Capitulo 13 - Pequeño Erizo

-Narra Silver-

Es el último grado de la preparatoria, estoy casi un pie dentro de la universidad y...¿y me da miedo admitir que soy homosexual?

Recuerdo esos días en los que descubrí todo esto, en los que mi padre, Shadow the hedgehog, hombre con reputación por su despacho y empresa de derecho en Zaragoz City, resultó ser Bisexual.

Contrario a lo que pude sentir, al impacto que pude recibir yo...me sentí aliviado. En ese micro instante pude abrir la boca, pude decirle que me atraían los hombres y con su seriedad y cierta disciplina característica quiso orientarme bien sobre ese camino.

Pero no me gustó para nada esos pasos que fui dando junto a su lado.

Me llevó a antros, sitios privados donde gente como él tenían exclusividad en placeres. Me hizo meterme con gente para que "probara" y me descubriera poco a poco con lo que sentía en mi cuerpo, como es que respondía a placeres y qué placeres...queriendo en el fondo imponerme un esquema propio de él...

Pero hay todavía un secreto que él no sabe, y es que...yo deseo que me penetren, no yo penetrar para este punto de mi vida.

Todo este tiempo logrando hablar del tema, pudiendo hablarlo con tranquilidad a pesar de que es un secreto nuestro que nos ha reforzado en este vínculo parental yo...no encuentro la manera de decírselo. Siento que mi papá siempre ha querido que sea como él, el dominante, el primero, el que está por encima de, pero...

Su ego es tan grande que de vez en cuando me da asco.

¡ufff! Pego un suspiro no queriendo llorar por recordar todo esto. No es que me sienta débil pero...siento una nostalgia de recordar este camino con cierto pesar y no un auténtico orgullo o gratitud...que lastima de infancia...

—Señor Silver... —Intento enderezarme en el sofá por oír a Gisel, ella me mira desde el marco de la alcoba—, le recuerdo que le dijo a su padre que iría a la oficina.

—¿Que hay de mi madre? Me avisaron que ya venía.

—Pues todavía no hay noticias de ella. Quizá fue con sus amigas a otro sitio. —Vaya estupida sorpresa.

—Gracias, Gisel, en un momento me voy. —Me levanto del sofá y no hay ninguna empleada a la vista ya.

Estoy muy decidido: quiero tener algo con Sonic. Deseo cumplir lo que quiero con su consentimiento y con la voluntad de que me escuchen y sientan como realmente soy y no como el hijo de un poderoso magnate que tiene su apellido y sus logros sobre mis hombros. Y cuando se entere mi padre, en el instante que deba de ser, me sentiré orgulloso y enaltecido de mis acciones.

Subo para dejar mi uniforme y salir en bermudas hacia el trabajo de mi padre, no sé ni por qué debería de ir pero que más da...

Alto...

—¿Sonic? —Llamo y no oigo respuesta pronta. Espero en medio de la gran sala cerca de la puerta principal y unas pisadas rápidas resuenan en el piso pulido con rechinidos casa vez más sonoros.

—¿Qué se le ofrece, joven? —Su tono a cambiado, está más serio y parece que quiere mantener la seriedad en su trabajo.

Maldita sea, no tenía por qué amenazarlo, estupidas enseñanzas de mi padre...

—¿Sabes conducir? —Sus ojos se dilatan un poco, a la par que estruja ese trapo que trae en sus manos por notar nervios y no saber qué responder...que raro.

—N-no, no lo sé nunca he tenido automóvil ni nada por el estilo. Lo siento —《No tienes por qué disculparte...》suspiro y dejo de mirarlo para observar la manija de la puerta, apenas noto que mi mirada realmente le incomoda demasiado, que cagada acabo de cometer—. Si quiere le llamo a una sirvienta para que llame al chófer o...

—No, no te molestes, me iré caminando o en bicicleta. —Entonces salgo con esfuerzo para abrir el portal y bajo unas cuantas escaleras algo cabizbajo.

Yo sé que todo el mundo considera que esto es felicidad, claro que lo es, el que no te falte comida o servicio indispensable como agua o techo...a veces me gustaría estar en un sitio de verdad jodido para valorar lo que tengo y no sentirme un malagradecido. Días como hoy, simplemente el caminar sin necesidad de un auto me hacen reflexionar de ello y más, pero muchas más cosas.

He cruzado el jardín ignorando a los trabajadores, creo que no me hablaron o eso espero, estoy tan distraído. Tomo la reja dorado y la abro para salir y...

—¡Silver! —Oir mi nombre tan fuerte me espanta. Giro buscando al responsable del grito y veo a Sonic correr eufórico hacia donde estoy. Brinca el último de los arbustos y de milagro no se ha caigo, jaja sus expresiones son graciosas—, ¡ufff! Eh, Sil-Silver...

—Respira un poco, no te vayas a desmayar...—Bromeo con una sonrisa, en verdad si me asusta como respira, parece que le quitaron los pulmones.

—Lo siento es que... —Da una exhalación tremenda para recomponerse de una sentada. 《Vaya, qué expresivo》—. Yo, perdón...quizás esto no sea de mi incumbencia pero, yo... —Su tono, sus nervios...me está poniendo nervioso pensar en cualquier tontería romántica estúpidamente imposible—. Hace unos minutos me dijiste que intentara tenerte confianza porque pues eramos de la misma especie y edad, cosa que todavía no lo sé pero el punto...es que, no quiero que te vayas solo al trabajo de tu padre. Permíteme acompañarte.

—¿Qu-quieres acompañarme? —No tengo más palabras que decir, estoy seguro que mi rostro expresa toda la sorpresa y estupefacción de su atrevimiento.

—S-si pero...o quizás no, ¡no! ¿Sabes qué? Es estupido, no, no debería ponerme como si fuéramos iguales y tampoco tengo que descuidar mi trabajo...

—No, no, a ver...para —Extiendo mis palmas en su rostro mientras empezaba a recriminarse por su acción. Respiro profundo mirando el piso para luego dirigirme a él—. De acuerdo, acompáñame.

—¿Seguro, señor Silver?

—Solo Silver, ¿sí? Y sí, estoy seguro, acompáñame. —Podria desplegar una enorme sonrisa, ¡pero enorme! Y no, no lo hago, porque podría darle miedo verme tan estúpidamente feliz.

Es así entonces, como abro la reja y él sale primero, luego yo, cierro y caminamos en la acera distanciados y sin ganas de dirigirnos la palabra, por el momento.

-Narra Shadow-

—Son tres, Amy, te dije que eran tres...

—No, nos faltaban cuatro pares, cuatro querido, dos de Silver y dos de nosotros...

—No, Rose, acuérdate por favor ayer te lo dije: Es uno con Silver y uno con nosotros, los pares de él están casi intactos son los nuestros más que nada...

Ah...bueno no lo recuerdo bien pero si estás tan seguro adelante, pide tres entonces —Ufff, dejo que mi cabeza cuelgue de la silla mientras no despego el puto teléfono de mi oreja, ella sigue hablando—, ya no te pregunté cómo te fue con tu amigo y eso, en la mañana estuve taaaan apurada y...

—Tranquila, lo entiendo. Estuvo aburrido pero mira, invitaciones así no se desperdician por completo, Silver se vio cómodo.

Muy bien, yo estoy con mis amigas pero regreso antes de la noche, eh, no tardaré, quiero cenar con ustedes.

—Sí, no hay problema, solo no andes sola por ahí, ¿vale, amor?—Observo el reloj sin dejar que mi otra mano juegue con mi corbata, enrollandola—. Silver me dijo que vendría pero casi son las 3 y bueno, Irán todos a comer y yo también veré qué ingiero.

Muy bien, asegúrate de que coma bien mi chiquito si va, por favor, últimamente lo veo con poco apetito y no sé, no quisiera creer que se está volviendo bulimico o...—Ruedo los ojos de su drama, 《ay Amy...》

—No, Amy, no le pasa nada de eso, ¿cómo crees? Solo está cuidando su dieta, ya hace más deporte; va a entrar a la universidad y quiere verse bien, es todo.

¡Ay, ya me lo imagino, Shadow!, con sus enormes púas y esos bellos ojos ámbar...seguro será igual de galán que tú, ¡kya! Me imagino llevando a una novia a la casa y...

—O Novio, Rose.

Si, si, no me arruines la tarde con tus chistes, ¿quieres? —《puta madre...》—. En fin, amor, me voy que mis amigas ya quieren ir al centro comercial, cuídate y me saludas a Silver cuando lo veas, ¡Muak! ¡Chao, chao!

—Bye, Amy. —Y me gana en colgar. Como se nota alegre cuando tuvo un nuevo platillo qué probó.

Me parece el colmo de vez en cuando, pero las cosas salieron muy bien, no dejo de pensarlo. El que haya seguido y exagerado los patrones anteriores de engaño me lo confirman: ahora debe de estar diciéndole a sus amigos lo "enorme" que tiene Sonic su "arma"

—¿Señor Shadow? —Borro la sonrisa que se me forma de haber pensado en lo anterior y respondo a la secretaria.

—Adelante. —La ardilla entra y me levanto, saliendo hacia adelante de mi escritorio.

—Su hijo llegó con un acompañante. —¿Acompañante? Mis cejas se agachan con eso.

No doy ni aviso de que pasen cuando los veo detrás de mí secretaria, rápidamente se quita al verlos ahí y se retira. Silver a venido con Sonic y me ha dado un retorcijon bastante...peculiar, en el estómago.

—Hola papá, perdón por llegar un poco después de lo planeado. —Lo saludo de beso en la mejilla, pero mis ojos no dejan de ver al azulado incómodo, expectante del sitio que no conoce y de los terrenos que apenas pisa.

—¿Por qué Sonic te acompaña? —expreso realmente en tono molesto, y no sé ni por qué, bueno si sé, pero qué vergüenza seguir viéndome celoso frente a mi hijo.

—Verá, yo...

—Es que me sentí mal, estaba algo fatigado y con dolor de cabeza cuando me di cuenta que se me hizo tarde y, bueno, me sentí muy mareado y como Tom no estaba, Sonic se ofreció a acompañarme así fuera de pie, fue un gesto muy agradable de su parte... —Silver se adelanta al cobalto y me explica aquello. No recuerdo haber oído a mi hijo tan a gusto con algo, hasta parece que lo dice feliz y presumido.

—Vaya, ¿Y te sientes mejor? Porque en ese caso me hubieras llamado y sin problema te quedas a descansar.

—No, no quería estar solo en la casa yo...prefería salir a verte aunque sea solo por un rato. —El tono de Silver realmente me agobia. Está triste, melancólico...algo le está llegando y me empieza a doler incluso a mí.

Froto su cabello, igual que lo medio abrazo y él solo termina por pegarse a mi pecho. Recuerdo cuando era un crío de 8 años, y me contaba que sus compañeros eran duros con él por su peinado y acomodo de púas, siempre las tuvo tan grandes...

Dejo esos recuerdos para mirar en la puerta y ver todavía a Sonic allí, parado sin saber que hacer—. Gracias por haberlo acompañado. —digo de una forma ultra sincera. El chico azul solo sonríe.

—Shadow... —El verdusco llega a interrumpir este momento con mi hijo. Silver se desprende de mi abdomen y se acomoda su camisa para irse hacia el librero, hago lo mismo con mi traje.

Me quedo esperando algo más, algún aviso de buenas o malas noticias de parte de Manic pero no llegan, está muy sorprendido de ver a Sonic ahí, mirando su cara de costado mientras ambos parecen sentirse incómodos de todo.

Un momento...

...¿El mundo puede volver a ser tan pequeño como la otra vez?

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