Capítulo 11 - ◇La primera Pasión◇

-Narra Sonic-

Sí, querida, yo te prometo que lo haré —No sé qué pretexto le había metido, pero si sé que esto ya está por comenzar de verdad...—. Silver no estará en peligro...ya te lo dije, es una salida como las anteriores solo que, August dijo que nos quedáramos para no exponernos en la madrugada...

He mandado un mensaje a Espio esperando lo responda ya. Avergonzado, tuve que pedirle unos consejos para que no me viera como un completo idiota queriendo tener algo con una señora ya vivida y con muchas ganas de comerme.

Escucho ruidos en las escaleras y veo al par de erizos, padre e hijo, irse por la sala hacia la puerta, con sacos abrigadores ¿para esta primavera? Que extravagantes son estos, sé que es de noche y el aire se siente pero el clima templado todavía se conserva.

Ok, esto solo significa algo: tengo que iniciar con esto ya.

El teléfono vibra y noto la contestación de Espio, graciosamente sí me tomó en serio, y, por lo que he entendido en tan revuelto mensaje es que, a las mujeres les gusta un chico joven novato, porque tienen energía. Menuda mierda.

¿Y apoco yo tengo energía? Joder, no tengo energia ni para jalarmela y tengo que lograr complacer a la señora Rose.

Tomo una pequeña cubeta y un felpudo del garage...la oscuridad, el tiempo, las sirvientas...no hay nadie ya, no hay ruido. No puedo creer que esto se preste para hacerlo...¡ufff! Ya, aquí voy, ¡Andando!

Salgo a la gran sala y me detengo al pie de la escalera. La puerta de la señora Amy está abierta, la luz deslumbra hasta aquí abajo y oigo pasos cerca...

—¿Sonic? Crei que ya estabas dormido... —Me encojo por instinto al oirle tan cerca, girando y retrocediendo bruscamente. Noto que, viene de la dirección de mi cuarto...¿Me bajó a buscar?

—Amy, eh...me asustaste —río dejando las cosas recargadas en el primer escalón, estirandome un poco—. Shadow me encargó hacer un poco de limpieza en...

—¿Limpieza? No, no, ya es tarde Sonic, déjalo para mañana... —Cierta angustia se plasma en su boca y, con una voz muy suave, se acerca a mi tomando una de mis manos, sobando mis dedos—, es momento de descansar, ¿o acaso quieres limpiar a estas horas?

—Es mi trabajo, no tengo otra cosa que hacer aquí.

—Claro que puedes hacer más cosas, Sonic... —Me estoy entumeciendo. La señora Rose ha tomado con mayor fuerza mi brazo, acercando su perfil a mis labios, apreciando un aroma de cereza viniendo de su boca—. ¿No te gustaría...averiguar para qué más eres bueno?

—Ah-ahora que lo dice...yo... —Es inútil, no puedo coquetear con ella, no me sale hacer este tipo de indecencia, pero agradezco que ella sea ultra experta.

Mi frase se queda dentro de mis labios, Amy me ha besado y continua haciéndolo de una manera desesperada, como si aquello lo hubiera contenido desde la primera vez que me vio. Mis movimientos se vuelven voluntarios al grado de intentar tomarla por las caderas, pero hasta me llevo un susto de sentir esas curvan tan enormes.

Esta noche va a ser un desastre.

-Narra Shadow-

Mi hijo no está bien, y me molesta que esté así de transido por los sucesos mentales que se crea. Al menos podria ser peor, podría querer arreglar este asunto cometiendo imprudencias o, podría encapricharse, como lo ha hecho ya en ocasiones pasadas.

—Silver, ¿por qué no estás viendo a ese joven hacer su trabajo?

—¿Por qué será? —Bebe un poco de sunset, es la quinta bebida que se acaba—. ¿Cómo es que tú...? —No termina, se calla sin saber como proseguir.

—¿Cómo es que yo qué, Silver? ¿Puedo estar disfrutando de chicos y chicas bailar en un momento como este? —No es que planee ser un cabron con mi hijo, pero la actitud despreocupada y desinteresada que ya he manejado últimamente me ha servido para no colapsar de nervios.

—¡Sí! No me dijiste lo que pasaría con Sonic y mi madre, aunque prediga el desenlace, ciertamente...—vuelve a detenerse, esta vez lo veo más cautivado, pues se distrajo con la sonrisa que esas chicas nos han brindado tras finalizar su acto en la tarima.

Me encanta este lugar. Es de los clubs más recientes y se ha ganado la buena fama no solo porque yo se las he dado, sino que son merecedores al tener empleados para todos los gustos, una gran variedad de bebidas y cócteles internacionales y privados tan espectaculares, hasta para la mente más imaginativa y específica.

—Tengo mayor experiencia que tú, y eso me da la tranquilidad para estos asuntos a los cuales nombras "problemas". —Llamo a uno de los camareros, alzando la mano, dando una orden con los ojos a Silver de que pida lo que quiera.

—Aja, lo que tú digas... —En un par de días, esa inseguridad se le desvanecerá cual agua bajo el sol, no tengo duda—. Dos rondas igual, por favor. —pide al chico quien se lleva las copas vacías en su charola.

Mi hijo se deja ir con mayor comodidad sobre el esquinero de piel gris, pero con ganas de dormir y de inmediato, le chasqueo los dedos en su frente para que no haga esas cosas en este sitio.

—Papá, ¿quieres embriagarme o por qué tan consentidor? —inquiere alzando una ceja, volviendo a su posición anterior pero con su cuerpo más hacia adelante.

—Lo que quiero es que dejes los asuntos de adultos para los verdaderos adultos. —sentencio, acariciando sus mechones que, por alguna razón, me molestan, odio el peinado de mi hijo.

—Yo lo que quiero es apoyarte.

—Pues no lo haces. Y no tendrías por qué. Apóyame para "esto" —Muevo mi brazo derecho, en círculo, como si me refiriera al lugar—. No para "arreglar" a mi familia.

—Me choca que tengas que hablar como si estuvieras en tu trabajo. —Ay pero que hijo tan sensible tengo. El camarero regresa y me otorga un sobre carmín, trae la inicial de mi nombre con caligrafía dorada y tengo una idea leve de lo que es.

Silver vuelve a lo suyo, tomando la bebida y perdiéndose en ahora 3 lobos que suben a la tarima con aparentes gabardinas sin mangas y de una tela ligeramente traslúcida. Ahora las chicas se acumulan alrededor.

Aprovecho para revisar esa pequeña tarjeta con texto:

•─────✧─────•

"Su presencia nos es muy grata y, me complace en nombre de estos días darle mi gratitud con su asistencia en el cubículo #6. Disfrute la noche"

•─────✧─────•

—Silver, quédate aquí y no te acabes lo que te he dado, sé prudente. —Se despega del espectáculo por asombrarse de cómo me he puesto de pie tan rápido, acomodando mi pantalón.

—¿Qué? ¿Me dejarás aquí con est-?

—Por favor hijo, no es la primera vez que te quedas mirando y queriendo hacerte el difícil —Le pongo el dedo índice en sus labios, queriendo que se calle y entienda de una buena vez que su ansiedad no le sirve de nada. Me pongo a su altura, acuclillado—. Si tú no vas a disfrutar de esta velada, yo sí.

Por más mal que suene, me gustaría regresar y ver a mi hijo montado en un joven de su preferencia, antes de tener algo con el azulado.

-Narra Sonic-

Es increíble mi vida. De verdad, muchos considerarían que es una brutalidad inventada de mi paranoia, pero los pocos que han tenido la desdicha que conocerme, se asombran de mí mismo.

Ahora estoy asombrado de mi mismo.

No quiero recordar con detalle lo de la madrugada pero...hay pequeños Flashback que me...¡uh! Esto es...

-Flashback-

No pude moverme con ánimos de efectuar cariño, ¡¿Que si yo le iba a efectuar cariño!? Claro que no, ¡no!

Y a pesar de todo, desnudos en la cama matrimonial con colcha gris y sabanas rosadas, ella se esforzaba para que tuviera una erección pronta. Por más que quise relajarme e imaginar que todo aquello me lo hacía...alguien...un hombre, ¡no sé! Era un completo desastre dentro de mi cabeza.

Estuvo encima de mí tambaleando sus caderas por más de 10 minutos, creyendo que encontró algo interesante en eso. Deseo que si porque sino...no podría volver a repetir esto.

—Ay Sonic, vamos~ —No dejaba de besarme y frotar mi pecho, mientras yo no quería ver sus redondos senos porque, porque mi mirada era turbia y ligeramente atorada en lo asqueroso.
Terminé gimiendo como una loca. ¡Iba a ser inevitable! Pero si yo parecía ser la única, la señora Rose podía hacerlo cinco veces mejor que yo.

-Fin del Flashback-

No pensé que Amy roncara, y lo hace con un agotamiento exagerado, como el de aquellos señores desgastados por tanto trabajo. Logro ver en el reloj del buró una hora poco alarmante: son las 8:21am, no sé si debería marcharme, ahora tengo pavor de que alguien más de la casa que no sea Shadow me vea salir de su recámara.

Me siento en la cama, todos mis movimientos son lentos, empiezo a querer arreglarme frente al tocador, volteando paranoicamente hacia la cama con susto de que se despierte. Tomo mi ropa, empiezo a olerla y no me gusta que apesta a cereza como la señora Rose...que desastre. ¿Cómo salir? ¿Y si hay alguien en el pasillo?

Sí, ya me voy, al rato te veo en la oficina... —¿Él hijo? ¿A qué horas habrán llegado?

Pego mi oreja a la puerta, casi al borde de las bisagras, noto que hay un espacio de luz entre estas y cazo con la vista esperando notar algo en el pasillo...

¡woah! La puerta se abre inesperadamente y cacho la manija antes de irme de bruces, no quiero hacer más escándalo o ruido pero el que alguien esté entrando a la puerta solo puede ser hecho de que...

—¿Sigues aquí? —¡Uff! Me alivia extrañamente oir su voz—. Deberías estar abajo ya...—susurra al ver a su esposa en la cama, todavía dormida.

—Perdón pero...no sabia si alguien ajeno podria verme. —Ya está arrlegado, hasta su fragancia es parecida a la de su hijo...me recuerda a la noche del cabaret y de la cercanía que tuve.

—No, está libre así que, vete. —Tipicamente serio, me manda y yo salgo como diablo escaleras abajo, llegando al pasillo y mi cuarto. Hay ya un par de sirvientas en la cocina pero no pienso averiguar más, me encierro en el cuarto.

Ahora tengo que trabajar y olvidar lo que acabo de hacer.

-Narra Shadow-

—Rose... —hablo de cerca sin querer tampoco alarmarla.

La sabana cubre sus piernas y parte su pubis, pero no sus senos. Al menos está boca abajo y no hacia arriba sino, menudo espectáculo podria armarme de saber que durmió desnuda.

—Rose despierta ya, son casi las 9:00am, cariño. —Y comienza a balbucear, girando y logrando enroscarse aún más en las sabanas.

Un bostezo acompañado de un estiramiento la hacen reaccionar de manera estrepitosa. Me aparto de su lado para ir al cuarto de baño y aprovechar para delinear mejor las mechas de mis costados...¿por qué me veo así? Me siento tan viejo.

—¡Cariño! ¿A qué hora has regresado? No te he oído... —Me retiro del espejo y veo a espaldas mía. Ha comenzado a vestirse con nueva ropa interior.

—Temprano, a las 6:00am. Noté que estabas muy profunda y no quise molestarte —Me quedo en el marco, está acelerada y dudo que sea porque se le hace tarde para ir a su trabajo—, ¿No piensas ducharte?

—Ya es tardísimo Shad. Todavía tengo que ver el desayuno y Silver...

—Él ya se fue. Y tienes todavía 30 minutos. Seguro Tom puede llevarte o usa la camioneta para irte —Asiente sin prestarme mucha atención, prefiere alinearse y cepillarse el cabello con rapidez, evitando tener contacto directo conmigo—. ¿Estás bien, Amy?

Mi pregunta la descuadra. Sonríe pegando una exhalación forzada como si quisiera aparentar que tiene un estrés importante por la puntualidad. Se hace una coleta rápida y, camina extendiendo los brazos, tomando mis mejillas y pegando su rostro a mi pecho queriendo reconfortarse.

Es suficiente para mí este comportamiento, Sonic hizo un buen trabajo y lo premiaré por ello.

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