Capitulo 12 - ¿Qué estoy haciendo?

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Una pequeña dedicatoria especial para la sempai sonadow_Love_22_03 que fue su cumpleañosaquí está mi obsequio, la quiero.

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-Narra Sonic-

El idiota de Espio se carcajeó por horas al teléfono, seguramente mi rostro no bajó nunca el calor en ese lapso y no me hubiera sorprendido saber que varios oyeron mis regaños e intentos por callarlo.

En cuanto colgué proseguí con mis labores domésticas, limpieza y bla, bla, bla...no sé, ¿qué mejor trabajo podría existir? Seguro una larga lista hay, pero ahora, solamente ahora, esto es el mejor, inclusive si tengo que coger con la esposa del jefe.

—Joven, ¿necesita ayuda?

—¿Qué? —No reconozco la voz de primeras, pero al distinguir su pelaje grisáceo por debajo de su traje rosa deduzco es la loba—. Oh, no, no se preocupe.

—¿Seguro? Es el nuevo y aunque veo que desempeña su trabajo bastante bien, puedo apoyarlo en algo si lo necesita.

Su gentileza es sorprendente. Quisiera creer que ella no es una cualquiera como yo al cometer lo que hizo...no sé por qué me está recorriendo mucho la conciencia lo que sucedió con la señora Amy.

Toma una de las cubetas junto a la bandeja y un trapo, se va y veo que limpia con toda calma y nada de prisa el barandal dorado de las escaleras. Le sigo por detrás para hacer lo mismo para desde el piso segundo, no ignorando los barrotes que forman el pasillo completo a los cuartos.

No es todavía medio día, pero la casa está deshabitada. Solo hay gente que viene a formar el equipo de orden porque, ningún miembro, o almenos los que conozco, está por aquí. Cocineras, chachas lavando y trayendo cobijas y toallas; un par que parecen como sirvientes o yo que sé, ¿jardineros? Hay ruido de podadoras fuera, a decir verdad. Este sitio podria ser como un pequeño hotel, ¿se lo imaginan? Nada incómodo pero si misterioso...

—Oye...¿puedo preguntarte algo? —La loba, Cloe si no me equivoco se llama, está ahora a mi lado ayudándome a terminar con los barrotes. Creo que me he perdido tanto en mi examinación mental que voy lento—. ¿Él jefe y tu..hay algun favor especial?

—¿A qu-qué te refieres? —Es inútil, no puedo fingir, no puedo ocultar algo tan grave como esto pero...

Me siento diferente desde que ocurrió, desde que cogí con Rose yo...¡Hasta puedo pensar en esa palabra ya con naturalidad! Qué maldito asco...

—El señor Shadow es muy considerado con nosotros. Desde el incidente con ese erizo verde y tú...hay muchas personas hablando de ti por ello.

—Mira, ¿Cloe, cierto?

—No, yo soy Aurora. Cloe es la cocinera principal y es más mayor que yo. Somos de la misma especie pero no de la misma familia. —Me siento otra vez estupido. Tiene razón, ese día que llegué por primera vez pude dar un vistazo rápido a todos pero es obvio que no presté la suficiente atención.

—Ups, disculpa la confusión entonces, Aurora —Cierro ese asunto y poniéndome erguido tras terminar de pasar el trapo en el último poste de forro de ring, expulso—. Tengo un pequeño trato con él por...porque me ayudará a pagar una deuda, es todo.

—¿Ya lo conocías, no es así? —A pesar de que me está bombardeando de preguntas, no me resultan incómodas, es...no sé, su semblanza es muy confiada cuando habla—. Al jefe, al señor Shadow.

—¿Por qué crees eso?

—Porque desde que llegaste le hablas de tú.

—Él me pidió que lo hiciera, se nota que es muy agradable y confiado con sus empleados...

—Lo es pero, nadie de aquí ha cruzado esa línea —Trago grueso. Un recuerdo de la última charla serie que tuve con el erizo oscuro me eriza las púas de la espalda—. Por eso las sirvientas creen que tienes ya tiempo de conocerlo o que...tienes algo con él. 

No me gusta ya el tono que emplea, a pesar de seguir serena y muy natural, ahora hay un revuelo en mi subconsciente.

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Por tu bien es conveniente que hagas lo que se te pida en esta casa...Sonic, no me gusta amenazar gente, no me tolero a la hora de usar lo que tengo y he ganado para perjudicar a terceros...y no si me caes tan bien.

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—Mi esposa te echó el ojo, y no haría esto con otro empleado, lo hago contigo por consideración especial

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¿Qué significa tener algo con él?

—Sin duda son solo rumores. No lo conozco de ningún otro lado ni nada solo...no lo sé. —Estoy nervioso. Quisiera encontrar una razón lógica pero o no la quiero ver o no la hay en realidad.

Es verdad, desde que nos vimos en aquel cabaret y tuvimos una charla de desconocidos...no lo sé, estuvo bien. Ahora, que lo tengo aquí cerca y que me pidió aquello...siento que en efecto hay algo que nos tiene unidos y en sincronía a pesar de las clases y la personalidad tan diferente que tenemos...

Tomo las cosas y bajo a acabar con uno más de los pendientes de limpieza que tengo para hoy, Aurora ya no menciona nada y parece que se retira hacia el comedor a hacer más deberes que le correspondan. Una energía recorre mis venas, mi sistema...un extraño sentimiento de querer realmente sacar provecho a esto porque...¿Y si Espio realmente tiene razón? ¿Y si esto es...una verdadera señal que debo tomar para avanzar?

¿Deberia involucrarme y tener más confianza con Shadow para obtener beneficios?

Me la estoy jugando, ¿Pero qué estoy haciendo? Necesito cambiar mi actitud, esos momentos de sentirme indefenso y sumiso por lo que me ha sucedido, como si me faltara autoestima...si logro verme bien para esta familia, es seguro que obtendré mejor puesto y me iré adentrando más a esto...podria incluso trabajar con ellos, ¡yo que sé, me estoy proyectando! Además, ¿Qué más adentro puedo estar si ya compartí intimidad con su esposa?

¿Quien sigue? ¿Compartir cama com su hijo? Eso quisiera.

La vibración en mi pantalón me liberan de fantasías tontas. El número que me está marcando es desconocido, ¿quién podria ser? Extraño, no lo pienso mucho para tomar la llamada.

—¿Quién es? —Sueno atacante.

¿Sonic? Yo...no quiero en verdad molestarte... —Puta madre, ¿en serio?

Mi estómago se achica, siento un frío que recorre mi nuca y llega a mis dedos con los que sostengo el aparato.

—Manic, ¿Cómo obtuviste mi número? —balbuceo sonando tonto, a decir verdad la respuesta me es predecible, el camaleón al que llamo amigo seguramente se lo dio sin mí consentimiento, ¡y ese idiota no dudó en brindarselo ni un segundo!—. Mejor dicho, ¿por qué te atreves a llamarme?

Seré conciso, ¿vale? Dejame ayudarte bien esta vez...puedes venir al despacho donde trabajo y así tú podrías...

—Ya tengo trabajo, Manic. Deberías saber que ya no tomaría nada de lo que alguien como tú podría ofrecerme.

Un suspiro agobiado es transmitido en la bocina del teléfono y luego prosigue —Vamos, en verdad tengo la mejor intensión de sanar el pasado...

Escucho que alguien entra por la puerta principal. No sé qué tan grave sea que me vean hablar al teléfono con tanta confianza pero...

—...¿Qué dices? Yo invito.

—¿Qué? No, no sé lo que planeas ahora pero no quiero saber de ti, te lo dejé muy claro ya más de una vez.

—¿Sonic? ¿Estás...ocupado? —Mierda. La voz del hijo me llama, y no me queda de otra que colgar de golpe, no me preocupa a decir verdad...pero no presté suficiente atención a su última invitación...¡agh, igual no la iba a aceptar!

—¿Qué sucede, Silver? —Rayos, lo he nombrado con mucha confianza, que vergüenza. Meto el teléfono en el bolsillo trasero de mi pantalón y, me mira desde el sofá de la sala, muy casual y en confort, es como si hubiera tenido un día terrible y estar en su casa le sienta de maravilla.

¿A quien no le sentaría bien llegar a su casa con todas las comodidades a su merced?

—Tengo...quiero preguntarte algo. —Me llevo las manos a la espalda, ¿qué quiere preguntarme?

Mueve su mano hacia él, queriendo que me acerque más porque, a mí ver, no quiere que ninguna chacha u otro personal escuchen. Camino y no me siento, me quedo frente a él, de pie.

—¿Mi padre te ha pedido algún mandado? —No porfavor, otra vez esas insinuaciones no. ¡Todo este sitio está plagado incluso de chismosos!

Me tardo en responder. Sus ojos me exigen que no baje la vista, pero es inútil porque el uniforme que porta, entallado y que le da mayor elegancia sin tanta exigencia es imposible de no ver para mí...¡Ya contrólate Sonic, por favor!

—¿Mandado? No, no sé a qué te refieres...—Tengo que disimular, de una buena puta vez tengo que empezar a cambiar mi actitud si no quiero que se aprovechen de mí. 

—Sonic...no quiero que te despidan tan pronto —¡lo que me faltaba! Que el hijo también sea un maldito chantajista—. Me gustaría que tuvieras confianza de mi...después de todo somos muy jóvenes ambos, y somos de la misma especie... —¿eso ha...? ¡¿Me ha guiñado el ojo!? ¡Maldita sea!

Mi instinto me lleva a desviar mi cuerpo y mi vista de su pelaje blanco. Esto es incomodo no...no quisiera pensar que él me...

—Señor Silver, su madre no tarda en llegar, su cuarto ya está arreglado y si le apetece merendar, Cloe ya ha preparado algo. —Una sirvienta me salva del color rojo de mi rostro. El albino se levanta y me regala una última vista para, con un bostezo, irse al comedor.

¿Y si me hago pareja del hijo de mi jefe?

¡Basta ya! Hay tantas ideas terribles que han estado atacando mi cabeza como si fueran flechas del mejor arquero. Es que no...no podría. Más bien, ¿qué posibilidades tengo de que le guste a ese joven?

Me imagino como seria todo, el escándalo que para ellos se armaría sin dudarlo. Es imposible que Silver quiera algo con un joven como yo que solo es su empleado doméstico...

Un joven que posee un enorme historial de tragedias y malos pasos.

Pero, ¿por qué me ha dicho aquello con ese tono y esa mirada tan confiansuda?

-Narra Silver-

—Dame algo más dulce, ¿sí? Necesito mucha pero mucha azúcar... —Martha asiente y, va con Cloe detrás de la barra mientras yo depósito mi trasero en la mesilla que tienen ahí para los empleados, sacando mi teléfono y jugando con él porque no tengo ningún mensaje o notificación importante.

Se siente muy extraño empezar a agarrar los modos de mi padre. Coquetear sutilmente, empezar a ganarte la confianza de la gente que deseas...no es molesto pero si extraño. Quizá...si puedo conseguir tener algo con Sonic sin que papá se entere...¡uff! Muevo mis pies de pensar en la grandeza que me estaría adjudicando con ese evento,  ¡Dejaría de ser un niño de papá de un solo golpe! Ya no tendría por qué ayudarme a nada, no en ese ámbito tan vergonzoso...

Sé que hablamos de dejarlo en sus manos, pero siempre es lo mismo..¡me frustra pensarlo! Y sale con sus tonteras de relajarme...lo de mamá, es que nadie aquí me engaña. Creen que no puedo hacerme cargo, que soy inmaduro y no tengo ma posibilidad de tomarlo con la seriedad correspondiente...

Solo por eso no me importa cuales sean los planes de mi padre, cuál haya sido nuestro acuerdo de Sonic, si me logro meter con él, mi padre no se la acabará de la envidia.

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