Número 15
Que critiquen su peinado.
Año: 2013
—Akaashi, ¿tú no tendrás una afeitadora eléctrica para prestarme un momento?
Lo descubrió mirándose en el espejo que colgaba del closet de su dormitorio. Akaashi no era un fanático de mirarse, pero lo puso ahí para poder peinarse más rápido en vez de perder tiempo en el baño.
Bokuto se veía algo cabizbajo.
Akaashi, que había estado ocupado pensando en sus exámenes de fin de semestre —estaba en el último año de la Academia Fukurodani—, abrió los ojos de forma desmesurada al escuchar lo que acababa de soltar Bokuto aquella tarde que se juntaron en su casa.
—¿Una qué? —inquirió Akaashi con algo de horror.
El simple hecho de imaginar a Bokuto cerca de un aparato eléctrico que pudiera cortar cosas le hacía sentir escalofríos. No pasaría mientras él estuviera con vida.
—¡Sí, sí, ya sabes! —Bokuto dijo con algo más de ánimos—. ¡Esas cosas que las prendes y hacen brrrrrr mientras te sacan todo el pelo...!
—Bokuto-san, ¿por qué querrías sacarte todo el pelo? —preguntó Akaashi como si aquello fuera lo más insólito que escuchó en la vida—. Ya vamos a tener tiempo de quedarnos calvos dentro de veinte años, o tal vez diez...
O, si él tenía la maldición de la familia Akaashi, comenzaría a quedarse calvo incluso antes de los treinta como su padre; quien ya no tenía ni un solo cabello en la cabeza.
La calvicie atormentaba a Keiji por las noches. Él no quería quedarse calvo.
¿Por qué diablos Bokuto sí querría hacerlo?
La emoción de Bokuto la afeitadora eléctrica se vio opacada de repente. Volvía a verse un poco triste y abatido, y Akaashi se puso en modo alerta por si algo malo sucedía.
—¡Es que Konoha dice que debería llevar otro peinado ahora que acabamos la preparatoria! —masculló Bokuto frunciendo los labios. Se aplastó el cabello hacia abajo tras verse en el espejo—. ¡O que debería tratar de verme más adulto...!
Akaashi suspiró. Dejó a un lado sus libros de estudio sobre la cama —de todas formas, nunca podía concentrarse cuando Bokuto estaba cerca; incluso no estaba haciendo absolutamente nada— y le miró con algo de confusión.
—Bokuto-san, ¿estamos hablando del mismo Konoha que se hace un solo corte de cabello desde los seis años...?
—¡Es que no es solo Konoha! —dramatizó Bokuto. Tomó un peine del escritorio de Akaashi y empezó a probar peinados hacia el costado; cuando su pelo volvió a la misma posición, rugió de frustración—. ¡Mis hermanas también dicen que debería teñirlo de un solo color y así comenzar a lucir más cool! ¡Pero yo soy cool así como estoy! ¡¿Verdad, Akaashi?!
—Eh...
—¡Akaashi! ¡Ya suenas igual que Konoha! ¡Todos ustedes son muy malos!
Konoha Akinori, ex compañero de Bokuto y senpai de Akaashi, era conocido por molestar a las personas solo porque se encontraba aburrido. Y Bokuto era una persona que se molestaba con facilidad, por lo que le gustaba lanzar el anzuelo hasta hacerlo picar.
Ya conocía esos trucos. Akaashi solía tener varios dolores de cabeza como el ex vicecapitán de Fukurodani —ahora era capitán del equipo, y no es que se quejaba...
Pero jugar en el club no era lo mismo desde que la mayoría del equipo se graduó hacía unos meses. Sí, había nuevos reclutas y ser capitán era un gran logro, pero Akaashi cambiaría su puesto en un instante con tal de regresar a las épocas de gloria de Fukurodani.
Todos debían crecer, tarde o temprano. No dentro de mucho sería también su turno, y se convertiría en un adulto al igual que Bokuto, Konoha y los demás. Tendría más responsabilidades y preocupaciones.
Debería pensar en lo que deseaba de su futuro.
Y también... tal vez...
Encontrar a alguien con quien compartirlo.
Akaashi arrugó ligeramente las cejas. ¿Por qué su mente volaría a pensar en querer compartir su futuro con alguien a partir del dilema de Bokuto con su cabello?
Tuvo que sacudir la cabeza para no pensar en nada de eso. Apenas comenzaba su último año. Y no es como si graduarse fuera la gran cosa —Bokuto no había cambiado ni un solo ápice en ese tiempo que llevaba siendo un presunto adulto joven.
La prueba estaba frente a sus ojos en ese momento: probándose diferentes peinados que se convertían en un fracaso debido a la rebeldía de su pelo.
—¡Maldición! —vociferó Bokuto entre dientes, y dejó el peine de forma brusca sobre el escritorio de nuevo—. ¡Nunca podré tener un buen peinado...! ¡Akaashi! ¡Ayúdame a raparme la cabeza!
Akaashi ahogó un jadeo.
Nada de Bokuto calvo. No bajo su propio techo.
Era increíble lo fácil que era hacerlo sentir inseguro de cosas tan sencillas como el cabello. Akaashi nunca lo había visto como algún signo de inmadurez por muy estrafalario que pudiera verse.
De hecho, lo sentía como si fuera su marca personal. Si Akaashi tuviera más personalidad o interés en destacarse, también podría haber llevado un peinado tan loco que le hiciera ser recordado por todos.
Pero Akaashi no era una persona que buscara destacarse.
—Bokuto-san, tu cabello está bien —suspiró Akaashi—. Olvídate sobre eso de raparte. Te vas a arrepentir. Créeme por una vez en nuestras vidas: no quieres quedarte calvo.
—¡Pero...! —quiso discutir Bokuto. Le miró con grandes ojos brillantes—. ¡Es muy fácil decirlo cuando tienes cabello negro y sedoso! ¡Y cualquier peinado iría bien con tu cara! Akaashi, sí que tienes buenos genes...
Eso es porque no sabes que estoy destinado a ser potencialmente calvo antes de los treinta, se vio tentado de agregar. Pero no lo hizo, y se quedó observando a Bokuto jalarse de sus greñas bicolores con frustración cada vez que se miraba al espejo.
Akaashi dio mucha importancia a lo último que dijo. Al menos, se obligó a no pensar nada raro. Bokuto solo podía decir esas cosas de forma amistosa.
O por pura cortesía. Por mucho de Bokuto no tuviera idea de lo que esa palabra significaba.
—Bokuto-san, piénsalo de esta forma: en una marea de humanos corrientes con cabello normal y simple, tú logras destacarte incluso cuando pasas una sola vez —agregó Akaashi—. ¿No crees que la gente te recordará por siempre en la cancha si te destacas con tu apariencia, además de tus remates?
—Yo...
—No tengas miedo de lucir diferente, Bokuto-san. A mí lo que más miedo me da es lucir como todos los demás.
Aquello debió hacer algún click en la cabeza de Bokuto, ya que dejó de toquetear su cabello —que se había engrasado de tanto manosearlo— y permitió que regresara a su estado natural.
Los grandes ojos de Bokuto no podían abandonar los de Akaashi. Y aquello estaba poniéndole un poco nervioso, pero agradeció que el otro comenzara a reír a carcajadas de repente, sujetándose el estómago. Solo como él sabía hacerlo.
Cuando divisó a Bokuto observándose otra vez en el espejo, su mueca ya no lucía tan insegura y abatida. Incluso se analizó con una ceja arqueada y soltando pequeñas exclamaciones de asombro ante su propio reflejo.
—¡Akaashi, siempre sabes qué decirme! —exclamó Bokuto con alegría—. Pero, ¿te puedo decir ahora yo algo?
—Por supuesto, Bokuto-san —contestó Akaashi mientras tomaba otra vez su libro de textos en las rodillas.
Su trabajo estaba ya resuelto. No debía preocuparse de que Bokuto entrara en su modo emo, al menos por las próximas horas.
Bokuto estaba reprimiendo una sonrisilla mientras tamborileaba las yemas de sus dedos entre sí. Como si estuviera un poco nervioso. Como si esperara algo más.
Akaashi no imaginaba en absoluto lo que saldría entonces de sus labios. Ojalá hubiera sabido que decirse a sí mismo como lo hacía con Bokuto.
—Puedes creer que tú te ves simple y normal como los demás, pero yo creo que te equivocas —Bokuto sonrió de costado—. ¡Y es que fuiste el primero que llamó por completo mi atención cuando apareciste por primera vez junto a todos los otros reclutas!
Hoy voy a hacer un descargo. Se acabó la Blues buena onda. Se lo pueden saltear si quieren porque la verdad no afecta a la historia y es mucho texto y nadie está obligado a leer, de verdad
Estaba yo super tranquila y me topo de repente con una sorpresa bastante desagradable en forma de mensaje privado.
No puedo ahondar en lo que me dijo (ni aunque quisiera) porque la verdad una putísima barbaridad de texto, pero una personita se creyó con la coronita lo suficientemente grande como para venir a decirle a una desconocida como yo, a la que ni siquiera sigue y con la que nunca habló, sobre cómo debería escribir SU fanfic.
No quiero ponerme así en modo mamona porque no es mi intención, y ustedes saben que cualquier comentario no positivo también lo tomo, siempre y cuando sea hecho con respeto. No soy una diosa ni una reina, me equivoco muchísimas veces escribiendo como todo humano. Tal vez ahora mismo lo esté haciendo (? Pero no puedo soportar que venga alguien con aires de intelectualidad (y que no se leyó ni el manga de hq!) a decirme que el drama del fic, el cual empezó hace 6-7 capítulos como mucho, ya le cansa, que Bokuto es tal o cual cosa, o que debería escribir debilidades en base a lo que quiero decir y no sobre pelotudeces, bla bla bla. Solo ganas de joder a quienes escribimos por hobby.
Perdonen por hacerlos leer esta putada de texto también, pero solo quiero dejar una cosa en claro: este fic no está pensado para tener ningún tipo de profundidad emocional o intelectual. Que Akaashi haga terapia o se trate su baja autoestima/ansiedad es solo un poco de cómo lo veo yo a él. Lamento mucho si varios entraron en busca de algo como lo que esta persona quería. Nadie está obligado a leer algo si no le está gustando, pero agradezco muchísimo a quienes todavía me acompañan. Creo que saben que nunca me voy a saltear un agradecimiento en ni un solo capítulo. Nunca doy por sentado que me seguirán leyendo porque ajá, porque sé que puedo errar o que simplemente alguien solo no quiera seguir leyendo.
Pero en fin, no quiero amargarme más. Estuve a nada de no actualizar hoy porque todavía no veo bien de la rabia que tengo, y me hizo odiar un poco incluso todo el capítulo de hoy... con suerte se me pasará en unas horas. Muchísimas gracias, en serio, a TODOS los que se toman el tiempo de dejar cariño siempre, votar, recordar la historia, leer... lo que sea. Para mí es muy valioso la gente que te apoya, porque yo escribo porque quiero y porque me gusta. No es un deber ni un trabajo, ni tampoco quiero que me deban la vida por hacerlo gratis (? Pero sí me gustaría que se respete lo que uno elige escribir
Ahora sí, ya me voy rápido porque demasiado texto. El sábado hubo actualización del fic SakuAtsu angst por si a alguien le interesa ;u; y mañana empieza la KuroYaku Week nfjksdf si les gusta la ship, los invito a pasarse por ahí si gustan. Serán un montón de pendejadas cursis sin sentido uwu
Y reitero, ¡muchísimas gracias a quienes sigan acá, como siempre! No miento cuando les digo que les agradezco todo el cariño que me dan, y a veces me pregunto si me lo merezco. No lo digo para que me contesten "ay siii blues, como piensas eso" sdkfd porque para nada. Es que me llegan tantas cosas bonitas a diario que a veces me parece impensable saber que un solo ser humano pueda merecer tanto
¡Nos vemos el jueves! O mañana, si alguien quiere leer la week jiji. Besitos!
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