Capítulo 5

Sentí unas lamidas en mi rostro que consiguieron hacerme despertar, estiré mi mano y toqué el rostro de Rey así que abrí los ojos con pereza.

- ¿Rey?

Ladra moviendo la pequeña cola y vuelve a lamerme y haciéndome reír.

- Veo que ya estás mejor, amigo... que bueno, me preocupaste.

Se baja de la cama y camina por la habitación, yo me levanté y bostecé a la vez que me estiraba para desperezarme. Fui al baño y encontré lo necesario para asearme, me cambié de ropa y salí.

Caminé por el castillo para mirar lo que había mientras Rey me seguía y yo pensaba en lo que haría para poder quedarme aquí por más tiempo... volverme amiga de Larissa era una buena opción, pero con una sola pelea puede hacer que me echen, necesito algo más...

- Buenos días.

Me detuve al ver a los gemelos saliendo de sus habitaciones. Me sonrieron ampliamente pero con amabilidad.

- Buenos días, príncipes.

Sonreí leve a la vez que me inclinaba un poco como una reverencia. Ellos se me acercan.

- ¿Te levantas muy temprano siempre?

- Me gusta aprovechar el día.

Respondí a pesar de saber que si no fuera por Rey no me hubiera despertado hasta la noche.

- Lo entendemos, también a nosotros nos gusta así que... ¿Tienes hambre? Puedes desayunar con nosotros si quieres.

- Sería un honor.

Ellos vuelven a sonreír y me guían hasta el comedor donde las criadas ya estaban sirviendo la comida. Asher, creo era su nombre, me coloca la silla para que me siente en medio de ellos.

- Gracias...

- No es nada.

Ambos se sientan junto a mi y me miran bastante aunque coloquen la comida frente a ellos, pero siguen sin hacer mucho caso.

- Será mejor desayunar ¿No tenían hambre?

Cuestioné enarcando una ceja y consiguiendo hacer que reaccionaran, se sonrojaron un poco pero asintieron y empezaron a agarrar la comida.

Creo que ya tengo como asegurarme aquí...

- Y príncipes... si no les importa que pregunte... ¿Tienen a alguna pareja o enamorada?

Ambos se sorprenden por mi directa pregunta. Aarón casi se atraganta con el agua que bebía.

- Disculpen si no fui muy discreta... pero desde que los vi a ustedes, tan hermosos príncipes los dos... no pude evitar preguntarme eso.

Ellos se sonrojan y apartan la mirada un momento pero se ríen nerviosos.

- E..En realidad no... no tenemos novia...

- ¿Cómo es eso posible?

Ellos se encogen de hombros y se quedan callados hasta que Aaron empuja un poco a Asher por el hombro.

- Pero al gemelo mayor sí que le gusta una chica.

Me alerté por aquello. Miré a Asher que comenzaba a sonrojarse mucho más.

- ¿En serio? Sé que probablemente no la conozca pero... ¿Se puede saber quién es?

- Bueno... am...

Asher se queda en silencio dudando hasta que una criada entra. Se veía joven, solo trajo un poco más de comida.

- Príncipes...

Saluda con una reverencia y se va. Le resté importancia hasta que vi la mirada de Asher, no paraba de ver hacia su dirección. Y no tuve que pensar mucho para atar cabos.

- ¿Cómo se llama?

Pregunté sonriendo. Asher me mira rápidamente mucho más sonrojado.

- ¿Qué? ¿Quién?

- La criada por la que estás interesado. - apunte con mi cabeza hacia donde se había ido ella - ¿Cómo se llama?

- Sarah.

Responde Aarón antes de que Asher negara todo. Asher lo mira mal pero yo sonreí y asentí.

- Entiendo. Descuida, si no sabe no se lo diré.

El gemelo mayor suspira aliviado mientras que yo sentía ternura por ellos ya que... se parece mucho a historias que había leído en mi mundo y... realmente quiero que sea como aquella en donde quedan juntos.

Pero en ese momento mi sonrisa desaparece al recordar el porqué estaba aquí, lo había olvidado por un instante solo por mi amor por el romance en estos casos. Si me acerco a ambos gemelos... me acercaré al resto de hermanos y luego a los reyes.

Esto es como un videojuego, los gemelos son el nivel uno, Larissa el dos, los reyes serían el último nivel...

- Buenos días...

Escuchamos un bostezo y al voltear vimos a Larissa adormilada.

- Buenos días, princesa. - saludé.

- Buenos días, Lari.

Ella se sienta frente a nosotros, en el mismo lugar donde se había sentado ayer. Agarra la comida para ella y con sueño comienza a comer.

- ¿Cómo amaneció, princesa? - decidí empezar a hablar.

- Bien... aunque quiero dormir más. - bosteza - Pero bueno... ¿cómo amaneciste tú?

- Realmente bien, jamás había dormido tan bien en mi vida.

Y era verdad. Esa fue la mejor cama de mi vida.

- Me alegro.

Permanecimos en silencio un segundo más hasta que los gemelos lo rompieron con diferentes temas de conversación que nos animaron la mañana. Habíamos terminado de comer pero seguíamos hablando, hasta que escuchamos pasos acercarse.

- Me quedé dormido... - Kayden se acerca mientras se queja - No le digan a papá.

- Como siempre. - Larissa sonríe.

- La próxima vez no te despertaré yo y dejaré que te encuentren.

Me tensé al escuchar la profunda voz de Azriel, se escuchaba más suave cuando se trataba de sus hermanos, hasta su mirada era diferente.

- Siempre dices eso Azriel pero nunca lo cumples. - habla Aarón.

- Oh, Lena. Estás aquí.

Kayden me ve y hace que Azriel igual, su mirada cambia por completo y se vuelve más serio.

- B..Buenos días... príncipes...

- Buenos días.

Kayden me sonríe pero Azriel me ignora y se sienta en su lugar.

- Ustedes. Si ya terminaron deben ir a hacer sus tareas.

- Agh, pero Azriel...

Los gemelos, y Larissa, comienzan a quejarse de lo dicho por su hermano mayor.

- Ahora.

Ellos ruedan los ojos y se levantan para irse, pero Larissa me mira y sonríe.

- Está bien. Iré a hacer mis tareas... - camina alrededor de la mesa pero se me acerca y me toma por el brazo para levantarme - Pero Lena viene conmigo.

Miré a Larissa quien me sonríe con complicidad, le devolví la sonrisa y miré a los principes.

- Aw, yo quería que Lena me acompañe. - Se quejan los gemelos.

- Nos ganaste, Lari... - Habla Kayden.

- En sus caras, hermanos.

- No. - todos miramos a Azriel - Larissa tú tienes que concentrarte en tus tareas.

- Y lo haré.

- No con ella a tu lado.

- Ay por favor, Azriel. Eres mi hermano, no mi padre. Estoy grande y yo decido con quien estar.

Azriel la mira entre asombrado y molesto, los gemelos se cubre la boca con sorpresa por lo que dijo su hermana y Kayden trata de ocultar su risa.

- Vamos Lena.

- Como ir en contra de la princesa.

Sonreí al igual que ella y nos fuimos del comedor.

- ¿No tendrá repercusiones por eso? - pregunté.

- Tal vez, pero no me importa. ¿Quieres acompañarme?

- Con mucho gusto.

- Bien, vamos.

Ella me jala para ir hasta una de las habitaciones donde al entrar vi mi sueño en vida... Una biblioteca enorme.

- Ahí está. Le he dicho que no debe de llegar tarde.

Miramos hacia un lado en cuanto una mujer se nos acerca, tenía una expresión seria y un poco hastiada por la tardanza de la princesa.

- Lo siento Mariam, estaba desayunando. Oye, te presento a Lena.

- Mucho gusto.

Saludé sonriendo leve, la mujer me inspecciona de pies a cabeza.

- Lo mismo... Bueno, princesa... empecemos con sus lecciones.

- Sí, sí... - se gira hacia mi - ¿Te molestaría esperarme? Quiero pasar tiempo contigo luego.

- Seguro... ¿Puedo mirar los libros?

- Claro, y si quieres leer alguno solo llévatelo.

- Genial.

Me alejé de ellas, al instante la mujer comenzó a decirle a Larissa lo que tendría que hacer. Yo miraba los libros en los estantes, hasta el momento no muchos llamaron mi atención, además de estar hechos de una manera... muy extraña, supongo que es lo que pasa cuando estás en otra época.

Seguí caminando y subí al segundo piso al momento de encontrar las escaleras, sonreí.

- ¿Hm?

Miré hacia un libro con colores más llamativos, tenía como dorado y rojo brillantes. Lo malo... es que estaba en el estante al cual no llegaba... bufé, intenté por lo menos pararme en puntillas y alcanzarlo pero al no conseguirlo simplemente me rendí.

No iba a crecer en un instante así que ¿para qué?

Me alejé para seguir buscando algún otro libro.

- Ten.

El libro aparece frente a mi rostro, lo tomé confundida.

- ¿Eh? - miré atrás dándome cuenta de que se trataba de Aiden - ¿Cómo lo alcanzaste?

Era casi de mi misma estatura... ¿cómo lo hizo? Entonces, apunta tras de él y al mirar vi el banquillo que había traído.

- Hay uno por cada sección justamente para eso, también hay escaleras.

- Oh... no lo vi. - sonríe con diversión.

Miré el libro, ahora en mis manos, y acaricié la portada ya que pareciera que tuviera purpurina, pero esta no se adhiere a mis dedos, ni un poco. Por suerte, batallar con la purpurina es un fastidio. Sonreí pero me di vuelta y me fui hacia la mesa a un lado.

- Am... de nada.

Aiden me sigue levantando ambas cejas. Yo reí leve.

- Oh, lo siento... Muchas gracias, príncipe Aiden.

Él sonríe de nuevo y asiente. Ambos nos sentamos y yo abrí el libro comenzando a leerlo y atrapándome al instante por los sucesos y la forma de narrar. Esto era... increíblemente bueno, además de ser de romance.

Noté a Aiden agarrar otro libro y comenzar a leerlo igual, ambos terminamos pasando las horas muy concentrados en nuestra lectura y cuando terminamos de leer, fue a la vez, cerramos los libros al mismo tiempo con un suspiro.

- ¿Final malo? - pregunté.

- Bastante... ¿y el tuyo?

- Estuvo... fascinante. Jamás había leído algo como esto.

- ¿En serio? Ese libro es muy popular hoy en día.

- ¿Ah? Bueno... creo que entiendo porqué lo es.

Aiden asiente, pero escuchamos pasos acercarse y entonces vimos a Larissa.

- Ahí estás. Te estaba buscando, terminé mis lecciones ¿Te hice esperar mucho... ?

Solo unas horas pero me las pasé bien.

- Para nada, no se preocupe, princesa.

- Genial... lo siento aún así... ¿Te parece acompañarme al jardín. No te preocupes por el libro, lo dejarán en su lugar luego.

- Con gusto. - me levanté dejando el libro y miré a Aiden - Fue un placer verlo, príncipe.

- Lo mismo digo, Lena.

- Adiós.

- Nos vemos...

Sonreí pasando por su lado y junto a Larissa salimos de la biblioteca para seguido salir al jardín.

- Wau...

- Es lindo ¿No?

- Completamente...

- Me encanta estar aquí... es tranquilo...

- Se nota.

Ambas caminamos por el lugar, nos acercamos a la fuente y pude ver a unos cuantos peces nadando por allí, eran tan lindos... sus colores llamativos, claramente pertenecían a la realeza.

Entonces escuché un ladrido conocido, me giré justo a tiempo para recibir en mis brazos a Rey quien comienza a lamer mi rostro.

- Hola... ¿Dónde habías estado? Perro escurridizo.

- Te estuvo buscando, después de almorzar no te vió y salió corriendo.

Vi a Kayden llegando junto a nosotros, Larissa se entretiene con Rey y él con ella.

- Que tierno oír eso.

- Sí, realmente se preocupa por ti.

- Tiene apego emocional. - reí poco pero lo miré - Lo tengo desde que nació, así que... me cuida mucho.

- Bueno... hiciste un buen trabajo.

- Totalmente...

Nos quedamos en silencio solo por un momento hasta que Larissa se levanta y se acerca.

- Tu mascota es muy linda... ¿Cómo dijiste que se llamaba?

- Rey.

- ¿Rey? ¿Porque es el rey de tu vida?

Me reí bastante pero terminé asintiendo.

- Tal vez sí.

- Ah, es verdad... Larissa, nuestros padres quieren verte, te están esperando.

- ¿Eh? Okey... Hm... justo ahora. Ni modo, nos vemos Lena.

- Nos vemos, princesa.

Ella se aleja trotando y nosotros solo la vimos alejarse por el momento.

- Regresaráen un momento ¿Me acompañas?

- ¿Eh?

Miré confundida al princesa Kayden quien sonríe ampliamente y con complicidad, entonces entendí.

- Sus padres no la llaman... ¿Cierto?

- Nop. - me reí un poco pero resoplé con diversión.

- Está bien... ¿A dónde quieres ir?

- Solo... por ahí.

- Bueno... lo sigo, príncipe.

Sonríe un poco apenado por mi forma de hablarle pero comienza a caminar y yo a la par suya, paseamos por el jardín mientras estábamos en silencio y solo Rey corría y perseguía algunas mariposas. Aunque... no me sentía incómoda.

- Y... príncipe... ¿Por qué le ha mentido a su hermana?

- Pues... quería pasar un momento contigo...

- ¿De verdad?

- Por supuesto... te ves interesante.

Sonreí y volvimos a callar. Miré hacia Rey que seguía corriendo, entonces noté cuando habíamos salido y nos acercábamos a los establos.

- ¿Te puedo invitar a un paseo?

Kayden apunta a los caballos y yo los vi maravillada por lo hermosos y bien cuidados que se veían, hasta parece que tienen un mejor shampoo que el mío.

- Me gustaría... pero el problema aquí es que no sé montar...

- No te preocupes, podemos ir en un solo caballo.

- ¿Seguro? ¿No le hes incómodo?

- Realmente no... ¿Entonces... ?

Espera mi respuesta a la vez que me tiende la mano, yo veía sus ojos y sonreí antes de apoyar mi mano sobre la suya, me sujetó con firmeza pero a la vez con delicadeza y le guió hacia los caballos pidiendo que ensillaran al suyo.

- Es precioso...

Vi llegar al caballo luego de unos momentos, el porte con el que caminaba era sumamente elegante y... hermoso.

- Fénix es el mejor caballo que pude pedir.

- A simple vista, se nota... ¿Fénix?

- Sí, me gustó el nombre.

Asentí comprendiendo, entonces colocan al caballo frente a nosotros y Kayden me vuelve a pasar la mano para ayudarme a subir, colocaron una pequeña escalerita para lo mismo. Me acomodé en el frente de la silla del caballo y Kayden se coloca detrás.

- ¿Lista?

- Si, avance cuando quiera, príncipe.

Kayden asiente y hace que el caballo comenzara a caminar para luego trotar y finalmente correr rápidamente hasta salir del palacio, lo que me sorprendió pero no dije nada. Entonces se detiene al estar fuera del pueblo.

- ¿No quieres sujetar las riendas?

- Hm... por nuestra seguridad preferiría que no...

- Solo tienes que guiarlo, no te preocupes.

Suspiré pero asentí, me sentía un poco emocionada, había que admitir. Kayden me pasa las riendas y yo sujeté a Fénix.

- Bien... solo relájate.

Asentí comprendiendo. El caballo comienza a caminar cuando Kayden le da un ligero golpe con el pie, traté de no soltar las riendas pero sonreía bastante al saber que lo estaba consiguiendo, hice que el caballo fuera por donde el indicaba, aunque realmente no sabía donde ir.

- Probemos aumentar la velocidad.

- ¿Qué?

Kayden hace que el caballo comenzara a trotar y poco a poco a correr, me asusté bastante y traté de no caer, aunque Kayden me sujetó para que eso no ocurriera.

- ¡Kayden! ¡¿Cómo lo detengo?!

Me comenzaba a desesperar porque no estaba acostumbrada nada a esto.

- Primero relájate, y tira de las riendas.

Suspiré tratando de hacer y como él dijo, las tiré hacia mi consiguiendo que el caballo se detuviera. Respiré agitada por aquello pero me di vuelta.

- ¡No vuelvas a hacer eso, Kayden, casi me matas del susto! ¡Dios!

Kayden comenzó a reír y yo lo fulminé con la mirada, pero entonces me di cuenta de algo: me había dejado llevar y olvidé que era un príncipe y que tenía que tratarlo mejor.

- Yo... lo siento, príncipe, no fue mi inten...

- ¿Por qué te disculpas? No hiciste nada malo... - sonríe con diversión pero suspira un poco - Puedes llamarme Kayden.

Lo miré por un momento pero sonreí por aquello, aunque... la sonrisa me salió natural.

- Está bien, gracias... Kayden... pero ya en serio, no lo vuelvas a hacer.

- Está bien. - ríe - Será mejor volver.

Asentí, le regresé las riendas y él hizo que el caballo caminara hacia el castillo de nuevo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top