Número 19
Atención:
1- Una pequeña aclaración porque su escritora es una pendeja: puse en la debilidad número 24 que esa escena transcurría en 2018 y que se mudarían juntos a principios de 2019, y no sé por qué me equivoqué así. ¡Desde un principio aclaré que se mudan a inicios del 2020! sdjjhdsf soy una imbécil. Pero bueno, les aclaro ahora para que no haya confusiones ♥️ ya luego lo corrijo en el capítulo
Extrañar.
Año: 2019
Akaashi se removió más una vez entre sus sábanas. Su sudado y pegajoso cuerpo se apelmazaba a aquel juego de tela color azul, y supuso que ya sería hora de cambiarlo —llevaba más de una semana sin hacerlo.
Sin embargo, tampoco tenía mucho sentido. No es como si durmiera muchas horas. Apenas pasaba unas cuatro horas diarias sobre su colchón antes de levantarse a seguir trabajando en sus ediciones.
Retiró el edredón sin ningún tipo de cuidado. Eran ya los inicios del verano, y el calor que sentía por todo el cuerpo no le permitiría conciliar el sueño de nuevo. Más considerando que era, según su teléfono, ya casi las cinco de la mañana.
Deambuló como un zombie a través de la casa. Como no tenía energías —ni ánimos— para prepararse un café, se contentó con tomar una lata de bebida energizante que Tenma se dejó la última vez que le visitó. Su compañero de trabajo vivía a base de esos mini infartos en lata, y aunque a Akaashi no le gustaban, estaba en ese limbo entre la vida y el sueño donde cualquier decisión parecía lógica.
Llegó entonces hacia su diminuto balcón, y deslizó la puerta corrediza de cristal. Una brisa fresca debido a que vivía en gran altura —un piso ocho— le dio de lleno en la cara, y todos sus poros respiraron sintiéndose en paz.
—Uf —Akaashi se tambaleó del sueño cuando finalmente se sentó entre la unión del interior de la casa y el balcón. Le dio de lleno en el trasero, pero no le importó—. Creo que necesito tener más horas de sueño...
Llevaba semanas sintiéndose tan cansado que, muchas veces, ni siquiera podía pensar con claridad. Su cabeza y ojos dolían tanto que ya era una normalidad sentirse como una absoluta basura con piernas, así como despertarse con el corazón desbocado por las pesadillas y el sentimiento de estar abatido por comenzar un tedioso nuevo día.
Tal vez era el hecho de que se sentía bastante solo. Akaashi no tenía muchos amigos, y lo más cercano que tenía a ellos era sus ex compañeros de Fukurodani —a quienes no veía seguido—, Tenma —a quien veía tan seguido en el trabajo que pocas ganas les quedaban de juntarse—, u Osamu Miya —a quien veía durante sus almuerzos fugaces a su local, y con suerte podían tomar cerveza en algún día libre que coincidiera para ambos.
—Todo pasará, supongo —se consoló tras escuchar el click de la lata de energizante, y espero a que el gas burbujeara antes de meterla dentro de su sistema—. Es cuestión de acomodarse...
Pero, ¿acomodarse a qué? Akaashi llevaba ya años con este estilo de vida. No es como si tuviera otro objetivo de existencia más que el de ser editor, y aunque ya tuviera veintitrés años —veinticuatro a cumplir pronto—, tenía miedo de que su vida se quedara estancada de esa forma tan aburrida por el resto de los tiempos.
Puede que no luciera como tal, pero eso le aterraba.
Observó hacia el cielo sin estrellas de Tokio. Era solo una masa de oscuridad que cubría como un manto de sombras a la iluminada ciudad que no dormía nunca. Aquellos que decían que Nueva York era la ciudad que jamás encontraba descanso, era porque claramente nunca estuvieron en Tokio.
Las marquesinas y las luces brillaban tanto que si las mirabas por largo rato quedarías ciego. Akaashi vivía en pleno centro de la ciudad, así que jamás descansaba del intenso ruido y las supernovas de neón.
Dio otro sorbo de la bebida energizante, y sabía que su sistema circulatorio no se lo agradecería en un par de horas. Pero, ¿qué más daba? Igual su día tendría que comenzar en cosa de nada.
—Me pregunto qué estará haciendo —soltó casi sin darse cuenta mientras jugueteaba con el dobladillo de su pijama—. Posiblemente dormir como una morsa.
Una triste sonrisa se le escapó de los labios. Sí. Era probable que eso fuera lo que estaba haciendo.
Habían pasado semanas desde la última vez que se enviaron unos escuetos mensajes, y ya meses desde que se vieron cara a cara. Como él jugaba en Osaka, y Akaashi tenía la oficina en Tokio, era fácil excusarse en la dificultad de movimiento para visitarse.
Eso no fue una excusa antes, intentó discutirse en el fondo. Podrías haber removido cielo y mar con tal de viajar a verle.
—Es distinto ahora, supongo —se respondió en voz alta, e inspiró hondo con los ojos cerrados mientras el viento le despeinaba el ya desordenado cabello—. Es lo mejor para los dos.
Akaashi intentó rememorar toda la seguidilla de acciones que les llevó hasta aquel punto. Desde que su inmensa estupidez le condujo a hacer algo que no debía, y aquello acabó por deteriorarlo todo poco a poco.
Se preguntó si era todo su culpa, o tal vez también de Bokuto. Era Akaashi el que se alejó poco a poco, pero también era Bokuto el que dejó de insistir a lo largo de los meses y semanas.
Apoyó la lata a un costado suyo. Husmeó entonces en su teléfono, y la pantalla le encandeció su vista ya agotada y que debía achinar los ojos para ver mejor sin las gafas.
El chat con Bokuto se veía extremadamente triste y desolado. Ya no había memes, mensajes a horas inhumanas, ni tampoco sus alterados «¡ya quiero que llegues para poder verte!» cada vez que se subía al tren hasta Osaka.
Primero fueron las excusas. Luego, le siguieron los pretextos para demorar en responder. Al final, solamente quedaron los mensajes escuetos y superfluos, carentes del contenido y calidez que antaño solían poseer.
No quería que el nudo en la garganta le dificultara respirar, pero no podía dejar de mirar hacia la tonta pantalla que brillaba, y enseñaba el último mensaje que Bokuto le envió algunas semanas atrás.
Bokuto
¡Akaashi! ¿Cuándo nos vemos?
Bokuto
¡Es que te extraño!
Tuvo que apagar la pantalla antes de poder releerlo. De verdad no podía soportarlo. Pero menos podía soportar ser la persona que le dejó en visto luego de alejarse poco a poco. Luego de sus pobres excusas después de embarrarla como un adolescente enamorado.
Frunció la nariz al pensar en esa palabra. ¿Enamorado? ¿Podría ser que estaba enamorado y por eso se comportaba como un patán?
Supuso que no tenía mucha importancia.
Volvió a beber de su lata. Aunque no quería pensar, su mente ya estaba trabajando mucho más allá. No quería pensar en Bokuto y lo difícil que extrañar se volvía para él.
Bokuto no era una persona acostumbrada a decir adiós. Él siempre decía hasta pronto, y sonreía esperando encontrarte en un futuro. No importaba cuánto tiempo pudiera pasar. Con saber que podría volver a verte era suficiente para él. La seguridad de un eventual reencuentro.
¿Podría haber un reencuentro entre los dos? ¿Podía verle a la cara después de todo ese tiempo?
¿Después de que Bokuto se riera luego del pequeño beso, y aquello le hiciera entrar en un pánico de inseguridad del que Akaashi todavía no podía salir?
Era un ridículo por pensar en todas esas cosas.
—Yo también te extraño, Bokuto-san —resopló Akaashi, y giró los restos del líquido de la lata dentro de la misma—. Ojalá extrañarte no fuera tan difícil.
Akaashi se bebió lo que quedaba de la bebida energizante. La arrojó a un costado de su balcón mientras se ponía de pie. Ya podría tirarla cuando regresara de la oficina esa tarde.
Mientras se arrastraba hasta la ducha para refrescar su cuerpo y limpiarse de todo el sudor y las penas, Akaashi se preguntó si aquella debilidad en la lista tal vez no fuera exclusivamente de Bokuto.
Snif snif, huelen eso? Creo que eso que hay en el aire es DESARROLLO DE PERSONAJE PARA AKAASHI
Algo que me disgusta del BokuAka (y sí, bbs, siempre hay algo que me disgusta hasta en las ships que más amo) es que Akaashi siempre parece más una extensión de Bokuto que su propio personaje. Y no quiero eso.
Akaashi también se equivoca, y también puede ser su propia persona. Tal vez el tiempo a solas le hará bien. Ustedes ya han visto un poquito del futuro :'D pero... en qué terminos quedaron?
¡Lo sabremos en los próximos capítulos!
No se asusten si el próximo capítulo no va sobre este punto en sus vidas en absoluto dskfjdsk no quiero hacerlo todo seguido, así que lo veremos de a poco. Tampoco será super largo, pero también es importante para Akaashi como su propio personaje. Espero no ser yo quien la embarre al hacer todo esto xD en fin, veremos
Les quiero contar que ya estoy oficialmente aislada T.T pero he escrito un montooooon del SakuAtsu ;;; si todo sale bien... tal vez este viernes vea la luz woooooo pero no prometo nada, es secreto todavía (?) ♥️
El miércoles subiré mi oneshot IwaOi que hice para el zine de Oikawa argentino. Y también estoy escribiendo la KuroYaku Week. Blues en modo turbo aprovechando de su aislamiento preventivo (???) you can't catch me, covid!
Muchísimas gracias por todo su apoyo, comentarios, votos y demás! ♥️ Saben lo feliz que me hacen. Todavía queda mucho por ver por acá, no se preocupen
Nos vemos el jueves :'D besitos ♥️
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