Escuché movimiento y entonces finalmente pude ver luz de nuevo, la pared a mi lado me empuja hasta que estuve de nuevo en la habitación con la bruja; la miré mientras me apegaba aún a la pared.

- ¿Qué tienes en contra de Kayden y los demás?

- Creí que ya no preguntarías. En serio eres rara ¿Quién le pregunta su secuestradora sus razones?

Ella mira algo y noté que se trataba de una jeringa vacía, parecía inspeccionarla.

- Me vi demasiadas series y películas como para saber que los malos como tú siempre tienen sus motivos, solo quiero conocer los tuyos.

- ¿Ah si? ¿Y qué harás con esa información?

Se me acerca y me agarra una brazo pero me inspecciona el cuello y demás partes del cuerpo.

- Pues nada, no sabría que hacer la verdad.

- Bueno, entonces no tienes porqué saber.

- ¡Au... !

Me quejé cuando me inyecta la jeringa en el hombro y noté que me sacó sangre.

- ¿Para qué es?

- Que preguntona, mujer.

Ella se aleja con la jeringa y por el momento no me devolvía a esa habitación tras la pared.

- Es que no comprendo.

- Claro que no lo haces ¿Por qué lo harías? Ustedes nunca entenderán las razones de personas como yo.

- No sabes eso, no has dicho tus razones.

- Claro que sí, y me dijeron exagerada.

- ¿Quienes?

- Todos.

- ¿Kayden... ?

- Dios, cállate ya.

- ¿"Dios"? Creí que las brujas seguían a Satanás.

- Deja de creerte todo lo que ves en tus películas.

La sangre que me sacó sale levitando de la jeringa y ella mezcla un poco de esta en tres diferentes frascos con un mismo líquido el cual cambio de color al mezclarse con la sangre. Pero ella espera un momento y se cubre cuando está explota. Suelta un quejido de frustración y lanza el líquido fallido en una caldera y vuelve a empezar.

- ¿Qué es lo que estás intentando?

- Una poción.

- Sí, es obvio ¿Pero para qué?

- Para un plan.

Rodé los ojos y resoplé, me quedé callada un momento mientras veía lo que ella hacía. Intenta de nuevo con la sangre pero este vuelve a explotar, solo que de manera más volátil.

- ¡Carajo!

- Eso te pasa por no decirme nada...

- ¡Ya cállate!

Ella voltea a verme y por un momento noté una cicatriz apareciendo en el costado de su cabeza pero vuelve a desaparecer. Abrí los ojos de par en par y ella se sorprende también, gruñe y se da la vuelta, atrae algo, un pequeño frasco y bebe del contenido.

Volví a quedarme en silencio mientras ella tosía por lo que sea que estaba tomando, se apoya contra el pedestal y resopla profundo. Se sienta en los peldaños y se sujeta la cabeza.

- Jamás lo entenderías... nadie la haría...

- Pues ayúdame a entender... intenta una vez más que alguien te comprenda.

- ¿Por qué quieres ser tanto una heroína? No lo eres, comprende.

- Yo lo tengo claro, pero también sé lo que es estar sola y creyendo que todos están en tu contra... tener que hacer cosas horribles para ti misma para conseguir algo...

Ella ríe con burla e ironía.

- No tienes ni idea... - suspira y se endereza aún sentada, mira hacia el techo un momento - Estuviste aquí por... ¿dos años? Pero jamás te han dicho la verdad sobre el reino.

- ¿A qué te refieres?

- Sabes la historia ¿No? De como todo se creó.

- Sí, leí libros sobre eso para no parecer una loca aquí. Decían de que, aparte de la guerra con los dragones, hubo una guerra entre brujas y humanos, los reyes anteriores protegían a todos de las brujas.

- "Proteger..." ja...

Ella se ríe pero me mira con amargura, como si no sintiera ni una pizca de gracia en todo eso.

- Lo que nunca dijeron fue que ellos rogaron por ayuda; el primer rey, quien empezó siendo nadie en otro reino, pidió a las brujas que construyeran un reino donde la gente esté segura, donde ni la magia los afectaría... aunque eso se fue debilitando con el tiempo y al final... solo la familia Real quedó absortos del efecto debía magia en ellos. A cambio de su ayuda, se les daría un lugar a ellas en ese reino, serían protegidas igual que a los humanos y formarían parte de un gran imperio justo y glorioso... pero de justo no tenía nada.

Ella aprieta los puños con molestia y yo solo la escuchaba atenta a lo que decía, suelta la presión en su puño y resopla de nuevo.

- Las brujas lo hicieron, ingenuas creyeron en las mentiras de ese bastardo... y lo hicieron rey. Pero al querer tomar su lugar en el reino, las brujas fueron mandadas a la hoguera ¿Te suena... ?

- La quema de brujas...

- Exacto, no fue solo en tu mundo... aquí también lo hicieron. Comenzaron a difamarlas, el mismo rey dijo que ellas eran una amenaza más grande que los dragones y que querían destruirlos... mi gente... pasó por un infierno por décadas. Hasta llegar a la generación anterior. La peor para mi.

- "La generación anterior... " ¿Con el padre del rey actual?

- Sí. Yo vivía con mi abuela, mi madre, mis dos tías y mis tres hermanas... con miedo de que nos encuentren. Así fue nuestra vida, hasta que conocí a un chico.

Su sonrisa se ensancha pero se hizo cada vez más amarga e irónica.

- Imagínate. El hombre perfecto, bueno... elegante... solidario, fuerte, astuto... "diferente"...

Ante la última palabra ella parece querer quebrarse por los recuerdos, pero aún así se mantiene igual.

- Creí que me ayudaría, más porque tenía el poder necesario para hacerlo... además... creía que me amaba tanto como yo a él. Que tonta...

- ¿Qué... qué sucedió... ?

- Él me vendió...

Las lágrimas comienzan a empañar sus ojos y vi el destello de ira en su mirada. Me sentí mal... realmente mal.

- Vendió a mi familia. Un día despertamos porque estaban atacando nuestro hogar en medio de la nada... una pequeña casa trucada...

- ¿Aquí... ?

Asintió sin más, sus manos comenzaron a temblar.

- Nos llevaron a todas nosotras, nos pusieron una soga en el cuello y rodeadas de fuego... jamás olvidaré los gritos de mis tías... de mi abuela... mis hermanas, hasta la pequeña... y de mi madre...

Nuevamente sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo con solo imaginarme aquello tan... horrible.

- Tampoco olvidaré la sonrisa de satisfacción de todos al ver como sus "enemigos" ardían en las llamas, y menos olvidaré la de él... disfrutando de que mi familia y yo estábamos muriendo.

Ella se cubre el rostro con ambas manos pero las desliza hacia arriba y al instante su rostro cambia. Ahogué un grito de horror al verla mejor, la mitad de su cabeza quemados... el cabello ya no crecía y la cicatriz era horrible...

- Terminé así...

Ella vuelve a cambiar su apariencia a la de antes y suspira.

- Ahora, las únicas brujas que quedan ya no salen de sus escondites por miedo a ser cazadas... son tan pocas que se podría decir que nos estamos por extinguir.

- No puedo creerlo...

- Claro que no. Tu novio es parte de ellos, obviamente iban a hacer que creyeras lo que ellos quisieran.

- No. No puede ser que ellos supieran sobre eso... jamás lo aceptarían... ellos... ellos son buenos.

- Eso fue lo que dije sobre ese chico, ya me viste como quedé.

- No. No lo acepto...

Ella bufa y se levanta frunciendo el ceño.

- Sabía que no lo entenderías.

- Lo entiendo, créeme que sí... y lamento lo que te sucedió y a tu familia... pero no puedo creer que la familia de Kayden haya hecho eso. Déjame hablar con ellos... por favor, déjame aclarar las cosas.

- Perderás tu tiempo. Además, estoy seguro de que el rey actual no tendrá problemas en silenciarte si mencionas algo sobre eso...

- No lo hará. Su hijo es mi novio, no lo permitirán.

- Mi padre era su mejor amigo casi hermano y no tuvieron problema con hacerlo cuando se enteraron de su familia.

Abrí los ojos de par en par nuevamente, me quedé helada. Toda la sangre en mi se congeló por lo que acabé de escuchar.

- No te escuchará, apenas menciones ese suceso... te matarán. Elysia no es tan inocente como creías que era... su gente es horrible.

Ella se da vuelta y la pared tras de mi vuelve a hundirse.

- No. ¡Espera!

Me estira hacia atrás y la pared vuelve a cerrarse. Nuevamente estaba en aquella habitación, sin poder hacer nada más. Marea seguía con sus experimentos con mi sangre, la escuchaba fallar y frustrarse antes de volver a intentar, y siguió por varias horas más.