Narra Rea

Me estaba ahogando, o eso sentía. No entendía que pasaba, apenas pude abrir los ojos pero comenzaba a toser y sentir que no podía tocar fondo. Intenté sujetarme de algo pero me fallaban las fuerzas, mi cuerpo golpea varias veces contra las paredes angostas.

El agua me cubría de vez en cuando, otras veces conseguía tomar aire por un tiempo corto de segundos.

Entonces vi algo brilloso, creía que se trataba de esa clásica "Luz al final del túnel", pero cuando salí con fuerza por la corriente de agua me di cuenta de que era una cascada. Una alta.

Caí por esta ya sin fuerzas ni para gritar del miedo a la muerte, mis ojos nuevamente volvían a cerrarse y entonces todo mi cuerpo ardió de dolor al sentir como chocaba contra el agua y comenzaba a hundirme. Vi las últimas burbujas de aire salir de mis labios y subir hasta la superficie mientras yo seguía bajando.

Entonces sentí movimiento a mis espaldas, lo primero que pensé fue: van a matarme.

Pero algo pasa rápidamente junto a mi oreja deteniendo a ese algo cerca de mi y entonces me atrapan y suben a la superficie conmigo hasta dejarme en el suelo. Escuché un rugido muy fuerte pero yo estaba tosiendo, vi de reojo y apenas algo sobre mi pero unas luces llaman mi atención y me sorprendí al ver a un dragón azul, el cuerpo como una serpiente y sus alas eran aletas.

Ruge hacia nosotros pero otro disparo lo hace regresar al agua y dejarnos tranquilos. Yo volví a toser y entonces todo el agua tragado escapa de mi sistema, respiré agitada pero me dejé caer de lado mirando mis manos junto a mi cabeza.

Hasta que escuché un ruido extraño pero a la vez... conocido... Hice mi esfuerzo y me di vuelta encontrándome cara a cara con un Theoluxum sobre mi, pero no cualquiera. Vi las cicatrices en su pata y otras de su cuerpo.

- Tú...

Baja su cabeza hasta mi y yo, débilmente, levanté mi mano y la apoyé en su cabeza.

- ¿Sabes quién soy?

Abre los ojos y aleja la cabeza un momento para solo mirarme. Entonces entendí... sí lo sabía. Lo que dicen de que a su especie se les dio la gracia de los Dioses... también servía para evitar la magia.

O eso creía ¿Por qué otra razón podría reconocerme? La única explicación que tengo es que él pueda ver a través de la magia y saber que soy yo.

- Supongo que ahora estamos a mano...

El dragón se aleja un poco pero abre sus enormes y blancas alas, tenía plumas en lugar de las normales de dragones. El sol le daba directo, se veía majestuoso...

Entonces me agarra con una pata y se aleja volando. Yo suspiré profundo, tenía frío por el viento golpeando mi cuerpo húmedo, pero no tenía nada para hacer. El dragón se aleja bastante hasta llegar a una cueva, nos quedamos al frente de esta, él me deja en el suelo y se sienta para mirarme.

Yo me arrastré un poco y me acomodé con mi espalda apoyada contra una roca. Pensé en todo lo que pasaba, miré hacia el cielo pensando en Kayden... tenía esperanzas de que no haya caído en la trampa de Merea... pero no eran muchas, la probabilidad era casi nula.

¿Qué haré... ?

El dragón se mueve por un momento llamando mi atención, entonces dispara a mi lado asustándome un poco pero dándome cuenta de que hizo encender un arbusto cerca de mi como si eso fuera una fogata.

- Que inteligente... gracias...

Se recuesta y yo me acerqué al fuego para darme algo de calor, miré mi ropa húmeda y la escurrí un poco para quitarle la mayor cantidad de agua posible.

- Necesito volver...

Esperé unos momentos para calmar mi temperatura y dejarme secar un poco. Entonces decidí levantarme, miré al Theoluxum, me acerqué bajo su atenta mirada y levanté mi mano.

- ¿Puedes ayudarme... ? Lo necesito de verdad...

Él me mira y entonces acerca su cabeza a mi mano y me deja acariciarlo dándome a entender que sí, me ayudaría. Sonreí y pasé por su lado hasta subirme sobre su cuello, era suave...

- Necesito llegar al reino... ¿Sabes dónde es?

Emite un leve rugido antes de levantarse, tuve que sujetarme mejor para no caer. Vuelve a extender las alas y a elevarse, me sujeté con más fuerza para no caer y miré a todos lados mientras pasábamos.

Por favor que aún no sea tarde...