Toqué la puerta con suavidad, no tardé mucho en escuchar ruido dentro de la habitación y entonces la puerta se abre.

- Entonces... príncipe Aarón... ¿No ha cambiado de opinión?

Me mira un momento, inspecciona mi cuerpo notando la vestimenta que traía; fue muy complicado encontrar algo parecido a una lencería, así que tuve que ingeniármelas para crear algo parecido. Suerte que mamá me obligó a ir a ese curso de costura cuando tenía doce.

- Entra.

Sonreí, él se hace a un lado dejándome paso, cierra la puerta tras de mi justo después de haber entrado a su habitación. Era parecida a la de Asher pero a la vez... se sentía completamente diferente.

Estaba por darme vuelta cuando Aarón me toma por la cintura y comienza a besar mi cuello, suspiré y sonreí con diversión a la vez que llevaba mi mano a su cabello.

- ¿Apresurado?

- Ansioso, más bien.

Me sorprende que lo haya admitido, pero eso lo hace mejor, se nota que es honesto consigo mismo y con los demás.

Me di vuelta y esta vez fui yo la que besó su cuello a la par que desprendía los botones de su camisa de pijama. Sus manos inquietas fueron hasta las telas de mi vestido corto y buscaron los espacios para quitármelo. Deslicé su camisa por sus hombros hasta que cayó al suelo; unos segundos después, mi vestido cayó igual.

Estaba por arrodillarme y usar mi boca con él pero se adelanta, me hace acostarme en la cama y separa mis piernas con algo de rudeza pero a la vez de forma delicada. No sé como es eso posible.

- ¿Huh... ? ¡Ah... !

Me sobresalté al sentir su lengua en mi intimidad; no me la esperaba por el momento, creí que usaría los dedos. Jadeé ante las sensaciones placenteras y apreté las mantas en mis manos. Su lengua se movía con maestría, era obvio que ya lo había hecho antes... succiona mi intimidad haciéndome arquear y suspirar. No podía soportarlo y comencé a soltar gemido tras gemido, pero sabía qué era lo que quería escuchar...

- A..Aarón...

Sentí sus manos presionar mis piernas cuando escuchó su nombre. Sonreí complacida pero no pude hacerlo más por los gemidos. Una de sus manos sube hasta mi pecho y presiona uno de mis senos, sujeta mi pezón y juega con este de una manera que conseguía encenderme más.

- Dios... Aarón...

No pude soportarlo más y me dejé correr en su boca. Él no tuvo problema y lamió todo lo que salió de mi, jadeé un poco más para recobrar el aire pero él subió hasta mi rostro apoyando sus manos a mis lados.

- Debo admitir que... entre Asher y tú... tú eres mejor...

Sabía que aquello le subió el autoestima, lo supe por la pequeña sonrisa que se asomaba en sus labios. Supongo que son competitivos en algunos aspectos.

- Y yo no me equivoqué... - sujeta mis mejillas con una mano para levantarme un poco la cabeza - quiero escucharte decir mi nombre...

Reí leve, sujeté su muñeca y aparté mi rostro para luego volver a acercarme a su oreja y como la otra vez, gemí su nombre.

- Aarón...

Lo sentí estremecerse, pero entonces se remueve, vi que sacaba y acomodaba su miembro en mi entrada pero en lugar de meterlo comienza a frotarlo contra mi.

- Mhm...

Se apoya en sus rodillas para poder sujetarme por el trasero y apretarme contra él, consiguiendo que nuestros sexos se frotaran mucho más, movió sus caderas y también las mías para hacerlo.

- Aarón... no... no juegues así.

Lloriqueé queriendo sentirlo dentro de mi, esto era más una tortura muy placentera. Besó el hueco de mi cuello sin detener sus movimientos pero acerca sus labios a mi oreja.

- Prefiero meterlo en otro lugar...

Parpadeé un par de veces y me estremecí por el roce de su aliento contra mi piel, mi oreja es uno de mis puntos sensibles. Aarón me baja y me da vuelta dejándome boca abajo en la cama.

Apretó y masajeó mis piernas mientras las acomodaba a sus lados pero llegó hasta mi trasero, me removí un poco por su tacto pero entonces sentí el frote nuevamente de su miembro.

- Aarón... por favor...

Sus manos se apoyan a mis lados y sentí sus besos en mi nuca a la vez que sentía la punta de su miembro entrando en mi, se sentía mucho más apretado pero eso parecía gustarle. Levanté el trasero consiguiendo que lo metiera completo ya que se estaba tardando.

- Lena...

Bufé internamente, pero preferí concentrarme en nuestras acciones y roces, apreté la almohada contra mi mientras él comenzaba a moverse. No esperó mucho y me embistió con fuerza pero lento, una manera tortuosa pero deliciosa. Con cada embestida yo gemía, soltaba su nombre de vez en cuando para tentarlo en aumentar la velocidad.

Su boca besó mi nuca y mis hombros, sus manos se aferraban a la manta y sus caderas golpeaban mi trasero de forma que el contacto de nuestras pieles podía escucharse con fuerza, al igual que mis gemidos.

Finalmente sentí como estábamos llegando al final, él lo supo y salió de mi justo en el momento para correrse en mi espalda mientras que yo gemía a la par que volvía a correrme.

Jadeé bastante mis manos se sentían sin fuerza por el reciente orgasmo, pero Aarón me tomó del brazo y me dio vuelta para hundir su rostro en mi pecho.

- Mhg...

Apretó mis senos con ambas manos mientras lamía el centro o los pezones los metía en su boca.

- Hagámoslo otra vez...

- ¿En serio? ¿No te bastó una?

- Tienes realmente lo que se necesita para que quiera hacerlo por más de dos días seguidos... no quiero detenerme...

Aquello elevó mi orgullo, así que me acomodé y separé mis piernas, las sujeté por detrás de mis rodillas y él sonrió. Volvió a presionar su miembro contra mi entrada y entró en mi de una estocada. Mi interior quemaba por el reciente orgasmo así que estaba sensible, por lo que solté un gemido más fuerte por aquello.

- Hagámoslo cuantas veces quiera... príncipe...

Niega a la vez que me golpea con una embestida fuerte, acerca su rostro y sujeta mi barbilla con una mano.

- Llámame por mi nombre.