has de estar cansado de la misma cantaleta que te he venido diciendo sobre querer arreglar las cosas pasadas y comenzar nuevamente. Ya no te lo diré otra vez, solo quiero...en verdad quiero hablar"

—Maldita sea... —Oh si, me siento como en el pasado, recobrando los viejos moldes, esta vez quiero que mis acciones repercutan positivamente y no traigan más consecuencias a mi vida como lo son las deudas.

Si voy a volver con mis manías tiene que valer la pena.

"Estaba ocupado. Manic, solo es una oportunidad, una que te concedo porque confío en que abrirás mañana la boca para sincerarte y aclararme muchas dudas que tengo. Te veo mañana en el metro de la plaza"

Termino de redactar y mando el texto. Apago el teléfono para evitar una contestación pronta de ser el caso, no quisiera saber lo que va a responder en este momento aunque tenga la certeza y corazonada de que es un hecho nuestro encuentro.

《Ufff, no te arrepientas, Sonic, por favor, ya no te arrepientas.》

-Narra Shadow-

—¡No te duermas, te estoy hablando! —Es imposible, no voy a hablar con él en este estado, por más ansioso y preocupado que me sienta ahora con verlo en ese estado etílico.

Me siento agobiado. Todo el puto día pensando en él como para llevarme la sorpresa nocturna de que ha llegado así. Ya tenía un mal presentimiento de no haber recibido ningún mensaje o llamada de dónde se encontraba, ningún aviso de "llegaré tarde" o "estoy con...", por supuesto que era raro viniendo de él, pero ahora me asusta creer que se ha ido a beber solo...

Me agacho hasta su altura, agitandolo de un hombro. Si recobra el estado es solo para mandarme a volar, y prefiero intentar meterlo a su cama y acomodarlo a tenerlo aquí sentado en pésima posición.

—¡Y-ya vete...!

—No me iré hasta que mínimo te acomodes para dormir.

De forma brusca, retira mi mano de su hombro, me veo forzado a sostenerme de la cama para no perder el equilibro por estar de cuclillas —¿Ahora te preocupas por mí? ¿Apoco m-me deseas las buenas noches?

—Sabes que casi siempre lo hago, ayer lo hice.

—¡Lo hiciste po-por compromiso! De vez en cuando te acuerdas que tienes hijo y-y que de-debes actuar como un "padre" —No habla, grita y escupe de lo poco normal que se haya.

—Si tienes algo en contra mía lo arreglaremos bien, hablándolo y no en esta noche que no estás en tus cabales.

—¡Ah no, Shadow, claro que no! —Se levanta de la cama y siento que se cae, lo quiero sostener pero no se deja, vuelve a manotear y me aparto un poco, poniéndome de pie—¿Te importa saber que-que tengo?
¿Ahora, lueg-luego de unos 8 años en los que no te dignas a hablar conmigo como mi-mi padre?

Sus ojos son tan fríos...me recuerdan a los míos, cuando me he frustrado una y mil veces de no haber sido comprendido o tan siquiera escuchado en mi juventud.

Me encantaría creer en este momento que mi hijo está realmente bien, que no se siente solo y que solo es el alcohol el que lo tiene loco. Quisiera suponer que puedo librar y conseguir una buena idea de esta charla, controlando y arreglándolo todo, pero no lo haré, porque ni a mí ni a nadie nos enseñaron a ser padres y esta es uno de los escalones que ahora me da disgusto subir.