Un sábado cualquiera a la una menos cuarto de la madrugada, se podría decir que era una noche bastante tranquila de no ser porque en aquella extraña casa, en la que convivían tantas personas, se estaba realizando una gran fiesta. Música a todo volumen, bebidas, algunos bailando, otros haciendo tonterías mientras que otros simplemente conversaban amistosamente. De repente todos habían vuelto a su adolesencia.

Nuestra lampara se encontraba en la cocina, en busca de un vaso de agua. Mientras se servía el dichoso vaso noto, a través de la ventana que daba hacía el patio, que había alguien quien no estaba dentro de la casa divirtiéndose, ese alguien siendo Colin. Estaba solo, lo cual es algo raro. si algo sabía Larry acerca del computador era que el odiaba estar solo, siempre tenía que estar charlando con alguien.
y por su postura se podía ver que se sentía angustiado.

Esta situación intrigo a Larry, por lo que se decidió salir afuera para ver que le ocurría al computador y tal vez animarlo un poco.

-Hola- Dijo Larry cerrando suavemente la puerta detrás de el. Esto tomó de sorpresa a Colin, quien dio un pequeño salto antes de darse vuelta y responderle a aquel chico que acababa de cruzar la puerta.

-¡Oh!.. hola, Larry ¿que estas haciendo aquí?- Pregunto el computador, con un pequeño rubor en sus mejillas.

-Eso te lo debería preguntar yo- Respondió Larry para luego sentarse junto a su amigo. -Pensé que no te gustaba estar tan solo, ¿ocurrió algo?-

-Oh, no no, es solo que.. no me gusta estar en lugares tan ruidosos y caóticos, me hacen sentir perdido-

-Pues en ese caso, ¡hagamos algo para pasar el rato- exclamo la lampara levantándose del piso, mirando a Colin con una sonrisa. Este ultimo se vio confundido.

-¿ah?-

-oh vamos, se puede ver en tu cara que estas harto de estar acá sin hacer nada. ¡divertite un rato!- Dijo Larry mientras le ofrecía su mano a Colin. Este,con un pequeño sonrojo, la tomó y se levanto del pasto. -Entonces, ¿que te gustaría hacer?-

-¿podríamos bailar?- Pregunto Colin con entusiasmo. La danza era un tipo de arte que le apasionaba al computador.

-¡Claro!, pero te aviso que no soy muy bueno en ello- Respondió Larry, rascándose la nuca.

-¡yo te enseño!- Exclamo el computador con alegría.

Colin agarro a Larry de las muñecas y lo llevo, casi que corriendo, hacia el centro del patio, en donde tendrían mas espacio para bailar.

Le tomo unos cuantos minutos a Larry poder aprenderse y realizar los pasos que su amigo le estaba enseñando, se solía caer la mayor parte del tiempo. Colin no podía evitar soltar una que otra risa al ver los fallidos intentos de Larry de imitar sus movimientos.
Con el tiempo los penosos pasos de baile de la Larry se convirtieron en unos mas decentes. Estaban practicando un vals, danzando bajo la luz de la luna, simplemente era un momento hermoso que ambos estaban disfrutando.

-Oh, dejo de sonar la música- Dijo Colin, fijando su mirada en la, ahora silenciosa, casa. -Debería irme a dormir- agregó, seguido de un pequeño bostezo.

-Oh..pues, buenas noches entonces- Dijo Larry con una pequeña sonrisa y un poco apenado. En el fondo quería seguir bailando con el, pero lamentablemente no todo es para siempre.

De repente el computador le da un beso en el cachete a la lampara, sacándola de sus pensamientos.

-¡Buenas noches!, ¡hay que volver a hacerlo otro día!- Se despidió para luego irse caminando hacia casa.

-S.si..c.claro..- Dijo Larry, colocando su mano en el lugar donde le habían besado. Simplemente se quedo paralizado ante la aquella acción tomada por el computador.

-Wow..-